acciones violentas realizadas en aquellos tiempos por la izquierda, hubo mucho de improvisación y desesperada actitud por parte de quienes las dirigieron que, por lo demás carecían de la necesaria experiencia en cosas de tanta gravedad. Parecía más bien como si se tratase de niños dedicados a jugar a la guerra revolucionaria, con una despreocupación e impaciencia, como si no estuviese de por medio la vida de multitud de personas. Luego del Carupanazo. Los insurrectos, militares y civiles, fueron juzgados y condenados a diversos años de prisión. Y como si no hubiera bastado con tan tremenda derrota, como las de 1962, se impulsaron aún más las guerrillas, que se habían iniciado en 1960, incrementándose estas a partir de aquel año. Fueron también vencidas por el gobierno democrático, con el trágico saldo que la izquierda que sacrificó en ellas una generación entera de jóvenes venezolanos, lo que hubieran sido, según Carrera Damas, la generación de relevo que requería la democracia.