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Indicadores de servicio, ¿qué tan efectivos son?

Los indicadores de servicio permiten conocer la calidad de los productos


o servicios que se comercializan en un mercado. La mejor forma de hacerlo
es preguntando a los clientes sobre su nivel de satisfacción.
Durante mucho tiempo se creyó que la calidad de un servicio estaba
vinculada de forma exclusiva al stock de las empresas y a la disponibilidad
de los artículos. Sin embargo, hoy día sabemos que se trata de un concepto
mucho más amplio en el que también intervienen elementos de diversa
índole, incluidas las fases de postventa.
 

¿De qué depende la efectividad de los


indicadores de servicio?
Ni todos los servicios son iguales ni todos los indicadores pueden aplicarse
siempre. Esto quiere decir que lo esencial a la hora de establecer
los indicadores de servicio para nuestro negocio radica en saber
exactamente lo que queremos evaluar, cómo lo haremos y, sobre todo, por
qué lo haremos.
La experiencia está plagada de ejemplos de servicios que han sido
evaluados con los indicadores inapropiados y los responsables de dichas
compañías no han logrado saber a ciencia cierta cuál es su nivel de eficacia
en un mercado.
O dicho en otras palabras: cada servicio necesita ser evaluado con los
indicadores más adecuados. No pueden ser otros. Y esta cuestión se define
en gran parte gracias a los objetivos que persigan las empresas.

Ejemplos de indicadores de servicio.


¿Cuál me sirve?
Además de los objetivos de cada compañía, a la hora de elegir indicadores
de servicio es preciso tener presentes algunos elementos, como por
ejemplo la utilidad del recurso, la funcionalidad y la generación de
información valiosa.
A medida que avanzamos en esta materia somos testigos de nuevos
indicadores. Entre los más destacados se encuentran:
 Cumplimiento de órdenes:

Las órdenes de compra son un primer indicador a tener en cuenta. Si la


empresa logra satisfacer la demanda y realizar las entregas
correspondientes en los plazos previstos, sin duda se habrá anotado un
punto a favor en materia de satisfacción.

 Entrega puntual:

Sin embargo, no siempre basta con entregar los productos. Cuanto más
puntual sea el servicio, mejores valoraciones obtendremos. La puntualidad
es un elemento que suelen valorar especialmente los clientes

 Calidad de la entrega:

Al hacer una entrega (o al realizar una venta, que en este caso es más o
menos lo mismo) no solo es importante el producto; también debemos
poner énfasis en las formas en que se materializa esa entrega: medios
técnicos y físicos, capacidad de respuesta, velocidad, cobertura de
demandas, etc.

 Funcionalidad:

Todos los servicios, pero especialmente los inmateriales, suelen ser


valorados por la funcionalidad que suponen para los consumidores. Es
decir, éstos determinan si el producto ha supuesto una solución a la
necesidad inicial o si, por el contrario, no la ha cubierto del todo. Nadie
quiere servicios poco funcionales, y menos los clientes.

 Atención de incidencias:

Otra manera de medir si somos realmente eficaces a la hora de


proporcionar un servicio es valorando nuestra actitud ante las incidencias
que pueden surgir en un proceso de estas características. Actualmente,
muchas empresas invierten no pocos recursos en departamentos de
atención de incidencias, quejas o reclamaciones, pues saben que el cliente
es su principal capital.

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