Plata para comprarlo, alcanza con hacer uno de trapo.

Esto lo entendió muy bien desde chico

James Rodríguez. En su casa no sobraba el dinero para grandes regalos, o para juguetes
sofisticados. Sí, para comprarle una pelota.

Así que James, con ella, salía a la calle y jugaba desde temprano y hasta el anochecer con sus
compañeros de barrio. Su historia es parecida a la de muchos chicos que, como él, nacieron en
hogares humildes. En su caso, la fuerza y la perseverancia, acompañada por el talento, le
permitieron pegar el salto y llegar a ser una estrella dentro del fútbol mundial.

Su padre lo abandonó de muy pequeño, cuando tenía apenas tres años, y por ese motivo fue
criado por Pilar, su mamá, y por su padrastro. El talento para el fútbol que demostraba cada vez
que salía a una cancha no pasó inadvertido por los formadores y cazadores de talentos. Así, el
Envigado puso los ojos en él, y allí, con apenas 14 años, debutó en Primera.

Este ejemplo de superación personal se transmite a través de su historia de infancia, james hoy en
día uno de los mejores jugadores del mundo no siempre ha tenido todo desde muy pequeño ha
tenido que luchar por sus sueños, su ejemplo para aquellos quien con iguales o menos condiciones
hoy en día quieren tomarlo como el ejemplo para salir delante, poder con sus logro retribuir un
futuro a sus familias como lo ha realizado el número 10 de la selección Colombia, mas allá de su
talentoso futbol es transmitir a los niños de las comunidades más pobres de la cuidad con su
escuela de formación dar ejemplo de superación y hacer un aporte para esas comunidades,
impactando desde lo personal hasta la parte familiar de cada uno de estos pequeños que entrenan
a diario en su fundación, tener la oportunidad de que vean la perspectiva de la vida desde lo
futbolístico, y puedan cumplir sus sueños y no ser consumidos por los problemas sociales que
invaden las ciudades como la drogadicción el alcoholismo y otros tipos de problemas que se
enfrenta a diario las personas con menos recursos para tratar de salir adelante

Silver to buy it, it is enough to make a

rag. This he understood very well from
boy James Rodriguez. At home there was
no money left for great gifts, or for
sophisticated toys. Yes, to buy him a ball.
So James, with her, went out and played
early and late at night with his
neighborhood classmates. His story is
similar to that of many boys who, like
him, were born in humble homes. In his
case, strength and perseverance,
accompanied by talent, allowed him to
hit the jump and become a star in world
football.
His father abandoned him when he was
very young, when he was just three years
old, and for that reason he was raised by
Pilar, his mother, and his stepfather. The
talent for football he showed every time
he went out on a court did not go
unnoticed by the trainers and talent
hunters. Thus, the Envigado laid eyes on
him, and there, with just 14 years,
debuted in First.
This example of self-improvement is
transmitted through his childhood
history, James today one of the best
players in the world has not always had
everything since he was very young, he
has had to fight for his dreams, his
example for those who with equal or Less
conditions today want to take it as the
example to get ahead, to be able to give
back their families a future as the
number 10 of the Colombia team has
done, beyond their talented football is to
transmit to the children of the
communities The poorest of the city with
its training school set an example of
improvement and make a contribution to
these communities, impacting from the
personal to the family part of each of
these children who train daily in their
foundation, have the opportunity to see
the perspective of life from football, and
can fulfill their dreams and not be
consumed by the social problems that
invade cities such as drug addiction n
alcoholism and other problems faced
daily by people with less resources to try
to get ahead