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Y COMBATE
Son varios los autores que tratan el tema de la televisión tanto sobre sus contenidos, como ha
ido evolucionando a través del tiempo y sobre la influencia que ejerce en las personas. Gustavo
Bueno (2002) nos dice que el término televisión basura “viene utilizándose desde hace unos
quince años” (p.9) para calificar a los programas de mala calidad, aquí se refiere a la vulgaridad,
obscenidad, morbo, que están diseñados para atraer audiencia a cualquier precio. Añade que
podemos decir que es el término despectivo y peyorativo que tratar de englobar el impacto
negativo hacia la sociedad de los mensajes que se transmiten, principalmente al pobre contenido
de los programas. La calificación de televisión basura equivale a pedir el retiro de estos
programas en unos casos y en otros simplemente diferenciarse del “vulgo soez” para dar una
alerta a las “personas con sensibilidad y cultura”. “La expresión telebasura no arrastra un mero
concepto técnico, sino un sistema de valores de todo orden (estéticos, políticos, religiosos…), en
referencia a los cuales buscamos delimitar valores y contra valores” (p.15)
Estos programas forman parte de la industria del entretenimiento, y como tales forman parte
de las industrias culturales y la cultura de masa. Para comprender mejor estas manifestaciones
culturales es necesario aclarar algunos conceptos que están involucrados directamente en estos
programas televisivos.
Fueron los pensadores Theodor Adorno y Marx Horkheimer (1970), de la Escuela de
Frankfurt, quienes establecen dos ideas muy importantes que conectan el capitalismo y la
producción cultural: las industrias culturales y cultura de masas. Las industrias culturales que
como su nombre lo indica se encargan de la industrialización de la cultura, es decir la
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producción masiva de objetos culturales, como objetos de arte, música, literatura, etc., donde los
objetos culturales pasan a ser mercancía que es producida en serie y de una manera estándar.
El segundo concepto es el de la cultura de masas, pues esta cultura está diseñada para ser
adquirida por gran cantidad de personas. Dentro de la cultura de masas se encuentra la industria
del entretenimiento.
Al servicio de toda esta industria está la razón instrumental, que se define como el uso de la
razón en la selección de herramientas para satisfacer necesidades o llegar al fin propuesto, es
decir que instrumentos técnicos, científicos, de organización social, etc. van a ser aplicados. Todo
este sistema está en manos del poder, de la clase dominante, llámese Estado o empresas
transnacionales. Las finalidades son diversas, pero en esta industria se puede considerar dos
principales finalidades el enriquecimiento de las grandes corporaciones, y el condicionamiento
de la gente, con la finalidad según estos filósofos de que el individuo se pierda en la masa, es
decir quiera lo que todos quieren (moda); crea lo que se le obliga a pensar mediante la continua
repetición de avisos, comerciales, canciones, etc.; desee lo que no necesita, dejándose llevar por
el consumismo que lleva el mensaje del progreso y la promesa ilusoria de felicidad, al mismo
tiempo que se genera en la masa la sensación de que viven en una sociedad justa.
Gustavo Le Bon (1962), nos habla de los grandes cambios en la civilización como cambios en
el pensamiento de los pueblos, “una civilización implica reglas fijas; una disciplina, el paso de
instintivo a lo racional; la previsión de lo porvenir, un grado elevado de cultura; condiciones
todas que las muchedumbres... han sido siempre incapaces de realizar” (p. 14). Desde un punto
de vista psicológico existen muchos tipos de muchedumbres como las criminales, las virtuosas,
las heroicas y muchas otras, nos dice en la multitud el individuo pierde su personalidad
consciente y predomina su personalidad inconsciente, orienta los sentimientos e ideas en un
mismo sentido a través de la sugestión (repetición de ideas) y del contagio (moda), tiene la
tendencia a ejecutar las ideas sugeridas.
Uno de los agentes para difundir la cultura en masa es la televisión, la que según Byung-Chul
Han (2014) pertenece a las «industrias de programas telecráticas [gobierno a distancia]» por la
que las personas se vuelven entes consumidores, pues es el medio de difusión directa que ha
dejado en el pasado como “un esquema anticuado” a la lectura y escritura. El gobierno a distancia
es la nueva técnica de dominación que ejerce el capitalismo neoliberal, la forma es nueva en lugar
de un poder opresor se utiliza un poder seductor que invita a las personas a someterse a sí
mismas, ellas no son conscientes de este sometimiento, es más se sienten libres, cuando es el
sistema el que explota su libertad. “La técnica de poder del régimen neoliberal no es prohibitoria,
protectora o represiva, sino prospectiva, permisiva, proyectiva. El consumo no se reprime se
maximiza. No se genera escasez sino abundancia, incluso exceso de positividad. Se nos anima a
comunicar y a consumir” (p.61)
En la misma línea Giovanni Sartori (1998) nos dice que la televisión ha transformado al
hombre, de ser el homo sapiens, el hombre que piensa que se abstrae, ahora es el homo videns,
que no produce ideas sino que las insiere, las toma de lo que ve, pues “la televisión produce
imágenes y anula los conceptos, y de este modo atrofia nuestra capacidad de abstracción y con
ella toda nuestra capacidad de entender” (p.47)
Nos dice también que las imágenes han reemplazado a la lectura y esto a la vez ha reducido al
hombre y que esto ha modificado “sustancialmente la relación entre ser y entender” (p.36), ya
que todo está explicado por la imágenes.
En lo que se refiere al término cultura, nos habla de sus dos significados: el primero
antropológico y sociológico, en el que se denomina cultura a todo lo que rodea al hombre y que
se desprende de él, valores, conceptos, creencias, es decir todos los hombres poseen cultura, en
ese sentido actualmente se habla de la cultura del ocio, de la cultura de la imagen. El segundo
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significado es el de «saber» y hace referencia a la persona que sabe, que lee (un hombre culto no
ignorante), es por esta acepción de la palabra cultura que el autor nos habla de una actual “atrofia
y pobreza cultural”, de una « cultura de la incultura»
No todos los autores tienen una visión apocalíptica de los medios de comunicación modernos,
pues no debemos resistirnos a los cambios que conlleva el uso de nuevas herramientas, así Mc
Luhan (1993) ve en los medios extensiones de alguna facultad humana y que estas extensiones “
alteran como pensamos y como actuamos y la forma en que percibimos el mundo”. Considera a
la televisión como
la prolongación eléctrica más reciente y espectacular de nuestro sistema nervioso sus efectos
son difíciles de captar por diferentes motivos. Puesto que ha afectado a la totalidad de nuestra
vida personal, social y política, sería totalmente alejado de la realidad cualquier intento de
presentación “sistemática” o visual de esta influencia (p.387)
Para McLuhan los medios producen cambios profundos en nuestras vidas, el los ve en un
modo positivo, nos recuerda que cada vez que surgió un adelanto se crea un ambiente de
incertidumbre, utiliza el ejemplo de la imprenta, pues con esta creación se produjo un cambio
profundo en la humanidad.
William Fore (1989) nos dice que a la gente le gusta la televisión y nos da siete razones que
enuncian las ventajas de ver televisión: proporciona a la gente relajamiento y escape; ofrece a
muchas personas “«compensación psicológica» ante las situaciones de alineamiento o
frustración” (p.29); proporciona sentido de seguridad y estabilidad ya que nos muestra el mundo
tal como queremos verlo (siempre tenemos la opción de cambiar de canal); nos conecta con el
mundo y nos mantiene informados; ayuda a competir ya que siempre se puede aprender algo del
mundo que nos rodea; proporciona sentido de pertenencia y hermandad pues donde no podemos
estar la televisión nos lleva, y por último nos ofrece un “rico mundo de fantasía” al cual se puede
ingresar y recorrer sin ningún peligro.
Sobre las funciones de la televisión Wenceslao Castañares, nos dice que la televisión tiene tres
funciones: formar, informar, distraer, lo que da origen a tres supergéneros como son los
programas educativos, informativos y de entretenimiento. Nos señala también que hay quienes
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prefieren establecer solo dos géneros los de ficción y los de no ficción (simplemente informativos
que representan la realidad).
El papel de los televidentes en el consumo de los productos televisivos, cumple con “una
importante dimensión económica, dada la influencia decisiva que la publicidad adquiere en la
programación” (p.83)
Los reality shows, en consecuencia “representan el modo en que la televisión encarna las
nuevas funciones a las que tanto el cambio social como los nuevos modos de entender la
comunicación televisiva han conducido” .Es el intermediario que se ofrece para la solución de
problemas como lo son conseguir un medicamento, ubicar a un desaparecido, denunciar los
maltratos, propiciar reconciliaciones, es decir ser “el espejo en los que todos puedan mirarse y
aprender (p.85). Los reality shows han cambiado el papel del telespectador, “haciendo que pase
al otro lado de la pantalla para convertirse en el protagonista” (p.85)
Concluye Castañares, que el desesperado intento de los realitys shows por mostrar la realidad
ha terminado en un fracaso pues la televisión es una hiperrealidad que oculta más que lo que
muestra. Cuatro cualidades son definitorias: la hiperrealidad, el protagonismo de la gente, la
presentación pública de lo privado y la interactividad con el televidente.
Como en un principio se señaló los conceptos de industria cultural y cultura de masas están
presentes en los reality shows. En cuanto a la manipulación y condicionamiento de la gente
parecen cumplir con 7 de las 10 estrategias de manipulación que Noam Chomsky menciona:
1. Estrategia de la distracción
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones
3. Dirigirse al público como criaturas de poca edad
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4. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión
5. Mantener al público en la ignorancia y mediocridad
6. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad
7. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen (saben con base
científica como va a reaccionar el público)
Las otras tres estrategias están más presente en otro tipo de reality y son:
1. La estrategia de la gradualidad
2. La estrategia de diferir
3. Reforzar la auto culpabilidad.
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Al respecto Umberto Eco (1968) en defensa de la cultura de masas nos dice:
Nos dice Eco (1968) que continuamente se cae en el error de pensar que la cultura de masas es
mala por el hecho de ser industrial, definitivamente para Eco no debemos añorar tiempos
pasados, hay que saber adaptarse a lo que la modernidad nos impone y que el problema no radica
en que si la cultura de masas es buena o mala sino en el actuar de los grupos económicos de
poder, en sus finalidades de lucro.
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Los programas del tipo reality show se inician en nuestro medio, en el año 1997 con el
programa Magaly TV, ante el éxito obtenido por este tipo programa es que comienzan a
incluirse dentro de la programación otras variedades del género reality.
La aparición de los programa de competencia que son objeto de este trabajo, se remonta
al año 2011 con el reality show Combate, que se estrenó en la televisión peruana en el año
2011. Este programa se transmite por ATV (Grupo Andina de Televisión), en una primera
etapa se trató de la competencia de dos equipos Rojo y Verde, en una segunda etapa emulando
la serie Juego de Tronos, los equipos fueron cuatro Fuego, Aire, Agua y Tierra. Actualmente
la competencia se realiza entre los equipos Rojo y Verde.
Otro programa con las mismas características Esto es Guerra se comenzó a transmitir en
el año 2012, por la televisora América Televisión. En un principio solo se emitía dos veces
por semana, ese mismo año y debido al éxito televisivo se decide emitirlo todos los días. La
competencia se realiza entre dos equipos mixtos llamados Cobras y Leones, donde los
integrantes de cada equipo compiten en diferentes pruebas para consagrarse como campeones
de la temporada.
Estos programas, diseñados para ser vistos y disfrutados por una gran cantidad de
personas son un buen ejemplo de lo que se denomina cultura de masas. Entre los principales
que persigue la difusión de esta cultura está el del enriquecimiento de las grandes
corporaciones como lo señalan los pensadores Theodor Adorno y Marx Horkheimer (1970),
pues detrás de estos programas hay una poderosa industria que logra cumplir con sus metas de
venta y de consumo masivo por parte de los espectadores. Como son programas dirigidos
principalmente a un público joven, adolescente, las empresas auspiciadoras de estos programas
logran de manera efectiva llegar a este público objetivo, es así como se promocionan celulares
Samsung Galaxie, productos alimenticios de las marcas Laive, Gloria, Nestle; zapatillas Tigre;
golosinas Boogie Ice; vitaminas como Supradín; motocicletas deportivas Pulsar, entre otros. La
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inversión de los auspiciadores llega a unos veinte millones de dólares al año en cada programa,
cifra bastante respetable para nuestro medio local.
Otro argumento contra este tipo de reality es el de que estos programas se utilizan como
distractores de los acontecimientos que sí son importantes, pongo como ejemplo lo acontecido en
el año 2013, el romance de la señorita Natalie Vértiz con señor Yaco Esquenazi. Todo su
romance se divulgó en el programa Esto es Guerra y hasta se hizo una edición especial por la
petición de matrimonio, que acaparó la atención de todo el público, dejando de lado
acontecimientos mucho más importantes como la incapacidad del Estado de tomar medidas
contra el friaje que afectó a Puno, ese año se produjeron muchísimas perdidas y muertes
especialmente de niños; o la caída de las exportaciones mineras, entre otras, definitivamente la
teleaudiencia estaba más al tanto del romance que de otros acontecimientos.
En nuestro medio la crítica coloca a los programas de reality show juveniles peruanos
“Esto es Guerra” y “Combate” como televisión basura por el pobre contenido y el
comportamiento erróneo tanto de los animadores como los integrantes de los equipos, ya que
miles de jóvenes, adolescentes y niños ven estos programas desde sus hogares. Los admiran,
los imitan, los esperan fuera de las estaciones de televisión para obtener de ellos un
autógrafo, una foto.
Según Gustavo Le Bon (1962), la masa del público, que él llama muchedumbre, se deja
impresionar por las imágenes
No pudiendo pensar sino por imágenes, las muchedumbres solo se dejan impresionar por ellas.
Sólo las imágenes les aterrorizan les seducen, convirtiéndose en móviles de sus acciones…
Pan y espectáculos constituía antiguamente para la plebe romana el ideal de dicha, y no pedía
nada más. En la sucesión de las edades este ideal ha cambiado poco…Nada existe que hiera
tan intensamente la imaginación de las muchedumbres de toda clase como las representaciones
teatrales. El público en ellas experimenta las mismas emociones… Lo ideal actúa sobre ellas
tanto como lo irreal. Tienen tendencia evidente a no diferenciarlo. (pp. 50-51)
Pero, ¿acaso esto es suficiente para denominar a estos programas televisión basura?
En el caso de Esto es Guerra, una de las situaciones polémicas que se han visto en este
reality, fue la ocasionada por el juego de “las fresas” emitidas el 7 y 8 de junio del año 2012,
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el reto consistía en comer fresas con los ojos vendados. Esta fruta estaba esparcida por el
cuerpo semidesnudo de un competidor, el que encontraba acostado en una camilla. Por esta
secuencian el Consejo Consultivo de Radio y Televisión multó con S/.37,500.00 a América
Televisión.
El primer entrevistado José Enrique Escardó (periodista y comunicador) nos dice que
catalogar estos programas como televisión basura es muy subjetivo pues en los sectores C, D,
y E de la población no se les cataloga de esta manera, en todo caso nos dice, son programas
que no aportan en valores y que más bien intensifican la superficialidad, trivialidad y el
materialismo.
Ernesto Bernilla (sociólogo) se refiere a los contenidos que apelan a la vida íntima para la
discusión pública y que se concentran en las relaciones de pareja. Para él este problema se
debe a la poca diversidad de programas, lo cual se debe a su vez a la demanda del mercado
pues solo las empresas particulares emiten programas para entretenimiento. El Estado
también debería divulgar otro tipo de propuestas con mejor contenido para que las personas
tengan la opción de elegir.
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los llamados a intervenir en su formación con una crianza de basada valores, donde lo más
importante es cómo me veo y no como me vean.
César Hildenbrandt (periodista), nos dice que la televisión peruana se ha empobrecido pues
antes había alternativas, la televisión no refleja al país y no refleja al mundo. Antes se emitían
programas con mensaje positivo y cultural que tenían mucho rating. Es el deber de la televisión
“darle una manita” a la educación, modificar la creencia de que la cultura no es entretenimiento
pues la vulgaridad se está convirtiendo en lo único que se ve en la televisión. Tenemos que poder
escoger, hay que exigir alternativas culturales.
Por otro lado el Colectivo Dignidad, que llevó con éxito la marcha contra la “Ley Pulpín”
convocó a una marcha Contra la Televisión Basura para el 27 de febrero del 2015, en el
reportaje efectuado antes de la marcha Franco Pomalaya, vocero y activista del colectivo
manifestó que con esta marcha no espera que se elimine este tipo de programas de la
televisión, sino más bien que se respete la Ley de radio y televisión N° 28278, que en la
Sección Segunda “La Programación de Servicios de Radiodifusión”, en su Segundo Título, dice:
La programación que se transmite en el horario familiar debe evitar los contenidos violentos,
obscenos o de otra índole, que puedan afectar los valores inherentes a la familia, los niños y
adolescentes. Este horario está comprendido entre las 6:00 a.m. a 10 p.m.
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Lo que se exige para la difusión de estos programas de reality es, la regulación de los
contenidos, y sobre todo que sean transmitidos en otro horario. Pretender sacar toda influencia
que se cree negativa de la programación, o al menos sacarlos de los horarios familiares (6:00 am
a 10:00 p.m.) porque pueden influenciar negativamente a los niños y jóvenes es algo que a las
empresas televisoras económicamente no les favorece y en consecuencia es muy poco probable
que se realice.
Es muy posible que las ideas conservadoras de muchos peruanos de acuerdo a una escala de
valores, criterios morales, o religiosos los lleven a satanizar este tipo de programas de
entretenimiento ya desde tiempos remotos se ha buscado como entretener a los pueblos a las
masas. Pan y Circo (Panem et circense) es la locución latina que describe la práctica de gobierno
para mantener tranquila a la población para que pasen desapercibidas las situaciones de conflicto
dentro del reino ante una gran masa de público.
Que hay de malo en buscar en la televisión relajamiento y escape a los problemas cotidianos
nos dice William Fore (1989), que no hay nada de malo en visitar el “rico mundo de fantasía” que
nos ofrece la televisión.
Para Wenceslao Castañares, la televisión y especialmente los programas de reality show son el
producto del cambio social. “es el género total: una síntesis de todo aquellos a que ha dado lugar
la neotelevisón” (p.82)
Sobre las característica de la nueva televisión representada por los reality shows, nos dice que
ésta va más allá de lo real y lo ficticio ya que representa una “hiperrealidad televisiva” (p.90)
donde los personajes presentan públicamente los hechos concernientes a su vida privada, donde
se exige colaboración y participación de personas no profesionales del medio televisivo, y
aunque no siempre, esta colaboración puede entenderse en términos de interactividad televisión-
espectador (cualquier persona puede ser participe en un programa de ésta índole). En esta nueva
forma de entender la comunicación, ya no es necesario tener un guión al cual regirse, ya no son
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actores los protagonistas, la trama ha sido cambiada por la exaltación de las pasiones y los
sentimientos de los participantes.
Es importante resaltar la sensación de participación del televidente, que siente que pasa al otro
lado de la pantalla para convertirse en protagonista, como un participante más, este es un hábil
manejo de la televisión, Humberto Eco (1968) lo describe como
El continuo paso de un material filmado a un material de toma directa (y es un hecho que
muchas tomas directas son cuidadosamente montadas de forma que nada quede al azar) crea
efectivamente una impresión de participación inmediata del acontecimiento, que en definitiva
es engañoso.
Para involucrar al público también se realizan convocatorias para participar en los realities, un
ejemplo de esto es la campaña de los productores de los productores de ATV “muchas personas
son leones y cobras de corazón y tendrán la oportunidad de poder participar de Esto es Guerra”.
Por otro lado fuera de los contratos del ambiente televisivo, debido a la gran cantidad de
admiradores y seguidores que tienen estos jóvenes participantes de los realities, son requeridos
por muchos los padres de familia, de Lima y del interior del país, quienes a exigencia de sus hijas
los contratan para chambelán en las fiestas de quince años. Lo que cobran por sus presentaciones
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son sumas bastante elevadas por hora de presentación, es asi como Patricio Parodi al igual que
Erik Sabater cobran US$ 2,000.00; Bruno Agostini US$ 1,800.00, Mario Irribarren US$
1,000.00 solo por mencionar a algunos.
Lo que se critica como bien lo expone Bueno (2002) son los fines: a atracción de la audiencia
y los fines de efecto, explotación del morbo, sensacionalismo y escándalo. Lo cual no justifica la
crítica pues como él mismo lo dice morboso puede ser un desnudo del Museo del Prado; sobre el
sensacionalismo el autor pone como ejemplo las sensacionales representaciones de música clásica
de Bayreuth, en Alemania, para lo cual los aficionados pueden esperar años para conseguir una
entrada; sobre el tema del escándalo nos refiere a temas de corrupción de políticos, magistrados,
etcétera y que no por eso se llama a las entrevista, reportajes, noticieros televisión basura.
Si bien él pone ejemplos de su entorno europeo, en esa línea también nos podemos referir los
cuadros de desnudos de Gustavo Gonzales Echerry, el sensacionalismo que nos lleva a presenciar
un partido de fútbol importante donde las entradas se agotan con mucho tiempo de anticipación y
sobre los escándalos de corrupción, de los que hay muchos, solo con mencionar al señor Martín
Belaúnde Lossio, traemos a la mente infinidad de casos de corrupción desde las esferas de
poder .Igualmente los programas televisivos en los que se han expuesto estos hechos no han sido
motivo de calificación de televisión basura.
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Definitivamente el problema no es la influencia que puedan brindar estos programas de reality
show a los niños, adolescentes y jóvenes, lo que se pretende es responsabilizar a estos programas
televisivos por la baja calidad de la educación y cultura, lo cual es la manera más simple de
eludir la responsabilidad.
Son los colegios, las instituciones educativas y los padres o encargados de la familia los
responsables de guiar, conversar, disertar con los niños, adolescentes y jóvenes para formar una
conciencia crítica en ellos.
Referencias
Adorno, T. y Horkheimer, M. (1970). Dialéctica del Iluminismo. Buenos Aires: Editorial Sur,
S.A.
14
Bueno, G. (2002) Telebasura y democracia «Cada pueblo tiene la televisión que se merece»
España: Ediciones B, S.A.,2002
Castañares, W. (1995) Géneros realistas en televisión: Los reality shows. Revista.ucm.es N°1
Recuperado de
https://revistas.ucm.es/index.php/CIYC/article/viewFile/CIYC9595110079A/7463
Eco, U. (1968). Alto, Medio Bajo. En Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas.
(pp.39-63). Barcelona: Editorial Lumen
Esto es guerra ¿cuántos millones les pagan por publicidad..? ( 2015, Julio 07). El Show.pe
http://elshow.pe/realitys/esto-es-guerra/esto-es-guerra-cuantos-millones-les-pagan-por-
publicidad-no-te-desmayes-video-113875/
15
Ley de Radio y Televisión. (s.f.). MTC: Perú. Recuperado de
https://www.mtc.gob.pe/comunicaciones/regulacion_internacional/regulacion/documentos
/servicios_radiodifusion/28278.pdf
Mc Luhan , M. (1993) La comprensión de los medios como extensiones del hombre. Mexico
D.F.: Editorial Diana S. A.
Sartori, G. (1998) Homo videns. La Sociedad Teledirigida. Buenos Aires: Editorial Taurus ,
TV Basura en Perú Reportaje,[ Francesca Venturi ] (2015, Febrero 19) [archivo de video]
Recuperado de
https://www.youtube.com/watch?v=k64OMGNlKhc
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