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“Cántico espiritual”

El contexto social en que se adscribe esta obra se enmarca en el reinado de Felipe II. Esto tiene
un significado trascendental ya que la subida al trono de este monarca, supuso un cambio
radical respecto a su padre Carlos I. Su empeño principal era erradicar todo rastro de
protestantismo y se puso en pie contra una reforma religiosa que amenazaba el catolicismo.
Así que el clima de catolicismo alentado por la Contrareforma va a repercutir en una nueva
concepción de la poesía espiritual, especialmente la de San Juan de la Cruz. Perteneciente a la
orden reformada de los carmelitas descalzos, y alumno de Fray Luís de León en Salamanca se
le debe la mejor muestra de poesía espiritual mística de todos los tiempos.

Se inicia la composición de la obra durante su cautiverio en la prisión del convento de los


Carmelitas calzados de Toledo en 1578 y la concluye tres años más tarde. Es un poema que
junto con “la noche oscura del alma” y “llama de amor viva” forman el elenco de textos
mayores del autor, todos ellos están glosados en unos tratados en prosa con el mismo título.
Se inspira en un texto de la biblia llamado Cantar de los cantares.

Dentro de las dos corrientes espirituales básicas de esta España contrarreformista se debe
hablar del ascetismo y del misticismo… (Aquí se pueden poner los apuntes… bla, bla de cada
uno) y acabar diciendo que San Juan pertenece a la corriente mística.

LA OBRA

Dedicada a la madre Ana de Jesús, fundadora de varios conventos de la orden de las carmelitas
descalzas. 

Asunto o argumento: A lo largo del poema la esposa se queja por haber perdido a su
amado, lo busca desesperadamente, siente tristeza y pena; pero encuentra por fin a su
esposo y goza con él en el matrimonio.
 
Tema: descripción de las etapas de la unión mística. (Vía purgativa, vía iluminativa y
vía unitiva)
 
Análisis métrico: Este poema está compuesto por 39 estrofas. Cada estrofa combina versos
heptasílabos y endecasílabos. Agrupados en estrofas de 5 versos en las que son heptasílabos el
1, 3 y 4  y endecasílabos el 2 y el 5. Es por lo tanto una mezcla de arte mayor y menor, la rima
es consonante y tiene la siguiente estructura versal: 7a, 11B, 7a, 7b, 11B. Esta estrofa se
denomina Lira. La forma es compleja para su tiempo, la mezcla no tiene nada de fortuita: el
heptasílabo se llama también “verso anacreóntico” porque era la medida utilizada por
Anacreonte para cantar los placeres de la carne. El endecasílabo, que para los tiempos en que
escribía San Juan tenía menos de cincuenta años de introducido al castellano, había sido ya
consagrado como la medida apropiada para describir los amores imposibles de ser
consumados. La pura métrica del “Cántico espiritual” ya dice de qué se trata. La rima no es
menos significativa que el metro: conecta a los dos primeros heptasílabos (A y C) y a los dos
endecasílabos y el tercer heptasílabo (B, D y E), lo cual genera una peculiar sensación de
avance al final de cada estrofa, dado que los últimos dos versos funcionan como pareados.
Esto reproduce el desasosiego de la amante, que va en carrera desordenada. La velocidad y la
desesperación se despliegan en un incansable y concentrado devorar el valle: “Ni cogeré las
flores,/ ni temeré las fieras,/ y pasaré los fuertes y fronteras.”
 
Estructura interna: Podemos considerar que el poema está dividido en tres partes que
pertenecen a las tres fases de la unión mística.

              -1ª parte (Estrofa 1 a 4): La esposa se queja por haber perdido al amado.
Corresponde a la Vía purgativa.
 
              -2ª parte (Estrofa 5 a 12 ) Preguntas a las criaturas y  sus respuestas.
Corresponde a la Vía iluminativa.
 
              -3ª parte (Estrofa 13 a 39): A partir de su encuentro en la fuente, se efectúa un
impresionante ascenso afectivo, la obra adquiere fuerza expresiva con la unión de los
enamorados. Corresponde a la Vía unitiva.

PRIMERA PARTE (Estrofas 1-4) Vía purgativa

“Cántico espiritual” empieza in medias res. Los amantes ya han tenido un encuentro furtivo, la
amada se queja porque su amante la ha dejado herida de amor y ansiosa de su presencia. Esto
traducido quiere decir que el alma manifiesta las ansias de amor, espera la posesión de su
alma.

Habla la esposa de la siguiente manera

  ¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
habiéndome herido;
salí tras ti clamando, y eras ido.
 
El Amado se identifica con el ciervo –bello, potente, esquivo, rapidísimo– y la amada con el
cazador que habrá de perseguirlo. El arranque ya es conceptuoso, porque el herido no es el
cazado sino el cazador.

En la segunda lira la amada pide a unos pastores (ángeles, mensajeros de Dios) que sean
mensajeros y que le digan a su amado (Dios) que muere de amor. Desamparo del alma:
enfermedad, pena y muerte  Adolezco, peno y muero. Pese a todo no desfallece en su
búsqueda y el alma emprende la búsqueda de Dios y ni cogerá las flores (deleites), ni temerá
las fieras, no la detendrán ni fuertes ni fronteras en su búsqueda (ni el mundo, ni el demonio,
ni la carne) (lira 3); finalmente el bosque que significa todo lo terrestre: tierra, agua, aire y
fuego, las espesuras son los habitantes de la tierra (animales y humanos) que Dios ha puesto
en la tierra, las flores las almas santas, y el prado el cielo estrellado con sus estrellas y
planetas. Todos ellos como son creados por su amado forman parte de su ascensión y su
camino. (Lira 4)

SEGUNDA PARTE (Lira 5-12) Vía iluminativa

Las criaturas van a responder

Mil gracias derramando,


pasó por estos sotos con presura,
y yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dejó de hermosura.

Lira 5. El amado dotó de hermosura, (gracias) a todas las criaturas, solo un breve paso, una
sola mirada fugaz fue suficiente para trasvasar su belleza celestial a los seres de la tierra. Los
sotos simbolizan el mundo, el cosmos, presura es decir que estas gracias son de menor
importancia, es decir que por la tierra, lo que es la parte mundana, la belleza solo es un reflejo
pálido de la grandeza de Dios y de sus grandes obras que son los misterios de la fe y la
encarnación del Verbo

Lira 6

Esposa:

¡Ay, quién podrá sanarme!


Acaba de entregarte ya de vero;
no quieras enviarme
de hoy más ya mensajero,
que no saben decirme lo que quiero.

Exaltación retórica por parte de la amada, desconsolada reclama a su amante, desolación


y desamparo de la soledad del alma sin la fe, sin el amor de Dios. No quiere más
mensajeros ni mas señas divinas, es decir que las criaturas le dijeron que había estado
por allí, eso aun le crea más desconsuelo y más apetito de verlo. Solo puede curar al
alma enferma la visión de Dios. Acaba de entregarte, dice. No se contenta con visitas
fugaces quiere la entrega plena.

Lira 7

Y todos cantos vagan,


de ti me van mil gracias refiriendo.
Y todos más me llagan,
y déjame muriendo
un no sé qué que quedan balbuciendo.

Vagar por contemplación, es decir que los que le han visto le refieren mil gracias, y a su alma
solo le deja una llaga que le va matando, se va muriendo. Balbuciendo  Como imposibilidad
de explicar lo inefable , lo inexplicable.

Lira 8

Mas ¿cómo perseveras,


oh vida, no viviendo donde vives,
y haciendo, porque mueras,
las flechas que recibes,
de lo que del amado en ti concibes?
El alma se lamenta de seguir viva, ya que le impide gozar la vida espiritual que es la verdadera
vida, El alma ya está en plena agonía, ya ha emprendido la vía de la iluminación y le cuesta
seguir adelante. Las flechas significan que ya está herida por la verdad.

Lira 9

¿Por qué, pues has llagado


aqueste corazón, no le sanaste?
Y pues me le has robado,
¿por qué así le dejaste,
y no tomas el robo que robaste?

Sigue insistiendo en que complete el robo y no la deje así, desea ya la muerte corporal.

Lira 10

Apaga mis enojos,


pues que ninguno basta a deshacellos,
y véante mis ojos,
pues eres lumbre dellos,
y sólo para ti quiero tenellos.

El alma le reclama el fin de sus sufrimientos, le pide la clara visión de la esencia divina, y le
promete que va a dedicarse a él para siempre.

Lira 11

 ¡Oh cristalina fuente,


si en esos tus semblantes plateados,
formases de repente
los ojos deseados,
que tengo en mis entrañas dibujados!

La amada le pide a la fuente (que simboliza la fe) es decir la fuente de la cual manan todos los
bienes espirituales, que reflejen los ojos del amado al menos.

Lira 12

¡Apártalos, amado,
que voy de vuelo!

Esposo:

Vuélvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma,
al aire de tu vuelo, y fresco toma.

Ya el alma por fin recibe la visión de su amado, es tan intensa que le pide que se aparte, tiene
un arrobamiento espiritual que no puede ni resistir.

El amado le responde que se sosiegue, él es un ciervo (amante herido vulnerado); que se


prepare para la ansiada unión mística.
TERCERA PARTE Vía unitiva Estrofa 13-39

Unión mística por fin, se inicia una visión de imágenes visionarias, que contempla
desde el aire, el alma ya se ha desligado el cuerpo Esposa:

¡Mi amado, las montañas,


los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos;

la noche sosegada,
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora;

nuestro lecho florido,


de cuevas de leones enlazado,
en púrpura tendido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado!

Ya está desposada, en la estrofa 14 vemos que ya es noche, sosegada, un banquete previo a


la noche de bodas, preludio de la entrega amorosa, en el 15 la esposa alaba el lecho nupcial
que es el pecho florido del amado , donde la unión entre el alma y Dios le va a proporcionar
escudos de oro, protegiendo al alma del ataque de los enemigos después de la unión le va a
conferir a la esposa dones divinos.

Estrofas 16-17

 A zaga de tu huella,
las jóvenes discurran al camino;
al toque de centella,
al adobado vino,
emisiones de bálsamo divino.

En la interior bodega
de mi amado bebí, y cuando salía,
por toda aquesta vega,
ya cosa no sabía
y el ganado perdí que antes seguía.

El amado atrae las almas y hace que puedan avanzar en el camino espiritual. Las
emisiones de bálsamo y adobado vino es la infusión de amor que ejerce sobre el alma
ser poseído por Dios. En el v.17 la esposa prueba el vino (es decir ya se ha iluminado)y
está embriagada de amor, lo terrenal ya no le interesa (de ahí que pierda el ganado, se
libra de lo físico, de los bienes terrenales.
V. 18/19

Allí me dio su pecho,


allí me enseñó ciencia muy sabrosa,
y yo le di de hecho
a mí, sin dejar cosa;
allí le prometí de ser su esposa.

Mi alma se ha empleado,
y todo mi caudal, en su servicio;
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro oficio,
que ya sólo en amar es mi ejercicio.

La esposa le promete ser suya para siempre, Dios ya le ha revelado sus secretos , todo a partir
de entonces es dedicarse a la contemplación mística, ya no tiene vicio , ni imperfección, se va a
sustentar solo de la contemplación.

 Estrofas 20-21-22

Pues ya si en el ejido
de hoy más no fuere vista ni hallada,
diréis que me he perdido;
que andando enamorada,
me hice perdidiza, y fui ganada.

De flores y esmeraldas,
en las frescas mañanas escogidas,
haremos las guirnaldas
en tu amor florecidas,
y en un cabello mío entretejidas:

en sólo aquel cabello


que en mi cuello volar consideraste;
mirástele en mi cuello,
y en él preso quedaste,
y en uno de mis ojos te llagaste.

Ya no va a participar del mundo, y no se avergüenza por ello, le propone al esposo (21) ahora
que su alma está ahíta de amor, ya es parte de Dios, de hecho entretejer su cabello es ser uno
solo. Las guirnalda, almas de la Iglesa, el cabello el hilo de la voluntad que tiene a su amor y
vivificadas (floridas por su gracia), ese cabello se soltó del pelo y arrebató al amado, esto es
que el amor puro, el amor desnudo a Dios es fuerte, es fuerte y sostiene la verdadera fe.

Estrofas 23-24-25

uando tú me mirabas,
tu gracia en mí tus ojos imprimían;
por eso me adamabas,
y en eso merecían
los míos adorar lo que en ti vían.

No quieras despreciarme,
que si color moreno en mí hallaste,
ya bien puedes mirarme,
después que me miraste,
que gracia y hermosura en mí dejaste.

Cogednos las raposas,


que está ya florecida nuestra viña,
en tanto que de rosas
hacemos una piña,
y no parezca nadie en la montiña.

Deténte, cierzo muerto;


ven, austro, que recuerdas los amores,
aspira por mi huerto,
y corran sus olores,
y pacerá el amado entre las flores.

Esposo:

Entrado se ha la esposa
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobres los dulces brazos del amado.

Debajo del manzano,


allí conmigo fuiste desposada,
allí te di al mano,
y fuiste reparada
donde tu madre fuera violada.

O vos, aves ligeras,


leones, ciervos, gamos saltadores,
montes, valles, riberas,
aguas, aires, ardores
y miedos de las noches veladores,

por las amenas liras


y canto de serenas os conjuro
que cesen vuestras iras
y no toquéis al muro,
porque la esposa duerma más seguro.

Esposa:
Oh ninfas de Judea,
en tanto que en las flores y rosales
el ámbar perfumea,
morá en los arrabales,
y no queráis tocar nuestros umbrales.

Escóndete, carillo,
y mira con tu haz a las montañas,
y no quieras decillo;
mas mira las compañas
de la que va por ínsulas extrañas.

Esposo:

La blanca palomica
al arca con el ramo se ha tornado,
y ya la tortolica
al socio deseado
en las riberas verdes ha hallado.

En soledad vivía,
y en soledad he puesto ya su nido,
y en soledad la guía
a solas su querido,
también en soledad de amor herido.

Esposa:

Gocémonos, amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte o al collado
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura.

Y luego a las subidas


cavernas de la piedra nos iremos,
que están bien escondidas,
y allí nos entraremos,
y el mosto de granadas gustaremos.

Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía,
y luego me darías
allí tú, vida mía,
aquello que me diste el otro día:

el aspirar del aire,


el canto de la dulce filomena,
el soto y su donaire,
en la noche serena
con llama que consume y no da pena;

que nadie lo miraba,


Aminadab tampoco parecía,
y el cerco sosegaba,
y la caballería
a vista de las aguas descendía.

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