El último y me voy

Este es el último escrito para poder conseguir el tan esperado regalo. Este es el último y me
voy. ¿Cuántas veces he dicho esa frase y en qué situaciones? El último polvo, el último
cigarro, la última calada de maría, el último beso, el último capítulo de esa serie que engancha,
el último dulce, la última galleta, la última canción, la última parada, la última perdida de
tiempo, la última página, la última cerveza, el último shot, el último video, el último post, la
última foto, el último perfil, el último tiempo, el último pasado, el último presente, el último
futuro, el último último, el último primero, el último último y me voy.

Me voy, cuántas veces he dicho me voy, me voy de ala casa, del baño, del perro, de la vida,
del amor, de la película, de la realidad, de la imaginación, de los zapatos, de las botas
apretadas, del concierto, de la tocada, de la cama, de la casa, de los padres, de los audífonos,
de mí, de todo, de nada, de lo negro, blanco, azul, rojo y violeta, de las ondas, de los charcos,
de los panes, del irse yendo llano.

Ya, muchas comas dificultan la escritura rápida de babosadas, mejor escribir todo de corrido.
Aunque eso generaría un mal hábito en mí, mejor sigo así y me apasiono del arte de escupir
mierda. Creo que ya quedan las últimas lineas y me voy, ahora las llenaré con un breve cuento:

El zapato de mi silueta parece una mosca, cuando me lo pongo ella tiembla en mis pies, -
moscas vuelen y llévenme lejos- le digo a ellas, pero no obedecen, porque ahora están
aplastadas con mi planta.