Tan importante es el cargo, que no solo se sancionan las acciones sino también
las omisiones quebrantando el adagio popular “lo que no está prohibido está
permitido” siendo sancionadas también las conductas que si bien no están
prohibidas tampoco son aprobadas.
Pero hoy, la sensación jurídica y social reflejan una triste y porque no precaria
condición del derecho disciplinario, que encuentra la forma de figurar para casos
específicos y puntuales siempre y cuando ofrezcan o garanticen un papel
protagónico auxiliar de una noticia central, es decir solo cuando el caso es
sensacionalista y ostenta los titulares de los medios amarillistas es que se revisa
el derecho disciplinario a fondo, por ejemplo, al presentar la sanción al senador a
quien se le condena por delitos (extorsión, lesiones, etc.) es que se da espacio a
la sanción disciplinaria para que refuerce la importancia de la responsabilidad y su
sanción.