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UNIDAD 2

OTRAS FUENTES DE OBLIGACIONES


EMPLEO ÚTIL - ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA

por Roberto H. Dellamónica

EMPLEO ÚTIL

Caracterización
El art. 1791 CCCN establece que quien, sin ser gestor de negocios ni mandatario,
realiza un gasto, en interés total o parcialmente ajeno, tiene derecho a que le sea
reembolsado su valor, en cuanto haya resultado de utilidad, aunque después ésta llegue a
cesar. El reembolso incluye los intereses, desde la fecha en que el gasto se efectúa.
El empleo útil es una de las aplicaciones del enriquecimiento sin causa, ingresando
como ejemplo clásico de esta fuente de las obligaciones los gastos funerarios. También se
han dado como ejemplos de esta figura a la provisión de alimentos, vestuario, asistencia
médica, reparaciones en inmuebles vecinos, etc.
En el empleo útil no hay actos de administración o de gestión de negocios ajenos,
sino que lo que en realidad existe es una inversión en dinero en favor de otro, por
circunstancias excepcionales o extraordinarias.
El requisito que establece el artículo 1791 para deducir a la acción de reembolso es
que el gasto efectuado haya sido de utilidad, aunque después dicha utilidad llegue a cesar.
El reclamo de reembolso incluye los intereses desde el momento en que los gastos se
efectuaron.

Gastos funerarios
Se encuentran comprendidos en el artículo 1791 los gastos funerarios que tienen
relación razonable con las circunstancias de la persona y los usos del lugar. (art. 1792
CCCN)
Los gastos funerarios son aquellos que se efectúan para la inhumación de restos
humanos, ingresando en dicho rubro los gastos de velatorio y sepultura.
La pauta exigida por el art. 1792 para el reembolso está dada por las circunstancias
de la persona y los usos del lugar. Ésta será una pauta para determinar si el gasto realizado
resultó excesivo o no, y en definitiva, para medir la utilidad del mismo.
Dicho parámetro ya existía en el artículo 2307 del C.C. derogado, el cual no
reputaba como gastos funerarios los gastos en bien del alma después de sepultado el
cadáver, ni el luto de la familia.

Obligados al reembolso
Según el artículo 1793 CCCN, el acreedor tiene derecho a demandar el reembolso:
– a quien recibió la utilidad;
– en el caso de los gastos funerarios, a los herederos del difunto, que son quienes
generalmente están a cargo de afrontar tales gastos;
– al tercero adquirente a título gratuito del bien que recibe la utilidad, pero sólo hasta
el valor de ella al tiempo de la adquisición. Esto ya se encontraba previsto en la
segunda parte del artículo 2310 del Código Civil derogado. La norma actual ya no
prevé, como lo hacía el C.C., que el adquirente a título oneroso carecía de acción
contra el dueño del dinero empleado. El fundamento de lo dispuesto en el inciso c)
del artículo 1793 radica en evitar que a través de una enajenación a título gratuito
que transforme al deudor en insolvente, el acreedor no pueda cobrar su crédito
emergente del empleo útil.

ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA

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Caracterización
El artículo 1794 CCCN establece que toda persona que sin una causa lícita se
enriquezca a expensas de otro, está obligada, en la medida de su beneficio, a resarcir el
detrimento patrimonial del empobrecido. Si el enriquecimiento consiste en la incorporación
a su patrimonio de un bien determinado, debe restituirlo si subsiste en su poder al tiempo de
la demanda.
El enriquecimiento sin causa es otra de la fuentes autónomas de las obligaciones.
Esta fuente consiste consiste en que si existe un desplazamiento patrimonial de un sujeto
hacia otro sujeto sin causa legal que lo justifique, nace a favor del empobrecido una acción
de restitución contra el enriquecido.
Sus antecedentes se remontan en Roma al Digesto, que en un texto de Pomponio se
establecía que según el derecho natural y la equidad nadie debía enriquecerse en perjuicio
de otro, consagrándose la acción de repetición a través de algunas condictio y otras
acciones.
El Código de Vélez Sársfield no contenía norma que contemplara el
enriquecimiento sin causa como fuente de las obligaciones, pero en la nota al art. 499 del
CC, se mencionaba a esta figura como fuente de las obligaciones. Asimismo, existían
ciertas reglas en el Código que se explicaban a través de este instituto. Así, en el pago
realizado por un tercero contra la voluntad del deudor, el que lo verificaba sólo tenía
derecho a cobrar de él aquello en que le hubiese sido útil el pago (art. 728 CC); en los
hechos involuntarios, se respondía del daño causado si con el daño se había enriquecido el
autor del hecho y en tanto y en cuanto se hubiere enriquecido (art. 907 CC); en la anulación
de contratos hechos con personas incapaces, la parte capaz no podía exigir la restitución de
lo dado o el reembolso de lo pagado, salvo si probase que existe lo que dio, o que redundara
en provecho manifiesto de la parte incapaz (art. 1165 CC); etc.
El enriquecimiento sin causa es fuente de obligaciones porque hace nacer la
obligación de restituir en cabeza del enriquecido.
La medida de la acción, y tal como lo establece el artículo 1794 está dado por el
detrimento patrimonial del empobrecido, pero en la medida del beneficio del enriquecido.
Es decir, que la acción no puede exceder el desmedro del empobrecido ni exceder el
enriquecimiento del demandado.
La acción de repetición del empobrecido contra el enriquecido se denomina acción
in rem verso.

Requisitos
– Empobrecimiento del demandante;
– Enriquecimiento del demandado;
– Relación causal entre el enriquecimiento y el empobrecimiento
– Ausencia de causa que justifique el desplazamiento patrimonial
– Carencia de otra acción para reparar el empobrecimiento, es decir, que la acción de
repetición opera de manera subsidiaria o residual de toda otra acción disponible.

Improcedencia de la acción
Conforme lo establece el artículo 1795 CCCN, la acción no es procedente si el
ordenamiento jurídico concede al damnificado otra acción para obtener la reparación del
empobrecimiento sufrido.
Es decir, que si el empobrecido contara con una acción emergente de un
incumplimiento contractual, o una acción por responsabilidad civil emergente de la
comisión de un ilícito, la acción de restitución del enriquecimiento sin causa no procede.
Así, en caso que el acreedor tuviera prescripta la acción pertinente contra el deudor,
no podría subsanar dicha situación enmarcando su acción en el enriquecimiento sin causa.
El plazo de prescripción de la acción in rem verso, es el plazo genérico de cinco
años (art. 2560 CCCN).

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