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FILOSOFIA DEL

DERECHO
TEMA:

IUSNATURALSIMO Y POSITIVISMO JURIDICO

ASESOR DEL CURSO:

Dra. Rina Álvarez Becerra

ELABORADO POR:

VALENZUELA ZIRENA, Bruno Edison


CHIRI ZEGARRA, Kymberly Yazmin
DELGADO CRUZ, Sergio
RAMIREZ, Stephanie
CALIZAYA CARITA, Karen Jackeline

CICLO:

Noveno ciclo

TACNA –PERÚ
2019

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DEDICATORIA

A nuestros familiares los cuales nos han brindado sabiduría


y comprensión para la realización de este trabajo.

2
CAPITULO II: IUS POSITIVISMO

INTRODUCCION
El antagonismo entre la doctrina del derecho natural y el positivismo jurídico, imperante
en todo tiempo en la Filosofía del Derecho, es un caso especial del antagonismo más
general, existente dentro de la filosofía, entre la especulación metafísica y el positivismo
empírico – científico. Este último, en oposición consciente a aquella, limita el objeto del
conocimiento a lo dado en la experiencia externa e interna, y en ese sentido, a lo real o
idealmente existente, como lo único cognoscible. Porque la doctrina del derecho natural
es una “metafísica del derecho”, mientras que el positivismo jurídico solo admite un
saber del derecho cuyo objeto es el derecho “positivo”, esto es, el derecho creado
mediante actos de voluntad de los hombres, mediante la legislación y la costumbre.

A lo largo de la historia ha habido un debate sobre la construcción y fundamentación de


los derechos humanos entre dos corrientes de pensamiento: el iusnaturalismo y el
positivismo.

El positivismo afirma que sólo es derecho aquello que está escrito en un ordenamiento
jurídico. Por lo tanto, la única fuente del derecho, el único origen de la norma, se
fundamenta en el hecho de que está por escrito y vigente en un país, en un
determinado momento histórico. Es lo que se conoce como la ley positiva.

En cambio, el iusnaturalismo sostiene que el origen de los derechos humanos no reside


en la ley positiva, sino que parte de la naturaleza propia del ser humano, una naturaleza
que es superior y precedente a cualquier ley positiva. Una definición clásica de
iusnaturalismo es la siguiente: el derecho natural es aquel que la naturaleza da a los
seres humanos por el simple hecho de serlo. En el caso de las tradiciones religiosas,
los derechos naturales son una de las características con las que Dios dota a los seres
humanos.

Hay que añadir, no obstante, que no existe un único tipo de iusnaturalismo ni de


positivismo: hablar de positivismo y iusnaturalismo sin mencionar las distintas corrientes

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dentro de cada una de las dos tendencias, el desarrollo o evolución de estas posturas a
lo largo de la historia, así como de los intentos de síntesis de algunas propuestas,
implica una simplificación excesiva, pero que aquí es inevitable por razones de espacio.

I.DESARROLLO DEL TEMA


1. DEFINICION:

El iuspositivismo o positivismo jurídico es una corriente de pensamiento jurídico,


cuya principal tesis es la separación conceptual de moral y derecho, lo que supone un
rechazo a una vinculación lógica o necesaria entre ambos. A la vez, el iuspositivismo
define las instituciones jurídicas como un tipo particular de instituciones sociales.
Considera el conjunto de normas válidas evitando cualquier tipo de interpretación moral
o de valores. La disciplina que lo estudia es la teoria del derecho, que se encarga de la
dimensión normativa dentro del tridimensionalismo jurídico (norma, hecho y valor). Le
da igual lo justo o injusto de la aplicación de una norma: el jurista simplemente se limita
a acatar lo dictado por ella misma.
No existe una definición universalmente aceptada de iuspositivismo. Sin embargo, sus
diferentes versiones tienen en común un planteamiento antimetafísico, defendiendo que
el objeto de estudio de la ciencia jurídica es, exclusivamente, el derecho positivo, y que
éste tiene, en su origen y desarrollo, una relación directa con determinados fenómenos
sociales.
En alguna de sus versiones, el positivismo jurídico plantea que el derecho es un
conjunto de normas dictadas por los seres humanos (por el soberano), a través
del Estado, mediante un procedimiento formalmente válido, con la intención o voluntad
de someter la conducta humana al orden disciplinario por el acatamiento de esas
normas.
Una ley puede ser justa o injusta, aunque lo deseable sea lo primero. Pero una ley
inmoral no deja por ello de ser ley.

El iuspositivismo es tan antiguo como el derecho mismo, aunque alcanzó su mayor


desarrollo teórico a partir de los escritos de los filósofos ingleses Thomas Hobbes (autor
de la obra Leviatán) y Jeremy Bentham (fundador de la doctrina utilitarista). Sin
embargo, el verdadero pilar del iuspositivismo es el jurista austríaco Hans Kelsen, autor
de Teoría pura del Derecho.

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2. MAYORES EXPONENTES DEL IUSPOSITIVISMO

Son considerados comúnmente en algún sentido, o en más de algún sentido,


"positivistas" a:

 Hans Kelsen,
 Alf Ross,
 Norberto Bobbio y
 Herbert Hart.

1. En consecuencia, Kelsen dice que "positivismo jurídico" es el nombre que damos a


la teoría jurídica que concibe únicamente como "derecho" al derecho positivo, esto
es, al derecho producido por actos de voluntad del hombre.

Para este autor, dos son las consecuencias del positivismo jurídico:

a) La distinción entre el derecho y la moral, como dos órdenes sociales diferentes, y
la distinción consiguiente entre derecho y justicia por entender que la justicia es
el modo como la moral se proyecta en el campo del derecho; y

b) La idea de que todo derecho estatuido por quienes se hallan autorizados para
producir normas jurídicas debe corresponder a la exigencia política y jurídica de
la previsibilidad de la decisión jurídica y a la exigencia de la seguridad jurídica.

2. Por su parte Norberto Bobbio distingue tres aspectos del positivismo jurídico:
El primer aspecto o modalidad del positivismo jurídico, el autor italiano lo llama
"positivismo jurídico metodológico", porque consiste únicamente en un método de
identificación y descripción de lo que se encuentra establecido como derecho. Lo
llama También "positivismo jurídico en sentido estricto".

Desde este primer punto de vista, en consecuencia, positivista es todo aquel que
adopta frente al derecho una actitud éticamente neutral, esto es, que acepta
como criterio para distinguir una norma jurídica de uno que no lo es
ciertos datos verificables objetivamente y no la mayor o menor correspondencia
con un determinado sistema de valores.

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En segundo término, Bobbio identifica un positivismo jurídico como teoría del
derecho positivo, que vincula la existencia del derecho a la formación del Estado
y que entiende que todo derecho es producto de la actividad del Estado.
En esta segunda modalidad, el positivismo jurídico es algo más que un método y
se caracteriza por la idea de la supremacía del derecho producido por el
Estado y por la idea de que las leyes tienen mayor valor como fuentes de
derecho.

Por último el positivismo jurídico – según Bobbio - existe también como una
determinada ideología, que como tal, enarbola una o ambas afirmaciones que
siguen, (a) que todo derecho positivo es justo por el solo hecho de ser derecho
positivo, sin importar su contenido, esto es al margen de su mayor o menor
justicia de acuerdo con el sistema moral con que se lo enjuicie, es siempre un
instrumento idóneo para obtener ciertos fines como el orden, la paz y la
seguridad jurídica.

3. En cuanto a Alf Ross, este distingue seis tesis centrales o principales del


positivismo jurídico, a saber:

a) Según el jurista escandinavo, no existe conexión necesaria entre el derecho que


es y el derecho que deba ser. Esto quiere decir que afirmar que algún derecho es
no significa sostener que ese mismo derecho debe ser, y que postular que un
derecho deba ser no significa afirmar que lo sea realmente;
b) La distinción entre derecho y moral, o sea, la distinción entre dos modos distintos
de hablar acerca del derecho: el derecho que es el derecho que debe ser.
c) La concepción imperativista de las normas jurídicas, o sea, la convicción de que
las normas jurídicas consisten en órdenes impartidas por unos seres humanos
(en sentido amplio, los legisladores a otros seres humanos(súbditos);
d) La idea de que el derecho es un conjunto de normas que se aplican por medio
de la fuerza:
e) La concepción mecanicista de la función judicial y la idea de que los jueces
aplican derecho, pero no crean derecho;
f) La idea de que todo ordenamiento jurídico debe ser obedecido y
g) La negación de la existencia del derecho natural como un derecho anterior y
superior al derecho positivo.

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4. En cuanto a Hart, el jurista de Oxford sostiene que es útil identificar cinco
significados diferentes de "positivismo jurídico":
a. La idea de que las normas jurídicas son órdenes o mandatos;
b. La idea de que no existe conexión necesaria entre derecho y moral, o sea, entre
el derecho que es y el derecho que debe ser;
c. La idea de que el análisis de los conceptos jurídicos es algo que vale la pena, y
que este análisis no debe de ser confundido con las investigaciones históricas
acerca del origen de las normas, con las investigaciones sociológicas sobre la
relación entre el derecho y otros fenómenos sociales, ni con las investigaciones
estimativas que llevan a cabo una evaluación y crítica del derecho;
d. La idea de que el derecho es un sistema cerrado de normas en el que las
decisiones de los jueces pueden ser deducidas, por medios lógicos, de normas
generales de la legislación; y
e. La idea de que los juicios morales, o juicios de valor no pueden ser demostrados
racionalmente.

3. ANTECEDENTES DEL POSITIVISMO JURIDICO:

A través de la historia esta corriente ha tenido distintas variaciones, entre las cuales se
encuentran:

a) Los alemanes en el siglo XIX que lo denominaban derecho positivo por posición (por
los legisladores) en oposición al derecho natural;

b) En el sentido de la Filosofía positiva por el francés Augusto Comte (la actitud


científica es incompatible con las actividades metafísicas y aprioristas concretándose a
la experiencia sensible).

Un antecedente sumamente primitivo del positivismo jurídico lo encontramos al inicio


de la República de Platón cuando el dialoguista Trasímaco señala:

“Y así, cada gobierno establece las leyes según su conveniencia: la democracia, leyes
democráticas; la tiranía, leyes tiránicas, y del mismo modo los demás. Al establecerlas,
muestran los que mandan que es justo para los gobernados, lo que a ellos conviene, y
al que se sale de esto lo castigan como violador de las leyes y de la justicia. Tal es, mi
buen amigo, lo que digo es que en todas las ciudades es idénticamente justo: lo
conveniente para el gobierno constituido. Y éste es, según creo, el que tiene el poder;
de modo que, para todo hombre que discurre bien, lo justo es lo mismo en todas partes:

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la conveniencia del más fuerte”. Bien podríamos considerar el resto del libro una
respuesta a este argumento.

4. ASPECTOS FUNDAMENTALES DEL IUSPOSITIVISMO

El iuspositivismo parte del supuesto de que el derecho no es más que la expresión


positiva de un conjunto de normas dictadas por el poder soberano. Estas normas, que
constituyen el derecho positivo, son válidas por el simple hecho de que emanan del
soberano, no por su eventual correspondencia con un orden justo, trascendental, como
pretendía el iusnaturalismo. Según García Maynez "el derecho positivo, por el simple
hecho de su positividad, esto es, de emanar de una voluntad soberana, es justo"
(García Maynez, 1968: 12). Dicho en otras palabras, para el iuspositivismo las normas
que emanan de un Estado fundan su validez en este hecho y no en valores éticos
trascendentales o en fines "socialmente valiosos" que supuestamente deben perseguir
las normas (como podría ser el bien común, por ejemplo).

El iuspositivismo (o positivismo jurídico) se considera una doctrina libre de valores que


establece lo justo y lo injusto con base, única y exclusivamente, en los dictados del
poder soberano, y no en un derecho que se pretende superior por fundarse
supuestamente en la naturaleza, en la razón, o en Dios. Para el positivismo jurídico, el
derecho (que no es otro más que el derecho positivo) no persigue ningún fin inmanente
y, por ende, ni se refiere ni está sujeto a ningún contenido preestablecido. El derecho
emana de un procedimiento formal. Más aún, el derecho está históricamente
determinado por el tiempo y el espacio de cada formación estatal, o sea, es
contingente. Por eso desde esta perspectiva resulta inconsistente tratar de otorgar
validez universal a un conjunto particular de normas por el solo hecho de que se
pretenden universalmentevalidadas por la naturaleza, la razón o Dios. En palabras de
García Maynez, el iuspositivismo,

No incluye en la definición del derecho cuestiones de tipo teleológico, como la de que


éste, para ser tal, deba realizar la justicia, la libertad o el bien común. Precisamente por
ello no escatima el calificativo de jurídicos a preceptos que habiendo sido creados por
órganos competentes, en la forma legalmente prescrita, no realizan, empero, tales o
cuales ideales de justicia, de libertad o de común beneficio. (García Maynez, 1968: 10)

El derecho positivo funda su validez únicamente en las reglas y procedimientos


establecidos por el Estado. Por eso para el iuspositivismo, el derecho positivo
es formal, porque no se define ni por las acciones que regula, ni por el contenido de tal
regulación, ni por los fines que esta acción persigue; se define únicamente con relación

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a la autoridad que establece las normas, o sea, con respecto al poder soberano. En
pocas palabras, para el iuspositivismo, detrás de la ley no hay nada más que la
voluntad soberana: autoritas non veritas facit legem.

Por esta razón, se dice que otra de las características básicas del iuspositivismo
(además del formalismo) es el imperativismo. Para el positivismo jurídico, el derecho es
el conjunto de normas con las que el soberano ordena o prohíbe determinados
comportamientos a sus súbditos; es un mandato. Ello explicaría (quizá de manera más
contundente que como lo hace el iusnaturalismo) por qué todos los individuos acatan
los dictados del derecho positivo: saben que, de no hacerlo, tendrían que enfrentarse a
la pena y a la coacción que impone el Estado (monopolio de la violencia), bajo el
amparo del derecho (fuente de su legitimidad), a quienes cometen actos ilícitos. No es
el temor a un castigo divino ni a un reproche moral lo que condiciona y obliga la
conducta de los individuos; es el temor al uso de la fuerza en su contra, lo que les
motiva a respetar la ley (Ellsheid, 1992: 145).

Ahora bien, para muchos juristas el iuspositivismo tiene más ventajas explicativas que
el iusnaturalismo. Apelar a un orden natural y trascendente, como justificación última de
la validez de las leyes civiles, es metafísicamente más difícil que reconocer la validez de
las mismas únicamente por la fuente de su poder. Para los iuspositivistas, el motivo por
el cual los sujetos evitan cometer actos ilícitos no es el temor al hipotético castigo que
pudiera infligirles una supuesta "voluntad divina", "moral" o "racional" (que, en última
instancia, no es más que un asunto del fuero interno), sino el temor al castigo, al que
podría condenarles efectivamente el Estado.

Por ello, aunque es cierto que el enunciado positivista "detrás de la ley sólo está el
poder" puede dar origen y justificación a regímenes autoritarios, también es cierto que
la pretendida inocencia de apelar a un orden trascendente puede derivar, asimismo, en
un régimen autoritario (aunque éste justifique su poder mediante criterios y argumentos
supuestamente universales y trascendentales).

5. ESCUELAS IUSPOSITIVISTAS:

a. En Alemania:

Durante la primera mitad del siglo XIX se desarrollan en Alemania diferentes escuelas
doctrinales, que se definen por estudiar el derecho como objeto propio y autónomo de
conocimiento. En un primer momento, la Escuela Histórica (Savigny, Hugo) resaltó el

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carácter histórico de los sistemas jurídicos positivos, su arraigo en unos territorios, en
unas sociedades y en unas coyunturas concretas. No existe un derecho intemporal
válido para todos, cada comunidad crea su propio derecho.

El desarrollo dogmático de este enfoque, profundizando en el análisis de las normas


jurídicas y de sus relaciones lógicas, conduce a la Jurisprudencia Conceptual. Su
objetivo es la construcción de un sistema completo y riguroso de conceptos jurídicos de
carácter formal. El derecho se identifica con un sistema conceptual obtenido mediante
una metodología extremadamente rigurosa y formalista.

En la segunda mitad del siglo XIX la reacción contra los excesos del formalismo está
encabezada por Ihering, el autor más significativo del periodo, que había sido, a su vez,
una destacada representante de la Jurisprudencia Conceptual. La nueva Jurisprudencia
de Intereses (o Jurisprudencia finalista) insistirá en que el derecho existe para
garantizar y proteger intereses humanos, expectativas vitales, y para realizar
determinados fines socialmente deseables. El derecho no es un sistema lógico, sino un
cuerpo vivo. Y la interpretación de las normas deberá hacerse siempre atendiendo a
esos fines sociales.

b. En Francia

En 1804 entra en vigor el Código Civil de Napoleón en Francia. Se trata del primer
código en sentido moderno, un cuerpo de normas expresamente elaboradas y
organizadas sistemáticamente, en un solo momento, que reemplaza a todas las
anteriores. Este suceso tuvo una amplia repercusión y ejerció gran influencia en el
desarrollo del pensamiento jurídico. A partir de entonces el derecho positivo no era un
conjunto desordenado de normas surgidas a lo largo de la historia, que se acumulaban
unas detrás de otras, sino un ordenamiento estructurado de una sola vez, como
resultado de la ciencia jurídica del momento.

La corriente metodológica dominante en Francia, durante las siguientes décadas, fue la


Escuela de la Exégesis, que ejerce su influjo casi hasta final de siglo. Sus rasgos son
los siguientes: 1º respeto al texto literal de las normas; 2º predominio de la intención del
legislador a la hora de interpretar las leyes; 3º prioridad del derecho estatal sobre otras
fuentes; 4º respeto del precedente y del principio de autoridad.

Para la Escuela de la Exégesis, la tarea del juez es una labor casi mecánica de
aplicación-repetición de la norma a casos concretos, por un procedimiento lógico-
deductivo (teoría de la subsunción). Los jueces no pueden crear derecho, ni siquiera
pueden hacer una interpretación extensiva de la ley. La metodología de la Exégesis
recibió diversas críticas, siendo la más conocida la de F. Gény.

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c. En Inglaterra

Los más importantes teóricos del derecho del siglo XIX inglés son Jeremy Bentham y
John Austin. Con ellos se inicia una corriente de pensamiento (jurisprudencia analítica)
que fue predominante en Gran Bretaña hasta mediados del siglo XX.

Para Bentham y Austin, el derecho es un instrumento creado por los seres humanos
para conseguir ciertos fines. El derecho es un conjunto de imperativos promulgados por
la autoridad soberana. John Austin definió un sistema jurídico como aquel que está
sometido a una autoridad soberana, y la validez de las leyes como su imposición formal
por esta autoridad a través de sus agentes.

6. CLASES DE IUSPOSITIVISMO

Ideológico: "El Derecho es el Derecho y hay que cumplirlo". El Derecho debe ser
obedecido. El derecho es razón suficiente para actuar con toda justificación moral. En
esta acepción, el iuspositivismo es una concepción de la justicia, una ideología relativa
a los valores que deben orientar nuestro comportamiento. No tiene ninguna relación
lógica con las restantes acepciones del iuspositivismo, y está ampliamente
desacreditada en la actualidad.

Formalismo: El Derecho legislado es un sistema lógico, y goza de la propiedad de la


plenitud hermética, no tiene lagunas. La única interpretación válida del texto legal será
la literal. El Derecho es un sistema cerrado, sin contradicciones internas ni lagunas. La
interpretación y aplicación textual de la ley es la única aceptable.

Imperativismo: Para el imperativismo la norma válida se identifica con un mandato del


soberano respaldado por el hecho de una habitual obediencia. El Derecho es un
sistema de normas que reglamentan el uso de la fuerza, y que están respaldadas por la
coacción. Para esta postura la ley es la fuente de derecho predominante, en cuanto
expresa la soberanía del Estado, una decisión o un proceso de decisiones provisto de
autoridad.

Metodológico o conceptual: Defendido, por ejemplo, por Hart en su libro The Concept
of Law (1961) y posteriormente por Joseph Raz y por Carlos Santiago Nino en su
Introducción al análisis del Derecho, es la tesis de que el Derecho se encuentra
conceptualmente separado de la moral, por lo que puede ser identificado, definido y
analizado sin hacer referencia a valores morales. Todo derecho positivo es verdadero
derecho, pero puede haber Derechos tanto justos como injustos. Afirmar que una ley es
válida no es decir nada sobre su calidad moral.

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Lógico: Definido por Hans Kelsen, uno de los máximos exponentes del Positivismo
Jurídico, afirma que la ciencia jurídica al ocuparse de lo mandado jurídicamente es una
ciencia normativa, la cual para mantenerse dentro de los límites científicos aspira a
librar a la ciencia jurídica de elementos extraños, de juicios que no sean normativos.
Para Kelsen, la ciencia jurídica no describe la realidad, no formula juicios de hecho, no
es empírica, puesto que su objeto son enunciados de "deber ser".

7. DIFERENCIAS ENTRE MORAL Y DERECHO SEGÚN EL IUSPOSITIVISMO

La mayoría de los autores que aceptan la separación conceptual entre el derecho y la


moral consideran que mientras el derecho es bilateral, la moral concierne a cada
individuo (es unilateral); el derecho se ocupa fundamentalmente de las conductas
externas de los individuos, en tanto que a la moral le interesan también las intenciones
(exterioridad versus interioridad). En tercer lugar, mientras que no se puede obligar a
cumplir con la moral, el Estado puede hacer cumplir el derecho (incoercibilidad contra
coercibilidad). Finalmente, la moral suele referirse a la conducta autónoma de los
sujetos mientras que el derecho se impone a ellos (autonomía versus heteronomía).

Siguiendo el ejemplo de Tomasio y Kant, se ha señalado que el derecho y la moral se


diferencian por la distinta materia regulada, es decir, porque, mientras que la moral
regula solamente las conductas internas, las normas jurídicas se circunscriben a la
regulación de las conductas externas de los hombres. Parece inevitable precisar que la
moral regula absolutamente todo el comportamiento humano, pero desde el punto de
vista de la interioridad, de la intencionalidad. Por otro lado, el derecho se preocupa
fundamentalmente de las implicaciones externas de la conducta, ya que trata de
garantizar la paz y seguridad de la vida social. En esta medida, regula prioritariamente
las conductas externas (aunque no todas) y sólo toma en consideración la interioridad o
intencionalidad en cuanto que esa dimensión llega a manifestarse en la conducta
exterior, haciéndose captable y mensurable.

Según este criterio de distinción, moral y derecho se diferencian porque, mientras que
las normas morales son subjetivas y unilaterales, las normas jurídicas son objetivas y
bilaterales. La moral es subjetiva por cuanto se refiere al sujeto en sí mismo, es decir,
regula su conducta en atención a su propio interés sin que la estructura de la propia
norma incluya ningún comportamiento de ningún otro sujeto. Y, al mismo tiempo, la

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moral es unilateral porque, frente al sujeto a quién obliga, no sitúa a ninguna otra
persona que esté legitimada por la misma norma moral para exigirle el cumplimiento de
ese deber. En cambio, el derecho es objetivo (o transubjetivo), por cuanto regula la
conducta relativa o relacional de los hombres, valorando esa conducta en referencia a
la vida social, no en atención al interés del sujeto obligado. Por eso, establece límites
precisos y externamente verificables: la medida del deber que impone está en la
posibilidad jurídica (derecho subjetivo) que otro sujeto diferente tiene de intentar
eficazmente que ese deber sea cumplido. El derecho es también esencialmente
bilateral o bidireccional, puesto que las normas jurídicas, asignan al mismo tiempo la
obligación de un sujeto y la correlativa pretensión o exigencia del otro. Es decir,
atribuyen posibilidades socialmente eficaces de exigir el cumplimiento de los deberes
que imponen. Así, frente al deber jurídico, existe siempre un derecho subjetivo
correlativo.

En aplicación de este criterio, se ha venido proclamando tradicionalmente que la


distinción entre moral y derecho deriva del carácter autónomo de la primera y del
carácter heterónomo del segundo. La moral es constitutivamente autónoma porque el
sujeto, para obrar moralmente, ha de actuar según el principio de su propia
racionalidad. Así, el sujeto cuando se somete a la ley moral, lo hace por coincidencia de
ésta con la dimensión inteligible de sí mismo. Y, en esa medida, se somete a su propia
ley. El derecho es, en cambio, heterónomo, puesto que los sujetos tienen el deber de
someterse a las normas jurídicas, no por coincidencia de esas normas con su propia ley
de racionalidad, sino porque hay un legislador diferente de ellos mismos que tiene la
capacidad de imponerles el cumplimiento de tales normas. Parece evidente, que, desde
el punto de vista del sujeto individual obligado, moral y derecho son igual o
paralelamente heterónomos, por lo que la diferencia entre ambas normatividades ha de
quedar reducida al modo de imponerse. Las normas morales se constituyen en tales
para el individuo a través del asentimiento o reconocimiento de éste. Una norma moral
es y opera como tal norma, es decir, obliga al sujeto, en tanto en cuanto el sujeto le
reconoce la virtualidad de obligar. Cualquier norma moral dejaría de ser
verdaderamente moral si el sujeto, al cumplirla, no la acepta como norma para sí
mismo, es decir, si no la reconoce en su conciencia como norma que debe cumplir. Por
el contrario, las normas jurídicas se constituyen en tales para el individuo con
independencia del asentimiento o reconocimiento de éste. La obligación jurídica es
establecida por el derecho de manera pura y exclusivamente objetiva, es decir, con total
independencia de lo que piense o sienta el sujeto en su interior.

Se ha señalado también que moral y derecho se distinguen por la diferente vinculación


que tiene con la posibilidad de recurrir a la coacción para conseguir el cumplimiento de
las conductas que imponen. Las normas morales se caracterizan por establecer unos

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deberes cuyo cumplimiento es incompatible con cualquier tipo de realización forzada,
mientras que en el derecho la posibilidad de que el cumplimiento sea impuesto por la
fuerza es consubstancial. Así pues, frente a la natural coercibilidad del derecho
(posibilidad del recurso a la imposición forzada), se destaca, como signo diferenciador
definitivo, la también natural no-coercibilidad de la moral. En el derecho la posibilidad
del recurso a la imposición forzada forma parte de su estructura.

El fin que se propone el derecho de manera inmediata y directa es conseguir el


mantenimiento y el adecuado desarrollo de la vida social. Por tanto, el derecho ha de
regular todas aquellas manifestaciones de la vida comunitaria que interfieran de manera
suficientemente importante en el mantenimiento o ruptura de la convivencia social y ha
de regularlas con las máximas garantías posibles. En cambio, la moral, si bien
contribuye también a que la convivencia social se realice de una manera pacífica y
ordenada, tiene como misión la consecución de la perfección o plenitud vital del
individuo. La moral responde a la necesidad (psicológica) que siente el individuo de
estar en paz consigo mismo, esto es, con su propia conciencia, mediante la fidelidad o
sometimiento interior voluntario a las directrices de la ley moral. El derecho contempla
las acciones humanas desde un punto de vista social atendiendo a las consecuencias
que esas acciones van a tener para la vida del grupo. Por el contrario, la moral
contempla la conducta humana desde el punto de vista subjetivo de la actitud o
disposición anímica en que está y con la que actúa el destinatario de la norma.

8. CONTRARIEDADES Y VISIONES DEL POSITIVISMO JURIDICO:

Dentro de la corriente del positivismo jurídico, la visión que cobró más perdurabilidad en
el tiempo ha sido la que se denomina como positivismo analítico, o más sencillamente
concepción analítica del derecho.

La filosofía analitíca se caracteriza por la primacía otorgada al estudio del lenguaje


como "lugar" filosófico, por el uso de métodos de carácter analítico-descompositivo en
el estudio de ese lenguaje; y por su concentración en las problemáticas lógicas,
metaéticas y de la acción humana, con la consiguiente preterición del resto de los
temas de la filosofía práctica, en especial de los ético-normativos.

En la actualidad muchos filósofos y juristas dicen que el positivismo jurídico se


encuentra en crisis, debido al redescubrimiento de la eticidad del derecho, sin embargo,
esto no significa que la corriente predominante en la filosofía jurídica actual sea el
iusnaturalismo clásico; es más, ni siquiera que se considere a sí misma como
propiamente iusnaturalista. La crisis terminal del positivismo jurídico es motivada
principalmente por su incapacidad para dar respuestas aceptables a los más exigentes
problemas ético-jurídicos de la sociedad. A pesar de esto, se observa una importante

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tendencia, entre pensadores no-positivistas o antipositivistas que afirman que es
necesaria la búsqueda de una nueva vía que, sin recaer en el temido iusnaturalismo,
provea al derecho de ciertos elementos que aparecen como racionalmente
indispensables: ante todo, de una justificación racional de la obligación jurídica, más
allá del mero factum del poder coactivo, sea éste estatal o social; y en segundo lugar,
de una instancia de apelación ética, desde la cual sea posible juzgar crítica o
valorativamente los contenidos del derecho positivo.

Uno de los grandes detractores del positivismo jurídico en la actualidad es el


controversial filósofo y físico argentino Mario Bunge, quien señala al positivismo jurídico
como el agente del subdesarrollo de los países latinoamericanos. Destaca en su crítica
que esta fue la doctrina jurídica del régimen nacional-socialista alemán y de la Unión
Soviética, además de la supuesta amoralidad de la ley.

9. DIFERENCIAS ENTRE IUSNATURALISMO Y POSITIVISMO

10. CONCLUSIONES

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 Doctrina que defiende la existencia de derechos naturales inalienables (como el
derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad) que son anteriores a las normas
jurídicas positivas (las establecidas por los seres humanos) y a las que éstas
deben someterse, sirviéndoles de fundamento y de modelo.
 El positivo niega la relación estrecha entre el derecho y la moral
 El positivismo Jurídico, esta concepción del derecho está integrada por aquellos
que defienden la preeminencia de la ley como fuente del derecho. Se debe
entender por derecho el conjunto de normas que emanan del poder estatal.
 El Iuspositivismo, permite la construcción de un derecho válido en sí mismo.
 Influye y coadyuva en la determinación de la existencia de un ordenamiento
jurídico coherente y válido siendo el inconveniente que se tenga al derecho
únicamente como forma o solamente normativo, sin considerar la realidad social
que hace al derecho cambiante.

11. BIBLIOGRAFIA

file:///C:/Users/DELL/Downloads/Dialnet-
SobreElIuspositivismoYLosCriteriosDeValidezJuridic-3134467.pdf

https://www.monografias.com/trabajos91/filosofia-del-derecho-iusnaturalismo-y-
iuspositivismo/filosofia-del-derecho-iusnaturalismo-y-iuspositivismo.shtml

https://www.academia.edu/8871611/IUSPOSITIVISMO

http://www.rabbibaldicabanillas.com/investigaciones/teoria-y-filosofia-del-
derecho/estudios-sobre-la-polemica-iusnaturalismo-iuspositivismo/

https://www.researchgate.net/project/IUSNATURALISMO-VS-IUSPOSITIVISMO

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