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Fisiopatología

La enfermedad de Crohn, también denominada enteritis regional o enteritis,


puede afectar cualquier tramo del tracto digestivo desde la boca hasta el ano y
su distribución es segmentaria.

En condiciones normales la interacción y reconocimiento del huésped-bacteria


mantienen activación constante del sistema inmune intestinal sin inducir
enfermedad, lo que se conoce como la “inflamación fisiológica”. Este
reconocimiento se basa en la inmunidad innata y en los receptores de
productos bacterianos llamados toll-like receptores (TLR).

Está alteración en la inmunidad innata conduce a una situación de activación


no controlada de los linfocitos T helper, sobre todo Th1, y a la liberación de
citocinas y mediadores proinflamatorios como el TNF-alfa, que desencadenan
los procesos de destrucción tisular.

En la enfermedad de Crohn además de los mecanismos que limitan la


inflamación, como la liberación de citocinas antiinflamatorias por los linfocitos T
reguladores o la apoptosis linfocitaria, también están alterados.

 Una de sus características son las lesiones granulomatosas bien


delimitadas rodeadas de mucosa de aspecto normal.
 En caso de lesiones múltiples, se habla de lesiones salteadas pues las
lesiones se intercalan entre segmentos de intestino de aspecto normal.
 Afecta a todas las capas del intestino pero en mayor grado a la
submucosa. La superficie del intestino inflamado suele tener un aspecto
característico “en empedrado” debido al desarrollo de fisuras y grietas
rodeadas por zonas de edema submucoso.
 Las capas del musculo liso de la pared intestinal por lo general están
relativamente sanas, y la capa submucosa presenta cambios
inflamatorios y fibroticos acentuados. Luego de un tiempo la pared
abdominal se vuelve gruesa e inflexible comparable con un caño de
plomo o una manguera de caucho.
 El mesenterio adyacente puede estar inflamado, y los ganglios y canales
linfáticos regionales agrandados.

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