Está en la página 1de 4

Carlos Zermeño

Amparo Dávila.
Bordar en el abismo

C asi coincidiendo con la edición de los Cuentos reunidos (2009)


de Amparo Dávila (Zacatecas, 1928) por el Fondo de Cultura Económica,
el Taller de Teoría y Crítica Literaria “Diana Morán” publicó un nuevo li-
bro dedicado a la autora zacatecana. Amparo Dávila: Bordar en el abismo,
coeditado por la UAM, la UNAM, la UAEM y el Tecnológico de Monterrey,
coordinado por Regina Cardoso Nelky y Laura Cázares. El libro reúne una
colección de ensayos sobre la obra de esta escritora en donde se muestran
fragmentos de su rico universo literario.
Bordar en el abismo comienza con dos textos que dan un breve repaso
de la poesía de Dávila, contenida en los libros casi desconocidos Salmos
bajo la luna (1950), Perfil de soledades (1954) y Meditaciones a la orilla del
sueño (1954). Los tres son analizados en “Mientras dura la luna” por Luz
Elena Zamudio R. (UAM-I), quien distingue en los dos primeros “la marca
de su cercanía con el mundo religioso”, y en el tercero, el sueño y la noche
que “va cayendo como negra lluvia que poco a poco va cubriendo el espa-
cio”. Para Zamudio son importantes los primeros acercamientos de Dávila
La Colmena 70, abril-junio 2011

con la literatura: San Juan de la Cruz, El Quijote y las ilustraciones de


Gustavo Doré. En ellos encuentra demonios y ángeles que se funden con
su educación religiosa recibida en San Luis Potosí. El tercer libro de poesía
es retomado por Mónica Velásquez Guzmán (UMSA) en “Meditaciones a la
orilla del sueño: La vigilia elegida de Amparo Dávila”, el cual nos acerca
al insomnio de quien crea con la palabra. El sueño es horror, pero quien

114 Carlos Zermeño Amparo Dávila. Bordar en el abismo


escribe debe dormir para que, al retornar del culinario y en los laberintos que puede escon-
silencio de la noche, escuche “el momento ma- der. Así, las bestias y sus chillidos se vuelven
ravilloso de la creación poética en la que la una pesadilla en la que el protagonista quedará
nada toma forma y es”. atrapado toda su vida.
Alfonso Reyes alentó a Dávila a dedicarse Al igual que Malcolm Malcolmson, prota-
a la narrativa, donde ha tenido mayor recono- gonista de “La casa del juez”, de Bram Stoker,
cimiento. Margarita Tapia Arizmendi (UAEM) también a la señorita Julia, como cariñosamen-
analiza su obra en prosa en “El sentido del te la llaman sus compañeros del trabajo, le
dolor en ‘Fragmento de un diario’”. En este atormentan las ratas. En “El callejón sin salida
cuento, incluido en Tiempo destrozado (1959), de ‘La señorita Julia’” se describe la angustia
seguimos el diario (o dietario, como apunta de los personajes de Dávila, las situaciones sin
la autora del ensayo) de un joven cuya pa- salida a las que deben enfrentarse, las prisiones
sión es convertirse en un “artista del dolor”. en que son colocados para observar cómo van
Tapia Arizmendi explora dicho concepto en descendiendo, poco a poco, a las profundidades
este diario que a su vez es una expresión del de la locura. Ana Luisa Coulon, sin embargo,
sufrimiento. nos recuerda que hay otro tipo de callejones sin
“Juego de identidades en ‘Final de una lu- salida y que la locura bien puede ser el resulta-
cha’”, escrito por Regina Cardoso Nelky, estu- do de los grilletes de la sociedad, la religión y
dia otro texto de Tiempo destrozado, primer las apariencias.
libro de cuentos de Dávila. Aquí se muestra El siguiente texto es “Lo indecible del do-
el primer acercamiento al manejo de lo fan- lor: la expresión del terror en Tiempo destroza-
tástico, aunque el ensayo se centra específi- do”, de Berenice Romano Hurtado (UAEM). Así
camente en la figura de Durán, protagonista como para Julio Cortázar lo fantástico es “algo
del cuento, quien se encuentra con su doble; muy simple, que puede ocurrir en plena reali-
el juego clásico del doppelgänger se vuelve dad cotidiana”, para Dávila su literatura tiene
complejo cuando Cardoso Nelky se pregunta que ver con cosas de todos los días, que po-
quién es el doble, cuál de las dos vidas (una, drían ocurrirle a cualquiera. Romano Hurtado
casado con Flora; la otra, acompañado de la hace un repaso por todos los cuentos de Tiempo
rubia Lilia, amor de la juventud) es real y cuál destrozado, mostrando que el dolor no es una
es una ilusión. fantasía y cómo se distorsiona la percepción de
En la literatura de Amparo Dávila hay di- los personajes. En el universo de Dávila el su-
versos seres que podríamos catalogar de “fan- frimiento es intenso y se lleva en silencio, y los
tásticos”. Sin embargo, Ana Rosa Domenella temores “se transforman en verdaderas imáge-
(UAM-I) enfatiza en el horror que pueden des- nes de terror”, explica la autora de este ensayo.
encadenar unas criaturitas aparentemente in- Maricruz Castro Ricalde (ITESM) analiza
ofensivas. En “Banquete ominoso: ‘Alta cocina’ un par de cuentos de Música concreta (1961)
de Amparo Dávila”, Domenelles habla de las en “De solterías, soledades y aislamientos”.
La Colmena 70, abril-junio 2011

recetas, de sus posibilidades literarias y nos re- Introduce un cambio de dirección en el análisis
mite a distintas recetas, señalando la calidad de tradicional de la obra de Dávila afirmando, des-
los animales a cocinar e, incluso, cómo matar- de una perspectiva de género, que en algunos
los (por ejemplo, a las langostas hay que me- de sus cuentos los varones son solteros y las
terlas en agua hirviendo). Este aparente rodeo mujeres, “solteronas”. Castro Ricalde sostie-
sirve para colocarnos en el complejo mundo ne que en Marcos, protagonista de “El jardín

Amparo Dávila. Bordar en el abismo Carlos Zermeño 115


de las tumbas”, confluyen “estereotipo y no- López Morales (UNAM), trata el manejo de
vedad”, pues es un mujeriego que al llegar la la zoología fantástica particular de Amparo
noche vuelve a un estado de temor infantil. La Dávila. Desde los aterradores bichitos de “Alta
protagonista de “Detrás de la reja”, por su par- cocina”, hasta la amante convertida en sapo
te, violenta los vínculos que la unen a Paulina, de “Música concreta”, pasando por fantasmas,
su tía y confidente, por relacionarse en secreto dobles y seres ambiguos. Pero hay mucho más
con Darío; idealiza el matrimonio y pronto lo que criaturas horribles, y Laura López hace
vuelve su única esperanza para salir del apri- un recorrido por las imágenes y metáforas de
sionamiento en que vive. animales que hay en la narrativa de la autora
Pasando al siguiente libro de Dávila, Árboles zacatecana, poniendo especial énfasis en los
petrificados (1977), Luzma Becerra (UIA) estu- gatos, los preferidos de Dávila.
dia dos relatos que podríamos catalogar como Un último texto analiza otro aspecto fun-
de fantasmas. El primero, en “Amparo Dávila damental de la obra narrativa de Amparo
o la conquista de lo sobrenatural”, narra el en- Dávila; en “El espacio invadido en dos cuentos
cuentro entre una joven y una anciana quien, de Amparo Dávila”, Laura Cázares H. (UAM-I)
al perder a su marido, se arranca los ojos. Se refiere cómo la cotidianidad de algunas muje-
trata del cuento “Griselda”. Luzma Becerra re- res (la casa) es invadida en “El huésped” (de
laciona directamente a ambas mujeres con el Tiempo destrozado) y “Con los ojos abiertos”
mismo espacio, pues ellas se conocen (2006), que aparece en el libro inédito del mis-
en un jardín y es allí donde Martha, mo nombre (cuyos textos figuran en
la joven, parece quedarse atrapada Cuentos completos). El aná-
a causa de su madre, su fascina- lisis se vuelve in-
ción por el jardín y la tragedia de teresante por la
Griselda. “Estocolmo 3”, el otro comparación,
cuento, remite a otro espacio, pues los más de
una dirección, donde el espíritu 40 años que se-
de “una muchacha rubia ves- paran ambos re-
tida de blanco” observa tran- latos dejan ver un
quilamente el transcurso de cambio en la manera
una reunión de amigos. Al en que las mujeres se
final, sin haber visto a la vinculan con sus hoga-
muchacha espectral, la res, y cómo se relacionan
pareja que allí vive de- con el mundo. Resulta cu-
cide mudarse. rioso, por ejemplo, que la
El siguiente en- mujer de “El huésped” sea
sayo, “Para exor- casada, mientras que “Con
cizar a la bestia”, los ojos abiertos” comienza
La Colmena 70, abril-junio 2011

escrito por Laura cuando Mariana, la protagonis-


ta, enviuda.
El libro concluye con dos textos.
El primero es una entrevista reali-
Regina Cardoso y Laura Cázares (eds.) (2009), Amparo zada a Amparo Dávila por algunas
Dávila. Bordar en el abismo, México, UAM-I-ITESM-
FONCA, 193 pp.
participantes del Taller de Teoría y Crítica

116 Carlos Zermeño Amparo Dávila. Bordar en el abismo


Literaria “Diana Morán”. Las preguntas de la en- Bordar en el abismo nos acerca al intrigan-
trevista se centran en aspectos menos atendidos te y particular universo literario de Dávila. La
de su obra, como la poesía, sus acercamientos obra –perteneciente a la colección Desbordar el
al ensayo y su manejo del humor. El texto final Canon, dirigida por Maricruz Castro Ricalde–
expone las palabras que Amparo Dávila pronun- además de invitarnos a conocer su poesía
ció en el homenaje ofrecido en su honor en la meditabunda y nocturna, nos ofrece claves de
UAM-I el 6 de agosto de 2008; allí, la autora, de lectura de su prosa, llena de seres angustiados
80 años de edad, habla de la literatura vivencial y bestias inquietantes. Los ensayos, más que
y confiesa que su temática es limitada: “se re- un inventario de obsesiones, son una mirada
duce a mis preocupaciones fundamentales en la profunda a los márgenes de un abismo que
vida: el amor, la locura y la muerte”. nos observa fijamente.lc

La Colmena 70, abril-junio 2011

Amparo Dávila. Bordar en el abismo Carlos Zermeño 117

También podría gustarte