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26 de noviembre de 2019
Natalia Soto (201715108) y Daniela Rojas Dáger (201731031)
La interrupción y suspensión de procesos son medidas que permiten el ejercicio del derecho sustancial
y surgen como garantía de los derechos de los participantes de un proceso legal y de principios
rectores del ámbito judicial. Así pues, estas figuras procesales buscan proteger el derecho de las partes
al debido proceso y a la seguridad jurídica, pues, delimitan las oportunidades y etapas del proceso
según las formalidades que le corresponden a cada controversia y, así mismo, otorgan certeza a los
participantes del proceso permitiendo que se “consoliden a quienes acuden a la jurisdicción las
situaciones jurídicas esperadas” (Aragón, 2017, p.33). Igualmente, estas figuras tienen como
propósito desarrollar el principio de continuidad y perentoriedad que rige los procesos judiciales, el
cual abarca “la obligación que tiene la rama judicial de prestar el servicio de justicia de forma
permanente y regular, sin interrupciones en el tiempo, ni en el espacio, salvo las excepciones que
establezca la ley” (Corte Constitucional, Sentencia T-1165/03). Es por esto que el capítulo V del
Código General del Proceso establece propiamente la regulación en materia de interrupción y
suspensión de procesos, pues en concordancia con los principios y derechos expuestos se considera
menester detener el curso del proceso en ciertas circunstancias, pero sólo aquellos que debidamente
dicta la ley.
Si bien tanto la interrupción como la suspensión son figuras que tienen como efecto principal detener
los términos del proceso, guardan ciertas diferencias en cuanto a sus causales y propósito dentro del
litigio. La interrupción, por su parte, tiene como objetivo el derecho de defensa de las partes y en este
sentido sus causales tienen que ver específicamente con la titularidad del derecho sustancial que se
ostenta. Por otra parte, la suspensión busca detener el proceso para que las partes tomen decisiones
importantes respecto de este, es decir, se relaciona con “la facultad de ejercicio del derecho de acción
para reclamar ese derecho que se ostenta” (Aragón, 2017, p.36).
Para desarrollar lo anterior, a continuación se expondrán las disposiciones más relevantes que
consagra el Código General del Proceso en materia de interrupción y suspensión de procesos:
1. Interrupción:
El artículo 159 del Código General del Proceso el proceso o la actuación posterior a la sentencia se
interrumpe si se configura alguna de las siguientes causales:
a) Por muerte, enfermedad grave o privación de la libertad de la parte que no haya estado
actuando por conducto de apoderado judicial, representante o curador ad lítem.
b) Por muerte, enfermedad grave o privación de la libertad del apoderado judicial de alguna de
las partes, o por inhabilidad, exclusión o suspensión en el ejercicio de la profesión de
abogado. Cuando la parte tenga varios apoderados para el mismo proceso, la interrupción sólo
se producirá si el motivo afecta a todos los apoderados constituidos.
c) Por muerte, enfermedad grave o privación de la libertad del representante o curador ad lítem
que esté actuando en el proceso y que carezca de apoderado judicial.
Por otro lado, la interrupción se produce a partir del hecho que la origine, pero si este sucede estando
el expediente al despacho, surtirá efectos a partir de la notificación de la providencia que se pronuncie
seguidamente. Durante la interrupción no correrán los términos y no podrá ejecutarse ningún acto
procesal, con excepción de las medidas urgentes y de aseguramiento (Chavarro, 2014, p. 97). Ahora
bien, inmediatamente después de que el juez tenga conocimiento del hecho que origina la
Procedimientos
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Natalia Soto (201715108) y Daniela Rojas Dáger (201731031)
interrupción, ordenará notificar por aviso al cónyuge o compañero permanente, a los herederos, al
albacea con tenencia de bienes, al curador de la herencia yacente o a la parte cuyo apoderado falleció
o fue excluido o suspendido del ejercicio de la profesión, privado de la libertad o inhabilitado, según
fuere el caso. Una vez notificados, los citados deberán comparecer al proceso dentro de los (5) días
siguientes a dicha notificación. Así pues, cuando transcurran los (5) días, o antes en caso de que
concurran o designen nuevo apoderado, el proceso se reanuda. Cabe destacar que quien pretenda
apersonarse de un proceso interrumpido, deberá las pruebas que demuestren su derecho a hacerlo
(Ibídem).
2. Suspensión:
Según el artículo 161 del Código General del Proceso, el juez, a solicitud de parte, formulada antes de
la sentencia, podrá declarar la suspensión de un proceso siempre y cuando se configure una de las
siguientes causales:
a) Cuando la sentencia que deba dictarse dependa necesariamente de lo que se decida en otro
proceso judicial que verse sobre cuestión que sea imposible de ventilar en aquel como
excepción o mediante demanda de reconvención. El proceso ejecutivo no se suspenderá
porque exista un proceso declarativo iniciado antes o después de aquel, que verse sobre la
validez o la autenticidad del título ejecutivo, si en este es procedente alegar los mismos
hechos como excepción.
Esta causal de suspensión solo se decretará mediante la prueba de la existencia del proceso
que la determina y una vez que el proceso que debe suspenderse se encuentre en estado de
dictar sentencia de segunda o de única instancia.
b) Cuando las partes la pidan de común acuerdo, por tiempo determinado. La presentación
verbal o escrita de la solicitud suspende inmediatamente el proceso, salvo que las partes
hayan convenido otra cosa.
c) El artículo 163 del CGP habla de una causal de suspensión adicional: secuestro del ejecutado.
Es importante poner de presente que si la suspensión recae solamente sobre uno de los procesos
acumulados, aquél será excluido de la acumulación para continuar el trámite de los demás. También
se suspenderá el trámite principal del proceso en los demás casos previstos en este código o en
disposiciones especiales, sin necesidad de decreto del juez. Por otro lado, según el artículo 162 del
mismo Código, le corresponde al juez que conoce del proceso resolver la procedencia de la
suspensión. La suspensión del proceso producirá los mismos efectos de la interrupción a partir de la
ejecutoria del auto que la decrete. Adicionalmente, el curso de los incidentes no se afectará si la
suspensión recae únicamente sobre el trámite principal.
Bibliografía:
Código General del Proceso [Código]. (2012). 43a Edición. Recuperado de:
http://www.secretariasenado.gov.co/senado/basedoc/ley_1564_2012.html