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EJEMPLO DE INFORME CIENTÍFICO

Entrenamiento de un perro para cuidar a un enfermo.

Por el Dr. (nombre)

Responsable: Dr. (nombre)

Con colaboración del colegio de perros guía, Buscanino S.A y de


los instructores Jacobo Zabala Núñez y Ezequiel López Grimaldo.

Materiales requeridos:

Un perro de raza chica o mediana, una correa y Recompensas.

Introducción

Conociendo el efecto que han producido los monos capuchinos


en algunos enfermos, se ha llegado a cambiar la vida de algunos
pacientes, tanto por el cuidado efectuado por los monos, como
por el efecto producido hacia los enfermos.

Tratando de emular dicha circunstancia se comenzó el


entrenamiento de un perro de raza mediana, para que
proporcionara cuidados básicos en un enfermo de parálisis
parapléjica de la sección baja, (piernas).

El enfermo no cuenta con la capacidad de recoger artículos, y


mover cosas de mediano peso a lugares específicos así como
abrir y cerrar puertas.

Entrenamiento

El canino que se comenzó a entrenar reduciendo su ansiedad


colocándolo en la calle, y acostumbrándolo mediante órdenes a
mantenerse calmado; al momento de ponerse ansioso, se le
hacía una amonestación (castigo), lanzándole un chorro de
agua, sin que se percate de la dirección.

Al cabo de una semana, el animal ya no buscaba problemas con


los demás animales y controlo el temor ante los automovilistas.
Comenzando el entrenamiento, se le pedía al perro que acercara
los objetos como mochilas, periódico, y los frascos de leche al
lugar asignado para ello.

Al momento de completar una acción se le recompensaba con


un premio que le causara un placer especial, como un trozo de
tocino reduciéndose en forma paulatina las recompensas,
haciendo que realice las actividades mediante órdenes.

Se le pidió al perro que abriera una puerta, y al cabo de un día,


dominó la tarea, recibiendo una recompensa al momento de
lograrlo.

El perro ha respondido en forma  aceptable ante el cuidado del


enfermo, y ha desarrollado una especial sensibilidad a las
necesidades del enfermo.

En un lapso de seis meces, se logró ingresar u total de 225


tareas distintas, que podían tener un servicio positivo para el
enfermo.

Al cabo de un lapso de 30 días posteriores al ingreso del perro


en la vida del enfermo, solo se ha reportado un pequeño
incidente al desconocer a los visitantes que llegaron al
departamento del enfermo.

La convivencia del enfermo con el perro, ha sido bastante


buena, convirtiéndose en una compañía.

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