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COLORANTES Y PIGMENTOS
#2
1. GENERALIDADES.
Por generalidad, los colorantes de aplicación textil, se pueden clasificar según su origen: natural o
artificial. Claro está que esta precaria clasificación nos anuncia solo el principio de una complejidad
mucho más grande, pero que ayuda a anticipar la gran cantidad de divergencias en cuanto a usos,
aplicaciones y procedimientos de aplicación de cada uno de ellos, particularmente de los colorantes
de origen artificiales o sintéticos. Los tintes que van a motivar el interés industrial, y por tanto el
nuestro, son los que desarrollaremos con mayor detenimiento.
En los tiempos más primitivos, (fundamentalmente en China, Egipto y Mesopotamia), se coloreaban
tejidos a partir de remojos en diversas sustancias, siempre a partir del trabajo empírico con raíces,
hojas, frutos y animales marinos (pulverizados y luego solubilizados).
Por ejemplo: el teñido con azul índigo (indigotina), era extraído de las vainas de las plantas Indigofera
y/o Isatis Tinctoria; otras tonalidades amrillentas provenían de solubilizaciones de la Cúrcuma Lungae;
algunos tonos amarronados eran preparados con especies animales como el caracol Hexaplex
trunculus; en tanto que los teñidos con matices cercanos al purpura, proveniente de la molienda de la
pared exterior de algunos bivalvos del mar Mediterráneo.
Durante la edad media, y gracias al desarrollo de nuevas rutas comerciales, se popularizaron en Europa
una gran variedad de géneros coloreados provenientes de la India, los que hasta entonces eran
desconocidos en el viejo continente, y que rápidamente tomaron protagonismo en las primeras formas
primitivas de moda en la indumentaria de las realezas. Este imperativo deseo de las clases dominantes,
fomentó un gran desarrollo comercial y productivo para el abastecimiento de telas coloreadas para el
vestir diario.
El descubrimiento de América hizo lo propio con tantos otros colores, aumentándose así la cantidad
de colores disponibles para tratamientos textiles.
Por último, la revolución industrial (con epicentro en la industria textil del Reino Unido), sentó las bases
para la aceptación popular de una más profusa ornamentación en las telas aplicadas al vestir (ya no
solo para las clases altas, sino también para el creciente mercado que proponía el crecimiento de las
burguesías en las modernas ciudades industriales).
Poco a poco, se fueron desarrollando así, nuevos métodos más eficaces y rentables para los teñidos a
gran escala; con lo que la ingeniería química debió interesarse en desarrollar y sintetizar algunos
productos de origen natural y emularlos en laboratorio para abastecer a la industria y a los
requerimientos de los nuevos mercados.
Cabe destacar que la industria química, abastecedora de colorantes y pigmentos, en general no ha
intentado otra cosa que no fuere el estudio y el desarrollo de técnicas de obtención de productos que
existen en la naturaleza, pero que resultan hoy torpemente aprovechables en las escalas que requieren
los mercados mayoristas que abastecen a las grandes tintorerías.
Subsisten hoy todavía, muchas técnicas de obtención de colorantes naturales, pero ninguna de ellas
resulta rentable en escala industrial. Solo con un desmesurado esfuerzo energético, se logra conseguir
una poca cantidad de pigmentos útiles para aplicaciones artesanales. No obstante esto, resulta
además, muy difícil igualar las exigencias de calidad y solidez que presentan los productos colorantes
sintetizados y artificiales.
Por otro lado, si tenemos presente la definición aportada de “reactivad química” de las moléculas del
colorante sobre las moléculas componentes del sustrato, entenderemos la razón por la cual decimos
que no existen colorantes de espectro o aplicación absoluta; es decir: no existe ningún colorante capaz
de teñir a todas las fibras textiles. Muy por el contrario: en los pocos casos que encontramos, (donde
una materia colorante logra teñir satisfactoriamente a varios tipos de fibras), siempre lo hacen con
distinta intensidad de matices posibles y con solideces muy dispares.
Por este motivo, daremos una clasifican basta y extensa sobre todos los colorantes de uso industrial y
con referencia a sus usos y aplicaciones.
#3
GRUPOS CROMÓFOROS:
-Grupos bencénicos (C6H5).
-Grupos azoicos.
-Grupos etilenos.
GRUPOS AUXOCRÓMOS:
-Grupos oxidrilos (OH).
-Grupos carboxilos (CO-OH).
-Grupos Aminos (NH3).
2.1.1. COLORANTES DIRECTOS COMUNES. Permiten tonos muy brillantes, pero demuestran
tener una relativamente baja solidez a la luz y muy malas solideces a los tratamientos
húmedos.
Sus propiedades tintóreas son variables, las que van desde colorantes con altos grados de
agotamiento hasta otros que casi no agotan (incluso a altas temperaturas). El factor de
igualación de también es sumamente variable, situación que obliga a formular recetas muy
precisas en cuanto a las curvas de temperatura y agregado de electrolitos.
Resultan muy susceptibles a la exposición acida y/o alcalina, por lo que se debe cuidar mucho
en los procesos de lavado, procurando utilizar detergentes neutros.
2.1.2. COLORANTES DIRECTOS LUZ. En general, permiten colores no tan brillantes, tendiendo
a igualar con una tendencia a por los tonos más pálidos. Por su extrema solidez, los colorantes
directos luz, se aplican con especial recomendación para artículos que obligan una extrema
exposición a la luz. El resto de las solideces registran un mejor comportamiento que los
colorantes directos comunes, pero sin alcanzar aun un comportamiento destacable.
Su comportamiento en medios ácidos y/o alcalinos, sigue resultando defectuoso, marcando
una fuerte tendencia a corroerse.
Todos los colorantes directos presentan un alto grado de solubilidad en agua, aumentándose ésta,
cuanto más grupos sulfúricos presente el colorante. Por el contrario, tal solubilidad disminuye cuando
aumenta su peso molecular o cuando se trate el baño a temperaturas más bajas.
Con la totalidad de los procesos realizados, los tejidos presentan una notable solidez al planchado, lo
que los erige como un excelente colorante para usos diarios con mucho desgaste.
Tal reacción química de reducción, se realiza empleando hidróxido de sodio (NaOH) para lograr un
medio alcalino y con el agregado de hidrosulfito de sodio (Na2S2O4) como agente reductor.
Esta nueva formulación del colorante, reacciona químicamente con las moléculas de las fibras
celulósicas, y con un posterior proceso de oxidación pierde su solubilidad en agua. De esta manera se
consigue una solidez muy elevada, particularmente en tratamientos en húmedo de los tejidos.
Básicamente podemos decir, que la tintura con colorantes a la tina, es un procesos de coloreado
realizado de manera intermedia a un proceso de óxido-reducción (red-ox).
Las moléculas colorantes, en estado reducido presentan una coloración distinta a la que tendrán luego
de la oxidación como procesos final.
Los colorantes a la tina son los que presentan un mayor grado de solidez por sobre todas las demás
materias colorantes aptas para fibras celulósicas, tal solidez suele emplearse bajo la denominación por
etiquetado “Solidez Indecolorable”.
Por generalidad, no se consiguen matices brillantes como si lo logran los directos o reactivos.
Tanto el color índigo como otros azules más o menos brillantes, tienen su aplicación abocada a la
coloración del denim. Paradójicamente estos matices son los que presentan menos solidez,
particularmente baja al frote; por esta razón son utilizados para lograr acabados con aspecto gastados
en prendas (bigotes, desgastes, barrados, camuflados, etc).
Comercialmente se consiguen en diversas presentaciones sólidas y liquidas. Las liquidas se proveen
pre-reducidas y mejoran los tiempos de subida del colorante, pero tienen fecha de caducidad muy
cercana; en tanto que los formatos sólidos, requieren realizar la reducción previa con sumo cuidado
(estos se comercializan en distintas presentaciones: polvos – micropolvos – gránulos – perlas).
apagados; siendo los más destacados: los amarillos verdosos, azules marinos, verdes oliva, pardos y
negros.
No tienen muy buenas solideces a la luz y a los agentes de blanqueo, pero por el contrario son bastante
solidos al lavado.
Por sus precios baratos y sus magras calidades, en general solo se aconsejan para uso en tejidos poco
nobles o de baja calidad.
Estos colorantes se suministran en el mercado en tres formas:
2.5.1. COLORANTES INSOLUBLES EN AGUA. Se proveen en polvo y deben ser reducidos como
en el caso de los colorantes a la tina, para transformarlos a la forma soluble, la que posee
afinidad por las fibras celulósicas; luego es oxidada para obtener el colorante original.
Como sustancia reductora se emplea comúnmente sulfuro de sodio en baño alcalino.
Las marcas comerciales más difundidas en nuestro medio y sus proveedores son:
NAFTOLES - Hoechst SA / NAFTANILIDA - Ciba SA / ULTRAZOL - Alconic SRL / YOUHAOOL - Sleaveg SA
Las marcas comerciales más difundidas en nuestro medio y sus proveedores son:
SANDOLAN - Aquisa S.A. / TELON LUZ - Bayer Argentina S.A. / MITARFOLAN - Anilinas Rieger S.A. /
ORTOLAN - Basf Argentina S.A. / VILMANOL - Vilmax S.A. / ISOLAN - Bayer Arg. S.A.
Dependiendo de la sal que se utilizare para su fijación, se lograban variar los matices de los colores,
permitiendo una relativamente buena solides.
Con el paso del tiempo, se logró una sintonización perfecta de estas moléculas colorantes, permitiendo
su uso masivo en la industria. Así fue como por ejemplo la combinación con sales metálicas hizo posible
utilizar los más primitivos colorantes sintéticos para lograr afinidad con la lana, en estos casos, se debe
cuidar un medio ligeramente acido (evitando por todos los medios la formación de álcalis).
De todas las sales metálicas que se pueden usar como mordiente, las de cromo son las que permiten
compuestos con mayor solidez, a la vez que mayor brillantez, por lo que a estos colorantes se los suele
denominar colorantes al cromo.
Los colorantes al cromo más comunes en nuestro medio y sus proveedores son:
MITARCROM - Anilinas Rieger S.A. / SEICROMO - Seipac S.A. / AL CROMO - Sleaveg S.A. / ALIZARINA
CROMO - Alconic S.A. / VILMACROM - Vilmax S.A. / DIAMANTE AL CROMO - Bayer Argentina S.A.
Una de las propiedades importantes de estos colorantes es su capacidad para cubrir las deficiencias
de las zonas cristalizadas de las fibras y de los tejidos por efecto de estiramientos, tensiones,
estabilizaciones térmicas, etc. Evitan así, la generación de barraduras (sobre todo en materiales
sintéticos muy sensibles a los cambios de temperatura – polímeros termoplásticos.
Tienen muy buenas solideces a los tratamientos húmedos especialmente sobre poliéster, además de
una buena solidez a la luz.
Por influencia de ácidos y/o álcalis, durante los procesos posteriores al teñido, las piezas suelen sufrir
cambios de matiz o brillantez. En los catálogos se detallan cuidados extremos para lograr coloraciones
precisas.
Algunos proveedores de estos colorantes, han logrado una síntesis sumamente eficiente para su
aplicación en géneros de acetato, (tinturas Thermosol), que suelen aportar características únicas de
solidez a la luz y a tratamientos húmedos, sin perder por esto su brillantez. También se han agregado
a algunas formulaciones químicas que facilitan tratamientos y acabados inarrugables para las mezclas
de poliéster-algodón.
Las marcas comerciales más difundidas en nuestro medio y sus proveedores son:
PALANIL - Basf Argentina / SERILENE - Seipac S.A. / CELLITON FORON - Aquisa S.A. / RESOLIN - Bayer
Argentina S.A. / ARTISIL - Aquisa S.A. / DIANIX S AMARON - Surfactan SA / KAYALON - Sanyo Color S.A.
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Las marcas comerciales más difundidas en nuestro medio y sus proveedores son:
MAXILON - Ciba S.A. / MITARCRYL - Anilinas Rieger S.A. / YORACRYL - Seipac S.A. / BASACRYL - Basf
Argentina S.A. / ASTRAZON - Bayer Argentina S.A. / SANYOACRYL - Sanyo Color S.A.
2.12. PIGMENTOS.
Los pigmentos son colorantes insolubles de agua. Esta característica le otorga su importancia principal,
puesto que su poder de coloración no está dado por reacciones químicas con las fibras, sino que son
promovidos meramente por anclajes físicos.
De hecho, los pigmentos no tienen ninguna afinidad por las fibras textiles; se fijan a ellas mediante
resinas que reticulan el pigmento con la fibra, evitando su desprendimiento por fricción durante su
uso.
Los pigmentos de origen mineral más utilizados son el dióxido de titanio para dispersiones blancas; el
negro de humo para dispersiones negras; y polvos metálicos de grado impalpable como el aluminio,
bronce y cobre.
Los pigmentos del tipo orgánico, responden en su mayor parte a grupos azoicos insolubles; en tanto
que el resto son derivados de la naftalina.
Los pigmentos azules y verdes derivan de lacas de cobre de la ftalocianina; derivados de la dioxazina
son los violetas y los pardos derivados de la anisidina o mezclas de más pigmentos.
En general los pigmentos se suministran en forma de dispersiones líquidas a cremosas (que oscilan
entre 30 a 40% de pigmento sólido sobre el líquido).
Los que se comercializan en estado sólido, son polvos cuyo grado de molienda oscila entre 0,2 a 1
milimicrón de tamaño. De ello depende el rendimiento colorístico de los mismos, sea en su formato
polvo, líquido o cremas.
Las solideces en general son buenas, aunque su estabilidad de color depende de la capacidad de
oxidación de cada partícula en particular. Las solideces al frote y al lavado son influenciadas por el tipo
de resina usada para fijar los mismos a las fibras.
Su uso principal se encuentra destinado al estampado textil, y en menor grado como pigmentado de
tejidos para prendas pret a porter, principalmente en coloraciones azules que imitan al Índigo.
Su uso es tan generalizado, que se estima que más del 50% de los tejidos estampados, están realizados
con pigmentos, (claro que esto depende prioritariamente de las modas y tendencias, y no de sus
propiedades.
Las marcas comerciales más generalizadas en nuestro medio y sus proveedores son:
HELIZARIN - Basf Argentina S.A. / IMPERON - Hoechst S.A. / TEX - Vortex S.A. / ACRAMINA - Bayer
Argentina S.A. / SURFAPRINT - Surfactan S.A. / HELCOPRINT - Anilinas Rieger S.A.
# 11
también debe soportar la aparición de nuevos elementos no pensados originariamente, pero que
debieran poder ser incluidos en tal ordenamiento.
Existen muchas formas de clasificar colorantes, por ejemplo: a partir de las reacciones químicas y/o
físicas que establecen con las moléculas del sustrato; de los procesos que le son posibles y/o
necesarios; del medio en cual son trabajados por la industria; por su afinidad con las materias primas
a tratar; etc.
Del mismo modo, existirán distintas clasificaciones posibles para las fibras de uso textil: por su origen;
por su composición molecular; por sus usos, aplicaciones y solideces; por su capacidad de reacción
química con las materias colorantes; etc.
Proponemos para el estudio de las materias colorantes, la siguiente clasificación; la cual resulta en un
híbrido arbitrario, pero funcional a los fines de su entendimiento.
También, es de suponer que la elección del colorante en particular, dependerá del tipo de maquinaria
o equipos de los que se dispone, así como también de la materia prima (su calidad y la preparación
especial para mezclas).
En resumen podemos decir que para la selección de un colorante, debemos tener en cuenta tres
factores
A- De la solidez que los hace aptos para procesos de ennoblecimientos finales.
B- De la solidez para su uso una vez terminado procesado del artículo.
C- De los equipos que se disponen.
D- Del tipo de materia prima que se trate y de la afinidad por el colorante.
Como decíamos anteriormente, los catálogos se presentan al usuario con una gama completa de los
colorantes disponibles de cada clase y tipo; con una muestra de hilado o tela teñida, en general a una
concentración alta y otra a baja concentración, de manera de observar los matices y el rendimiento en
dos o tres concentraciones distintas; esto se complementa con una serie de indicaciones completas
referidas a los métodos de tintura más apropiados (suele recomendarse una dosis recomendada de
electrolitos por cantidad de colorantes.
Algunos catálogos incluyen también el teñido sobre varias fibras textiles de manera de observar las
posibilidades de manchado o la intensidad de teñido en caso procesarse mezclas de fibras.
Otra información que es importante, es la curva de agotamiento del colorante por influencia de la
temperatura y del agregado de sales.
En el caso de los catálogos de pigmentos para estampación, estará habitualmente adherida una
muestra estampada a la máxima concentración y un corte que generalmente es una quinta o décima
parte de la concentración más intensa.
Otra información importante que proveen los catálogos, son los valores de solideces de cada colorante,
por ejemplo a la luz, al lavado de distinto tipo, al frote húmedo y seco, al agua de mar, al hipoclorito,
al planchado, al tratamiento con resinas, a la transpiración, al vulcanizado, etc. Se apuntará también,
la indicación de las variaciones de los matices que pueden sufrir por efecto de esos tratamientos;
además de una indicación de 1 al 8 o del 1 al 5 para cada solidez (utilizando sistemas específicos de
control de calidad ASTM, IRAM, ISO, etc).
Cada marca en particular, utiliza sufijos o prefijos específicos para determinar ciertas cualidades
particulares, aparte de incorporar nombres fantasía para cada color, los que suelen dar una idea clara
de relativa utilidad: rojo tomate, bermellón, carmín, rodamina, señal, etc.
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Fuentes bibliográficas