Está en la página 1de 4

\ cu

e
cu
·-><
(.)

C1)
E
cu
'-- \: .·,,
:J
~ i'-'

(.)
C1)

·-cr
'1···

~ \ ·: "' ' \

:J ·\: --·,\_:~~:·=;:-;:::S:~
L----~--"C-~;._.··-:-- -·
'-- f/AR-:21
cu
-,,
cu
C1)

cu
·-o
~
'--

Ediciones G. Gili, S.A. de C.V.


México, Naucalpan 'S36;>0----Valle de Bravo, 21. Tel. 560 60 11
08029 Barcelona Ro~~elló, 87-89. Tel. 322 81 61
·-:e
fn
GG®/México
~

·--~ ------~ m
1

i 162 LA ARQUITECTURA DEL ACADEMICISMO

tiva quedó a cargo de Adamo Boari, también autor del Teatro Na-
cional (hoy Palacio de Bellas Artes). Edificio inconcluso a la caída Cuarta Parte
del porfiriato y terminado en 1934, el Palacio de Bellas Artes con
su recargado exotismo historicista ha resultado al paso del tiempo
La arquitectura
el edificio simbólico de la dictadura, dentro de una serie de pa- después de la Revolución Mexicana
radojas que incluyen el haber recibido el título de «Palacio», por
parte del régimen de la Revolución que no sólo lo rescató como
edificio; sino también en lo referente a su significado de gran mo-
delo cultural dispuesto a la vitalización de la tradición artística na-
cional.
1. El proyecto nacionalista

El inicio de la revolución social de 1910 demandó la inminente


modificación de los esquemas fundamentales del proyecto de na-
<¡ I 'i ción elaborado por el porfiriato. Si bien el detonador fue el re-
clamo por una auténtica democracia, muy pronto el cuestionamien-
to alcanzó también campos de la estructura social relativos a la
cuestión agraria, las relaciones de producción y la justicia en cuan-
to a la distribución de los beneficios económicos, la defensa de la
riqueza natural del país y la educación nacional, entre otros temas
de primera importancia en la vida nacional. En consecuencia, los
esquemas artísticos operantes durante el régimen anterior y su ca-
pacidad de establecer un proyecto de realidad cultural, fueron se-
riamente cuestionados y sustituidos en un breve lapso por
programas alternativos que no sólo correspondieron al momento
histórico por el que transitaba el país, sino que además sentaron
las bases para la consolidación de la cultura de la Revolución Me-
xicana.
La pintura fue una de las disciplinas artísticas que enca-
bezaron el movimiento de renovación, consolidando en poco
tiempo el proyecto muralista como la opción que sustituyendo a
la pintura de pequeño formato, presentó a la colectividad la ima-
gen descarnada de su historia, sus anhelos de independencia y el
triunfo de la lucha armada recién iniciada. La literatura se encar-
gó de recoger en el terreno de la narrativa la epopeya de la re-
volución, y en el del plano intemporal de la poesía, la riqueza del
costumbrismo provinciano. La arquitectura asumió también rá-
pidamente los nuevos compromisos del cambio, orientándose
·para ello hacia la sustitución de los estilos arquitectónicos de tra-
1

194 LA ARQUITECTURA DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA QUINTA DÉCADA


195
les. El edificio de la Secretaría de Recursos Hidráulicos de 1950 persión formal y que a fin de cuentas, condujeron a 1;ft robusta
proyectado en sociedad con Enrique del Moral, atiende a un ba- unidad arquitectónica que carac teriza a la Ciudad Universitaria.
lance bien logrado de vanos, sin perder de vista en ningún mo- Destaca en lo general, la interpretación que por aquel e ntonces
mento el valor plástico de la masa que para ambos arquitectos de se había dado al estilo funcionalista y a la modalidad impuesta por
formación tan distinta en lo académico, siempre fue condición Le .Corbus1e: (uno de los arquitectos extranjeros que más ha in-
esencial de la arquitectura. fluido en Mexico): plantas bajas libres, columnas como principio
estructural de soporte y ventanas en sentido horizontal cubriendo
toda la fachada. De todo ello, los principios constantes de diseño
4. Quinta década

La Ciudad Universitaria

La construcción de la Ciudad Universitaria es hito fundamental


en la historia de la arquitectura mexicana moderna. A partir de
s~ inauguración en 1952, concentró en su territorio a todas las
instituciones académicas y administrativas de la Universidad Na-
cional Autónoma de México; para el estado mexicano, la cons-
trucción de esta magna obra significó la reafirmación de su
capacidad organizativa, técnica y financiera, y para la arquitectura
del país, la consolidación de las teorías que se habían venido en-
sayando desde los años treinta, así como la creación de una ima-
gen de modernidad artística que satisfacía las aspiraciones de la
cultura en la mitad del siglo. El desarrollo del proyecto quedó bajo
la responsabilidad de Mario Pani y Enrique del Moral (autores del
plan maestro y la planta de conjunto, cuyos orígenes están en un
concurso interno convocado por la Escuela Nacional de Arquitec-
tura) quienes coordinaron a un equipo integrado por más de se-
senta arquitectos, representantes todos ellos tanto d e las diversas
generaciones que integraban el gremio, como a su vez de las dis-
tintas posturas estilísticas vigentes en la época. Orgullo de los au-
tores de la obra fue el h echo de que tanto la tecnología como
diseño y construcción d e los recintos quedó en manos de profe-
sionales mexicanos, y que el planteamiento de programas y pro-
yectos fue resultado de una colaboración multidisciplinaria entre
especialistas egresados en su mayoría de la propia Universidad.
Los diseñadores se organizaron en equipos que tuvieron a México, D.F., edificio de la facultad de M edicina-
su cargo la solución particular de los distintos edificios, desem- Veterinaria. Arq. Fernando Bárbara 'Zetina Etal,
peñándose dentro de un amplio margen de libertad propositiva, 1952. La Ciudad Universitaria.
pero atendiendo a postulados generales que impidieran la dis- Foto: Enrique X. de Anda A.
196 LA ARQUITECTURA DESPUÉS DE LA REVOLUCIÓN M EXICANA QUINTA DÉCADA
197

pueden definirse como preeminencia del sentido horizontal, M~rio Pa~i), la Facultad de Arquitectura (arquitecto José Villa-
transparencia constante, interrelación espacial del interior con el gran ?arCia), y el pabellón de Rayos Cósmicos (arquitecto Jorge
exterior y uso extensivo de materiales locales (piedra), con tra- Gonzalez Reyna). La Rectoría (con murales de David Alfaro Si-
dicionales (barro en diversas calidades y texturas) y modernos (vi- queiros) f;indame~ta sus principios de diseño en el justo balance
drio y hierro expuesto en los manguetes de fachadas). Dentro de entre las lmeas honzontales y el impulso asencional del conjunto;
la línea que se apegó con mayor insistencia al funcionalismo, se la Facultad de Arquitectura con sus pabellones en medio de la
pueden mencionar los edificios de la Facultad de Ciencias Quí- feracid~d salvaje d_el pedregal, representa el gran valor con el que
micas (arquitecto Enrique Yáñez), * la Torre de la ex Facultad de el grem10 ?e arqmtectos había investido a José Villagrán: creador
Ciencias (arquitecto Raúl Cacho) y el conjunto de Humanidades de la arqmtectura moderna, de la teoría que había influido en el
(arquitecto Enrique de la Mora); en ellos prevalece la condición diseño de los últimos veinticinco años, y autor también de las ins-
de definir al volumen mediante la presencia de superficies de cris- talaciones donde se formarían las futuras generacione~ de arqui-
tal, a través de las que el espacio se ve modificado en su calidad t~ctos. El pabellón de Rayos Cósmicos es uno de los primeros
(de externo a interno) sin perder continuidad. La corriente de la ejemplos de la nueva concepción de la estructura de concreto que
integración plástica encuentra a sus mejores representantes en la al ser llevada a sus límites plásticos, actúa como condicionante de
Biblioteca Central (cuyo proyecto arquitectónico y diseño de mu- la forma arquitectónica.
rales quedó bajo la responsabilidad de Juan O'Gorman), la Fa-
cultad de Medicina (arquitecto Roberto Álvarez Espinoza y
murales de Francisco Eppens), en donde además las circulaciones La integración plástica
externas (rampas y escalinatas) operan a modo de elementos ver-
tebradores del conjunto, trascendiendo como un acontecimiento ~i bien, como ya lo hemos anotado, la vigencia del arte naciona-
de gran fuerza plástica en contra de la minimización estética a la hsta es puesta a discusión a partir de la década de los cuarenta,
que se había conducido el funcionalismo. algunos de sus principios son retomados en el periodo del cin-
Otra tendencia representada en la Ciudad Universitaria es cuenta pasando a formar parte de la estructura teórica del movi-
aquella que quedó expresada en los frontones (arquitecto Alberto miento arquitectónico conocido como «integración plástica».
T. Arai) y el Estadio Olímpico (arquitecto Augusto Pérez Pala- Creada por un grupo de arquitectos, pintores, escultores,
cios). Arai, destacado teórico de la arquitectura mexicana, plantea gra?ado~es y diseñadores, la corriente integracional rescató del
en el proyecto de los frontones un ensayo de interpretación de la naCionahsmo los siguientes propósitos: la orientación del arte en
plástica prehispánica mediante el uso de taludes y paramentos de favo~ de la colectividad y el espíritu de trabajo interdisciplinario
piedra volcánica; el resultado sigue siendo hoy en día, uno de los ~ediante el cual, los exponentes de las distintas artes (escultores,
más originales ejemplos de arquitectura moderna mexicana. En pintores, arquitectos), colaboran en la formulación de una obra
el Estadio Olímpico, el propósito fue lograr una adecuación a la de arq_~itectura. De esa manera el objetivo que se propuso la in-
topografia del sitio y al carácter formal de los conos volcánicos del tegracion fue el de crear un tipo de edificio con fuerte contenido
valle de México. No podría quedar completa una relación de las de u~idad plástica, en el que desde la concepción del programa
expresiones constructivas más sobresalientes de la Ciudad Uni- estuVIeran presentes los coautores artísticos que habrían de ocu-
versitaria, si no se mencionan tres casos de gran individualidad pars~ de la solución de escultura y pintura, siempre desde la pers-
estilística: la Torre de Rectorí~ (arquitectos Enrique del Moral y pec~1va de que sus colaboraciones formarían parte indisoluble del
(*) Generalmente los equipos de diseño de cada conjunto se integraron con
conjunto, esto preveía el alejamiento de la idea de ornamentación
tres arquitectos, en esta relación solamente se cita el nombre de uno de los tres como adición de elementos accesorios en el revestimiento del edi-
titulares. ficio. En estas obras no se dejaron de atender los valores de uso

También podría gustarte