Está en la página 1de 1

El existencialismo ha sido presentado como opuesto a los sistemas filosóficos,

insinuándolo como irracional, subjetivo y emocional. Y si bien la referencia a esta


filosofía tiende a ser abarcada dentro del pensamiento europeo, pensamos que, a
escala narrativa, hallamos "elementos existencialistas" en la literatura
latinoamericana, incluyendo a la venezolana. Para tal fin analizaremos las obras
del escritor venezolano Renato Rodríguez en las cuales nos enfrenta a la dinámica
entre los sistemas de pensamiento filosófico como directriz de vida y la búsqueda
de experiencias como conformadoras de la existencia humana. 
El existencialismo podemos verlo como una metáfora de resistencia frente a las
clasificaciones y conceptualizaciones del hombre y su hacer. Se presenta como un
camino inexplorado que busca relacionarse con el mundo, evitando los sistemas
panlógicos, así como al pensamiento positivista que marcó la vía del progreso, del
éxito e, inclusive, podemos pensar el existencialismo como una resistencia a las
vías marxistas, fenomenologistas gnoseológicas y las de la filosofía analítica que
enmarcaron el pensamiento filosófico a principios del siglo XX. Un siglo fascinado
por las llamadas ciencias objetivas, y donde algunos autores llegaron a reflexionar
que el pensamiento filosófico no podría progresar si no adoptaba la metodología
que se inspira en las ciencias de la naturaleza —de ahí que aún se mantenga la
carga semántica en las expresiones: ciencias sociales o ciencias humanas—
frente a este reduccionismo científico, y frente a sistemas totalitarios y
clasificatorios, el existencialismo reacciona al unísono, de manera paradójica y de
manera frontal. 

También podría gustarte