Está en la página 1de 2

Breve Historia Argentina

Apogeo y ocaso del unitarismo (1819-1827): “La sociedad argentina en el período de las
autonomías provinciales”
-Fracaso de la constitución unitaria de 1819 (el directorio viene de 1814). Los caudillos se
adueñaron del país. La batalla de Cepeda implicó la caída del régimen directorial y abrió una
nueva etapa institucional. Buenos Aires se transformó en una provincia más, desapareciendo
el poder ejecutivo nacional, y con plena vigencia de gobiernos autónomos en cada provincia.
Luego de la caída del Directorio y de la disolución del Congreso, comenzaron a firmarse los
pactos provinciales que respondían al sentimiento federalista imperante. Esta modalidad
significaba un categórico reconocimiento de las autonomías provinciales, significando la
proclamación expresa o tácita del régimen federal de gobierno
-Martín Rodríguez es elegido gobernador (1821-1824) secundado por Rivadavia. Se dan
importantes reformas, se funda la Universidad de Buenos Aires, la Banca de Descuentos.
Empréstito de Baring.
El país intenta organizarse y convoca a un congreso nacional de donde sale la ley de
Presidencia. Rivadavia presidente de la República (1826-1827). Al renunciar Rivadavia
(guerra con Brasil) precipitó la caída de todo el régimen unitario. En 1827 es elegido Manuel
Dorrego como gobernador de la Provincia de Buenos Aires (resurgimiento institucional de la
provincia).

El predominio de los federales (1827-1852): “La sociedad argentina en el período de las


autonomías provinciales”.
En 1827 Manuel Dorrego es gobernador de la provincia de Bs. As. (el 18 de agosto se
declaran disueltos el congreso y el gobierno nacional). Se sublevan los unitarios, Lavalle
gobernador interino, y Dorrego es fusilado en 1828 (la figura de Rosas crece). La guerra civil
había comenzado.
Con la muerte de Dorrego, se da un “recambio” en las filas federales. La nueva generación,
liderada por Rosas, será la que maneje los destinos de las provincias.
En 1829 el general Paz (unitario) se suma a la sublevación. Rosas vence a Lavalle y realizan
un pacto. Se conforma la liga unitaria-1830- (Paz derrotó a Quiroga y sumó las provincias de
Salta, Tucumán, Catamarca, Mendoza, San Juan, San Luís y Santiago del estero) y el pacto
federal-1831-(Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes). En 1831 el poderío federal
derrotó a Paz y Lamadrid y se afianzó en el interior. Tres caudillos indiscutidos aumentaron
su poderío: Quiroga, Rosas y López. El país asiste a una nueva experiencia institucional sobre
la base del Pacto federal que habría de constituirse en el fundamento orgánico de unión entre
las provincias.

El Sistema Rosista
Rosas llegaba al poder sin identificarse con los sectores más extremos del federalismo, pero la
politización de los sectores rurales parecen empujarlo en esa dirección. Donde antes sólo se
veían reducidas masas de votantes pasivamente dispuestas a apoyar las listas de
representantes acordadas entre los hacendados y los señores del Partido del Orden, la
dimensión política de la campaña está ahora definida por la movilización popular de 1829. Es
que la ejecución de Dorrego ha exacerbado (y dejado sin jefe) a la clientela política del viejo
partido popular urbano. Sea o no intransigente, la política de Rosas debe parecerlo a fin de dar
satisfacción a las masas rurales
Aunque parezca paradójico, la paz es en verdad el objetivo principal de la acción
política de Rosas. Según advierte, el Río de la Plata sólo puede gobernarse popularmente.
Pese a que en 1831 los pueblos han vencido al ejército profesional, Rosas ve subsistir
elementos de inestabilidad en dos niveles:
- Una falta de cohesión profunda en el sector vencedor
- Una amplia politización, que la revolución introdujo y que los unitarios
contribuyeron a hacer avanzar al provocar resistencias tan generalizadas. Una plebe militante,
poco dispuesta a reconocer la superioridad de otros sectores sociales es un peligro permanente
A partir de 1829, los esfuerzos de Rosas iban a restar a esos temidos sectores sociales
toda tendencia a la acción espontánea. Vio en la movilización popular, convenientemente
encauzada, un antídoto contra esos peligros, porque el dirigente que lograse orientar en su
provecho esa movilización tendría tal ventaja sobre sus posibles rivales que su predominio se
afirmaría sin dar lugar a conflictos demasiado intensos. La unanimidad de la plebe en una fe
facciosa podía ser transformada en elemento de cohesión y estabilidad aún más eficaz que la
pasividad política ya dejada atrás. Pero esto le imponía una nueva táctica: la de llevar al
extremo la tensión entre las dos facciones, haciendo del triunfo total de aquella con que se ha
identificado la base de una nueva unanimidad.

Primer gobierno de Rosas (diciembre1829-1832) asume cuando tenía 36 años de edad y era
un fuerte estanciero, le otorgan las facultades extraordinarias. Reanudación de las relaciones
con el papado rotas a partir de 1810. Buenos Aires no era partidario de sancionar una
Constitución Nacional, siempre prefirió una unión basada en pactos interprovinciales con la
intención de asegurar el dominio de la Aduana para la provincia de Buenos Aires.
En 1832 eligen a Rosas pero sin otorgarle las facultades extraordinarias y Rosas no aceptó la
reelección. Rosas se va a las Campañas al Desierto en 1833.
En 1835 asesinato de Quiroga, El presagio de nuevas violencias parecía aconsejar medidas
drásticas.
Segundo Gobierno de Rosas (1835-1852): Se lo nombra con la suma del poder público.
Este segundo período, convivió con el surgimiento de un sector de jóvenes nucleados en un
“salón literario” y más tarde formando la Asociación de la Joven Argentina o Asociación de
Mayo. Este grupo clandestino de acción política que por el momento estaba orientado a la
formación de un amplio movimiento de opinión dentro de los dirigentes federales dio un
vuelco radical a partir del conflicto de Rosas con Francia.
Rosas consideró a los miembros de la asociación como integrantes de una logia unitaria y por
lo tanto persiguió a sus adherentes. El grupo se disolvió a fines de 1838 y muchos de sus
integrantes comenzaron a abandonar el país. Desde el exterior, muchos de ellos fueron
organizadores de grupos de resistencia.

En 1835, Rosas promulgó la ley de aduana, medida que constituyó un aporte para el
desarrollo de la producción del interior, deteniendo la ruina de las industrias artesanales; las
provincias tomaron con beneplácito estas medidas, aunque hubo algunas reacciones desde el
litoral. La armada francesa bloquea el puerto de Buenos Aires (marzo de 1838- 1840 fin del
conflicto). Nuevo bloqueo de 1845 a 1848 de Francia e Inglaterra. Luego de levantado el
bloqueo anglo-francés, la situación de Rosas parecía más firme que nunca. Pero el
descontento y el desgaste, luego de 17 años de gobierno, se harían sentir. La reacción vendría
del litoral, el gobernador de Entre Ríos, Justo José de Urquiza se decidió a marchar sobre
Buenos Aires. Rosas (1829-1852 batalla de caseros)

También podría gustarte