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Aunque el artista, como individuo, siempre ha sido reconocido como estandarte de sus propias obras,
nos encontramos en un momento en el que la correcta gestión de su visibilidad digital es extremadamente
importante.
Hace más de diez años que disponemos de medios sociales, en los que personas de todo tipo pueden
expresarse en unos canales que potencian su presencia. Sin embargo, a menudo no se plantea una estra-
tegia o no se utilizan las herramientas disponibles para alcanzar los objetivos. 2016 ha sido el año en que,
teniendo en cuenta los cambios sociales y tecnológicos de los últimos tiempos, el personal branding ha
cobrado una relevancia sin precedentes en todos los ámbitos. En este artículo hablaremos de la situación
en el ámbito cultural. Trataremos del concepto «marca personal» centrándonos en los artistas y en los
profesionales de las organizaciones culturales. Además, dedicaremos una parte importante a hablar de la
estrategia de visibilidad a través de las herramientas digitales.
La primera persona que habló del concepto personal branding fue Tom Peters en el año 1997. La traduc-
ción de «marca personal» al inglés es personal brand. Así pues, ¿por qué lo diferenciamos de personal
branding? Porque el primero es un sustantivo, mientras que el segundo hace referencia a una acción: tomar
conciencia y establecer un plan estratégico para tratar a los individuos como si fuesen empresas; definir
sus características de manera que se enfoque a un público, y concretar su propuesta de valor dirigiéndose
a unos objetivos.
Tal como podemos ver, el personal branding en primera instancia no iba dirigido a personas en situación
de paro o con intenciones de mejorar posiciones en su carrera. Tom Peters consideraba esta disciplina
teniendo en cuenta que, si los empleados trabajaban su marca personal con estas directrices, la marca de
la empresa se veía reforzada.
El personal branding es la estrategia para ser conocidos por lo que hacemos, conseguir el reconocimiento
que merecemos y ser percibidos no solo como únicos, sino también como valiosos. Podríamos pensar que es
la estrategia para «sabernos vender», pero en realidad es la herramienta para vender lo que sabemos hacer.
Así pues, personal branding es algo más que estar presente en internet. Como veremos, la visibilidad es la
última fase del plan estratégico, pero como ya avanzábamos en la introducción, en este texto nos centrare-
mos en lo que suponen las herramientas digitales para alcanzarla.
Personal branding 31
estamos en lo que llamamos la web 4.0, donde la inteligencia artificial es una realidad: máquinas que
pueden tomar decisiones, e incluso crear a partir de algoritmos, capaces de simular los sentimientos
y las emociones. Así pues, en todos los ámbitos profesionales, lo que diferenciará a las máquinas de
las personas no solo serán las singularidades humanas que los robots no podrán reproducir, sino tam-
bién la gestión estratégica que hacemos cada uno de nosotros sobre estas singularidades... nuestra
marca personal.
• Ser estrategas con nuestra propia figura profesional. A menudo, las personas se centran en desa-
rrollar su conocimiento, en formarse y en alcanzar objetivos profesionales. Si comparásemos estos
estadios con los de una empresa, veríamos esta equivalencia: desarrollar un producto, definirlo y
conseguir venderlo. En el ámbito empresarial, hay muchas otras fases que no se pueden obviar. El
personal branding pretende definir unas fases similares para alcanzar los objetivos de un modo más
consecuente y sólido para cada uno. Hablaremos de ello más adelante.
• Sacar partido de las herramientas digitales como gran altavoz. Internet se ha convertido en una ven-
tana al mundo, un canal en el que poder expresarnos y comunicarnos con millones de personas. Por
tanto, es un marco perfecto para ser visible. No obstante, encontramos que en muchas ocasiones las
personas desconocen cómo pueden sacar partido de las herramientas digitales, principalmente por
dos motivos:
1. Previamente no han realizado un análisis estratégico de su marca personal; por tanto, no pueden ni
tan solo plantearse qué podrían conseguir con la visibilidad online. Les faltan todas las otras fases
para encontrar sentido a comunicar algo a través de Internet.
2. Desconocen aspectos técnicos, tanto de privacidad como de las herramientas digitales en sí, y su
potencia para poder alcanzar sus objetivos.
Recordemos que, desde que apareció la web 2.0, son los consumidores quienes acaban construyendo las
marcas a través de los medios sociales (blogs, redes sociales…); el boca-oreja de siempre, amplificado
gracias a Internet. Eso nos tiene que hacer reflexionar sobre el hecho de que nuestra visibilidad no solo será
lo que publiquemos, sino también la interacción que tengan con ello nuestros seguidores.
El arte es el resultado de creatividad y técnica. Los artistas, por el proceso de creación que implica su tarea,
en general están muy orientados a la obra. Buscan la excelencia de su ejecución, y creen que alcanzar esta
parte será suficiente para lograr exponerla y venderla. Pero la realidad nos demuestra que el mercado está
saturado y que hay que pensar también en la difusión. Es necesario dar a conocer lo que hacemos y, por
tanto, saber a quién queremos darlo a conocer y a través de qué canales. Hay que pensar en el mercado
al que queremos dirigirnos y cuáles son sus expectativas.
Se trata, no solo de pensar en «qué tipo de emociones» queremos transmitir, sino también a quién quere-
mos provocárselas. Pensar, pues, en el público objetivo es una de las piezas clave para avanzar después
en el resto de puntos estratégicos. No significa en todos los casos tener que adaptar la obra al público, pero
sí saber a qué público queremos dirigirnos, conocerlo y saber lo que quiere. Eso nos ayudará a establecer
vínculos y alcanzar más fácilmente los objetivos. El personal branding ayuda al artista a alejarse de la obra
en algunos momentos, tomando el camino necesario para dar a conocer al mundo su creación.
Actualmente, en el ámbito del marketing se detecta que las personas han dejado de creer en las marcas;
las personas creen en las personas. Así pues, es el mejor momento para que los artistas y profesionales del
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ámbito cultural compartan sus conocimientos, opiniones y arte a través de estas herramientas; construyen-
do en paralelo con la vertiente más humana.
Los seguidores no solo quieren ver la obra. Quieren saber cómo el artista llega a la creación y cuál es su
estilo de vida. Si el artista es capaz de comunicar su marca personal, los seguidores podrán interpretar
mejor su obra. Y los artistas, precisamente, son los profesionales que tienen la mejor excusa para explicar
al mundo quién son a través del storytelling. Asimismo, los profesionales del ámbito cultural tendrán más
oportunidades de llegar a su público si siguen una estrategia similar.
Las industrias culturales empiezan a apostar por artistas con visibilidad online
La mayoría de las empresas hoy conocen la necesidad de estar presente en internet a través de una web
corporativa y de las redes sociales. Asimismo, saben que tener colaboradores con una marca personal bien
trabajada (añadiendo la vertiente profesional) y una buena visibilidad online puede ayudar a conseguir unos
mejores resultados de ventas.
Así pues, cada vez son más las industrias culturales como por ejemplo galerías de arte, editoriales, disco-
gráficas, que antes de firmar contratos con los artistas evalúan la marca personal y no solamente la obra.
Una parte importante que tienen en cuenta es la gestión digital que hacen de ella. Algunos detalles que
analizan son:
• Si el artista tiene web o blog. ¿Está actualizado? ¿Genera nuevos contenidos?
• Si está presente en Instagram, Facebook, Twitter, etc.
• ¿Cómo es su comunidad? ¿Cómo interacciona? Tipo y volumen de seguidores, etc.
Hecha esta reflexión, queda claro, pues, que para las industrias culturales es una apuesta más clara con-
tratar artistas con seguidores fieles y con una presencia digital cuidada.
El autoconocimiento
Esta es la fase principal. A menudo, todas las personas en edad adulta creemos que sabemos muy bien
quién somos y qué queremos, pero la realidad es que el día a día no nos deja pararnos a pensar en los
aspectos necesarios para hacer más fuerte nuestra marca personal.
Desarrollar este punto nos permitirá hinchar velas correctamente antes de iniciar el viaje. Es decir, no pode-
mos comunicar algo (que sería la última fase) sin saber qué podemos y queremos explicar.
1. Teniendo en cuenta la definición de marca personal que hemos establecido al principio del texto, un
buen ejercicio para empezar es reflexionar y escribir sobre cuál creemos que es la esencia que estamos
dejando en los demás. También sería adecuado pedir a una persona como mínimo de cada ámbito (fa-
miliar, amistad, profesional) que nos definiera. De este modo, podremos ver que siempre hay algo sobre
nosotros que queda evidente en nuestro entorno, dejando nuestra huella.
2. Debemos tener claras cuáles son nuestras aptitudes, nuestros puntos fuertes, aquello para lo que te-
nemos facilidad y aquello por lo que obtenemos reconocimiento. No nos tenemos que centrarnos en la
creación creación final, sino también en los motivos que la hacen posible.
3. Tenemos que encontrar cuáles son nuestros valores, lo que realmente nos importa. Cada uno los tiene
diferentes, desde la familia hasta la solidaridad, pasando por la ambición y la superación.
4. Hay que tener presente cuál es nuestra pasión. Es aquí donde los artistas y los profesionales del ámbito
cultural tienen que poder explicar su alta motivación por lo que hacen.
Personal branding 33
5. Nuestras aficiones de algún modo también construyen nuestra marca personal. El artista, además de la
disciplina propia de su creación, seguramente tiene otras aficiones, inconexas con la antes citada.
6. Tenemos que averiguar cuáles han sido los momentos importantes de nuestra vida y cómo nos han
ayudado a cambiar, a evolucionar y a llevarnos adonde estamos.
7. Tenemos que recordar los premios y felicitaciones, lo que ha funcionado, lo que ha gustado. Analizarlo
nos ayudará a entender también a quien escucha la creación del artista, y ayudará a enfocar y potenciar.
Es recomendable hacer una lista de todo lo que nos caracteriza, ya que es una manera de darle sentido,
uniendo los puntos. La finalidad es encontrar la coherencia y consistencia en todo lo que hacemos y somos
para resultar totalmente auténticos.
Asimismo, sobre todo en el ámbito cultural, se puede dar el caso de que el artista lleve al extremo algunos
rasgos característicos, la mayoría de veces traducidos en la manera de vestir, el uso de los complementos
y la forma de comunicarse en general. Eso no significa que no se trate de casos auténticos, dado que tiene
que haber coherencia interna para poder llevar estos estandartes, pero ciertamente el público lo percibirá
como lo que popularmente llamamos un «personaje». No es en absoluto un concepto negativo, todo lo
contrario, porque básicamente hay más probabilidades de que no deje a nadie indiferente, siempre que
sea coherente.
La estrategia
Si seguimos en la línea de lo que supone el personal branding y establecemos una analogía entre el pro-
fesional y la empresa y, por tanto, tratamos al primero como si fuese la segunda, podemos decir que en el
punto anterior hemos definido el producto. Ahora, pues, es necesario establecer un plan estratégico; lo que
podríamos denominar el «business plan de tu vida».
La descripción
Sugerimos que, una vez se haya trabajado en profundidad la fase de autoconocimiento, se realice el ejerci-
cio de redactar el «Quién soy», lo que podríamos denominar el extracto y el resumen de nuestra esencia en
unas 300 palabras. No tiene que ser un mini CV en el que solo hablemos de la formación y la experiencia,
sino la unión de los puntos detectados en la fase de autoconocimiento, en un discurso apasionando.
El dilema es: ¿en primera o en tercera persona? Nos encontramos en un momento en el que el público
valora la proximidad, la vertiente humana. Si nos centramos en no hacer un resumen de la trayectoria pro-
fesional y tratamos los valores, las pasiones, los motivos reales por los que hemos llegado al punto actual,
entonces posiblemente entenderemos que es preferible expresarnos en primera persona.
El público
Ahora que ya sabemos quiénes somos, teniendo muy claro lo que hacemos y por qué lo hacemos, tenemos
que pensar en un punto clave: ¿quién es nuestro cliente? ¿Con quién queremos colaborar? En definitiva,
¿cuál es nuestro público objetivo? No podemos pretender vender nuestra obra si no sabemos quién querría
comprárnosla, o a la inversa, a quién se la queremos vender.
34 Personal branding
Es importante, no obstante, no caer exclusivamente en definirlo con datos sociodemográficas como, por
ejemplo, género y edad. Pensamos en su estilo de vida, en sus expectativas respecto a la obra, en su poder
adquisitivo, etc.
¿Qué nos hace diferentes del resto de artistas? ¿La puesta en escena? ¿El espectáculo? ¿La proximidad
con los seguidores? ¿El misterio?
¿Cuál es el valor añadido, lo que nos diferencia del resto de artistas de la misma disciplina? ¿Qué es lo
que nos hace únicos, que forma parte de nuestra marca personal y que, por tanto, aporta valor a la obra?
Para entenderlo mejor: no podemos contemplar una obra de Dalí sin interpretarla teniendo en cuenta la
figura del artista.
Los objetivos
Este es otro aspecto que en el área profesional parece que todos tenemos bastante claro. Pese a ello, reco-
mendamos que de vez en cuando los objetivos sean revisados. Los objetivos a corto, medio y largo plazo
nos darán perspectiva de la nueva situación e incluso nos harán plantearnos nuevamente los otros puntos
de la estrategia.
La misión
Debemos tener clara nuestra profesión, enlazada con lo que somos, como personas con marca propia.
¿Cuál es nuestra misión en la vida? ¿Cuál será el legado que dejaremos? ¿Qué queremos transmitir? ¿Qué
queremos aportar a la sociedad? Estas preguntas nos pueden ayudar a saber qué queremos y podemos
dar de nosotros mismos.
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La visión
Tenemos que marcarnos un hito a largo plazo, ir más allá de los objetivos, pensar adónde nos gustaría
llegar en nuestra carrera.
De igual modo que en todos los demás puntos, sugerimos escribirlo. En el caso de la marca personal, es
preferible que este ejercicio sea privado con el fin de no ponernos ninguna limitación y que pueda llegar a
ser una reflexión íntima e introspectiva.
El benchmark
Hay un trabajo muy importante que a menudo precede a todos los otros que hemos mencionado, y es el
análisis de competidores y referentes, que nos ayudará a saber:
• En qué posición nos encontramos con respecto al mercado.
• Cómo es la obra de otros artistas referentes para nosotros y/o de la misma disciplina.
• Cuáles son los canales de venta de los demás artistas.
• Qué presencia tienen: acontecimientos, premios, etc.
• ¿Tienen un sitio web? ¿Cómo es? ¿Incorpora comercio electrónico? ¿Y un blog?
• En qué redes sociales están presentes.
• Cómo se expresan e interactúan con sus seguidores en los medios sociales.
En el mundo cultural, este es un ejercicio que a menudo puede parecer contaminante para la creatividad
del artista. Pero visto desde el punto de vista empresarial y del personal branding, tenemos que saber
dónde estamos y cómo es el mercado en el que tenemos que competir. Las consecuencias de no hacerlo
pueden ser bastante negativas.
DAFO
Después de haber profundizado en cada uno de los apartados expuestos, el análisis DAFO nos permite
evaluar nuestras:
• Debilidades
• Amenazas
• Fortalezas
• Oportunidades
Todo nos ayudará a poner rumbo para alcanzar nuestros objetivos —y con fuerza— cuando tengamos
claras nuestras fortalezas y, sobre todo, las oportunidades. Por este motivo es tan importante explorar las
necesidades del mercado (necesidades del público objetivo) y el posicionamiento de la competencia.
La visibilidad
Dentro del Plan de Acción habría diferentes apartados a tener en cuenta, incluido el plan financiero, pero en
este artículo queremos centrarnos en la difusión. Por este motivo nos centraremos en el plan de marketing.
Después de haber descubierto exactamente cómo es nuestra marca personal y a qué público queremos di-
rigirnos, ahora tenemos que pensar en la estrategia de visibilidad para que este público sepa que existimos.
La presencia offline
Tenemos que pensar dónde se encuentra el público susceptible de comprar nuestra obra, así como los
canales para llegar a estos clientes. Esto implicará elaborar una lista de los acontecimientos, asociaciones,
exposiciones, reuniones, sesiones de networking, etc., que nos acercarán a ellos.
36 Personal branding
Recomendemos que todos los artistas y profesionales del mundo de la cultura en general llevan siempre
una tarjeta de visita. Es la mejor herramienta para poder abrir el contacto con alguien que hemos conocido
en alguno de estos espacios y poder hacer su seguimiento de cara a contratación, colaboraciones, siner-
gias, etc.
La presencia online
Solo hay que buscar nuestro nombre y apellido en Google para sacar conclusiones de nuestro posiciona-
miento en el caso de que alguien busque información sobre nosotros en internet. En algunos casos, des-
cubrimos que hay otras personas con el mismo nombre y apellido que nosotros que ocupan los resultados
de la primera página del buscador.
Uno de los objetivos del personal branding es conseguir situarnos en las primeras posiciones, tanto para
aportar una imagen profesional, como para evitar que nos confundan con otra persona.
A continuación, en el último apartado de este texto, hablaremos de cada uno de los elementos que debe-
ríamos tratar.
La web
El sitito web es la casa en internet de cualquier persona que se plantee un posicionamiento adecuado en la
red. Es imprescindible para el artista.
En el caso de profesionales como gestores culturales, mánagers, etc., sugerimos que, si no consideran
tener su propio sitio web, cuando menos dispongan de un espacio en la web de la organización para poder
presentarse. Recordemos que todo lo que sea hacer visible el talento interno de las empresas las retroali-
mentará positivamente.
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• Sería interesante poder dedicar una página a cada modalidad que tratamos según nuestra disciplina,
pensando muy bien en cada caso con qué público queremos conectar. Es lo que llamaríamos en mar-
keting enfocar la web al cliente. Por ejemplo: en el caso de un fotógrafo, puede dedicar una página
a explicar cómo realiza su trabajo para editoriales de revistas de moda femenina, pero si también se
dedica a editoriales para revistas de bebés, puede explicarlo en una página distinta. De este modo,
si una revista sobre bebés busca un fotógrafo y visita la web, podrá ver muy claramente lo que busca
según sus necesidades.
• El blog es la parte viva del sitio web. Es el apartado en el que podemos explicar los acontecimientos
en los que hemos participado (conciertos, exposiciones, etc.) y aportando nuestra opinión sobre el
sector, como si fuese nuestra propia revista. Los usuarios pueden dejar comentarios, de manera que
podemos interaccionar con ellos a través de este medio. Crear contenido en el blog nos ayuda a posi-
cionarnos tanto en Google como en nuestro ámbito, ya que nos enmarca como profesionales.
• El portafolio es un elemento imprescindible para mostrar nuestras obras y/o proyectos. Por ejemplo,
podemos crear una ficha de portafolios para cada colección pictórica o para cada disco musical,
para cada sesión de fotos, etc. Es la mejor manera de mostrar qué hacemos y cómo lo hacemos de
manera ordenada. Podemos hace un enlace a cada ficha de portafolios desde el apartado en el que
habremos resumido nuestra cronología.
• El SEO (search engine optimization). Es necesario tener unos mínimos conocimientos de técnicas en
posicionamiento natural en los buscadores. Todo lo que escribimos en la web, no solo pensando en
palabras clave, sino en semántica en general, ayudará a posicionar la web, incluso el nombre de las
fotografías y archivos que subimos.
En el año 2016 Facebook superó 1.700 millones de usuarios activos en todo el planeta. Sigue siendo la
red social por excelencia, en la que las personas entran para encontrar y compartir contenido entretenido.
Muchos profesionales se preguntan si hay que tener Facebook abierto a todo el mundo o bien preservar la
privacidad entre amigos y familiares. Actualmente, según todo lo que hemos introducido sobre el personal
branding, se detecta que es bastante positivo tener el contenido abierto de forma pública, y combinar con-
tenido sobre nuestra vida personal y profesional. La base para saber qué queremos comunicar la encontra-
remos en el business plan que hemos desarrollado. Mostrar lo que realmente nos es importante, lo que tiene
que ver con nuestros valores, aficiones y profesión, hará visible nuestra marca personal de manera digital.
Consideramos que los artistas y profesionales del mundo de la cultura en general tienen mucho que expre-
sar en esta red social de manera más cercana. Recordemos el concepto «humanización de las marcas».
Técnicamente, se pueden controlar diferentes aspectos de privacidad revisando la configuración de Fa-
cebook. Una de las maneras más interesantes es trabajar con las listas (asignar los contactos a diversas
listas, por ejemplo: familiares, amigos, compañeros de trabajo, clientes) y decidir con quién queremos o no
compartir cada una de las publicaciones que hacemos si no nos encontramos cómodos compartiéndolo
todo con todo el mundo, y más si sacamos conclusiones de acuerdo con el análisis previo sobre el público
al que queremos dirigirnos. Cada caso es diferente.
• Parece que Facebook está cayendo en desuso en nuestro país, pero no es exactamente así: cada
vez hay personas más mayores que lo descubren; a menudo pueden formar parte de nuestro público.
• Hay muchos usuarios que han dejado de publicar en Facebook con tanta asiduidad como lo hacían
antes, pero siguen entrando para revisar contenido e interaccionar con lo que les resulta interesante.
Durante el año 2016 Instagram ha sido la red social con más crecimiento y se prevé que siga siendo así en
2017. Como es extremadamente visual, hacemos algunas recomendaciones:
• Escoger el contenido en imágenes de acuerdo con lo que queremos transmitir sobre nuestra marca
personal.
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• Tener mucho cuidado con las fotografías, encontrando un estilo propio y marcado, para que cuando
los usuarios entren a visitar nuestro perfil vean un hilo conductor que les seduzca para empezar a
seguirnos.
• Comenzar a actuar según toda la estrategia mencionada una vez tengamos un perfil bien definido en
esta red. Empezaremos a seguir a otros perfiles que puedan ser nuestro público o bien canales para
llegar a él.
• Recordar el formato storytelling, el arte de explicar quién somos, y qué hacemos, alejándonos en
algunos momentos del producto, de la obra, de lo que pretendemos vender. La combinación de todo
ello llevará a la humanización de la que hemos hablado.
• Hacer uso de los hashtags (# etiquetas) que estén de acuerdo con todo lo que hemos trabajado en
nuestro personal branding, ya que ello nos ayudará a lograr que nuestro target encuentre nuestras
publicaciones.
El año 2016 ha sido un año complicado para esta herramienta de microblogging, que, pese a ser un medio
social, no es exactamente una red social. Pese a que está perdiendo usuarios y no hay demasiada buena
previsión para los próximos dos años, sigue siendo una herramienta de comunicación interesante. La ma-
yoría de los usuarios la utilizan para estar al corriente de información de primera mano de los ámbitos que
les sean de interés, como por ejemplo los culturales y artísticos.
Es conveniente estar presentes para posicionarnos profesionalmente, quizás de una manera no tan vincula-
da a aspectos personales. Nos será de mucha utilidad para interaccionar con organizaciones, instituciones,
etc., relacionadas con nuestra disciplina, estableciendo vínculos online que se puedan traducir en posibles
colaboraciones.
Es la red profesional para hacer networking online y llegar a contactos a los que sería imposible llegar de
otro modo. No se trata de una plataforma exclusivamente para hacer presente el currículum. Sobre todo
con los cambios que ha sufrido en 2016, después de ser comprada por Microsoft, la línea de esta web será
acercar más a los profesionales. Se apuesta por que en 2017 la comunicación entre los usuarios sea más
fluida y social, sin perder de vista el tono profesional.
Es muy recomendable tener un perfil personal bien trabajado y ser activo. Contactar con nuestro target, o
los profesionales que formen parte de los canales que nos pueden ayudar con la difusión, será clave para
la rigurosa gestión de nuestra marca personal y, por tanto, de nuestra obra.
Youtube
El contenido en formato vídeo ha tomado mucha relevancia durante el año 2016 en todos los medios socia-
les y se prevé que 2017 sea el año del vídeo marketing.
Youtube es la herramienta repositorio por excelencia entre los diversos medios sociales. Pensemos en el
tipo de contenido que podríamos compartir para darnos a conocer. Hay que tener en cuenta que es de
Google y puede ayudarnos significativamente al posicionamiento en este buscador si también incluimos
conceptos clave tanto en el título como en la descripción del vídeo. También es recomendable trabajar
correctamente los subtítulos.
Esta red social es muy visual y adecuada para que los creativos estén presentes, pero no tiene nada que
ver con el funcionamiento de Instagram. Su crecimiento es lento, pero consistente, y los usuarios (el 80 %
son mujeres) son muy fieles, dado su excelente contenido. Así pues, la selección de imágenes tiene que
Personal branding 39
ser muy cuidadosa para alcanzar el éxito. Las que estén relacionadas con nuestra obra es preferible que
sean colgadas previamente en nuestra web y compartir el enlace en Pinterest (pinear en un tablero); de esta
manera conseguiremos tráfico web.
Tendremos que repartir el contenido de nuestro perfil en diferentes tableros. Hay que tomar consciencia de
que cada tablero habla de nuestros valores e intereses y, por tanto, construye nuestra marca personal de
una forma muy visual.
Conclusiones finales
Podríamos haber hablado de otras redes sociales e incluso de plataformas específicas para algunas disci-
plinas artísticas y creativas, pero hemos querido centrarnos en las más importantes por su impacto social,
ya que el objetivo es la máxima difusión. Pese a haber comentado las más relevantes, hay que valorar si
nuestro público está presente en cada una y focalizarnos en aquellas que creemos que nos pueden funcio-
nar mejor. Conviene tener presente que no solo se trata de publicar, sino también de escuchar a nuestros
seguidores e interaccionar con ellos, incluso provocar su interacción.
Hay que destacar que, para que el punto dedicado a la visibilidad online tenga sentido, no se puede perder
de vista todo lo que se ha tratado en las fases de autoconocimiento y de estrategia. Una vez tengamos
definida la estrategia, planificaremos las acciones de difusión online y offline, y una vez hayamos pasado a
la acción será necesario medir, analizar, los resultados de interacción. De este modo, podremos valorar si
la estrategia es la adecuada o si tenemos que modificar las acciones para alcanzar los objetivos.
Queremos poner de manifiesto que, pese a haber hablado continuamente de la figura del artista, todo lo
expuesto en este artículo es extrapolable al resto de profesionales del mundo de la cultura.
Para terminar, queremos recordar que el año 2016 ha sido un año en el que el personal branding ha adqui-
rido mucho impulso y de cara al 2017 se prevé que muchas empresas y organizaciones implementen esta
estrategia entre sus equipos, para hacer más fuerte la marca de la propia compañía. Es el momento de la
humanización de las marcas, porque las personas creen en las personas… y el motor de las empresas son,
precisamente, las personas. Nos encontramos ante un cambio de paradigma que hace nacer nuevos con-
ceptos como por ejemplo el employee advocacy, el social selling, el employer branding y otros interesantes
de explorar, que conducen siempre a los mismos fundamentos: el personal branding de los colaboradores.
Bibliografía
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Alienta.
Arqués, Neus (2012). Y tú, ¿qué marca eres?: 14 claves para gestionar tu reputación personal. Ed. Alienta
Peñarroya, Montserrat; Casas, Helena (2014). Com ser dels primers a Google sense pagar. Posicionament
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