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LUCAS F. MATEO.

SECO
MIGUEL BRUGAROLAS

MISTERIO
DE DIOS

EDICIONES UNIVERSIDAD DE NAVARRA, S.A.


PAMPLONA
Mexuar¡s ISCR
INsururo SupsRroR p¡ Cmxcras R¡ucrosAs
UNrvsnsnAD DE Nevenne

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A 2ú,6. Lucas F. Mateo-Seco y Miguel Brugarolas


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LOS PRINCIPALES
TÉRMINOS UTILIZADOS
EN TEOLOGínTNINITARIA

A continuación, como una ayuda para la comprensión y el estudio del


manual, se ofrece un breve glosario con algunos términos especrficos de
la teología tnnrtaria. Se trata de algunos conceptos fundamentales que
fueron acuñados a lo largo de la hrstoria para exponer con precisión y
rigor la fe trinitaria. La consolidación de esta terminologia fue decisiva
en la formulación de la fe en la Trinidad y su correcta comprensión es
imprescindible en el estudio de la teología tr¡nitaria.

1. ESENCIA (OUSíA), NATURALEZA (PHYSISI, SUSTANCIA (OUSíAI 2. SU-


póslro HypósrAsrs y pERsoNA 3. suBstsrENclA 4. RELActo-
o
NES SUBSISTENTES 5. PROCESIONES 6. NOCIONES Y PROPIEDA-
DES 7. MISIONES 8. CIRCUMINSESSIO O PERICHÓRESIS . 9. APRO-
PIACIONES
230 En las páginas de este manual nos han salido al paso algunos términos espe-
cíficos de la teología trinitaria, que fueron acuñados a 1o largo de la historia
conforme lo requerían las circunstancias, para exponer con la mayor preci-
sión posible el misterio trinitario. También se ha visto cómo el progreso de la
teología trinitaria y la pacificación de la Iglesia dependieron en no pequeña
medida del acierto en la terminología elegida. El período más significativo en
la consolidación terminológica va desde el Concilio de Nicea (a.325) al I de
Constantinopla (a. 381) sobre todo a partir de los importantes progresos que
supuso la distinción entre naturalezae hipóstasis y la fórmula: «una sustancia,
tres hipóstasis».

Señalamos ahora los principales términos que se utilizan al tratar el misterio


trinitario y su significado actual. Se trata de términos cuyo uso correcto sigue
siendo de gran importancia.
Como advierte el Catecismo de la lglesia católica, Ia formulación del dogma de
"para
Ia Trinidad, la Iglesia debió crear una terminología propia con ayuda de nociones
de origen filosófico: "substancia", "persoÍra" o "hipóstasis", "relación", etc. AI
hacer esto, no sometía la fe a una sabiduría humana, sino que daba un sentido
nuevo, sorprendente, a estos términos destinados también a significar en adelan-
te un Misterio inefable (...) La Iglesia utiliza el término "substancia" (traducido a
//esencia"
veces también por o por "natlitaleza" ) para designar el ser divino en su
unidad; el término "persona" o «hipóstasis" para designar al Padre, al Hijo y al
Espíritu Santo en su distinción real entre sí; el término "relación" para designar el
hecho de que su distinción reside en la referencia de cada uno a los otros" (CEC,
nn.251-252).

Antes de enumerarlos, insistamos una vez más en que todos estos vocablos
han de aplicarse a Dios en forma analógica, cual corresponde a la semejanza-
desemejanza que existe entre Él y el ser creado.

1. Esencia (ousío), naturaleza (physisl,sustanc¡a ltousío)

Estos tres términos sirven para designar todo lo que en Dios es común a las
tres Personas, de forma que con ellos se designa el conjunto de los atributos
y predicados absolutos que se dicen de Dios. Se utilizan, pues, para designar
todo aquello que se debe decir de Dios en singular:
El Símbolo Quicumque advierte que todos deben utilizarse en singular. Así, por
ejemplo, se afirma: «Cual el Padre, tal el Hijo, tal el Espíritu Santo; increado el
Padre, increado el Hijo, increado el Espíritu Santo; inmenso el Padre, inmenso el
Hijo, inmenso el Espíritu Santo; eterno el Padre, eterno el Hijo, eterno el Espíritu
Santo. Y sin embargo, no son tres eternos, sino un solo eterno, como no son tres
increados ni tres inmensos, sino un solo increado y un solo inmenso. Igualmente 231
omnipotente, el Padre, omnipotente el Hijo, omnipotente el Espíritu Santo; y, sin
embargo, no son tres omnipotentes, sino un solo omnipotente» (DS 75).

Etimológicamente los tres nombres designan la misma realidad, aunque con


matices diversos: la esencia es Io que una cosa es; ia nafuraleza es 1o que una
cosa es en cuanto que da razófi de sus operaciones; la sustancia es 1o que está
debajo de los accidentes, es decir, lo que permanece. Los tres nombres desig-
nary pues, lo que Dios es. La necesidad de aplicarlos a Dios analógicamente
queda clara si se recuerda que Dios no tiene una esencia distinta de su existen-
cia, que no ha nacido y que no tiene accidentes.

2. Supósilo o hypóstasis y persona


Son los términos utilizados para designar las realidades que se dicen de
Dios en plural. Supósito o hypóstasis -también etimológicamente significan
Io que está puesto debajo- son definidos como un sujeto, completo en sí mis-
mo, distinto de los demás de una misma naturaleza y del cual se predican
todas las perfecciones que posee, porque todas descansan en él como en su
último fundamento. Persona (prósopon) añade al concepto de supósito el ser
un sujeto que posee la naturaleza más perfecta, es deci¡, un sujeto o supósito
de naturaleza racional.

3. Subsistenc¡a
En la teología clásica se utiliza el término p ersonalitas (personalidad) en un sen-
tido distinto del actual, aunque cercano. Se entiende por perconalitas aque-
llo que constituye a la persona en person4 es decir, lo que le da su última
perfección en cuanto ser personal. Los latinos colocan esta perfección última
en la subsistencia. Thmbién el término "subsistencia» se deriva de la palabra
griega hypóstasis con el significado de lo que está debajo. En este sentido se
habla de que existen en Dios tres subsistencias, es decir, tres personas, con 1o
que el término «subsistencia» viene a designar lo mismo que «hypóstasis».
En este sentido se utiliza ya por el Concilio de Letrán (a.649), al hablar de un solo
Dios "in tribus subsistentiis consubstantialibus et aequalis gloriae, (Concilio de
Letráry Sesión V [31.X.649], Cánones, DS 501).

Como ya se ha visto, también el término «subsistencia, se utiliza para referir-


se a Dios en su unidad: Ipsum esse subsistens.De ahí que se hable de que se da
en Dios una única subsistencia absoluta y tres subsistencias relatioas.
232 4. Relaciones subsistentes

La distinción entre subsistencia absoluta y subsistencias relativas sirve para


mostrar dónde radican la unidad y la alteridad en Dios. Hay un solo Dios,
que existe en tres referidas» entre sí. Las Personas divinas -las
"subsistencias
tres relaciones subsistentes- no se distinguen entre sí más que por su oposi-
ción, es decir, por el hecho de ser relaciones mufuamente referidas la una a
la otra. Se trata de relaciones que subsisten como distintas entre sí, porque
la una se opone a la otra y son relaciones existentes dentro el lpsum esse sub-
sistens.

Por ejemplo, el Padre se refiere al Hijo y el Hijo se refiere al Padre, y ambas refe-
rencias se distinguen una de otra, porque se oponen entre sí: el Padre no puede
ser Hijo, y el Hijo no puede ser Padre, pues es imposible al mismo tiempo engen-
drar y ser engendrado. Pero al mismo tiempo, ambas relaciones son subsistentes
con la subsistencia del lpsum esse subsistens.

La relación (schésis, pros tí, esse ad) es el orden o la referencia existente entre
dos términos. Esta referencia, para ser real, exige que la razóno el fundamen-
to en que se basa la relación sea también real. Este fundamento, en la Tiinidad,
es el origen que una Persona tiene de otra, es decir, el hecho de que una Per-
sona procede de otra. El Padre entrega al Hijo su propia sustancia, y el Padre
y el Hijo la entregan al Espíritu Santo.
En Dios hay cuatro relaciones: la paternidad, la filiación, la espiración activa
y la espiración pasiva. Sin embargo, solo hay tres Personas, ya que solo hay
tres relaciones de oposicióry pues paternidad y filiación no son opuestas a la
espiración activa.

5. Procesiones
Las procesiones (próbasis, probolQ designan el hecho de que una Persona re-
cibe su origen de otra. Santo Tomás define Ia procesión como ordo originis (el
orden de origen), es decit, el orden que se sigue del origen que una persona
tiene en otra.

La Trinidad tiene lugar mediante procesiones inmanentes, es decir mediante


procesiones que permanecen en el ser divino. En el caso de las divinas Perso-
nas, se trata de la más perfecta inmanencia, pues aun procediendo una Perso-
na de otra, se mantiene la perfecta identidad numérica de la esencia divina.
El Padre no solo entrega su propia sustancia al Hijo, sino que la entrega sin
ninguna división o escisión. Cuando decimos que el Hijo es consustancial al
Padre, no solo decimos que es de una sustancia igual al Padre, sino que es de 233
la misma sustancia numérica que el Padre. Por eso hay un solo Dios.

Se trata de procesiones reales. Para que la procesión sea real es necesario que
el origen sea real y, por lo tanto, que existan acciones reales en Dios. Para que
la paternidad del Padre sea real, es necesario que sea real el acto por el que
engendra al Hijo, o lo que es lo mismo, es necesario que el Hijo procedareal-
mente del Padre mediante un acto real d,e generación, recibiendo realmente
su ser del Padre.

En Dios hay dos procesiones inmanentes: el Hijo procede del Padre mediante
generación; el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo mediante espira-
ción (ekporéusls). Por esta razón las tres divinas personas son consustanciales,
es deci1, poseen la misma y única esencia.

6. Nociones y propiedades

i-as nociones o propiedades nocionales (idioma gnoristikón) son aquellas no-


tas por medio de las cuales conocemos y distinguimos a las Personas divi-
nas. Se trata, por 1o tanto, de notas que no son comunes a las tres Personas di-
vinas. Estas nociones son cinco: la innascibilidad, la paternidad, la filiación,
la espiración activa y la espiración pasiva.

Se llama propiedades (idiómata) a aquellas nociones que solo se pueden pre-


dicar formalmente de una Persona. Se trata, por tanto, de notas que son ex-
clusivas de esa Persona. Se llama propiedades personales a aquellas propie-
dades por las que las personas se constituyen en su ser personal, es deci4, la
paternidad, Ia filiación, la espiracióno procesión.

7. Misiones
),Iuestro Señor habla de haber sido enviado por el Padre y, a su vez, habla de
enviar el Espíritu Santo a los apóstoles (cf. Jn3,17;17,3;20,21.;1.6,7).Elt&-
mino «misión» designa, pues, el envío de una Persona divina ad extra dela
Trinidad. La misión implica orden de origen, es decir, que la persona envia-
da procede de aquella que la envía.
234 8, Circuminsessio o perichóresis

Se designa con estetérmino el hecho de que las divinas personas, aun distin-
guiéndose entre sí, existen la una enla otra en razón de que son el mismo y
único Dios.

9. Apropiac¡ones
Precisamente porque las obras ad extra son comunes a las tres divinas Perso-
nas, se llama apropiación el hecho de ahibuir una determinada obra ad extra
o un determinado atributo -que es común a los tres- a una Persona con pre-
ferencia a las otras, dadas sus características personales. Santo Tomás define
la apropiación como
"la manifestación de las divinas personas por medio de
los atributos esenciales" (Tomás de Aquino, Suma TeológicaI, q.39, a.7, in c).
Así, por ejemplo, al Padre se le apropia la omnipotencia y la obra de la crea-
ción; al Hijo se le akibuye la Sabiduría; al EspÍritu Santo se le atribuye la obra
de la santificación.

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