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Proyecto Fotográfico

Estudiantes
Daniela Baracaldo Bolaños

Docente
Rubén Fuentes

Bogotá D.C
2018
LA ILUSION DE CRISTAL

La ilusión de cristal fue un desorden psiquiátrico que se propagó por el


Renacimiento y causó muchos problemas entre la sociedad. Este consiste en
hacer creer a quienes lo padecen crean que están hechos de cristal y, por tanto,
susceptibles de romperse. El desorden tuvo su momento más agudo hace siglos,
pero aún existen casos aislados hoy.
El caso más famoso de la historia de personajes que padecieron este trastorno es
el de Carlos VI, rey de Francia entre 1380 y 1422, famoso por sus ataques de
esquizofrenia y brotes psicóticos y del cual se describe que sufría alucinaciones
según las cuales afirmaba que estaba hecho de cristal, hecho  que le llevaba a
envolver sus nalgas con sábanas y mantas para evitar que se le rompieran al
sentarse.
Otro caso famoso es el del gran compositor ruso Chaikovski, del cual se dice que
también sufría trastornos psicológicos importantes y tenía la obsesión de que se le
podía caer la cabeza y romperse contra el suelo mientras dirigía la orquesta en los
conciertos.
 Casos similares a estos se recogieron en enciclopedias de toda Europa en los
siguientes siglos logrando así que se le hiciera una referencia en la ficción, como
en El licenciado Vidriera, uno de los relatos que componen las  Novelas
ejemplares de Miguel de Cervantes, publicadas originalmente en 1613 .

Esta cuenta la historia del estudiante español Tomás Rodaja


quien, tras licenciarse en Salamanca, viaja por diversas ciudades
de Italia, pero pierde la razón a causa de una pócima de amor que
le suministran en secreto y cree tener el cuerpo de vidrio y ser
sumamente frágil, por lo que se obsesiona con la idea de romperse
en mil pedazos.

Como este personaje, aquellos que sufren de dicha ilusión se ven


totalmente normales. Aunque eso no calma su ansiedad ante la
posibilidad de que otras personas se les acerquen demasiado y
pongan en peligro sus frágiles extremidades.

La explicación psiquiátrica de esta enfermedad es muy complicada y no se tiene


una certeza de cuál es la causa que lo desencadena, algunos expertos consideran
que es una expresión exagerada del temor psicológico a lo frágil que es el ser
humano ante las enfermedades y determinados acontecimientos de la vida, como
por ejemplo las guerras, todo ello unido con  las nuevas tecnologías. Hay que
tener en cuenta que la Edad Media fue una época muy convulsa, llena de grandes
epidemias y abundantes muertes por enfermedad, unida a continuas guerras;
además el cristal era un invento nuevo y se consideraba que estaba relacionado
con la magia y la alquimia.  
Tal vez sea una razón para que los casos dejaran de existir en 1830, ya el vidrio
se había convertido en artefacto cotidiano. Sin embargo, un psiquiatra de Leiden,
Holanda, descubrió casos contemporáneos en su propio hospital, y tuvo la suerte
de estudiar de cerca este trastorno.
El paciente que descubrió en su propio hospital se presentó diciendo que era
totalmente de vidrio. Este psiquiatra se dedicó por completo a él, pues era la
oportunidad de enfrentarse a una persona que sufría el trastorno “en vivo”.
El hombre pudo describir, de primera mano, lo que significaba para él ser de
vidrio, y para ello le preguntó al médico qué era lo que él veía a través de la
ventana, a lo que el doctor enumeró: árboles, calle, autos, personas, etc.

El paciente lo escucho y le dijo: “Se le olvidó el cristal de la ventana. No lo vio,


pero está allí. Así soy yo, estoy aquí, pero no lo estoy, como el cristal”.

Esto le indicó al médico otra dimensión, el paciente creía que podía desaparecer y
reaparecer, casi a voluntad, como si tuviese un interruptor en su mente. Más tarde
en la conversación, surgieron detalles de un accidente que había sufrido hacía
poco, lo que ha permitido elaborar una teoría sobre por qué alguien pudiera sufrir
de ilusión de cristal en estos tiempos.
Para este médico, la ilusión de cristal en este paciente funcionaba como un
regulador de distancia, pues tras el accidente la familia se había vuelto
sumamente sobreprotectora; el trastorno era un modo de huir de esa situación y
de recuperar algo de privacidad.
A partir de allí comenzó a desarrollar una investigación sobre la ilusión de
cristal que lo llevó a ubicar casos perdidos, registrados después de 1830: en
Escocia, en un hospital mental de Edimburgo, existía una conferencia de 1883 en
donde se documentaban síntomas de 300 mujeres, una de las cuales creía que
sus piernas eran de vidrio.
Así mismo otro colega, al enterarse de este estudio, le refirió un caso de una mujer
de 1930 que juraba que su espalda y sus piernas eran de cristal, y que tal era
su miedo al contacto físico que no dejaba siquiera que las enfermeras se le
acercaran, como señalaban las notas. Luego de un tratamiento, la joven se
recuperó. Asimismo, otro doctor le llevó información de otro caso de 1964, de otro
centro de salud.
Hoy en día, todavía se puede encontrar algunos casos aislados de pacientes
con “síndrome de ilusión de cristal”,  personas que al igual que el rey Carlos VI,
atan cojines en sus nalgas a la hora de sentarse o que hacen todas sus
necesidades de pie para evitar cualquier roce de su cuerpo. Existen incluso casos
extremos de personas que están convencidas de vivir dentro de una botella de
cristal. 
La sensación de que el cuerpo puede hacerse pedazos en cualquier momento y la
ansiedad asociada que genera podría tener que ver lo frágil que a ese tipo de
personas les resulta la vida moderna, con un mundo muy poblado donde el
espacio privado está continuamente amenazado, unido a la dificultad para afrontar
los constantes avances tecnológicos.  

TEORÍAS ACTUALES:

El psicoanalista Adam Phillips adelanta un argumento: en las sociedades


modernas, donde el espacio personal y privado se ha hecho público, la fragilidad y
la transparencia se han vuelto pertinentes para muchos, lo que puede generar una
gran ansiedad.
En este sentido, la sensación de ser de cristal puede verse como una forma de
lidiar con un mundo superpoblado en el que los avances tecnológicos nos
ofrecen opciones de comunicación que parecen ilimitadas, al mismo tiempo
que nos aíslan más que nunca.
Pero según Edward Shorter, historiador especializado en psiquiatría de la
Universidad de Toronto, la clave para entender estos desórdenes está en
la novedad de los materiales. A lo largo de la historia, la “mente inconsciente” ha
vinculado sus delirios a las nuevas materias primas y a los avances tecnológicos.

METAFORA APLICADA A LA IMAGEN

Los estudios sobre la metáfora en la imagen son heterogéneos pero abundan


fundamentalmente en el ámbito de la publicidad y los medios.
Metáfora visual es la que incluye tanto imágenes estáticas como en movimiento
independientemente del medio en el que se han generado, además de ser un
recurso que permite, de manera rápida y sencilla hacer comprensible una idea,
por medio de una imagen estereotipada.

DESARROLLO CONCEPTUAL 

Ya que el trastorno tiene tan pocos registros fotográficos, me guie con varios
ejemplos como es la muñeca de porcelana de la película Oz el poderoso y de uno
de los personajes de la serie animada Bob esponja ya que en uno de sus
episodios posee huesos de vidrio y a cualquier contacto se le rompen.

REFERENTES VISUALES

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