RESUMEN
La industria textil es una de las más contaminantes del mundo debido al uso de sustancias
químicas tóxicas (residuos del tipo NPE, nonilfenoles etoxilados), alto consumo de agua y
energía, generación de grandes cantidades de desechos y vertidos, y empleo de materiales de
embalaje no biodegradables, entre otros. Este artículo se propone combatir la falta de
información acerca de los impactos ambientales del sector textil en cada uno de sus procesos a
través de la literatura disponible, estableciendo marcos de evaluación del desempeño
ambiental de las empresas textiles y valorando, de acuerdo a los estudios realizados, las
alternativas que implican transparencia en la información entre proveedores y marcas y, de
forma fundamental, entre las comunidades locales, a fin de tomar medidas pertinentes para el
desarrollo de procesos hacia el “vertido cero” de sustancias químicas peligrosas. No obstante,
además de objetivarse en el principio de sustitución y producción más limpia, se requiere la
adopción de una ética empresarial que valore la vida y se objetive a mantener la dignidad
humana, para lo cual se propone una toma de decisiones fundamentadas en principios éticos
que permitan mantener un crecimiento económico sostenido de las empresas, pero sin acabar
con el entorno y la sociedad en el proceso
1. DESCRIPCION GENERAL DEL SISTEMA PRODUCTIVO DEL SECTOR
TEXTIL
Ahora bien, todas estas guías y espacios de discusión sobre los diferentes criterios
orientados a la promoción del control preventivo y correctivo de la contaminación
industrial, y al establecimiento de instrumentos de autogestión en estas materias, no serían
efectivas sin el compromiso de los sectores productivos, tanto nacionales como
internacionales, para adoptar buenas prácticas ambientales que lleven a la sostenibilidad
ambiental y al mejoramiento de la competitividad empresarial, así como del esfuerzo de las
instituciones ambientales.
Es por eso que la ONU, en su afán de limpiar las industrias para hacerlas amigables con
el medio ambiente y el bienestar de las comunidades, ha publicado reportes en los que
señala su preocupación por la cantidad elevada de contaminantes que la producción textil
arroja “responsable del 20% de las aguas residuales globales, y del 10% de las emisiones
globales de carbono.” (Desinformemonos, UNAM Global, 2019, sp). Desde esta sombría
perspectiva, hace un llamado a los líderes empresariales para que asuman la
responsabilidad de proteger el medio ambiente.
Tipo C: Acabado. Pre tratamiento (lavado, descrude, etc.), blanqueo, teñido, estampado,
fijado, post-tratamiento, Terminado en Conos, Tubos etc. Este proceso es el que genera
mayor cantidad de residuos peligrosos. De acuerdo a Estrucplan (Ibid. s.p), esta etapa es la
que permite adaptar los productos a las necesidades funcionales y a los requerimientos de
la moda en constante evolución, gastando en estos “requerimientos” un elevado consumo
de agua y vapor de agua dependiendo de los kilogramos de material utilizados y, en menor
medida, disolventes, así como gas de amoniaco licuado. Aunque la mayoría de las
sustancias vertidas a las aguas residuales son biodegradables, en el proceso de la
biodegradación se vierten compuestos en los emisarios de agua, lo que reduce el contenido
de oxigeno de ésta y favorece su putrefacción. No obstante, los productos químicos,
colorantes y agentes auxiliares químicos que se utilicen en este proceso, contribuyen a
lograr los efectos deseados que la industria del consumo textil requiere.
Dado que la ropa es una parte integral de nuestras vidas y que en los últimos tiempos ha
sido visible el interés por la protección del medio ambiente, las industrias textiles necesitan
volverse verdes, si quieren permanecer vivas en el inclemente mundo de la economía de
mercado. De igual forma, es imposible permanecer sordos a estudios que dejan evidencias
irrefutables sobre la relación del uso por parte de grandes cadenas del sector textil, de
sustancias químicas toxicas con la contaminación del agua. Organizaciones internacionales
como Greenpeace han encontrado en investigaciones recientes que, además de los NPE
hallados en la ropa, muchas otras sustancias químicas peligrosas estaban en diferentes
prendas, ya sea como componentes de los materiales incorporados en el producto o como
residuos después de haber sido utilizadas en los procesos de fabricación. (Informe Detox.
Greenpeace. p.7).
¿Qué implica volverse verde? En el sector textil volverse verde implica que además de
rediseñar sus estructuras existentes dentro de parámetros socialmente responsables con el
ambiente a lo largo de todo el ciclo de vida del proceso productivo, esto es, desde el material
en bruto hasta el producto terminado, tenga también una responsabilidad ética empresarial con
la dignidad humana, con la vida misma. Verde en el proceso productivo abarca tomar
precauciones, desde la etapa de diseño del producto y la selección del material crudo hasta las
decisiones de procedimiento y producción, transporte, venta al detal y gestión de residuos
(Eryuruk, 2012. p.26). Verde para las empresas textiles, significa mantener un crecimiento
económico sostenido, pero no a costa de destruir el entorno en el que desarrollan su actividad.
Desde esta perspectiva, informar sobre las políticas ambientales que tiene la empresa, tanto
a los potenciales inversores, como a las comunidades locales, clientes corporativos,
consumidores y empleados, permite obtener una mejor confianza en la empresa lo que
redundará en un mayor beneficio tanto económico, como corporativo….
2.2. Pasos concretos para una gestión ambiental exitosa en la industria textil.
Haciendo una especie de síntesis sobre los pasos a seguir para reducir la carga ambiental
generada por el sector textil, se pueden destacar los siguientes:
CONCLUSIONES
La adopción de estrategias de solución para volver verde el sector textil, tiene que ser
implantada de forma inmediata, por lo que se hace necesario el rediseño de estructuras
existentes de acuerdo a parámetros socialmente responsables con el ambiente a lo largo de
todo el ciclo de vida del proceso productivo. Implica además la adopción de una ética
empresarial que valore la vida y se objetive a mantener la dignidad humana, para lo cual se
tomaran decisiones fundamentadas en principios éticos que permitan mantener un
crecimiento económico sostenido de las empresas, pero sin acabar con el entorno y la
sociedad en el proceso. Igualmente sobra señalar que dicha responsabilidad ética debe
también provenir del consumidor, el cual debe basar su comportamiento consumista actual,
no en la filosofía de los requerimientos de la moda rápida, la cual genera un gran volumen
de prendas que luego son desechadas –produciendo vertimiento de sustancias y desechos
tóxicos, persistentes y bioacumulativos- sino en la filosofía de los requerimientos del
planeta y en la recuperación de la propia autonomía. En consonancia con lo anterior, la
transparencia en la información entre proveedores, marcas y, de forma fundamental, con
las comunidades locales, ayudará a la sustitución de las sustancias peligrosas con
alternativas más seguras.
REFERENCIAS
Informe Detox. Greenpeace Int. Puntadas Tóxicas. El Oscuro Secreto de la Moda. 2012.
Archivo en PDF. Disponible eAccess Info Europe. El Derecho de Acceso a la Información:
Definición, protección del derecho internacional y principios básicos. 2010. Archivo en
PDF. Disponible en https://www.access-info.org/wp-
content/uploads/El_Derecho_de_acceso_a_la_informacin._principios_bsicos.pdf.
Estrucplan. Industria textil. Descripcion del ámbito de actividad, 2003. Archivo virtual.
Disponible en https://estrucplan.com.ar/industria-textil-descripcion-del-ambito-de-
actividad/.
Vogt, V, 2018. La ropa local también deja huella en el medio ambiente. El Tiempo.
237302. Disponible en (https://www.eltiempo.com/colombia/medellin/la-ropa-local-
tambien-deja-huella-en-el-medioambiente-237302)