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El documento describe tres elementos fundamentales del lenguaje musical: el tono (o altura), que se refiere a las notas musicales graves o agudas; el timbre, que permite distinguir entre instrumentos musicales; y el ritmo, que se refiere a la relación de sonidos y silencios que se repiten en el tiempo y dan estructura a la música.
El documento describe tres elementos fundamentales del lenguaje musical: el tono (o altura), que se refiere a las notas musicales graves o agudas; el timbre, que permite distinguir entre instrumentos musicales; y el ritmo, que se refiere a la relación de sonidos y silencios que se repiten en el tiempo y dan estructura a la música.
El documento describe tres elementos fundamentales del lenguaje musical: el tono (o altura), que se refiere a las notas musicales graves o agudas; el timbre, que permite distinguir entre instrumentos musicales; y el ritmo, que se refiere a la relación de sonidos y silencios que se repiten en el tiempo y dan estructura a la música.
Tono (ALTURA): nos permite distinguir si un sonido es grave (bajo) o
agudo (alto), es lo que conocemos como notas musicales, se ubican en un pentagrama y son denominadas como (do, re, mi, fa, sol, la, si, do).
Timbre: es lo que nos permite distinguir, por ejemplo, un violín de un
oboe que están tocando la misma altura (nota) a la misma intensidad o una palabra dicha por dos personas distintas.
El ritmo en la música, es la relación de sonidos de cierta intensidad y
duración o de pausas fijas que se repiten o alternan cada cierto tiempo. Toma en cuenta la combinación regular de sonidos y silencios. Todas las canciones y piezas musicales tienen ritmo. El pulso y el acento son indicadores del ritmo que podemos marcar con palmadas, pasos o instrumentos de percusión, según la duración de cada sonido