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ANALISIS
ANALISIS
Los tiempos que corren en la actualidad, atemorizados, espantados por los vientos del
coronavirus, pone a la humanidad en una encrucijada, en la cual o nos unimos o nos hundimos.
La idea es que por fin recapacitemos y podamos entender de una vez por todas, que el valor de la
solidaridad es el valor humano por excelencia y que sin él, simplemente no podría existir un
futuro. Nos urge solidaridad, con ella saldremos adelante de esta experiencia, si bien no deja de
ser dolorosa, por la cantidad de vidas afectadas, tanto por muertes como por economía, vivienda,
entre otros aspectos de la calidad de vida, esto ha de sacar lo más íntimo de nosotros, la fuerza
para que podamos tener empatía y sentir lo que el otro siente, aunque aplicando el concepto de
otredad, es decir no percibir al otro como igual, sino aceptar que es alguien distinto, que no hace
parte de nuestro entorno, pero que eso no significa que sea alguien malo o algo malo o que se
deba discriminar a la persona, es tener la capacidad de tolerar, aceptar, respetar y reconocer que
existen personas diferentes y ser capaces de tener una convivencia con ella, cada persona es
única, y con esto superar los problemas del presente, como lo son el crecimiento de pobreza, la
muerte de cientos de personas y no solo por la situación sanitaria actual, incluyendo los demás
problemas de la salud, como la ausencia de una atención médica adecuada, la destrucción de la
naturaleza, la afectación de su equilibrio ecológico, todo esto debe hacernos pensar en cambiar la
percepción que tenemos de la realidad, es esencial un cambio de las formas de relacionarse del
ser humano con él mismo, con los demás seres vivos y con toda la naturaleza a su alrededor,
poder coexistir con todo y entre todos.
No obstante cabe destacar que el significado de otredad va de la mano con la ‘’Dignidad Humana’’,
de aquí deriva el trato que debe dársele a todo ser vivo, es ser tratado como lo que se es. Dignidad
Humana deriva del latín ‘’dignitas’’, a su vez significa ‘’dignus’’, que quiere decir ‘’que merece,
valioso, apreciado, merecedor’’, haciendo referencia al trato o respeto que se le debe a las
personas por su sola condición de seres humanos, actualmente y como lo expresa el documento
uno de los campos de la reflexión social en los que cobra mayor importancia este conceptos es en
el de la ‘’BIOÉTICA’’, un campo en el cual se analizan y se reflexiona acerca de las capacidades
humanas sobre como socializar/interactuar y/o relacionarse con el otro y su entorno vivo,
buscando defender y dignificar la vida humana, teniendo en cuanto los factores de salud actuales y
a futuro, examinando los valores y principios morales, incluyendo decisiones, conductas de las
ciencias de la vida y del cuidado de la salud, así que pues nos tuvo que cambiar la vida en la
actualidad a los colombianos y al mundo en general, tal vez por el momento o tal vez para
siempre, para entender todos estos significados y ponerlos en práctica.
La crisis nos ha cuestionado, nos ha puesto prueba, nos está mostrando un sufrimiento mundial y
no solo por la llamada ‘’pandemia’’, sino por las limitaciones que se han tenido siempre y a las que
nunca se les presto atención, tal como lo son las limitaciones de la ciencia, los servicios de salud, la
preocupación y angustia que viven día a día las personas sin trabajo, sin tener un ingreso, la crisis
económica a la cual nos enfrentamos y a la cual en un futuro nos enfrentaremos. Un desequilibrio,
una injusticia e inequidad, una desigualdad que hoy por hoy ante el ‘’covid-19’’ no logramos
aceptar, pero que estamos viviendo en carne propia, esto nos empuja y casi que nos obliga a un
cambio radical, donde el ser humano tiene que pasar del ‘’sálvese quien pueda’’ a tener
solidaridad, cooperación, colaboración e inteligencia colectiva, del individualismo al bien común,
de la acumulación de unos pocos a una esperanza de muchos de compartir.
Por esta razón se hace un llamado y más que un llamado, tomar consciencia del respeto por todo,
no solo al ser humano, a todo ser vivo, la creación de hábitos cívicos, dar una mano, ceder el
asiento y no atropellar, sin importar el sector del que se hable, privado o público, eliminar
etiquetas sociales, porque la solidaridad atraviesa fronteras, sean políticas, religiosas, territoriales,
culturales, etc.