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Los países y las calificaciones de riesgo

La importancia de las calificaciones de riesgo para la deuda de un país radica en que afecta la
percepción de riesgo que los inversionistas tienen y por tanto el apetito por esos títulos, haciendo
más difícil y costosa la financiación de los gobierno.

La semana anterior Sudáfrica perdió la calificación de grado de inversión otorgada por las
calificadoras Fitch y Standard and Poor’s, lo que lleva a los inversionistas a vender posiciones en su
moneda el Rand. En Colombia durante el proceso de paz con las FARC y la reforma tributaria se
habló sobre la necesidad de mantener una calificación por encima de grado de inversión y cómo se
debía hacer todo lo posible para lograrlo, así que ahora analizando el caso práctico de Sudáfrica
quiero explicar en qué radica la importancia de la calificación crediticia para los países.

¿Qué es una calificación crediticia?

Existen tres grandes calificadoras en el mundo Moody´s, Standard and Poor’s (S&P) y Fitch, las
cuales emiten calificaciones a la deuda de corto y largo plazo de los países. En la siguiente tabla se
puede ver las equivalencias de estas calificaciones para la deuda de largo plazo y los inversionistas
tienen muy en cuenta los movimientos entre estas calificaciones en especial cuando cae de grado
de inversión a especulativo. Para tener una referencia la calificación de Colombia de acuerdo con
Fitch es de BBB lo que la ubica en la zona de grado inversión, mientras que la de Sudafrica con este
nuevo ajuste quedó en BB+ en la zona de bonos especulativos.

Para entender un poco las implicaciones de estos movimientos en calificaciones es necesario


entender en términos generales qué es una calificación de riesgo. Lo primero es entender que un
bono es un título que representa una deuda que tiene el emisor (bien sea un gobierno o una
empresa) con un inversionista que accedió a comprarlo.

Ahora bien, si ustedes fueran el inversionista lo que más les preocupa es por supuesto perder su
inversión si el emisor no pagará sus bonos, ese concepto se llama riesgo emisor. Una parte muy
importante para mitigar ese riesgo es contar con información disponible respecto a los emisores y
parte de esa información está condensada en la calificación de riesgo que implica qué tan riesgoso
es el país o la empresa que emite esos títulos.

El nivel más sensible en tabla es probablemente cuando una inversión deja de ser grado de
inversión y se vuelve especulativo, esto implica que los bonos se convierten en los denominados
“bonos basura” o “Junk bonds”, por lo que para atraer financiación, el emisor deberá pagar una
tasa de interés cada vez mayor que compense el riesgo de impago, reduciendo además su
demanda en el mercado ya que se ajusta solo a inversionistas que busquen este riesgo.

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