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2019
Cómo usar
el Lifebook
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6.
Lo que debes hacer Ministración
Termina tu mensaje con un llamado a recibir a Jesús o a reconciliarse con Él, bajo el poder del Espíritu San-
to. Este llamado debe hacerse siempre, aunque no lleguen invitados, ya que esto crea una cultura de evan-
gelismo en tu grupo. Este es un ejemplo de oración para recibir a Jesús: “Señor Jesús, te necesito. Hoy te
Recibe provisión. Asiste a los retiros de provisión, reu- abro mi corazón y te invito a entrar en él, que seas el Señor y Salvador de mi vida. Creo en ti, te doy gracias
niones de líderes y discipulados donde daremos segui- por dar tu vida por mí en la cruz y por perdonar mis pecados. Agradezco tu amor y hoy recibo el regalo de la
1. miento a cada tema, recibirás ministración como líder y
resolveremos tus dudas, además de proveerte otros re-
vida eterna. Lléname del Espíritu Santo”.
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Altos y bajos
momentos
Dios te ama con tus aciertos
y tus errores.
Cash Luna
Todos pasamos altibajos. A veces, la vida parece una montaña rusa. Por momen-
tos estamos bien con la familia y los negocios parecen avanzar, pero de pronto las
dificultades tocan a la puerta. Yo siempre recomiendo hacer un balance entre lo bue-
no y lo malo, algo así como “prorratear” las bendiciones para que el resultado de la
sumatoria final de nuestros logros sea positivo. Lo bueno siempre debe impactarnos
más que lo malo en todas las áreas de la vida, incluyendo en nuestro liderazgo y ser-
vicio al Señor.
Jesús llamó a Pedro para que fuera su discípulo a través de un milagro de multiplica-
ción. Ese primer encuentro generó una ola de sentimientos en Pedro, quien primero
estaba frustrado porque no pescaba nada, luego emocionado porque las redes esta-
ban llenas, ¡tanto que se rompían! Entonces, con miedo y angustia, tuvo que llamar
a otros pescadores para que lo ayudaran.1 Así nos sucede muchas veces y cuando
recibimos el milagro de provisión nos sentimos indignos, como Pedro, que le pidió a
Jesús que se alejara de él porque era pecador. Jesús no se apartará de nosotros por-
que Él vino por los pecadores. Tus errores y emociones no deben ser más fuertes que
la gracia del Señor. Que tus emociones no te hagan decir lo incorrecto y tomar malas
decisiones.
1
Lucas 5:6-11: Y habiéndolo hecho, encerraron gran cantidad de peces, y su red se rompía. Entonces hicieron
señas a los compañeros que estaban en la otra barca, para que viniesen a ayudarles; y vinieron, y llenaron
ambas barcas, de tal manera que se hundían. Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, dicien-
do: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se
había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que
eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y
cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron.
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Liderazgo y compromiso febrero
Luego, cuando Jesús ya había resucitado, se les presentó con otro milagro de provisión, que el discípulo negó conocerlo. Es duro enfrentarnos a las situaciones de la vida y del
pero esa vez, la red no se rompió a pesar de la gran cantidad de pesca. 2 Lo que se haya liderazgo, pero sabemos que Jesús siempre podrá ayudarnos a manejar nuestro tem-
roto en tu vida y en tu llamado, ahora será restaurado si confías en Jesús. peramento si le pedimos que lo haga. Entonces seremos cada vez más estables porque
aprenderemos a lidiar con las emociones, convencidos de que solo nuestro Maestro nos
Cuando Pedro ya era discípulo tuvo buenos y malos momentos. Jesús lo validó al decirle da certeza con su Palabra de vida eterna.
que era bienaventurado porque tenía revelación directa del Padre, que recibiría las llaves
del Reino, además de que tendría potestad para atar y desatar.3 Pero en otro momento El proceso de formación de Pedro nos da esperanza porque demuestra que es posible
le dijo: “Satanás, eres tropiezo”. 4 Jesús lo llamó para que lo siguiera y también le pidió convertirnos en líderes decididos que obedecen su llamado como discípulos de Jesús,
que se apartara. Seguro el manejo de las emociones en cada momento fue complicado. enviados a compartir su mensaje. Podemos superar nuestros altibajos, ponernos de pie
Para nosotros también lo es, especialmente al definir el rumbo de nuestro llamado, pero y dar testimonio de lo que Jesús ha hecho y hará, tal como Pedro lo logró.7 El amparo de
tenemos una promesa que nos sostiene y anima. Dios está sobre tu vida. Él te dice: “Tranquilo, hijo, ya pasará el momento difícil”. Vienen
tiempos nuevos para ti. Con tus aciertos, errores y caídas, Dios es bueno, te espera y te
La peor tormenta de Pedro y la nuestra es la que llevamos dentro por la confusión, las ama. Ten paciencia, a veces nos tratan bien y a veces no, pero es un arte y bendición tra-
emociones, las dudas que nos hacen sentir como si estuviéramos en medio de las olas bajar para el Señor. ¡Declara la victoria sobre tus emociones, tu llamado y tu ministerio!
que vienen y van. Jesús sabía todo lo que sucedería, sabía que Pedro lo negaría,5 pero
también intercedería por él. Lo mismo pasa con nosotros. Él nos considera, no pide que
lo igualemos en fuerza, sino que abramos espacio para que nos dé las suyas. Es impor-
tante que aprendamos a manejar nuestras emociones y sentimientos, que confiemos en
la intercesión de Jesús para llegar a ser buenos líderes.
Jesús sabía que el proceso de formación de Pedro era duro y, luego de obrar el segundo
milagro de pesca, le preguntó tres veces si lo amaba,6 justo la misma cantidad de veces
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Juan 21:5-11: Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. Él les dijo: Echad la red a la
derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces.
Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: ¡Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el
Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar. Y los otros discípulos vinieron con
la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos. Al descender
a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de ellas, y pan. Jesús les dijo: Traed de los peces que acabáis
de pescar. Subió Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres; y aun
siendo tantos, la red no se rompió.
3
Mateo 16:13-20: Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién
dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jere-
mías, o alguno de los profetas. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo. Respondiendo Simón Pedro,
dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo
de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo,
que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la
Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo:
lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos. Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le
que él era Jesús el Cristo. dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo:
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Mateo 16:21-23: Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén Apacienta mis ovejas.
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y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar Hechos 2:14-21: Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones
al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. Porque éstos no están
de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:
Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas
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Lucas 22:31-34: Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños; y de cierto sobre mis
a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos. Él le dijo: siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. Y daré prodigios arriba
Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte. Y él le dijo: Pedro, te digo que en el cielo, y señales abajo en la tierra, sangre y fuego y vapor de humo; el sol se convertirá en tinieblas, y la
el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces. luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto; y todo aquel que invocare el nombre
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Juan 21:15-17: Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que del Señor, será salvo.
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Liderazgo y compromiso febrero
Reunión 4
Adán y Eva Fuimos creados con un propósito • Génesis 2:15
En el principio, Dios creó al hombre para que labrara el huerto y lo guardase. De
Introducción 2 res y hombres cumplan el rol que les corresponde en pareja, Dios obrará en el
matrimonio. Si estamos casados y valoramos a nuestro conyugue (sus virtudes
y defectos) encontrando la manera de complementarnos el uno al otro, podre-
mos ser uno solo y Dios podrá glorificarse.
Abel y Lillian aseguran que, después de muchos años de convivir
en matrimonio, viven el amor en pareja como recién casados, más
ahora que sus hijos se independizaron y formaron sus propias vidas.
¿Cuál es su secreto de la felicidad matrimonial? “Como en todo ma-
trimonio, siempre hay tiempos buenos y malos, pero lo importante
es llevar todo de la mano de Dios y asumiendo el rol que nos corres- Ambos responsables de sus actos • Génesis 3:16-19
En el Edén, tanto Adán como Eva pecaron y ambos sufrieron las consecuencias
ponde en el hogar”, afirmó Abel. “Hay que casarse por amor y, des-
pués de poner a Jesús en el centro de la vida en pareja, alimentar ese
amor con mucha honestidad, comunicación y respeto”, dijo Lillian.
3 de sus actos. De igual forma, todos los matrimonios se enfrentan a una serie de
obstáculos y tentaciones que deben sobrepasar individualmente y como pareja.
Si lo logran tendrán una relación estable y bendecida.
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