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///////////////////////////////////////////////////// DISEÑO INDUSTRIAL


TVTT – Tecnología II – PROCESOS 1
P.A: Esp. DI. Nicolás Esteban Lenz

COLORANTES Y PIGMENTOS
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1. GENERALIDADES.
Por generalidad, los colorantes de aplicación textil, se pueden clasificar según su origen: natural o
artificial. Claro está que esta precaria clasificación nos anuncia solo el principio de una complejidad
mucho más grande, pero que ayuda a anticipar la gran cantidad de divergencias en cuanto a usos,
aplicaciones y procedimientos de aplicación de cada uno de ellos, particularmente de los colorantes
de origen artificiales o sintéticos. Los tintes que van a motivar el interés industrial, y por tanto el
nuestro, son los que desarrollaremos con mayor detenimiento.
En los tiempos más primitivos, (fundamentalmente en China, Egipto y Mesopotamia), se coloreaban
tejidos a partir de remojos en diversas sustancias, siempre a partir del trabajo empírico con raíces,
hojas, frutos y animales marinos (pulverizados y luego solubilizados).
Por ejemplo: el teñido con azul índigo (indigotina), era extraído de las vainas de las plantas Indigofera
y/o Isatis Tinctoria; otras tonalidades amrillentas provenían de solubilizaciones de la Cúrcuma Lungae;
algunos tonos amarronados eran preparados con especies animales como el caracol Hexaplex
trunculus; en tanto que los teñidos con matices cercanos al purpura, proveniente de la molienda de la
pared exterior de algunos bivalvos del mar Mediterráneo.
Durante la edad media, y gracias al desarrollo de nuevas rutas comerciales, se popularizaron en Europa
una gran variedad de géneros coloreados provenientes de la India, los que hasta entonces eran
desconocidos en el viejo continente, y que rápidamente tomaron protagonismo en las primeras formas
primitivas de moda en la indumentaria de las realezas. Este imperativo deseo de las clases dominantes,
fomentó un gran desarrollo comercial y productivo para el abastecimiento de telas coloreadas para el
vestir diario.
El descubrimiento de América hizo lo propio con tantos otros colores, aumentándose así la cantidad
de colores disponibles para tratamientos textiles.
Por último, la revolución industrial (con epicentro en la industria textil del Reino Unido), sentó las bases
para la aceptación popular de una más profusa ornamentación en las telas aplicadas al vestir (ya no
solo para las clases altas, sino también para el creciente mercado que proponía el crecimiento de las
burguesías en las modernas ciudades industriales).
Poco a poco, se fueron desarrollando así, nuevos métodos más eficaces y rentables para los teñidos a
gran escala; con lo que la ingeniería química debió interesarse en desarrollar y sintetizar algunos
productos de origen natural y emularlos en laboratorio para abastecer a la industria y a los
requerimientos de los nuevos mercados.
Cabe destacar que la industria química, abastecedora de colorantes y pigmentos, en general no ha
intentado otra cosa que no fuere el estudio y el desarrollo de técnicas de obtención de productos que
existen en la naturaleza, pero que resultan hoy torpemente aprovechables en las escalas que requieren
los mercados mayoristas que abastecen a las grandes tintorerías.
Subsisten hoy todavía, muchas técnicas de obtención de colorantes naturales, pero ninguna de ellas
resulta rentable en escala industrial. Solo con un desmesurado esfuerzo energético, se logra conseguir
una poca cantidad de pigmentos útiles para aplicaciones artesanales. No obstante esto, resulta
además, muy difícil igualar las exigencias de calidad y solidez que presentan los productos colorantes
sintetizados y artificiales.
Por otro lado, si tenemos presente la definición aportada de “reactivad química” de las moléculas del
colorante sobre las moléculas componentes del sustrato, entenderemos la razón por la cual decimos
que no existen colorantes de espectro o aplicación absoluta; es decir: no existe ningún colorante capaz
de teñir a todas las fibras textiles. Muy por el contrario: en los pocos casos que encontramos, (donde
una materia colorante logra teñir satisfactoriamente a varios tipos de fibras), siempre lo hacen con
distinta intensidad de matices posibles y con solideces muy dispares.
Por este motivo, daremos una clasifican basta y extensa sobre todos los colorantes de uso industrial y
con referencia a sus usos y aplicaciones.
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2. EL COLOR. TRANSPORTE Y PIGMENTO.


Las ideas modernas sobre procesos de coloración tintórea y sobre la naturaleza de las materias
colorantes y sus propiedades tintóreas, fueron desarrolladas por el científico alemán Otto Nikolaus
Witt en el año 1876, con la publicación del libro “De la Forma del Color”.
Este fue el primer tratado que abordó con criterios científicos, la capacidad que presentan ciertas
materias para dar coloración indeleble a ciertos materiales. Explicando el origen químico de los efectos
de la pigmentación, Witt definió el comportamiento molecular de las partículas colorantes en dos
grupos: los cromóforos y los auxocromos.
Los grupos cromóforos son los responsables de conferir a la sustancia que los contiene, (denominada
cromógeno), la capacidad o potencial de mostrarse coloreada; pero éstos grupos resultan incapaces
de teñir por sí mismos a las fibras.
Los cromóforos son solubles en agua, (y por tanto pueden colorear su medio acuoso en solución) pero
no tienen la capacidad de reacción química con la materia. Para que el compuesto consiga tal
capacidad de reacción, requiere un medio auxocromo como vehículo, que resulta ser el responsable
de la empatía química con las moléculas del sustrato a colorear.
Para que el compuesto colorante consiga sus propiedades tintóreas, (es decir: la propiedad de dar
color perdurable a la materia), se debe agregar a la molécula un grupo auxocromo (el cual resulta
normalmente incoloro a simple vista). Este auxocromo, es la parte del compuesto molecular que
alberga al radical libre; y por tanto la zona excitable para establecer una reacción química iónica y/o
covalente con la molécula del sustrato.
Todas las sustancias colorantes, poseen molecularmente estos dos grupos, la parte que transporta su
propia pigmentación y la parte que permite la fijación del mismo en la fibra. Rapidamente podemos
predecir que los grupos auxocromos son los que más varían de colorante en colorante en relación a la
afinidad particular a cada fibra textil.
A modo de ejemplo, en las formulaciones químicas de todos los colorantes, los proveedores suelen
citar y discriminar algunos componentes de cada grupo, por ejemplo:

GRUPOS CROMÓFOROS:
-Grupos bencénicos (C6H5).
-Grupos azoicos.
-Grupos etilenos.

GRUPOS AUXOCRÓMOS:
-Grupos oxidrilos (OH).
-Grupos carboxilos (CO-OH).
-Grupos Aminos (NH3).

2. COLORANTES. USOS Y APLICACIONES.


Existe una gran cantidad de materias colorantes usadas comúnmente en la industria. Se podrían
clasificar según el tipo de reacción química que establecen con el sustrato, o por el tipo de
procesamiento que requieren, pero para los fines prácticos de este compendio resulta más interesante
una clasificación basada en la aplicación sobre distintas fibras y su afinidad tintórea.
Todas las sustancias pigmentables que citaremos, son provistas en un medio sólido, y en partículas
pequeñas de polvo ligero, fácilmente solubles en agua. Independientemente de esta característica de
prescripción, algunos colorantes suelen abastecerse a la industria que los va a aplicar sobre los tejidos,
de manera ya solubilizados en formas de tintas liquidas o viscosas. En todo caso, siempre resulta más
fácil su mensura en forma de polvo, ya que son más fácilmente pesables; aunque requieran también
un especial tratamiento para lograr su solución.
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2.1. COLORANTES DIRECTOS.


Su estructura química esta compuesta principalmente por grupos “azo” de alto peso molecular y
grupos “sulfónicos” muy ácidos que confieren su gran capacidad de solubilidad en agua.
La sustantividad o afinidad de estas moléculas colorantes es relativamente alta con las moléculas
celulósicas del algodón y el lino; estableciendo una gran cantidad de uniones covalentes entre
moléculas, pero habitualmente fáciles de remover e inestables en una larga vida.
Los miembros de esta clase de colorantes, presentan una amplia variedad de matices posibles, muy
dispares solideces y distintos comportamientos tintóreos según su estructura química; por tal motivo
sus costos varían mucho de acuerdo a las calidades que se requieran, incluso varían de precio también
en relación a los colores que desean.
En general, las anilinas con solideces más altas, son las de estructura más compleja, los más difíciles
de sintetizar y por lo tanto los más caros. Por este motivo, es que el uso más habitual de estos
colorantes, es cuando no se requieren altas solideces (especialmente a los tratamientos en húmedo).
En los catálogos de los fabricantes, se suelen clasificar a los Colorantes Directos en tres clases I, II y III;
que corresponden a las capacidades de migración de las partículas colorantes sobre las fibras y a la
capacidad de igualación del teñido en el baño.
Resulta útil, observar en los mismos catálogos las grandes distorsiones de comportamiento y solidez
que presentan los distintos colores (en especial se determinan grados particulares para cada color en
relación a la solidez a la luz, al frote, a los tratamientos húmedos y al hipoclorito de sodio).
Se clasifican además en tres tipos:

2.1.1. COLORANTES DIRECTOS COMUNES. Permiten tonos muy brillantes, pero demuestran
tener una relativamente baja solidez a la luz y muy malas solideces a los tratamientos
húmedos.
Sus propiedades tintóreas son variables, las que van desde colorantes con altos grados de
agotamiento hasta otros que casi no agotan (incluso a altas temperaturas). El factor de
igualación de también es sumamente variable, situación que obliga a formular recetas muy
precisas en cuanto a las curvas de temperatura y agregado de electrolitos.
Resultan muy susceptibles a la exposición acida y/o alcalina, por lo que se debe cuidar mucho
en los procesos de lavado, procurando utilizar detergentes neutros.

2.1.2. COLORANTES DIRECTOS LUZ. En general, permiten colores no tan brillantes, tendiendo
a igualar con una tendencia a por los tonos más pálidos. Por su extrema solidez, los colorantes
directos luz, se aplican con especial recomendación para artículos que obligan una extrema
exposición a la luz. El resto de las solideces registran un mejor comportamiento que los
colorantes directos comunes, pero sin alcanzar aun un comportamiento destacable.
Su comportamiento en medios ácidos y/o alcalinos, sigue resultando defectuoso, marcando
una fuerte tendencia a corroerse.

2.1.3. COLORANTES DIRECTOS TRATABLES. Estos colorantes, tienen la facultad química de


poder ser tratados con sales metálicas (sulfato de cobre -CuSO4-) en un medio ligeramente
acido. Tal reacción química es forzada, con posterioridad al proceso de tintura. Este
tratamiento procura la transformación de las moléculas del colorante ya anclado en las fibras,
uniéndosele iónicamente la sal metálica disuelta en el baño, y elevando considerablemente el
peso molecular.
El notable aumento de diámetro del compuesto colorante, más la molécula de óxido metálico;
impide la salida del colorante por entre los canales interfibrilares durante futuros lavados.
Por efecto del tratamiento con sales metálicas se produce siempre un cambio en el matiz de
los colores, logrando tonos menos brillantes. Se logran también, colores intensos aunque
pálidos con una excelente solidez a la luz y los lavados, (especialmente tonos azules, negros,
topos, beiges y verdes; muy utilizados para ropa de trabajo).
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Todos los colorantes directos presentan un alto grado de solubilidad en agua, aumentándose ésta,
cuanto más grupos sulfúricos presente el colorante. Por el contrario, tal solubilidad disminuye cuando
aumenta su peso molecular o cuando se trate el baño a temperaturas más bajas.
Con la totalidad de los procesos realizados, los tejidos presentan una notable solidez al planchado, lo
que los erige como un excelente colorante para usos diarios con mucho desgaste.

Las marcas comerciales más conocidas son:


SUPRAZO – Anilinas Rieger S.A. / VILMANIN – Vilmax S.A. / SIRIUS LUZ – Bayer Argentina S.A. / BENZO
– Bayer Argentina S.A. / ALGANIL – Sleaving S.A. / KAYARUS – Sanyo Color Arg. S.A. / SOLAR – Clarian
Aquisa S.A.

2.2. COLORANTES REACTIVOS.


Estos colorantes, como su nombre lo indica, reacciona químicamente con la celulosa en un medio
alcalino, formando enlaces covalentes que adquieren muy buenas solideces a los tratamientos
húmedos.
Desde su aparición, estos colorantes fueron suplantando progresivamente a los colorantes directos,
por sus mejores solideces y por la similaridad de la brillantez de sus matices.
Los grupos moleculares que reaccionan con la celulosa son principalmente derivados de la
triclorotriazina y de la vinilsulfona, todos esquemas estructurales muy predispuestos a la reacción
química.
Junto con el grupo reaccionante, los cromóforos son derivados azoicos - de la antraquinona y de la
ftalocianina polisulfonados, responsable de solubilidad en agua.
El cloro, es uno de los elementos presentes en tales formulaciones químicas, responsable de la
reactividad. Por ejemplo: la “triclorotriazina”, tiene tres átomos de cloro disponibles como radicales
libres, uno reacciona con un grupo cromógeno que le imparte el color al colorante. Los otros dos
átomos de cloro pueden reaccionar con los oxidrilos de la celulosa y los grupos amino de la lana.
Cuando los dos átomos de cloro reaccionan con la celulosa, los colorantes pertenecen al grupo de alta
reactividad o también llamados reactives fríos, porqué son usados en tinturas a baja temperatura o
bien en los procedimientos por impregnación-reposo (Pad-Batch).
Por generalidad, son propensos a reaccionar con los oxidrilos del agua (H- -OH). Si uno de los átomos
de cloro se hace reaccionar con un grupo amino, en la molécula del colorante restará un sólo cloro
disponible para reaccionar con la celulosa. En este caso estos colorantes se denominan de baja
reactivad o reactivos calientes.
Además de estos dos tipos de colorantes reactivos, se han desarrollados algunos otros con
formulaciones químicas de alto peso molecular, lo que les confiere cierta dificultad para la
solubilización pero aumenta considerablemente la capacidad reactiva y las solideces finales.
En general, son muy solubles en agua, y se comercializan en polvo y/o líquidos presolubilizados.
Sus solideces son muy buenas al lavado y a cualquier tratamiento en húmedo, pero resultan
notablemente malo su comportamiento en agua salada y en agua con hipoclorito de sodio (aguas de
mar y/o de pileta).

Las marcas comerciales más frecuentes son:


CIBACRON – Ciba S.A. / SUMIFIX – Sumitono Japón / LEVAFIX – Bayer Argentina S.A. / DRIMAREN –
Clarian Aquisa S.A. / VILMAFIX – Vilamafix S.A. / BASILEN – Basf Argentina S.A.

2.3. COLORANTES A LA TINA.


Estos se presentan en el mercado como compuestos insolubles en agua, los que deben ser
transformados químicamente para su utilización realizando una reducción en un medio alcalino. Los
colorantes a la tina ya solubilizados, se denominan leucoderivados hidrosolubles.
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Tal reacción química de reducción, se realiza empleando hidróxido de sodio (NaOH) para lograr un
medio alcalino y con el agregado de hidrosulfito de sodio (Na2S2O4) como agente reductor.
Esta nueva formulación del colorante, reacciona químicamente con las moléculas de las fibras
celulósicas, y con un posterior proceso de oxidación pierde su solubilidad en agua. De esta manera se
consigue una solidez muy elevada, particularmente en tratamientos en húmedo de los tejidos.
Básicamente podemos decir, que la tintura con colorantes a la tina, es un procesos de coloreado
realizado de manera intermedia a un proceso de óxido-reducción (red-ox).
Las moléculas colorantes, en estado reducido presentan una coloración distinta a la que tendrán luego
de la oxidación como procesos final.
Los colorantes a la tina son los que presentan un mayor grado de solidez por sobre todas las demás
materias colorantes aptas para fibras celulósicas, tal solidez suele emplearse bajo la denominación por
etiquetado “Solidez Indecolorable”.
Por generalidad, no se consiguen matices brillantes como si lo logran los directos o reactivos.
Tanto el color índigo como otros azules más o menos brillantes, tienen su aplicación abocada a la
coloración del denim. Paradójicamente estos matices son los que presentan menos solidez,
particularmente baja al frote; por esta razón son utilizados para lograr acabados con aspecto gastados
en prendas (bigotes, desgastes, barrados, camuflados, etc).
Comercialmente se consiguen en diversas presentaciones sólidas y liquidas. Las liquidas se proveen
pre-reducidas y mejoran los tiempos de subida del colorante, pero tienen fecha de caducidad muy
cercana; en tanto que los formatos sólidos, requieren realizar la reducción previa con sumo cuidado
(estos se comercializan en distintas presentaciones: polvos – micropolvos – gránulos – perlas).

Las marcas comerciales más difundidas son:


INDANTHEREN – Basf S.A – Bayer S.A. / SOLANTHREN – Zeneca S.A. / CIBANON – Ciba S.A. /
ALCOTHREN – Surfactan S.A. / SANYOTHRENE – Sanyo Color S.A.

2.4. COLORANTES INDIGOSOLES.


Estos colorantes nacieron de la necesidad de obtener un leucoderivado de los colorantes tina
suficientemente estable para usarlo directamente en la tintura, sin necesidad de todo el proceso de
reducción. Estos colorantes son solubles en agua, pero suelen presentar poca afinidad por la celulosa.
Por esto, el método más adecuado para usarlos es por impregnación y posterior desarrollo y
tratamiento ácido para regenerar el colorante insoluble; por agotamiento, es necesario el uso de
electrolitos para forzar la subida del colorante.
Estos colorantes, presentan la particularidad de ser sumamente sensibles a la luz durante el teñido y
antes de la oxidación, por lo tanto deben usarse en equipos cerrados y mantenerse alejados de lugares
muy iluminados.
Una característica radical de estos colorantes, es su bajo rendimiento, por lo que se usan para teñidos
de matices pasteles, por ejemplo para sábanas y camisería. Tiene excelentes solideces a la fricción en
seco y en húmedo, y en general presentan un mejor comportamiento en presencia de hipoclorito de
sodio.
Poseen también excelentes solideces a la luz y tratamientos húmedos, de la misma magnitud que los
colorantes a la tina.

Las marcas más difundidas en el mercado y sus proveedores son:


INDIGOSOL - Aquisa S.A. (Sandoz) / ANTHRASOL - Hoechst S.A.

2.5. COLORANTES AL AZUFRE.


Estos colorantes se presentan comercialmente con una gama sumamente reducida en su variedad de
matices distintos, tendiendo todos a presentar un alto grado de palidez y a resultar tonos más bien
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apagados; siendo los más destacados: los amarillos verdosos, azules marinos, verdes oliva, pardos y
negros.
No tienen muy buenas solideces a la luz y a los agentes de blanqueo, pero por el contrario son bastante
solidos al lavado.
Por sus precios baratos y sus magras calidades, en general solo se aconsejan para uso en tejidos poco
nobles o de baja calidad.
Estos colorantes se suministran en el mercado en tres formas:

2.5.1. COLORANTES INSOLUBLES EN AGUA. Se proveen en polvo y deben ser reducidos como
en el caso de los colorantes a la tina, para transformarlos a la forma soluble, la que posee
afinidad por las fibras celulósicas; luego es oxidada para obtener el colorante original.
Como sustancia reductora se emplea comúnmente sulfuro de sodio en baño alcalino.

2.5.2. COLORANTES EN POLVO NO REDUCIDO. A estos colorantes se los ha modificado


químicamente mediante la exposición a ácido sulfúrico para hacerlos solubles en agua.
También se los denomina colorantes al azufre hidrosolubles.
Sus soluciones acuosas son indefinidamente estables en el tiempo, aunque en este estado
todavía no presentan afinidad sino hasta culminar el proceso completo de teñido.
Están destinados principalmente al teñido de fibras celulósicas y celulósicas regeneradas,
caracterizándose por su excelente solubilidad y sus buenas solideces generales. Son colorantes
especialmente indicados para procesos de teñido por impregnación.

2.5.3. COLORANTES LÍQUIDO PRE-REDUCIDOS. Básicamente presentan las mismas


propiedades de los colorantes al azufre hidrosolubles, solo que se comercializan en
presentaciones liquidas; lo que favorece a todos los aspectos dinámicos del teñido, mejorando
las capacidades de dispersión e igualación. La otra gran diferencia que presentan, es que ya en
el primer baño, las partículas colorantes presentan afinidad por las fibras celulósicas. Este
hecho permite un rápido agotamiento del baño.
El proceso de oxidación posterior para la obtención del colorante original, suele realizarse con
agua oxigenada, para obtener productos de alto peso molecular

Las marcas comerciales y proveedores más habituales de estos colorantes son:


CASSULFON, INMEDIAL e INDOCARBON - Hoechst S.A. / SODYESUL y SODYEFIDE - M. Marietta-Sandoz
/ SANYOSUL - Sanyo Color Arg. S.A. / HOMODYE - Nippon Kaysake

2.6. COLORANTES AZOICOS O NAFTOLES.


La particularidad básica que presentan estos colorantes, radica en el tipo de reacción química que
actúa entre dos sustancias en el interior de la fibra, a este proceso se lo denomina copulación,
formando un pigmento azoico que presenta una buena solidez al lavado, una variable solidez a la luz y
una deficiente solidez al frote.
Esta gama de colorantes presenta una serie interesante de rojos, terracotas, bordós, azules y negros.
Estos colorantes han caído bastante en desuso a causa del fuerte desarrollo de los colorantes reactivos,
los cuales han tendido a su reemplazo; los naftoles no son capaces de lograr matices tan brillantes,
buenas solideces generales, ni facilidad de aplicación.
En el mercado se presentan dos versiones del mismo producto: Por un lado unos compuestos químicos
llamados Naftoles, que se presentan en forma de polvo insoluble en agua; este compuesto requiere
ser solubilizado mediante un tratamiento con soda caustica, para que en ese estado tenga cierta
afinidad por las fibras celulósicas.
Por otro lado una serie de compuestos llamados Bases Sólidas, también insolubles en agua, y que es
necesario solubilizar previamente, para que puedan reaccionar con los Naftoles para formar un
colorante en la intimidad de la fibra.
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Las marcas comerciales más difundidas en nuestro medio y sus proveedores son:
NAFTOLES - Hoechst SA / NAFTANILIDA - Ciba SA / ULTRAZOL - Alconic SRL / YOUHAOOL - Sleaveg SA

2.7. COLORANTES ÁCIDOS.


Se los conoce como ácidos porqué deben su solubilidad en agua a la presencia de auxocromos
sulfónicos de carácter fuertemente ácido. Son ácidos aromáticos coloreados, que en su forma
comercial, se presentan como sales sódicas, y el baño de teñido debe hacerse en medio
prominentemente ácido.
Estos colorantes tienen su principal aplicación en el teñido de lana, poliamida, seda natural y también
diversos casos particulares de fibras acrílicas (como Orlan, Acrilan, Verel, Creslan y Zefran).
No tienen mayor afinidad con las fibras celulósicas, aunque con algunas fibras bastas como el lino que
contienen otros grupos además de la celulosa, se obtienen tinturas y estampados con cierta solidez.
Tiñen la lana con solideces húmedas no muy altas, pero sus matices son brillantes; (para obtener
mejores solideces húmedas sobre lana son aconsejables los colorantes de complejo metálico, aunque
son menos brillantes).
Sobre poliamida, los colorantes ácidos tornan en tonos más opacos que sobre lana, pero sus solideces
a la luz y al lavado, son mejores que usando colorantes dispersos.
Los colorantes ácidos sobre poliamida muestran una gran dificultad para la igualación y para uniformar
y cubrir los defectos producidos por diferencias de tensiones en la hilatura o tejeduría; en definitiva:
el teñido de poliamida con colorantes ácidos tiende a generar barraduras (para tales casos, se
recomienda teñir los tejidos de poliamida con Colorantes Dispersos y no con Ácidos). Cuanto mayor es
el peso molecular del colorante, mayor es la dificultad que tienen para corregir este defecto, por lo
tanto se debe elegir aquellos que tienen peso molecular bajo; los colorantes apropiados están
indicados en los respectivos catálogos de cada fabricante.

Las marcas comerciales más difundidas en el mercado y sus proveedores son:


VILMACID - Vilmax S.A. / MITARCID - Anilinas Rieger S.A. / NYLOSAN - Aquisa S.A. / MITARNYL -
Anilinas Rieger S.A. / ACIDOL - Basf Arg. S.A. / NOVANIL - Seipac S.A.

2.8. COLORANTES ÁCIDOS DE COMPLEJO METÁLICO.


Dentro de la clasificación de colorantes ácidos, se encuentran también los denominados
premetalizados de complejo metálico 1:1 y 1:2, los cuales tienen una amplia aplicación en el teñido de
la lana, por sus excelentes solideces a los tratamientos húmedos, aunque las tonalidades no son tan
brillantes como los ácidos propiamente dichos.
Cuando el átomo metálico está ligado a una sola molécula de colorante, decimos que pertenece a la
clase 1:1; cuando está ligado a dos moléculas de colorante será 1:2. En general los metales que
intervienen en estos complejos son el cromo (Cr), cobre (Cu) y níquel (Ni). De estos tres componentes
básicos, las sales de cromo son las más usadas por la brillantez de sus matices.
Los colorantes premetalizados 1:1 se los suele llamar también colorantes premetalizados ácidos pues
se aplican a pH sumamente ácido 3 a 4; mientras que los 1:2 se aplican a pH casi neutro, por lo que se
los denomina premetalizados neutros.

Las marcas comerciales más difundidas en nuestro medio y sus proveedores son:
SANDOLAN - Aquisa S.A. / TELON LUZ - Bayer Argentina S.A. / MITARFOLAN - Anilinas Rieger S.A. /
ORTOLAN - Basf Argentina S.A. / VILMANOL - Vilmax S.A. / ISOLAN - Bayer Arg. S.A.

2.9. COLORANTES CROMATABLES


La aplicación de estos colorantes, deriva del uso en la antigüedad de colorantes naturales fijados a la
fibra mediante un mordiente constituido por sales metálicas de aluminio, estaño o cromo.
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Dependiendo de la sal que se utilizare para su fijación, se lograban variar los matices de los colores,
permitiendo una relativamente buena solides.
Con el paso del tiempo, se logró una sintonización perfecta de estas moléculas colorantes, permitiendo
su uso masivo en la industria. Así fue como por ejemplo la combinación con sales metálicas hizo posible
utilizar los más primitivos colorantes sintéticos para lograr afinidad con la lana, en estos casos, se debe
cuidar un medio ligeramente acido (evitando por todos los medios la formación de álcalis).
De todas las sales metálicas que se pueden usar como mordiente, las de cromo son las que permiten
compuestos con mayor solidez, a la vez que mayor brillantez, por lo que a estos colorantes se los suele
denominar colorantes al cromo.

Los colorantes al cromo más comunes en nuestro medio y sus proveedores son:
MITARCROM - Anilinas Rieger S.A. / SEICROMO - Seipac S.A. / AL CROMO - Sleaveg S.A. / ALIZARINA
CROMO - Alconic S.A. / VILMACROM - Vilmax S.A. / DIAMANTE AL CROMO - Bayer Argentina S.A.

2.10. COLORANTES DISPERSOS.


Estos colorantes están constituidos por substancias colorantes insolubles en agua, (su solubilidad
altamente pobre, está en el orden de apenas 1 a 10 mg/1).
Los colorantes dispersos son gruesos cristales de diferentes tamaños, que se obtienen por síntesis
química. Cuanto más grandes son estos cristales, más fácil resulta separar el colorante del líquido de
la reacción, pero también más grande es la energía requerida para llevar el colorante, por acción de
molienda, a una forma de dispersión fina y uniforme. Todas las preparaciones requieren ser sometidas
a un proceso de molienda y luego tamizadas por tamaño para asegurar una relativa uniformidad en la
tintura y/o estampado. También se le agregan estabilizantes para prevenir una prematura
sedimentación en la base de las bateas de teñido.

Se presentan en el mercado dos gamas de colorantes dispersos:


1.- Colorantes desarrollados para el teñido de la fibra poliéster.
2.- Colorantes desarrollados para el teñido del acetato, triacetato y poliamida.

Una de las propiedades importantes de estos colorantes es su capacidad para cubrir las deficiencias
de las zonas cristalizadas de las fibras y de los tejidos por efecto de estiramientos, tensiones,
estabilizaciones térmicas, etc. Evitan así, la generación de barraduras (sobre todo en materiales
sintéticos muy sensibles a los cambios de temperatura – polímeros termoplásticos.
Tienen muy buenas solideces a los tratamientos húmedos especialmente sobre poliéster, además de
una buena solidez a la luz.
Por influencia de ácidos y/o álcalis, durante los procesos posteriores al teñido, las piezas suelen sufrir
cambios de matiz o brillantez. En los catálogos se detallan cuidados extremos para lograr coloraciones
precisas.
Algunos proveedores de estos colorantes, han logrado una síntesis sumamente eficiente para su
aplicación en géneros de acetato, (tinturas Thermosol), que suelen aportar características únicas de
solidez a la luz y a tratamientos húmedos, sin perder por esto su brillantez. También se han agregado
a algunas formulaciones químicas que facilitan tratamientos y acabados inarrugables para las mezclas
de poliéster-algodón.

Las marcas comerciales más difundidas en nuestro medio y sus proveedores son:
PALANIL - Basf Argentina / SERILENE - Seipac S.A. / CELLITON FORON - Aquisa S.A. / RESOLIN - Bayer
Argentina S.A. / ARTISIL - Aquisa S.A. / DIANIX S AMARON - Surfactan SA / KAYALON - Sanyo Color S.A.
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2.11. COLORANTES CATIÓNICOS.


Estos colorantes son de excepcional brillantez y altas solideces sobre fibras acrílicas y también sobre
ciertos tipos de poliamidas y poliésteres. Los colorantes catiónicos prevén su aplicación preferencial
sobre tejidos al ancho.
Estos compuestos se caracterizan por presentar moléculas extremadamente polares. En ellas, el grupo
cromóforo (la parte molecular que es portadora de la coloración), está unida al catión (zona positiva
de la molécula).
El auxocromo (la parte incolora de la molécula que permite la fijación química con las fibras) se ubica
en el anión (zona negativa del compuesto). De aquí, proviene su denominación: Colorantes Catiónicos.
En el mercado se presentan en formas de polvo y líquidos; tienen una alta solubilidad en agua y las
solideces a los tratamientos húmedos son generalmente buenas. Una característica negativa de estos
colorantes, es su escaso poder de migración, por lo que en los métodos de tintura se debe controlar la
subida del colorante para obtener tinturas igualadas.

Las marcas comerciales más difundidas en nuestro medio y sus proveedores son:
MAXILON - Ciba S.A. / MITARCRYL - Anilinas Rieger S.A. / YORACRYL - Seipac S.A. / BASACRYL - Basf
Argentina S.A. / ASTRAZON - Bayer Argentina S.A. / SANYOACRYL - Sanyo Color S.A.

2.12. PIGMENTOS.
Los pigmentos son colorantes insolubles de agua. Esta característica le otorga su importancia principal,
puesto que su poder de coloración no está dado por reacciones químicas con las fibras, sino que son
promovidos meramente por anclajes físicos.
De hecho, los pigmentos no tienen ninguna afinidad por las fibras textiles; se fijan a ellas mediante
resinas que reticulan el pigmento con la fibra, evitando su desprendimiento por fricción durante su
uso.
Los pigmentos de origen mineral más utilizados son el dióxido de titanio para dispersiones blancas; el
negro de humo para dispersiones negras; y polvos metálicos de grado impalpable como el aluminio,
bronce y cobre.
Los pigmentos del tipo orgánico, responden en su mayor parte a grupos azoicos insolubles; en tanto
que el resto son derivados de la naftalina.
Los pigmentos azules y verdes derivan de lacas de cobre de la ftalocianina; derivados de la dioxazina
son los violetas y los pardos derivados de la anisidina o mezclas de más pigmentos.
En general los pigmentos se suministran en forma de dispersiones líquidas a cremosas (que oscilan
entre 30 a 40% de pigmento sólido sobre el líquido).
Los que se comercializan en estado sólido, son polvos cuyo grado de molienda oscila entre 0,2 a 1
milimicrón de tamaño. De ello depende el rendimiento colorístico de los mismos, sea en su formato
polvo, líquido o cremas.
Las solideces en general son buenas, aunque su estabilidad de color depende de la capacidad de
oxidación de cada partícula en particular. Las solideces al frote y al lavado son influenciadas por el tipo
de resina usada para fijar los mismos a las fibras.
Su uso principal se encuentra destinado al estampado textil, y en menor grado como pigmentado de
tejidos para prendas pret a porter, principalmente en coloraciones azules que imitan al Índigo.
Su uso es tan generalizado, que se estima que más del 50% de los tejidos estampados, están realizados
con pigmentos, (claro que esto depende prioritariamente de las modas y tendencias, y no de sus
propiedades.

Las marcas comerciales más generalizadas en nuestro medio y sus proveedores son:
HELIZARIN - Basf Argentina S.A. / IMPERON - Hoechst S.A. / TEX - Vortex S.A. / ACRAMINA - Bayer
Argentina S.A. / SURFAPRINT - Surfactan S.A. / HELCOPRINT - Anilinas Rieger S.A.
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2.13. COLORANTES ÓPTICOS.


El blanco, como una apreciación visual es el más brillante de todos los colores. Al tratarse esto de una
apreciación, la blancura de un material es definida por algún tipo de acuerdo social, así –extrañamente-
diremos que existen distintos grados de blancura posibles para distintas materias. Para explicar esto,
bastaría con comparar varios objetos que consideramos (en principio) de color blanco, para luego
notar que existe un enorme gradiente de posibles tonos, a los cuales por separado llamaremos a todos
blancos.
La definición de colorantes ópticos, se explica con el fenómeno de refracción de la luz proyectada por
sobre los objetos y por la longitud de onda residual que devuelve el objeto.
Por ejemplo: percibimos un tono amarillento en un objeto, cuando éste absorbe parte del espectro
violeta-azul de la luz natural que recibe. Inversamente, este color amarillento podemos hacerlo
aparecer blanco por adición del violeta y del azul que le faltaba. Esta es la base del efecto fluorescente
de los colorantes ópticos, los cuales crean un intenso y brillante tono de blanco sobre una superficie
textil.
La mayoría de los blanqueadores ópticos son suministrados en polvo, y sólo observamos fluorescencia
cuando están en solución, aunque algunos solamente cuando son aplicados al sustrato.
En primer lugar, podemos afirmar que los hilados y tejidos crudos de las fibras (tanto vegetales como
animales) tienen un aspecto grisáceo amarillento, debido a la presencia de impurezas y sedimentos
naturales de las fibras, las que absorben casi todo el espectro de la radiación violeta y buena parte de
la azul, de la luz incidente.
Antes de aplicar un blanqueador óptico se debe obtener un substrato blanqueado mediante los
productos químicos adecuados, realizando la totalidad de sus procesos de preparación previa
necesarios. De esta manera, tendremos una superficie que logre reflejar una buena parte de la luz
blanca incidente. Como se ha eliminado una buena parte de radiaciones amarillas y rojas en la luz
reflejada, el resultado neto es un balance mejor en la región visible, obteniéndose una mejor
apariencia… llamaremos a esto: “falso blanco”.
Para obtener un incremento real del efecto de blanco deseado, se aumenta la proporción de azul en
la radiación incidente. Una forma indirecta de aumentar la radiación azul en la luz incidente sobre la
superficie de la tela, resulta de colocar pequeños generadores de luz azul en ésta. Esto es precisamente
lo que se hace cuando un tejido es tratado con un agente de blanqueo óptico. Se incorporan pequeñas
partículas del agente blanqueador en el género tratado, generando luz azul cuando están expuestas a
la radiación ultravioleta y ésta se suma a la luz reflejada.
De lo visto deducimos que con la incorporación de estas pequeñas partículas azulantes, se corrige el
tono amarillento de la superficie de las telas o hilados tratados.
Antiguamente, se utilizaba para tejidos de algodón, un lavado con pequeñas cantidades de “azul de
metileno”, un colorante habitual que impregnaba en la superficie de las telas, pero que con facilidad
se desprendía con el uso. Hoy en día, existe para cada fibra textil en particular, un desarrollo de
colorantes ópticos específicos, los cuales trabajan en forma similar a los colorantes convencionales, en
cuanto a su aplicación; unos son adecuados para ser aplicados por agotamiento y otros por
impregnación, y de ser necesario, por un posterior vaporizado.
Muchos jabones en polvo de uso doméstico, proveen micropartículas azuladas, las cuales por contraste
se observan a simple vista. Estos pequeños cristales son compilados de varios tipos distintos de
pigmentos sintetizados, los cuales se dispersan en el medio líquido del lavado, y que tienden a dar una
sensación más o menos duradera de mayor blancura.

3. SINOPSIS. MATERIAS COLORANTES CLASIFICACIÓN Y APLICACIONES.


Existen tantas clasificaciones del universo que nos rodea, como intentos se hubieren hecho. Clasificar,
de hecho, es implantar una arbitrariedad sobre clases o tipologías de las cosas que abordan nuestro
interés. En virtud de esto, toda clasificación es arbitraria por su definición y naturaleza; en tanto, su
validez dependerá de la intensión con la que hubiere sido planificada. Por cierto, toda clasificación
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también debe soportar la aparición de nuevos elementos no pensados originariamente, pero que
debieran poder ser incluidos en tal ordenamiento.
Existen muchas formas de clasificar colorantes, por ejemplo: a partir de las reacciones químicas y/o
físicas que establecen con las moléculas del sustrato; de los procesos que le son posibles y/o
necesarios; del medio en cual son trabajados por la industria; por su afinidad con las materias primas
a tratar; etc.
Del mismo modo, existirán distintas clasificaciones posibles para las fibras de uso textil: por su origen;
por su composición molecular; por sus usos, aplicaciones y solideces; por su capacidad de reacción
química con las materias colorantes; etc.
Proponemos para el estudio de las materias colorantes, la siguiente clasificación; la cual resulta en un
híbrido arbitrario, pero funcional a los fines de su entendimiento.

4. NOMENCLATURA DE LOS COLORANTES. LECTURA DE CATÁLOGOS.


Todos los fabricantes de colorantes, proveen catálogos de productos, con información detallada sobre
las capacidades colorísticas, procedimientos y propiedades de los productos que comercializan.
De la lectura de éstos, se puede realizar una apreciación bastante coherente de los niveles de solidez
que detendrá el sustrato procesado, en relación a los valores preestablecidos para la muestra y a la
intensidad de color que se desee según la concentración y la subida del colorante a la fibra.
Desde el momento que pretendemos dar coloración a un material, pretendemos también un
comportamiento particular en solicitud de servicio. Esto es, una solidez en particular para unas
condiciones de uso particulares.
Si conocemos las propiedades que le vamos a exigir a ese material durante su utilización, también
podremos prever su mejor coloración para tal caso particular, eligiendo los colorantes más apropiados
y planeando el mejor proceso tintóreo posible.
Cada preparación de baño, requerirá el diseño de una receta en particular, donde cambian
constantemente las cantidades de colorantes, agregado de electrolitos y el tiempo de baño,.. todo esto
a la espera de conseguir los distintos niveles de intensidad deseados.
En general todos los catálogos muestran 2 o 3 muestras para cada colorante, (siempre serán éstas, con
el mayor nivel de agotamiento de baño, donde una será con la mayor intensidad posible, otra
sumamente pobre en cantidad de partículas de color y una tercera de nivel medio). En base a esto, el
tintorero puede preparar la brillantez especifica que le pediremos para cada partida.
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También, es de suponer que la elección del colorante en particular, dependerá del tipo de maquinaria
o equipos de los que se dispone, así como también de la materia prima (su calidad y la preparación
especial para mezclas).
En resumen podemos decir que para la selección de un colorante, debemos tener en cuenta tres
factores
A- De la solidez que los hace aptos para procesos de ennoblecimientos finales.
B- De la solidez para su uso una vez terminado procesado del artículo.
C- De los equipos que se disponen.
D- Del tipo de materia prima que se trate y de la afinidad por el colorante.

Como decíamos anteriormente, los catálogos se presentan al usuario con una gama completa de los
colorantes disponibles de cada clase y tipo; con una muestra de hilado o tela teñida, en general a una
concentración alta y otra a baja concentración, de manera de observar los matices y el rendimiento en
dos o tres concentraciones distintas; esto se complementa con una serie de indicaciones completas
referidas a los métodos de tintura más apropiados (suele recomendarse una dosis recomendada de
electrolitos por cantidad de colorantes.
Algunos catálogos incluyen también el teñido sobre varias fibras textiles de manera de observar las
posibilidades de manchado o la intensidad de teñido en caso procesarse mezclas de fibras.
Otra información que es importante, es la curva de agotamiento del colorante por influencia de la
temperatura y del agregado de sales.
En el caso de los catálogos de pigmentos para estampación, estará habitualmente adherida una
muestra estampada a la máxima concentración y un corte que generalmente es una quinta o décima
parte de la concentración más intensa.
Otra información importante que proveen los catálogos, son los valores de solideces de cada colorante,
por ejemplo a la luz, al lavado de distinto tipo, al frote húmedo y seco, al agua de mar, al hipoclorito,
al planchado, al tratamiento con resinas, a la transpiración, al vulcanizado, etc. Se apuntará también,
la indicación de las variaciones de los matices que pueden sufrir por efecto de esos tratamientos;
además de una indicación de 1 al 8 o del 1 al 5 para cada solidez (utilizando sistemas específicos de
control de calidad ASTM, IRAM, ISO, etc).
Cada marca en particular, utiliza sufijos o prefijos específicos para determinar ciertas cualidades
particulares, aparte de incorporar nombres fantasía para cada color, los que suelen dar una idea clara
de relativa utilidad: rojo tomate, bermellón, carmín, rodamina, señal, etc.

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Fuentes bibliográficas

Gurter M. y Kind W. “La Industria Textil”. Ed. Labor. 1962


Horsfall R. S. y Lawrie L. G. “Tintura de las fibras textiles”. 1956
Lockuan Lavado F.E. “La Industria Textil y su Control de Calidad”. Licencia Creative Commons
Atribución No Comercial. 2012
Masana I. “Sinopsis del Teñido y Estampado Textil”. S/Ed. 1996
Monrielf. J.G. “Blanqueo de Fibras Textiles”. Ed. Marin. 1980
Reynolds J.H. “Manual para el Control de Calidad Textil”. Ed. McGraw-Hill. 1997

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