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Daniel Gasca

4to. “C”

Prof. Sabrina Mireles

Ensayo

LA VIDA COTIDIANA
Nosotros como seres humanos llevamos una rutina que por lo general va
relacionado con las costumbres y tradiciones que al tiempo los catalogamos como
cotidiano. Esto lo podemos reflejar con un joven; su vida cotidiana se puede explicar así:
el joven se despierta cada mañana para ir al colegio, desayuna a una hora determina que
puede ser establecida por las costumbres del país donde se encuentra, socializa y juega
con sus compañeros y amigos, en la tarde vuelve a su casa o realiza una actividad
deportiva, cena con sus padres y ve televisión antes de dormir. Esta rutina que se le pude
decir que es “cotidiano para el joven”, es de hecho inculcada desde pequeños por la
sociedad.

Una de las cosas que se deben inculcar a los jóvenes y hacerse cotidiano para la
sociedad es el de practicar todos los valores. El hecho de practicar los valores con
voluntad propia, es decir, sin esperar nada a cambio o porque alguien nos ordene a
hacerlo. Lo importante al realizar un acto de bondad es que debe ser humano, debe venir
desde el corazón.

Al practicar un simple acto de valor, aunque no lo visualicemos estamos


contribuyendo en que la convivencia social sea más pacífica, respetuosa y agradable
para todos los que convivimos en sociedad. Nosotros como seres humanos que
practicamos y damos el ejemplo con el uso de los valores podemos influir de forma
positiva en el estado de ánimo de la persona que ayudamos, con un simple cumplido o
con un acto de bondad. Además en un estado negativo o de conflicto se pude resolver
haciendo un acto orientado a pedir disculpas puede ayudar a resolverlo de una forma mas
sencilla y humana.

Los valores como el respeto, la confianza, el civismo, la bondad, la confiabilidad y


la justicia, los trasmitimos cotidianamente a través de acciones concretas, ya sea en la
vida familiar y en nuestras relaciones con los demás. La práctica de los valores debe
convertirse en ejemplo, en marco de referencia que inspira sensibilidad, respeto y
humildad para el desarrollo de una mejor sociedad para todos.
Las definiciones de “Agresión” tienen en común la idea de que la Agresividad es
una disposición, pero no hay acuerdo respecto a la valencia positiva o negativa de dicha
tendencia, que como tal es algo que está latente y puede no ponerse nunca en acción, o
decidir de una manera consciente y responsable sus vías de expresión. Así se puede
afirmar que la agresividad es una capacidad que tienen la mayoría de las personas pero
que a diferencia del “instinto” que demanda satisfacción, ésta sólo es una posibilidad que
puede utilizarse o no.

La controversia surge cuando se intenta delimitar los comportamientos que se


pueden calificar como actos agresivos, teniendo en cuenta que la agresión tiene muchos
significados y que se puede ser agresivo tanto de forma activa (por ejemplo: amenazando,
insultando, pegando o, matando), como de forma pasiva (por ejemplo, realizando las
siguientes conductas de forma intencional: ignorar, negar una ayuda, impedir el acceso a
determinados recursos, excluir). Es decir, no se puede aislar fácilmente la agresión y su
motivación de las otras formas de comportamiento.

En Venezuela la violencia social es una acción cotidiana que no tiene banderas y que
afecta a todos por igual. Tal situación se pudiera estar reflejando en las normas culturales
y las actitudes asociadas con comportamientos agresivos dentro del núcleo familiar y
hacia personas ajenas a éste.

La violencia es una de las mayores amenazas para la salud pública y la seguridad social,
ya que no sólo es la causa de numerosas defunciones prematuras, sino también causa de
lesiones, afecta el desarrollo psicológico y físico. La violencia dentro de la familia, no es
un problema actual, por el contrario, ha sido una característica de la vida cotidiana desde
tiempos remotos. La familia representa la influencia de mayor peso en la formación de la
conducta del hombre. Es el primer sistema social en el cual el niño entra en contacto. La
manera como los padres afronten la solución de conflictos y establezcan normas será
determinante en las aspiraciones, en la autoestima, y en los estados emocionales en el
niño y su acción humana.

Los “valores, la “vida diaria” y la “sociedad” va relacionadas en todos los aspectos porque
sin una sociedad que practique e influya en el uso y concientización de los valores en
nuestra vida diaria, nunca habrá respeto, tolerancia, humildad, entre otros valores
importantes en las generaciones futuras; lo que traería agresividad y violencia. Ahora más
que nunca que nuestra sociedad y nuestro país necesita que todos nosotros pongamos
en práctica todos los valores para solventar la crisis social que padecemos y que afectaría
el desarrollo de nuestra juventud actual y futura de nuestro país Venezuela.

Daniel Gasca

4to. Sección “C”

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