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Rafael Rodríguez-Ocaña)
LECCIÓN XXI. LA CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA | 1
En el proceso de nulidad matrimonial, el c. 1677 § 2 señala que una de las partes puede
solicitar una sesión: para la contestación de la demanda y otra para la formulación de dudas.
Oposición absoluta: El demandado no está de acuerdo tanto con los hechos (las cosas no
fueron así) como con el derecho (excepciones). Tendrá que aportar pruebas.
Oposición parcial: El demandado está de acuerdo con los hechos del actor, pero no con el
derecho (formal). Por lo tanto, lo que se discute es el alcance jurídico de los hechos
reconocidos. Si entra en juego el bien público, el juez debe pedir pruebas; pero si es un bien
privado, basta un reconocimiento de hechos por ambas partes para evitar la prueba, se acelera
el proceso y el juez sólo debe procurar que no se dé fraude en el reconocimiento de hechos.
Excepción: Es la protección del derecho subjetivo por parte del demandado. Son de tres tipos:
Perentorias o de fondo; Dilatorias o de carácter procesal, y Mixtas.
Ver c. 1452 § 1. En las cuestiones que interesan únicamente a los particulares, el juez
sólo puede proceder a instancia de parte. Pero, una vez que se ha introducido
legítimamente una causa criminal u otra de las que se refieren al bien público de la
Iglesia o a la salvación de las almas, el juez puede, e incluso debe, proceder de oficio.
Tienen efecto dilatorio (la cuestión de fondo se dilata) y son de naturaleza preliminar (antes
de la litis constestatio), por lo que obstaculizan el momento en que el juez debe pronunciarse sobre
el objeto de fondo. Tienden a paralizar el proceso (dilata o retrasan) y se tramitan conforme a la
normativa procesal. Son previas a la litis constestatio y exigen una solución antes de que el proceso
siga adelante.
Como se sabe, las excepciones son propias del demandado, pero según el c. 1452 § 2, el
mismo juez las puede promover cuando prevé que si no se presentan podrían causar sentencia
gravemente injusta, de modo que se han de resolver quam primum pues incluso podrían poner fin al
proceso mediante el fenómeno de crisis procesal.
Las excepciones son una resolución interlocutoria con efecto definitivo. Si no se admiten, el
proceso seguirá adelante y en la sentencia definitiva se mencionará. Estas excepciones pueden dar
lugar a vicios que afectan el proceso alargándolo demasiado, de modo que corresponde al juez tener
cuidado y estar pendiente de que esto no ocurra.
Se deben proponer antes del decreto de fórmula de la duda (antes de la litis contestatio),
salvo que la parte afectada no se hubiera dado cuenta o que haya surgido la necesidad de plantearla
después de la litis contestatio (Ver cc. 1459-1460).
Típicas excepciones: A tenor del c. 1459 § 1, estarían la recusación del juez o de cualquier
miembro del tribunal, las excepciones de Incompetencia relativa, la falta de mandato al procurador;
la falta de capacidad de las partes, la no-idoneidad del proceso que se está empleando, etc.
Son extintiva y deben alegarse requiriendo a su vez de pruebas. Tienden a destruir la acción y
dejarla sin efecto, y se alega que no existe un fundamento de derecho para pedir la acción.
Aquellas que han de proponerse antes de la litis contestatio, planteadas y resueltas como si
fueran dilatorias: excepciones de cosa juzgada, de transacción, de pleito acabado. Sin
embargo, quien las proponga más tarde nunca debe ser rechazado, pero asumirá las costas del
proceso (por proponerlas tarde, independientemente de que se reconozca su excepción), a
menos que pruebe que su retraso fue sin malicia (§ 1). Estas se llamarán excepciones mixtas.
Excepciones Propias: son objeciones que hace el demandado contra la pretensión del actor,
alegando hechos que excluyen el ejercicio de la acción. Necesitan ser alegadas y probadas por
la parte demandada, y el juez no podrá nunca ejercerlas ex officio. Si no se presentan,
prescriben. Su función procesal se cumple en cuanto es alegada formalmente en proceso por
el demandado frente a la acción del actor ejercida contra él.
Excepciones Impropias: son hechos que dan origen a la excepción, y son extintivos,
modificativos e impeditivos. Tienen una eficacia per se, pues no dependen de la alegación de
la parte demandada, sino de la disposición de la ley, y serán apreciadas ex officio una vez que
DERECHO PROCESAL CANÓNICO (D. Rafael Rodríguez-Ocaña)
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el juez adquiera certeza moral de ellas, sin necesidad de que sean alegadas por el demandado,
Ej: la excepción de cosa juzgada.
Extintivas, alegan hechos extintivos del derecho (el pago, la compensación, dolo, miedo).
Modificativas, se alegan hechos que modifican las condiciones substanciales del contrato
o la cosa, rebus sic stantibus (el pago, la compensación, dolo, miedo).
Todas estas excepciones perentorias constituyen el núcleo del proceso, son hechos (realidades
jurídicas materiales) que han de proponerse en la contestación de la demanda y ser tratadas en el
momento conveniente, según las reglas de las cuestiones incidentales (c. 1462 § 2), presentando
además las pruebas oportunas que acrediten los hechos para favorecer la defensa del demandado
frente al actor. Su presentación a tiempo ayudará a fijar la formulación de las dudas.
El CIC determina que, si las excepciones que han sido aceptadas lo requieren, se dará al actor
un plazo señalado por el juez para que responda a las excepciones propuestas por el demandado:
c) Excepciones Mixtas:
Son perentorias y se plantean como dilatorias por su fácil comprobación por documento o
sentencia. Son: de cosa juzgada, de transacción y las denominadas de pleito acabado (Ver c. 1462
§ 1). Son perentorias porque destruyen la acción, han resuelto la cuestión, ha habido un acuerdo.
se deberá probar que no se han planteado tardíamente por malicia, y de ser así, se cargará con las
costas que haya ocasionado (c. 1462 § 1: quien las proponga más tarde, no ha de ser rechazado,
pero debe ser condenado a las costas, salvo que pruebe no haber retrasado con malicia la
oposición).