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Lo que mantiene vivo el fuego, la visión, el ministerio es el llamado que Dios un día ha
hecho en nosotros. En algún momento de nuestra vida cristiana hemos sentido en el
corazón como una ardiente pasión por hacer una misión especial, cumplir con lo que el
Señor quiere que hagamos para El. Si no hay llamado en nuestras vidas no hay servicio;
el llamado y el servicio van de la mano. Aunque cabe destacar que muchos "sirven" sin haber
tenido un llamado en sus vidas, por eso luego se ven las consecuencias que no dan frutos esperados y
tienden a abandonar, dejar a un lado lo que hacían para Dios. Pero esto es otro tema que más adelante
trataremos más especificamente.
Siempre tenemos que esperar a que en nuestra vida surga un llamado verdadero para
que no se perjudique o dañe la obra de Dios y tampoco tu vida. El Señor quiere que le
sirvamos con un corazón humilde, sincero, guardar nuestro corazón para servirle a El es
deber de todo cristiano, de todo jóven que desea dedicar su vida para la obra de Dios.
Vamos a ver un ejemplo en la Palabra para entender mejor de lo que es el llamado,
cuando Dios nos llama a: Mateo 9: 9 - 13 y Lucas 5: 27 - 32 (leélos en tu Biblia). En estos
dos pasajes se cuenta la misma historia; les recuerdo que el libro de Mateo fue escrito a
los judíos y Lucas a los gentiles por eso la diferencia de nombres pero es la misma
persona Mateo = Leví; Te pregunto, ¿qué es lo que te impacta de esta historia cuando
Jesús llama a Mateo a seguirle...?
A mí lo que me llama la atención es que Mateo lo dejó todo para seguir al Maestro, no
dudó ni por un momento lo dejó todo, se levantó y le siguió.
¿Cuál fue el resultado de Mateo? ¿Qué encontró él? La respuesta la vemos en Mateo 13:
44, 45, 46... Estas son las únicas palabras de Mateo, no se relatan en otro libro o epístola
de la Biblia. Lo que ocurrió, en el corazón de Mateo, es que encontró la Perla = Tesoro
= a Jesús.
¿Tienes un llamado especial para servir a Dios? ¿Hay una misión que crees debes
cumplir? ¿Cuál es tu misión? ¿Haz tenido un verdadero llamado para servir a Dios?
¿Crees que lo que hoy estás haciendo para El es realmente lo que quiere? Si es necesario
hacer un alto en tu vida de servicio, hazlo, es porque Dios quiere levantar más todavía y
ponerte en el lugar que El tiene preparado para vos.
Disponer toda nuestra vida para el servicio, ya sea como músico, pastor, predicador,
maestro; todo requiere de una sincera disposición. Cuando el Señor nos llama su
Presencia nos acompaña, su Palabra nos respalda, es un gran privilegio servir a nuestro
Señor; debemos hacerlo con sinceridad en nuestro corazón no a cambio de algo sino
sabiendo que nuestra obra no es vano. (1º Cor. 15: 53)
Si tienes un llamado en tu vida cumplelo como el Señor quiere...
INTRODUCCION
Es indudable que, si deseamos conocer en profundidad y amplitud el verdadero
mensaje de D-s (Elohim) para nuestras vidas, nada más necesario que conocer las
particularidades tan especiales que caracterizan al Pueblo de Israel.
Su historia, sus costumbres y tradiciones (basadas y reflejadas en el Antiguo
Testamento o "Tanaj"), nos permite acercarnos a un máximo posible, a la
"mentalidad judía" y/o "espíritu judío".
..."El hecho histórico es que Jesús fue judío y ministró al pueblo judío, en
la tierra de los judíos. Sus discípulos, los apóstoles, y los escritores del
Nuevo Testamento, también fueron judíos. Y por un tiempo, aunque suene
raro, la fe cristiana fue estrictamente judía"....
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ISRAEL
Lewis Chafer, en su Manual de Teología (tomo II), menciona acerca de Israel lo
siguiente:
Es también indudable, que su caracter de "pueblo especial", surge tras cuatro mil
años de historia, durante los cuales Israel percibió de manera muy íntima y
personal, la poderosa mano de su D-s (Elohim). Esto provocó entre el Eterno e
Israel, una relación bastante particular y exclusiva. Relación que a su vez trajo
como consecuencia las más diversas reacciones por parte de las naciones gentiles:
desde la más dura intransigencia, hasta la más moderada aceptación (pasando por
una silenciosa indiferencia).
Analizemos pues Las Escrituras, para ampliar aún más y mejor estos conceptos.
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EL LLAMAMIENTO
Es por demás importante destacar, lo que se considera bíblica e históricamente,
como el principio del Pueblo de Israel. Nos referimos a Abraham Avinu ("El
Padre de la Fe" y/o "Nuestro Padre Abraham); es decir: al llamamiento de
Abraham por parte de D-s (Elohim), para formar de él un "Pueblo Especial"
(Génesis 12:1-3).
Su nombre original: Abram, proviene de los vocablos "Ab" (que significa "Padre")
y "Ram" (que significa: "Poderoso", "Portentoso", "Fuerte"); vale decir que su
nombre completo significaría: "Padre Poderoso", "Padre Fuerte", "Padre
Portentoso".
Se debe recordar que: tanto Abraham como su familia eran idólatras (Jos.24:2),
y vivían en una de las ciudades más importantes de la antigua Mesopotamia.
Cuando recibió el llamado de D-s (Elohim) para dejar "su tierra y su parentela"
(Gn.12:1), se volvió a la fe en un único y verdadero Dios.
Allí fue dónde contrajo matrimonio con Sarai, la que luego pasó a llamarse Sara
(que significa: "Princesa"). Ella tenía 65 años de edad, cuando acompañó a
Abraham hacia la Tierra Prometida.
Las Escrituras nos muestran que Abraham no dudó en responder a las promesas
de D-s (Elohim); las cuales el Bendito le hizo al llamarle.
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LA ELECCION
Tomando como base única y certera a La Biblia (Deuteronomio 7:6), encontramos
en primer lugar que es D-s (Elohim) quién escoge a Israel para hacer de él un
"Pueblo Especial", y no Israel a su D-s.
Esta elección unilateral por parte del Altísimo y Creador, coloca a Israel en una
postura especial y preferencial sobre las otras naciones, ya que es escogido para
ser: "más que todos los pueblos que están sobre la Tierra".
Por ello y para cumplir adecuadamente con los propósitos de D-s (Elohim), Israel
deberá aprender a ser fiel a su Hacedor y Creador, amándole (Deuteronomio 7:
9-10); y poniendo por obra sus mandamientos y estatutos (Deuteronomio 7:11-
16).
Cabe aclarar (y especificar) que D-s (Elohim) no elige a Israel de esta manera por
ser un pueblo con condiciones de superioridad sobre los demás, sino precisamente
por ser lo más insignificante y menospreciado de entre las naciones
(Deuteronomio 7:7); lo que despierta el Amor (especial) de D-s (Deuteronomio
7:8 / Oseas 11:8), y lo que a su vez le permite mostrar su poder y magnificencia,
utilizándolo como su instrumento en la Tierra (Isaías 44:1).
Los preceptos dados por D-s (Elohim), son la base estructural (y condicional) en la
elección sobre Israel, a fin de que los descendientes de Abraham puedan alcanzar
los propósitos divinos ya determinados (Deuteronomio 8:1).
Por esta elección y selección, D-s (Elohim) pone a prueba los verdaderos
sentimientos y deseos de Israel, haciéndole pasar las diferentes experiencias de la
verdadera fe en EL (Deuteronomio 8:2-4)
Es D-s (Elohim) quién compara este llamamiento al de una relación filial entre
padre e hijo, y a la obligación paternal/divina de educar, corregir y guiar a Israel
(Deuteronomio 8:5).
Por ser un llamamiento especial, Israel se encuentra obligado a cumplir con las
obligaciones impuestas por el Altísimo y Rey (Deuteronomio 8:11).
Así, D-s (Elohim) previene a Israel, porque esta elección puede llevar a los
descendientes de Abraham al camino del orgullo y la vanidad, corriendo el peligro
de que tal actitud de altivez y soberbia le ocasione el olvido de su total dependencia
del Dios eterno y su alejamiento de los propósitos divinos (Deuteronomio 8:12-
17).
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LA EXIGENCIA
Si bien ya hemos desarrollado algunas de todas las exigencias que este
llamamiento santo provoca sobre Israel, bien podríamos resumir las mismas, para
comprender aún mejor, la profundidad en cuanto a la elección sobre los
descendientes de Abraham.
Asimismo, no debemos olvidar que tales exigencias no son otra cosa que los deseos
mismos del corazón de D-s (Elohim).
De tal manera, vemos que es el Bendito y Eterno, quién propone cinco pautas
específicas a Israel, para que pueda cumplir con el llamamiento divino.
Veamos:
Para cumplir con estas exigencias divinas, y poder concretar fehacientemente los
propósitos para los cuales Israel ha sido escogido y llamado entre las naciones:
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DESIGNIOS Y RAZONES
Cuando se leen Las Escrituras, encontramos que Israel, es el centro estructural de
la obra profética de Dios. Por eso mismo, los designios del Creador y Bendito,
parten de Israel hacia las naciones.
En segundo lugar, y dentro del mismo llamamiento, D-s (Elohim) designa a Israel
como su siervo, a fin de que pueda alcanzar tales propósitos. Por ello, los
descendientes de Abraham, como Pueblo Elegido, no solamente deberá convertirse
en un fiel receptor de los preceptos y mandamientos divinos; sino también: en un
fiel transmisor de los mismos hacia las demás naciones, a fin de que éstas alcanzen
a conocer al único y verdadero D-s (Elohim).
Estos dos designios, que de una u otra manera centralizan el llamamiento de D-s
(Elohim) para con Israel, tiene tres lineamientos específicos. Ellos son los
siguientes:
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TIEMPO Y FORMA
En relación al llamamiento que D-s (Elohim) le hace a Israel, es posible observar
que, si bien el Creador marca sus tiempos específicos en cuanto a la obra profética
que debe realizar con la humanidad, para el Pueblo Elegido tal elección:
Y de igual manera, vemos que ello manifiesta:
d) Israel es para D-s (Elohim) uno de sus bienes más preciados y delicados
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EL HIJO
La relación tan especial e íntima entre D-s (Elohim) e Israel, está perfecta y
hermosamente simbolizada (muchas veces) en el Antiguo Testamento ("Tanaj"),
como la de un padre con su hijo.
Dada esta condición especial, Israel no puede -ni debe- actuar con rebeldía para
con D-s (Elohim), ya que ello podría provocarle su destrucción (Jeremías 11: 3-
4).
Por ello también, Las Escrituras nos explican que por su condición de "hijo", Israel
deberá pasar por experiencias de sufrimiento como consecuencia de cada
desobediencia que protagonice. Esto a su vez manifestará la ternura del Bendito y
Eterno hacia su "hijo" sufriente; y luego de un tiempo prudencial
Para ellos, mas bien, sería que Las Escrituras están hablando de Israel como:
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EL PRIMOGENITO
Si deseamos comprender con una mayor amplitud la condición de Israel como
"hijo" de D-s (Elohim), debemos detenernos a observar la característica
fundamental que el mismo Creador le otorga al Pueblo Escogido.
Bíblicamente:
a) D-s (Elohim) elige a Israel para que sea un pueblo especial -más que todos
los demás pueblos- es decir: mayor y con más privilegios ( Deuteronomio 7:6);
b) D-s (Elohim) elige a Israel para hacerlo su especial tesoro -sobre las demás
naciones -es decir: con un valor diferente (Exodo 19:5);
Si observamos Las Escrituras con atención, vemos que esta condición de Israel
como "hijo primogénito", viene desde el momento mismo en que D-s (Elohim)
llama a Abraham; lo cual nos manifiesta que el Altísimo ya lo tenía programado así,
desde un principio.
Veamos:
Considere pues, dentro del esquema global de salvación, que ésta es una de las
razones por las cuales Yeshúa Ha'Meshiaj (Jesús el Mesías), debía nacer
-precisamente- dentro de la Casa de Israel. En EL, son benditas todas las
familias de la Tierra, que lo acepten como el Ungido, el Enviado del Altísimo.
Israel, como "hijo primogénito", ha sido designado por D-s (Elohim) el Hacedor
de los Cielos y la Tierra, como "el hijo mayor" de entre las naciones. Es decir:
está sobre los demás pueblos y tiene un claro objetivo: dar a conocer a las
naciones acerca de la existencia del verdadero D-s (Elohim) y enseñarle, a través
de los preceptos y mandatos encomendados (La Ley), el camino hacia EL.
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PARA FINALIZAR
D-s (Elohim) considera a Israel, como uno de sus bienes más preciados, y el que
se atreve a levantarse contra Abraham y su descendencia, deberá sufrir las
consecuencias de la ira y el juicio del Altísimo (Zacarías 2:8)
Aún para los agnósticos (y/o incrédulos) en cuanto a este tema, encontramos esta
condición de Israel como "hijo primogénito" en el Nuevo Pacto, cuando el Rabí
Saulo de Tarso (Pablo), pleno del conocimiento de Yeshúa como el Mesías
prometido, le escribe a los creyentes en la misma fe, de Roma, diciéndoles:..."al
judío primeramente" (Romanos 2:9-10).
Así también, debe comprenderse, que esta condición de "hijo primogénito" para
Israel, no afecta ni altera, en manera absoluta, los planes divinos de D-s (Elohim)
para con los gentiles. No debe olvidarse nunca que Yeshúa es, y siempre lo será, de
acuerdo a dichos planes: "Luz para revelación a los gentiles, y gloria del Pueblo de
Israel" (Lucas 2:32).
PUEBLO ESCOGIDO
PROPÓSITO
Enumerar algunas características que nos identifican como pueblo escogido de Dios.
INTRODUCCIÓN
Los israelitas eran el pueblo escogido, especial y santo de Dios, porque Él
había depositado en ellos, aunque no lo merecían, su amor. Dios cumplió la
promesa que hizo a los patriarcas libertándoles de Egipto; y de la misma manera
iba a seguir mostrándoles esa bondad, siempre y cuando ellos respondieran
amándole (Deuteronomio 7:6-11). Él pedía un amor práctico, que conlleva a
cumplir sus mandatos (7:1-5). Como resultado de ese amor continuo, iban a ser
prosperados, protegidos de las enfermedades y serían distinguidos entre todas las
demás naciones (7:12-15). La idolatría debía ser erradicada para que no cayeran
en la tentación de tomar para sí “cosas abominables” (7:16-26).
1. ESCOGIDOS
Estas son las dimensiones de nuestro privilegio; no hicimos mérito alguno
para merecerlo. Sin embargo, al igual que Pablo (I Timoteo 1:12) nos tuvo por
fieles, habiéndonos escogidos para ser santos, suyos, humildes y herederos. Nos
llamó con el propósito de “anunciar las virtudes de aquel que nos llamó de las
tinieblas a su luz admirable” (I Pedro 2:9b).
En el pacto que hizo Dios con Israel, prometió concederles una gran variedad
de bendiciones, mientras ellos permanecieran fieles. Por consiguiente, aquel
pueblo era realmente feliz como nación. La promesa sería cumplida, sólo si
ellos permanecían obedeciendo a su Dios.
Tenían la promesa de una nueva tierra y de un nuevo ambiente: 1. Fructíferos
en hijos. 2. Fructíferos en ganado. 3. Suficientes frutos de la tierra.
Actualmente, ya quisiéramos estar gozando de ese nuevo ambiente y de esa
nueva tierra. Hoy rodeados de guerra, enfermedades, carestía, temor, etc., al
igual que toda la creación, gemimos esperando la redención de nuestro cuerpo
(Romanos 8:22-23).
El Salmo 91:9-10, dice “porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al
Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada”.
Como consecuencia de haber sido escogidos, viene el disfrute de ser fructíferos,
santos y victoriosos.
a. Las avispas les ayudarían (vs. 20). Algunos creen que estas
avispas se refieren a las invasiones egipcias debilitando la
resistencia de los cananeos. Sea lo que fuere, se ve manifestado
el poder de Dios.
b. Las fieras serán limitadas (vs. 22).
D. ACUÉRDATE (8:18)
Alguien dijo que recordar es volver a vivir. Sin embargo, hay cosas que
debemos olvidar. El apóstol Pablo dijo: “Olvidando ciertamente lo que queda
atrás” (Filipenses 3:13). Ahora bien, ¿cuáles serán esas cosas que el apóstol dice
que se debe olvidar? ¿Olvidará acaso el trato de Dios para con su alma?
Imposible. Tenemos la más clara evidencia que el apóstol Pablo siempre
testificó de lo que Dios hizo por él. ¿A qué se refiere entonces? Sin duda se
refiere a todas aquellas cosas que no tenían relación con Cristo, las cuales
también debemos olvidar nosotros. Muchas veces se escuchan testimonios que
dan pena y vergüenza; más bien deberían ser olvidados; incluso, parece que
quien los cuenta, todavía disfruta y se siente orgulloso por las cosas malas que
antes hizo.
Sin embargo, hay cosas que sí, definitivamente, debemos recordar,
especialmente la obra de Dios en nuestra vida. Eso, por supuesto, no lo
debemos olvidar por ningún motivo. Tampoco debemos olvidar lo siguiente:
1. Que somos pueblo santo. No sólo una idea mental, sino un actuar
como tales.
2. Que somos real sacerdocio. Y por lo tanto, debemos ejercer ese
oficio de interceder por otros.
3. Que somos linaje escogido. Debemos hacer manifiesto esa
relación de selección hecha por Dios.
4. Somos pueblo adquirido por Dios. Debemos valorar el precio
que Cristo pagó por nosotros.
La expresión “acuérdate” es una palabra clave utilizada por Moisés cuando se
dirige a los israelitas. En este capítulo se utiliza en dos ocasiones (Dt. 8:2 y 18).
Notemos el uso de esa advertencia:
Esta palabra se encuentra relacionada con el aviso de “no olvidarse” que en
este capítulo es utilizada tres veces (8:11, 14, 19). Se repite a lo largo de
Deuteronomio (4:9, 23, 31; 6:12; 9:7; 24:19; 25:19; 26:13).
Los israelitas tampoco debían olvidar las experiencias humillantes que
pasaron y que llegaron a constituirse en la disciplina de Dios. Es bueno recordar
que en cada situación se les presentó una vía de escape, lo cual sin la ayuda de
Jehová hubiera sido imposible. 1. Fueron esclavos en Egipto. De allí fueron
liberados con poder. 2. Padecieron hambre; Dios les dio de comer. 3.
Sufrieron sed; el Señor les proveyó agua de la roca.
CONCLUSIÓN
A cada persona Dios le otorga la habilidad para prosperar, ya sea un israelita
de los tiempos del Antiguo Testamento, o un cristiano del Nuevo Testamento.
Ninguno debe olvidar que es Dios el que provee la capacidad para prosperar.
Jesús nos enseñó una hermosa actitud de dependencia diaria, cuando nos
instruyó para que oráramos diciendo: “Danos hoy nuestro pan cotidiano”. Como
cristianos no podemos darnos el lujo de olvidar a Dios, de la misma forma que
tampoco podía hacerlo el israelita en la vida diaria. Esta actitud viene a
identificarnos que pueblo suyo somos y ovejas de su parado.