El origen del término MEDICINA proviene del latín, idioma de
Lazio, epicentro geopolítico del denominado Imperio
Romano. Derivado de la palabra mederi, que significa "curar" o "medicar". La génesis de la medicina occidental con capacidad de “observar” y considerar a la enfermedad como de origen “natural” (y no causa divina), se soporta en la tesis hipocrática (atribuida a Hipócrates y la Escuela de Cos, en Grecia, entre el siglo IV y VI a.C) Las enfermedades tenían una base etiológica natural caracterizada por la “alteración de los humores” y no se originaban por “estados demoníacos ni poderes sobrenaturales, sino que provenían del desequilibrio entre los cuatro humores: sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla”. De los griegos proviene, en forma de mito, el primer médico, conocido como Asclepio (el dios griego, que en latín se lee Esculapio), hijo de Apolo y “nieto” de Zeus. El símbolo ritual del que es dotado Asclepio es la serpiente y el caduceo (bastón). Con el veneno de la serpiente podía tanto resucitar a los muertos como matar instantáneamente. Enrollada la serpiente en el bastón de Asclepio (el símbolo de la medicina) la mitología griega establece la posibilidad de “curación” y “renacimiento” en poderes simbolizados en el inconsciente y los arquetipos que impulsan al ser humano y la extraña fuerza vital de los ofidios. ▪ Entre los siglos IV y VI a.C. los médicos hipocráticos no pretendían realizar curas milagrosas sino que enfatizaban, principalmente, en no hacer daño (primun non nocere) y en la observación minuciosa del enfermo para diagnosticar la alteración de alguno de los cuatro humores (sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla), en cuyo “equilibrio” afirmaban se sustentaba la salud. Al existir una doctrina era posible su aplicación y por tanto surgía una “profesión”: la profesión médica. ▪ La medicina occidental tiene origen en la Grecia Hipocrática y su soporte en la Roma Imperio, cuyo legado es Galénico. ▪ Conviene aclarar: existieron otras “grandes medicinas” como la china, la hindú y la árabe, que corresponden a otras aproximaciones y a otros intereses. Después de todo, la llamada medicina occidental ha permeado tanto, ha influido tan notablemente las otras “grandes medicinas” que en la actualidad es bastante similar la praxis médica de un médico chino en Beijing o en Nueva Delhi; un galeno en Estambul y otro ejerciendo en Madrid; un physicians en Nueva York o un médico en Valle de la Pascua. ▪ La llamada Medicina Occidental, con epicentros de desarrollo en Europa y América (destaca la medicina en USA, muy probablemente la medicina más avanzada en el mundo) pasó de ser “aprendiz” de otras grandes medicinas, a ser el modelo de medicina que se sigue en todo el mundo. La Medicina en la actualidad se define como la ciencia aplicada al estudio de la vida, la salud, las enfermedades y la muerte del ser humano. La medicina se ocupa de la normalidad de un estado ecológico-fisiológico y social de equilibrio y adaptación de todas las posibilidades del organismo humano frente a la complejidad del ambiente. Esta concepción multidimensional gira alrededor de la relación médico-paciente, que es el núcleo necesario para que la acción médica pueda intervenir en la necesidad sanitaria del paciente. Medicina: ciencia y arte. Conocimientos. Habilidades y destrezas. Núcleo de acción: relación médico-paciente Promueve: la salud, la vida. Enfrenta: el dolor, la muerte Condición: conocimiento, prudencia, responsabilidad, bioética. Contexto: cambios, tecnología, desafíos. La medicina ha evolucionado como un conjunto de “ciencias paradójicas” porque muchos son los terrenos en que aún no pisa en firme, pero también son muchos los campos en que los procedimientos curativos van poniendo las bases de una “ciencia sólida” (quizá la que produce más conocimiento científico en la actualidad, al punto de hacerse inmanejable el cúmulo de información investigativa diaria que se produce). Alexis Carrel, con motivo de su radicación definitiva en USA, en 1904, expresaba lo siguiente: “Racional e intuitiva, de la naturaleza y de la sociedad, básica y aplicada, la medicina es la ciencia que explora, entiende y atiende los enigmas que encierra el ser humano”. Santiago Ramón y Cajal, el médico y científico español (premio Nobel de Medicina, en 1906, por el descubrimiento de la neurona como unidad funcional del sistema nervioso, matizaba sobre la controversia de esta forma: “La medicina es una ciencia natural “blanda” pues al reconocer que no existen enfermedades sino enfermos, y que cada organismo es único y diferente, existen tantas variables que no es posible utilizar una sola metodología ni lograr el mismo tipo de resultados que en física o en química. La medicina, no obstante su “textura” es infinitamente más compleja que cualquiera de las ciencias que la alimentan”. La medicina es interpretación, es hermenéutica. Cada paciente es único, siente sus dolencias a su manera y ésa es parte de la singularidad de la medicina: comprender, investigar qué ocurre, desde cuándo, cómo le ocurre, a qué se puede deber, cómo se puede curar, siempre teniendo claro que estamos ante una persona, no una enfermedad. Un técnico trata una máquina que conoce y cuyas “dolencias” son siempre objetivas y objetivables. Un médico trata a una persona cuyo funcionamiento interno conoce de manera bastante aproximada y cuyas dolencias no siempre son objetivas ni objetivables. La medicina, además de un cuerpo definido y fundamentado de conocimientos teórico-prácticos, es una disciplina cuyo trabajo se articula en ciertos consensos mínimos: Sus bases son biológicas, físicas, químicas, psíquicas y sociales. El médico es, entre otros, agente activo del proceso sanitario. El enfermo, es participante activo del proceso sanitario. La entidad nosológica, es decir, la enfermedad, es el vehículo y nexo de la relación que se establece entre el medico y el paciente. Refiere el médico e historiador español Pedro Laín Entralgo que desde Alcmeón de Crotona e Hipócrates, el médico es el “Asclepíades técnico” que sustituye al “Asclepíades mítico”, y que habrá de saber tres cosas: a) saber qué es la enfermedad que padece la persona afectada. b) cual es la terapia utilizada para la curación. c) por qué dicha terapia actúa curativamente en una determinada enfermedad y no en otra. ▪ A partir del siglo XIX, la medicina se caracteriza por el desarrollo de la tecnología médica o biotecnología; el laboratorio como instrumento auxiliar del diagnóstico y la necesidad de una comprensión exhaustiva de la enfermedad en la certeza de contar con un arsenal terapéutico seguro. ▪ No hay medicina sin evidencia (lo otro es brujería); no hay medicina sin tecnología (casi brujería); no hay medicina sin tratamiento actualizado y probado clínicamente ( y no la desacreditada homeopatía); no hay medicina sin humanismo y solidaridad (personas que atienden personas). ▪ En la antigua Mesopotamia (hoy Irak) surgió un sistema médico oficial basado en un entramado diagnóstico que recurría a técnicas de predicción y adivinación, entre ellas la hepatoscopia o inspección de hígados de animales sacrificados. ▪ En los rituales médico-religiosos participaba un médico-jefe (el asú), el vidente (el barú), y el sacerdote (el ashipú), quienes mezclaban los tratamientos empíricos buscando sanar al enfermo. ▪ La medicina es una disciplina científica y una aplicación tecnológica. Es una disposición “híbrida”, tanto en la búsqueda de conocimientos acerca de la enfermedad como en la aplicación de estos conocimientos. ▪ En la investigación médica está claro que es una ciencia. En la práctica clínica diaria también la medicina es científica: observamos el problema que tenemos delante, hipotetizamos qué puede ser y por qué se da e intentamos resolverlo cumpliendo los principios del método científico y apoyándonos en herramientas científicas. ▪ En el Egipto de los faraones (del tercer milenio a. de C. en adelante) existían los sanadores. Uno de estos fue Iri, el guardián del recto real, o experto en enemas del faraón. Otro médico famoso fue Imhotep, médico del faraón Zozer, además de sacerdote y arquitecto, diseñador de pirámides. ▪ En Egipto se conoce como partera a Pesesher, quien probablemente ejerció como primera médica en la historia de la humanidad. La medicina, además de un cuerpo definido y fundamentado de conocimientos teórico-prácticos, es una disciplina cuyo trabajo se articula en ciertos consensos mínimos: ✓Sus bases son biológicas, físicas, químicas, psíquicas y sociales. ✓El médico es, entre otros, agente activo del proceso sanitario. ✓El enfermo, es participante activo del proceso sanitario. ✓La entidad nosológica, es decir, la enfermedad es el vehículo y nexo de la relación médico-paciente. El incremento extraordinario de la tecnología médica para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. Los procesos investigativos de nuevos e insospechados ámbitos de la salud y la enfermedad. La creciente preocupación de factores psíquicos, sociales y ambientales en la “etiología” de las enfermedades. El deterioro de la relación médico-paciente y la irrupción de la Bioética. La crisis de los servicios de salud y la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad social. Hipócrates, cuando idealizó la Physis con aquella expresión categórica: La naturaleza es el médico de la enfermedad. A partir de esta tesis, comenzó a evolucionar la profesión del médico superando versiones arcaicas y primitivas. No sería fácil la trayectoria de la profesión médica, pues tendría que superar muchos obstáculos, avances y retrocesos, así como no pocas creencias y pseudotipos de “médicos”. El Corpus Hippocraticum dicta fundamentos iniciáticos de la profesión médica: “El cuerpo del hombre está compuesto de sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra; esto constituye su naturaleza y crea la enfermedad y la salud; el hombre se halla esencialmente sano cuando estos elementos se encuentran en una justa relación de crasis, de fuerza y de cantidad; entonces la medicina es perfecta”. “Todo se funda sobre un único confluir de todos los humores, sobre una única concordancia, una única simpatía”. “El arte médica es entre todas las artes la más bella y la más noble”. Dos siglos después de Hipócrates, Galeno continuo con el legado. Resulta notable la prolífica obra de este médico nacido en Pergamo (Asia Menor o Anatolia). Del óptimo médico y el óptimo filósofo; de los elementos según Hipócrates; de las preparaciones anatómicas; de las disecciones; del arte médica y del método de medicar, entre otras, fueron textos que apuntalaron el predominio de la medicina Galénica durante casi toda la edad media europea. El formal reconocimiento de la medicina como oficio de profesión se instauró a partir del siglo XII con la aparición de las universidades y la recuperación del saber médico procedente de Galeno y las fuentes árabes. Para ejercer la profesión de médico había que estudiar y obtener un certificado. Se instituyeron las Escuelas de Medicina y la profesión médica comienza a ser considerada como un trabajo digno. El objetivo cardinal de la medicina como profesión al servicio del ser humano, según Cassel, sigue siendo aliviar el sufrimiento. Y en el afán de aliviar el sufrimiento que depara el dolenciaje la profesión médica pasó de ser ignorada y motivo de desconfianza de las sociedades, incluso de ser ejercida por charlatanes y brujos demagogos, a ser una respetable e insustituible profesión cuyo valor en la sociedad hoy sólo los tontos menosprecian. Las funciones fundamentales de la medicina:
PROMOVER LA SALUD PREVENIR ENFERMEDADES TRATAR ENFERMEDADES RESTABLECER LA SALUD (Extraviada)
Con el cumplimiento de estas cuatro funciones, la
medicina alcanza su cometido. Pocas ciencias, a partir del siglo XIX, se han desarrollado tanto como las ciencias que confluyen en la profesión médica. Ningún foco de interés investigativo repercute tanto en la sociedad humana actual como el que se realiza en torno a los temas sobre la salud y la enfermedad, ergo, la medicina. Dicho progreso ha contribuido a prolongar la vida humana, principalmente reduciendo la mortalidad infantil y eliminando buena parte de las enfermedades de ciclos agudos infecciosos. Si bien la medicina es subsidiaria de una industria gigantesca (la del medicamento y la tecnología biomédica), no deja de ser la profesión humanista por excelencia, pues trabaja con seres humanos. Desde la medicina primitiva en el “principio de los tiempos” hasta la Nanomedicina y la magnificación del diagnóstico tecnologizado de la actualidad, la medicina ha sido una constante “lucha” contra las enfermedades y un permanente y loable esfuerzo por promover, restablecer y mantener la salud de las personas. Desde Hipócrates a Venter; desde la vacuna contra la viruela de Jenner hasta la contribución en el estudio de los telómeros contra el envejecimiento que han hecho Elizabeth Blackburn, Carol Greider y Jack Szostak (premios Nobel de Medicina en el año 2009), la ciencia médica, “natural o social”; “básica o aplicada”; “dura” o blanda”, encontrará su justificación como profesión si contribuye al bienestar del ser humano. Hasta aquí, por hoy
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