23/2/2020 OMS | El médico cubano que sobrevivió al ebola

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El médico cubano que sobrevivió al ebola

Abril de 2015

El Dr. Félix Sarría Báez era uno de los muchos médicos cubanos
enviados para apoyar la respuesta al ebola en Sierra Leona en
octubre de 2014 como parte de un equipo médico extranjero.
Trabajando allí, contrajo el ebola. Sobrevivió y regresó a Sierra
Leona para seguir ayudando a los pacientes de ebola. Esta es su
historia.

OMS/W. Romeril

«Fue como regresar vivo de la guerra. Mis compañeros gritaban, reían,

lloraban y me abrazaban», el Dr. Félix Sarría Báez recuerda su regreso
a Sierra Leona tras recuperarse del ebola.

El Dr. Félix contó su historia en el patio caluroso y polvoriento de un

hotel en Port Loko, a dos horas por carretera de Freetown, la capital.
Llevaba una camiseta nueva de la OMS, regalo de cuando volvió a
Sierra Leona. Toda su otra ropa fue destruida en noviembre de 2014
cuando se le diagnosticó ebola. «Me alegra estar de vuelta. Necesitaba
volver», explica. «El ebola es un desafío contra el que debo luchar aquí
hasta el final, para que no se propague el resto del mundo».

Infección
«No sé cómo me infecté. No hubo infracción de los protocolos», explica,
mientras describe el sudor «como un río» por las capas de prendas de
protección que retienen el calor y provocan que la temperatura de la
superficie del cuerpo suba a 40 grados centígrados. Esa temperatura es
considerablemente superior a la temperatura corporal normal de 37º C y

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solo puede soportarse entre 40 y 60 minutos. La OMS ofreció a la

brigada médica cubana y a otros equipos médicos extranjeros formación
y tutorías rigurosas en seguridad antes de que empezaran a trabajar en
los centros de tratamiento del ebola.

El Dr. Félix recuerda perfectamente el primer día que se encontró mal.

«Empezó el domingo por la mañana con una fiebre de 38º y después de
39,5º. Perdí el apetito durante todo el día, pero no me sentía débil ni
tenía dolor», cuenta.

«El lunes fui a la unidad de tratamiento de Kerry Town, donde hay una
sala especial para los profesionales sanitarios. Empecé a toser y la tos
ya no me abandonó hasta el final de la enfermedad. El número de
leucocitos y de plaquetas se redujo rápidamente. A las 8 de la tarde se
confirmó que el análisis del ebola había sido positivo». Los leucocitos
luchan contra la infección y las plaquetas ayudan a que la sangre se
coagule. Sin ellos, existe el riesgo de que el organismo sucumba más
rápidamente al ebola.

«Cuando los
médicos que me
atendían me
dieron el
resultado del
análisis, medité
el asunto y tomé
una decisión:
veamos cuáles
son los
resultados
mañana. Me
OMS/W. Romeril
sentía tranquilo,
sereno. Me salvaré, me dije a mí mismo. Si dudas y te deprimes, la
enfermedad invade el organismo. Es importante ser optimista.»

El tratamiento contra el ebola

Antes de que saliera de Kerry Town, los médicos de Félix introdujeron un
catéter central como precaución. Aunque en aquel momento todavía
podía comer y beber, era probable que su estado empeorara, en cuyo
caso cabía la posibilidad de que sus venas se colapsaran y que fuera
más difícil introducir un catéter. Administrar líquidos por vía intravenosa
según sea necesario para mantener hidratados a los pacientes de ebola
es uno de los pilares de las directrices de la OMS, puesto que así se
reducen a menudo las complicaciones graves y se evita la muerte del
paciente.

La OMS y el Gobierno de Cuba acordaron trasladar a Ginebra (Suiza) al

Dr. Félix, quien recuerda el impresionante equipamiento de la
aeroambulancia Phoenix. «Me aislaron en un zona privada donde podía
levantarme o descansar. Durante el vuelo tuve diarrea cuatro veces», un
síntoma habitual y preocupante de ebola que puede provocar una
deshidratación rápida. A medianoche, el Phoenix aterrizó en Ginebra y

https://www.who.int/features/2015/cuban-doctor-survivor/es/ 2/4
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el Dr. Félix fue trasladado a uno de los Hospitales Universitarios de

Ginebra (HUG), donde su estado se deterioró.

«Perdí el conocimiento y dormí profundamente. Durante dos días deliré

con una fiebre de 40º C y encefalitis», señaló el Dr. Félix sobre la peor
fase de la enfermedad. La fiebre provocó inflamación en el cerebro,
aunque quienes le atendían comentaron después que se despertaba,
contestaba a preguntas y volvía a dormirse. Le salió un sarpullido por
todo el cuerpo, que empezó en el pecho, el abdomen y la espalda,
síntoma frecuente en los pacientes de ebola.

El jueves la fiebre remitió y se despertó sintiéndose mejor. Bebió jugo y

comió arroz, carne, fruta, yogur y chocolate. «El chocolate es bueno
para el ebola», comentó con una sonrisa. El viernes, le dolían tanto las
manos que apenas podía sostener un bolígrafo. «A partir de ese
momento hablaba con mi familia todos los días», recuerda. «Mi esposa
me repetía que me mantuviera animado y que no me preocupara por
ella ni los chicos. No dudó ni un momento que me recuperaría».

Le dieron el alta de los HUG en cuanto los análisis mostraron que no

había virus del Ebola en la sangre.

Cuando el Dr. Félix aterrizó en Cuba, le recibió un puñado de personas

en el aeropuerto, entre ellas su familia y algunos funcionarios del
Gobierno. Nadie en Cuba le evitó ni le trató como a un apestado por
haber tenido ebola, como les ocurre a muchos supervivientes en África
occidental y otros países.

En Cuba, su esposa le cuidó con una dieta constante de carne de vaca y

pollo hasta que se recuperó. Durante las dos semanas que estuvo en el
hospital solo se movía entre la cama y la silla. Tenía tan débiles los
músculos de los brazos y las piernas que apenas podía mantenerse en
pie.

«El primer día de regreso a Cuba,

mi esposa me trajo a mi hijo de dos
«Estoy muy agradecido a la
años. Le sostuve durante todo el
día, hasta la noche, acunándolo en
Directora General y a todos
mis brazos», cruzó los brazos sobre en la OMS, a los médicos
el pecho y se balanceó de delante a del ejército británico y al
atrás. «Después de eso, noté las personal del hospital de
piernas más fuertes. No necesité Ginebra, pues todos ellos
fisioterapia. Mi hijo fue la
aportaron su grano de arena
fisioterapia. A partir de ese día me
encontré mejor».
para salvarme la vida».

Félix Sarría Báez, médico y

De vuelta a Sierra Leona
superviviente del ebola
Un mes después y con unos 8 kg
más de peso, el Dr. Félix se subió a
un avión en dirección a Sierra
Leona. De caminó, se detuvo en los HUG, en Suiza, para donar plasma
que permitiera ayudar a futuros pacientes de ebola. «Me reuní con los
médicos y enfermeros que me atendieron y sus familias para cenar. Fue

https://www.who.int/features/2015/cuban-doctor-survivor/es/ 3/4
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un día muy hermoso. Me salvaron la vida», señala el Dr. Félix. «Todos

los médicos y enfermeros deberían hablar y tener una buena relación
con sus pacientes. Así es como me trataron a mí».

«Estoy muy agradecido a la Directora General y a todos en la OMS, a

los médicos del ejército británico y al personal del hospital de Ginebra,
pues todos ellos aportaron su grano de arena para salvarme la vida». El
Dr. Félix salió de Sierra Leona el 22 de marzo de 2015 en el primer
grupo de profesionales sanitarios cubanos que regresó a su país.

Enlaces conexos

Reportajes sobre el ebola:

Sierra Leona
Reportajes sobre el ebola
Documentación sobre la
enfermedad por el virus del
Ebola (EVE)
Brote epidémico del virus del
Ebola en África Occidental

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