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Se dice que en Ocaña (Norte de Santander), Colombia, había un caballero llamado Antón

García de Bonilla, que era dueño de haciendas y muchos esclavos. Le gustaban mucho los
caballos y todas las noches se oía merodear al negro potro de don Antón en las calles
oscuras de Ocaña. Cuentan que un día sus hijas y sobrinas se enfermaron y él le hizo una
promesa a Santa Rita de Casia, la patrona de los imposibles, por la salud de sus amadas.
Como resultado de la promesa, las muchachas sanaron, pero el alcalde olvidó aquella
afanosa promesa.

Cuando llegó el día de su muerte, San Pedro le ordenó a don Antón ir todas las noches a
visitar el santuario de Santa Rita, hasta la consumación de los siglos. Por eso dicen las
personas, que por las noches en Ocaña se ve un caballo negro con sombrero sobre una
mula negra, que asusta a los serenateros. Dice la gente que alguna vez han visto su
calavera con un cigarrillo encendido, causando espanto y pavor. Tanto era el terror que
causaba, que sus familiares quitaron el retrato de don Antón que se encontraba en la
capilla y lo quemaro
Se dice que en Ocaña (Norte de Santander), Colombia, había un caballero llamado Antón
García de Bonilla, que era dueño de haciendas y muchos esclavos. Le gustaban mucho los
caballos y todas las noches se oía merodear al negro potro de don Antón en las calles
oscuras de Ocaña. Cuentan que un día sus hijas y sobrinas se enfermaron y él le hizo una
promesa a Santa Rita de Casia, la patrona de los imposibles, por la salud de sus amadas.
Como resultado de la promesa, las muchachas sanaron, pero el alcalde olvidó aquella
afanosa promesa.

Cuando llegó el día de su muerte, San Pedro le ordenó a don Antón ir todas las noches a
visitar el santuario de Santa Rita, hasta la consumación de los siglos. Por eso dicen las
personas, que por las noches en Ocaña se ve un caballo negro con sombrero sobre una
mula negra, que asusta a los serenateros. Dice la gente que alguna vez han visto su
calavera con un cigarrillo encendido, causando espanto y pavor. Tanto era el terror que
causaba, que sus familiares quitaron el retrato de don Antón que se encontraba en la
capilla y lo quemaron

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