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Cereal

Herbácea cuyos granos o semillas son


comestibles.

Avena, cebada y varios productos derivados.


Los cereales (de Ceres, el nombre en latín
de la diosa de la agricultura) son plantas
de la familia de las poáceas cultivadas por
su grano (fruto de pared delgada adherida
a la semilla, característico de la familia).
Incluyen cereales mayores como el trigo,
el arroz, el maíz, la cebada, la avena y el
centeno, y cereales menores como el
sorgo, el mijo, el teff, el triticale, el alpiste
o la lágrima de Job.[1] El tamaño del grano
de algunos cereales, más grande que el de
los demás pastos, fue producto de la
domesticación a lo largo de miles de años.
Muchos cereales en los inicios de su
domesticación fomentaron la aparición de
civilizaciones que se asociaron a ellos.

Los cereales contienen almidón. El


germen de la semilla contiene lípidos en
proporción variable que permite la
extracción de aceite vegetal de ciertos
cereales. La semilla está envuelta por una
cáscara formada sobre todo por la
celulosa, componente fundamental de la
fibra dietética. Se emplean en la
alimentación humana (especialmente el
trigo, el arroz y el maíz) y del ganado, así
como en la fabricación industrial de
diversos productos.

Los cereales modernos, principalmente el


trigo y el maíz, son el resultado de la
selección efectuada durante la
denominada revolución verde (segunda
mitad del siglo XX), con el objetivo de
conseguir variedades de alto rendimiento.
Los procedimientos desarrollados
obtuvieron un gran éxito en el aumento de
la producción, pero no se dio suficiente
relevancia a la calidad nutricional,
resultando en cereales con proteínas de
baja calidad y alto contenido en hidratos
de carbono.[2] Su consumo excesivo
puede provocar el desarrollo de un gran
número de enfermedades crónicas,
incluyendo la diabetes tipo 2, la presión
arterial alta, enfermedades del corazón,
sobrepeso y obesidad.[2] Algunas
evidencias indican que consumidos sin
refinar (cereales integrales) pueden ser
beneficiosos en la prevención de la
diabetes tipo 2, enfermedades
cardiovasculares y el cáncer
colorrectal.[3] [4]

Ciertos cereales contienen un conjunto de


proteínas, el gluten, que ayuda a
proporcionar elasticidad a las masas
empleadas para la elaboración del pan y
otros productos de repostería.[5] Entre
estos se incluyen el trigo, la avena, la
cebada y el centeno (T.A.C.C.) y cualquiera
de sus variedades e híbridos tales como la
espelta, la escanda, el kamut y el
triticale.[6] [7] El consumo de estos
cereales puede provocar el desarrollo de
los denominados trastornos relacionados
con el gluten, que incluyen la enfermedad
celíaca, la sensibilidad al gluten no celíaca,
la alergia al trigo, la dermatitis
herpetiforme, la ataxia por gluten,[8] [9] y
diversos trastornos neurológicos que
pueden desarrollarse aunque no haya
ningún tipo de daño o inflamación en el
intestino, es decir, tanto en celíacos como
en no celíacos.[10] [11] Prácticamente la
totalidad de los casos reales continúa sin
reconocer, sin diagnosticar y sin tratar.[12]
Asimismo, el gluten es uno de los factores
más potentes que provocan un aumento
de la permeabilidad intestinal, que está
implicada en el desarrollo de
enfermedades autoinmunes, cánceres,
enfermedades del sistema nervioso,
enfermedades inflamatorias, infecciones,
alergias y asma.[13]

Las evidencias históricas y arqueológicas


muestran que previamente a la revolución
agrícola del Neolítico (VIII milenio a. C.),
los seres humanos en general no
mostraban signos ni síntomas de
enfermedades crónicas y que,
coincidiendo con la inclusión de los
cereales en la dieta, se produjo una serie
de consecuencias negativas sobre la
salud, muchas de las cuales continúan
presentes en la actualidad.[2] [14] Entre
ellas cabe destacar múltiples deficiencias
nutricionales, tales como la anemia
ferropénica, trastornos minerales que
afectan tanto a los huesos (osteopenia,
osteoporosis, raquitismo) como a los
dientes (hipoplasias del esmalte dental,
caries dentales), y una alta incidencia de
trastornos neurológicos, enfermedades
psiquiátricas, la obesidad, la diabetes tipo
2, la ateroesclerosis y otras enfermedades
crónicas o degenerativas.[2] [14] [15]

Historia
La humanidad existe desde hace unos 2,5
millones de años, pero los cereales se
introdujeron en la dieta hace unos 10.000
años, durante la revolución neolítica y el
desarrollo de la agricultura. El ser humano
pasó de una alimentación basada en la
caza y la recolección a una dieta con un
alto contenido en cereales.[15] [16]

Este cambio de la alimentación se ha


producido a un ritmo muy rápido en un
plazo de tiempo muy corto desde el punto
de vista evolutivo, con modificaciones
mucho más marcadas durante las últimas
décadas del siglo XX e inicios del siglo
XXI, como consecuencia de la revolución
verde y la progresiva difusión de los
alimentos procesados y la comida
rápida.[2] [14] No obstante, nuestro
genoma y fisiología no se han modificado
apenas durante los últimos 10.000 años y
nada en absoluto en los últimos 40-100
años, dando como resultado una dieta
"desadaptativa".[2] [14] Algunos autores
opinan que esta hipótesis de la
discordancia evolutiva ha proporcionado
un marco teórico valioso, pero se trata de
una visión incompleta que no refleja la
flexibilidad, la variabilidad y la
adaptabilidad en el comportamiento
alimentario humano y la salud en el
pasado y el presente.[17]

A raíz de las dos guerras mundiales se


hizo evidente la necesidad de aumentar la
producción agrícola, para satisfacer la
creciente demanda de alimentos de la
población.[16] Las estrategias puestas en
práctica para solucionar este problema,
durante la denominada revolución verde,
fueron un éxito en cuanto a la producción
pero no dieron suficiente relevancia a la
calidad.[2] Se desarrollaron las variedades
de cereales que se cultivan en la
actualidad, las cuales tienen un alto
contenido en carbohidratos y una baja
calidad nutricional, y que además
desplazaron a los cultivos de
legumbres.[2] Estos cereales de alto
rendimiento presentan deficiencias en
aminoácidos esenciales y contenidos
desequilibrados de ácidos grasos
esenciales, vitaminas, minerales y otros
factores de calidad nutricional.[2]
La Nutrition Society, fundada en 1941 en
Gran Bretaña, se centró en la mejora del
cultivo del trigo. Las especies fueron
seleccionadas para conseguir variedades
resistentes a climas extremos y a las
plagas, con alto contenido en gluten,
cuyas propiedades viscoelásticas y
adhesivas únicas son muy demandadas
por la industria alimentaria, pues facilitan
la preparación de masas, alimentos
elaborados y diversos aditivos.[16] El
proyecto fue un éxito en relación a la
producción, con tasas actuales que
superan los 700 millones de toneladas por
año, pero provocó un cambio drástico en
la genética del trigo.[16] El trigo moderno
(aproximadamente el 95% del trigo
cultivado en la actualidad) es una especie
híbrida que contiene mayor cantidad de
gluten (aproximadamente el 80-90% del
total de proteínas), cuya capacidad
inmunogénica y citotóxica es
probablemente mayor,[15] [16] capaz de
atravesar tanto la barrera intestinal como
la barrera hematoencefálica y acceder al
cerebro.[15] [18]
Se baraja la hipótesis de que esta
modificación genética del trigo y el
aumento del consumo de gluten, han sido
demasiado altos y en un espacio de
tiempo excesivamente corto para permitir
la adaptación de nuestro sistema
inmunitario, con el consiguiente aumento
de los trastornos relacionados con el
gluten, si bien esta teoría aún no está
completamente aclarada.[16]

La evidencia histórica y arqueológica


muestra que, previamente a la revolución
agrícola, los seres humanos en general no
mostraban signos ni síntomas de
enfermedades crónicas.[14] Diversos
estudios etnológicos y arqueológicos
revelan que coincidiendo con la inclusión
de los cereales en la dieta, se produjo una
serie de consecuencias negativas sobre la
salud, entre las que destacan reducciones
de la estatura, disminución de la
esperanza de vida, aumento de las
enfermedades infecciosas, de la
mortalidad infantil, las enfermedades
neurológicas y psiquiátricas, múltiples
deficiencias nutricionales, incluyendo
anemia ferropénica, trastornos minerales
que afectan tanto a los huesos
(raquitismo, osteopenia, osteoporosis)
como a los dientes (hipoplasias del
esmalte dental, aumento de las caries
dentales), y otras deficienicas de
minerales y vitaminas.[2] [14] [15] Parte de
estos efectos negativos han sido
compensados por el progreso de la
higiene, el desarrollo de la Medicina y la
complementación de las dietas basadas
en cereales con otras fuentes de
nutrientes, consiguiendo una reducción de
la mortalidad infantil y una esperanza
media de vida más larga. No obstante, la
mayor parte de las consecuencias
negativas continúa presente en la
actualidad: el cambio de la alimentación
basada en la caza y la recolección a las
dietas con alto contenido en cereales y el
estilo de vida occidental, está asociado a
la alta incidencia de la obesidad, la
diabetes tipo 2, la ateroesclerosis, las
enfermedades psiquiátricas, los trastornos
neurológicos y otras enfermedades
crónicas o degenerativas.[2] [14] [15]

Durante la Segunda Guerra Mundial,


decayó el consumo de trigo y otros
cereales como consecuencia de la
escasez de suministros. El análisis de las
admisiones en hospitales psiquiátricos de
cinco países demostró un descenso en los
ingresos por esquizofrenia, que se
correlacionó con el porcentaje de
disminución en el consumo de trigo. Por el
contrario, en los Estados Unidos, donde
hubo un incremento en el consumo de
trigo, las admisiones por esquizofrenia
aumentaron, por lo que se formuló la
hipótesis de que la esquizofrenia es poco
frecuente si el consumo de cereales es
raro. Esta hipótesis fue corroborada
posteriormente por un estudio
antropológico en las Islas del Pacífico Sur,
que demostró que la prevalencia de
esquizofrenia era baja en países con bajo
consumo de trigo y aumentó con la
introducción del trigo, la cebada, la
cerveza y el arroz en las dietas.[19] [20]
Actualmente, se ha demostrado la relación
de la esquizofrenia en una parte de
pacientes con el consumo de gluten,
independientemente de la predisposición
genética, es decir, tanto en celíacos como
en no celíacos.[21] [22]

Estructura de las semillas


Germen o embrión: se localiza en el
centro o núcleo de la semilla, a partir del
cual se puede desarrollar una nueva
planta.
Endospermo: estructura harinosa o
feculenta que envuelve al embrión y que
le proporciona los nutrientes necesarios
para su desarrollo.
Testa: capa exterior laminar que recubre
al grano y proporciona nutrientes y
vitaminas.
Cáscara ó Pericarpio: capa más exterior
de todas y de cierta dureza ya que
protege a la semilla. Está formada por
fibras vegetales.

Especies
Copos de maíz recubiertos de azúcar.

Las especies que caben dentro de esta


categoría agronómica pertenecen en su
mayoría a la familia Poaceae (gramíneas),
cuyo fruto es inseparable de la semilla; sin
embargo también se incluye a veces a
plantas con semillas semejantes a granos
que son de otras familias, como la quinua,
el alforfón, el amaranto, el huauzontle o el
girasol. Algunos autores llaman a estas
últimas especies "falsos cereales" o
"pseudocereales".

Las principales especies son: arroz, maíz,


trigo, avena, sorgo, centeno, cebada, mijo.

Utilización

En la alimentación humana …
Los cereales más empleados en la
alimentación humana son el trigo, el arroz
y luego el maíz. La cebada se utiliza
fundalmentalmente en la fabricación de la
cerveza para hacer la malta.

Los cereales con gluten, especialmente el


trigo, se emplean principalmente para
elaborar panes y pastas. El gluten es muy
apreciado por sus cualidades
viscoelásticas únicas, que aportan
elasticidad a la masa de harina, lo que
permite que junto con la fermentación el
pan obtenga volumen, así como la
consistencia elástica y esponjosa de los
panes y masas horneadas.[23] [24] Estas
características físicas del gluten facilitan
la producción de numerosos alimentos
procesados, comida rápida y aditivos
alimentarios,[25] cuyo consumo se ha
incrementado espectacularmente debido
al proceso de industrialización global y a
la occidentalización de la dieta.[26] Como
aditivo, se emplea para conferir
viscosidad, espesor o volumen a una gran
cantidad de productos alimenticios, lo que
provoca que exista presencia de proteínas
tóxicas para una parte de la población en
los productos menos sospechosos.[27]
Más de la mitad de los alimentos que se
comercializan actualmente contiene
gluten de trigo, cebada, centeno o avena
como espesante o aglutinante, en forma
de contaminación cruzada o incluso por
adulteración.[27]

Tradicionalmente, los cereales con gluten


se denominan "cereales panificables",[28]
sin bien también es posible elaborar panes
sin gluten con harinas de otros cereales,
como el maíz y el arroz,[29]
pseudocereales (tales como el amaranto,
la quinua, el alforfón o el teff) y cereales
menores (como el sorgo o el
mijo).[5] [29] [30]

Algunos cereales secundarios se han


convertido al gusto de hoy día con la
vuelta a una agricultura orgánica como la
espelta, el centeno o la avena.

Determinados cereales, como la avena o el


arroz, se emplean para elaborar las
denominadas "leches vegetales".[31]

Otras plantas como quinua, que se cultiva


tradicionalmente en América del Sur,
tienen un mercado en crecimiento,
especialmente en el ámbito de la
agricultura ecológica. Cabe aclarar que la
quinua es un pseudocereal, perteneciente
a la subfamilia Chenopodioideae de las
amarantáceas.

Principales formas de consumo de


cereales:
en granos: arroz, maíz, trigo (a
menudo precocido), escanda,
cebada, avena, quinua;
harina: trigo, centeno, espelta, para
la pastelería (pan, pastas) y tortas,
maíz, arroz;
sémola: trigo duro (cuscús pasta),
maíz (polenta), fonio;
gachas: avena (gruau o gachas:
alimento inglés tomada en el
desayuno);
copos: avena; maíz
pasta: trigo duro, centeno, espelta,
arroz, maíz.
"Leches" vegetales.

Alimentación animal …

Cereales molturados utilizados como alimento para


ganado.
Una gran parte de la producción mundial
se destina a la alimentación animal del
ganado: en los países desarrollados, el 56
por ciento del consumo de cereales se
produce en la alimentación del ganado, el
23 por ciento en los países en
desarrollo.[32] A nivel mundial, el 37 por
ciento de la producción de cereales se
destina a alimentar a los animales de
granja.[33]

En alimentación animal se utilizan


prácticamente todos los cereales, incluso
el trigo, tradicionalmente reservado a los
hombres, bajo diversas formas:

en grano entero;
en grano triturado e incorporado a los
piensos
plantas enteras, cosechadas antes de
su madurez, en forma de ensilado: maíz
y sorgo.

Además del grano, algunos cereales


también proporcionan forrajes y paja.
Usos industriales …

Algunos de los usos de los cereales en la


industria son los siguientes:

Producción de alcohol etílico y bebidas


alcohólicas por fermentación y
destilación: aquavit, cerveza, gin, sake,
vodka, whisky, etc.
El gluten es muy demandado en todo el
mundo, principalmente por la industria
alimentaria pero también de otros tipos,
debido a su bajo coste económico y sus
propiedades viscoelásticas y adhesivas
únicas.[25] Además de estar presente en
la gran mayoría de los alimentos
procesados que se comercializan
actualmente (como espesante o
aglutinante, en forma de contaminación
cruzada o incluso por adulteración),[27]
también se emplea en la fabricación de
productos farmacéuticos (incluyendo
medicamentos recetados y de venta
libre, gargarismos y colutorios,
suplementos vitamínicos y minerales,
productos a base de plantas
medicinales, suplementos dietéticos,
vendas adhesivas, esparadrapos y tiras
adhesivas sanitarias), todo tipo de
productos cosméticos y de cuidado
personal (barras de labios, bálsamos y
brillos labiales, pasta de dientes,
enjuagues bucales, productos para el
cuidado de la piel y el cabello, etc.),
piensos y alimentos para animales de
granja y mascotas, champús para
perros y pasta de modelar para niños
(como Play-Doh), entre otros.[25] [34] [35]
Derivados del almidón, jarabes,
dextrosa, dextrina, polioles,
principalmente del maíz, y utilizados en
la elaboración de alimentos, papel,
productos farmacéuticos y en los
diferentes sectores industriales.
La paja, a menudo enterrada después de
la cosecha o utilizada como cama para
el ganado, y las mazorcas de maíz (sin
granos), se puede procesar para
producir etanol, utilizado como
biocarburante.
Sistema postcosecha

Esquema de las etapas de la poscosecha de los


cereales.
Los cereales pasan por diferentes etapas
a través de una compleja y gran cadena,
que se inicia en la cosecha y termina en el
consumo. Este proceso está formado
básicamente por tres áreas distintas. La
primera cubre desde la cosecha hasta el
almacenado del grano. La segunda —los
métodos preliminares de procesamiento—
involucra un tratamiento adicional del
grano, pero los productos todavía no se
encontrarán aptos para ser consumidos
directamente. Antes de su consumo, éstos
deberán pasar por una tercera etapa de
procesamiento, como por ejemplo el
humeado.

El pilado es el proceso por el cual se quita


la cáscara al cereal, ya sea trigo, cebada,
arroz, etc. Pulpa dentro de una cáscara.

La mayor parte de los granos comestibles


cosechados en los trópicos se pierde
debido a los inadecuados sistemas de
manejo, almacenado y técnicas de
procesamiento. Se estima que estas
pérdidas oscilan entre el 10 y el 25% de la
cosecha. Las causas más comunes por
las cuales se producen estas pérdidas
son:

1. infestación de parásitos e insectos


durante el procesamiento
postcosecha;
2. pérdida de producción debido a la
cosecha temprana;
3. niveles incorrectos de humedad para
el trillado, molido y pulverizado;
4. pérdidas físicas debido a las malas
técnicas de procesamiento, tanto
preliminar como secundario.

El procesamiento de los cereales afecta a


la composición química y al valor
nutricional (esto quiere decir que su
composición nutrimental es cambiada) de
los productos preparados con cereales.
Los nutrientes están distribuidos de modo
heterogéneo en los distintos componentes
del grano (germen, endospermo,
revestimiento de la semilla y distintas
capas que lo recubren). No existe un
patrón uniforme para los distintos tipos de
cereales. Los efectos más importantes del
procesamiento sobre el valor nutricional
de los cereales están relacionados con:

La separación y extracción de partes del


grano, dejando sólo una fracción de éste
para el producto. Cualquier pérdida en el
volumen origina una pérdida de
nutrientes.
Las partes del grano que se desechan
pueden contener una concentración de
ciertos nutrientes (aumentando, entre
otros aspectos, la proporción de
nutrientes por peso).
El procesamiento en sí mismo puede
traer consigo cambios en los nutrientes
(la germinación, la fermentación, el
sancochado).
La separación de las capas exteriores
del grano, a pesar de que causa la
pérdida de algunos nutrientes, puede
resultar provechosa. Por ejemplo, los
taninos condensados se concentran en
la testa del grano del sorgo, por lo que
su eliminación es esencial desde el
punto de vista nutricional. Al convertir el
arroz integral en arroz blanco se obtiene
un producto más fácil de preparar.

Características nutritivas y
efectos sobre la salud
Análisis nutricional de d

Max Energía Proteínas Lípidos Glúcidos


Min (kJ) (g) (g) (g)

Espelta 1340 11,5 2,7 69,0


Cebada 1430 11,0 2,1 72,0
Avena 1530 12,5 7,1 63,0
Mijo 1510 10,5 3,9 71,0
Maíz 1498 9,0 3,8 71,0
Arroz 1492 7,5 2,2 75,5
Centeno 1323 8,8 1,7 69,0
Trigo 1342 11,5 2,0 70,0

Los cereales por lo general contienen:[36]

Gran cantidad de hidratos de carbono,


alrededor del 58 al 72%, como el
almidón;
Baja cantidad de proteínas, que oscilan
entre el 8 al 13%;
Lípidos en pequeña proporción (2 a 5%),
del germen se puede extraer el aceite
vegetal de algunos cereales;
Sales minerales.
Fibra, 2 a 11%. La cebada, la avena y el
sorgo son los que contienen mayor
cantidad.
Algunas vitaminas del grupo B, en
pequeña cantidad.
La semilla está rodeada por una cutícula
compuesta principalmente de celulosa,
el salvado.

El refinado hace que se pierda la fibra,


sales minerales y vitaminas.[36]

Los cereales modernos de alto


rendimiento han sido seleccionados
dando prioridad a los que producen las
semillas más grandes y regordetas. El
almidón de estas semillas es del tipo
ramificado (amilopectina), en
contraposición a las semillas más
pequeñas y arrugadas, que contienen
almidón resistente.[2]

Los almidones ramificados son fácilmente


digeribles y se asimilan a gran velocidad.
Esto provoca la liberación rápida de
azúcar (alto índice glucémico). El
consumo excesivo de alimentos de alto
índice glucémico puede provocar el
desarrollo de un gran número de
enfermedades crónicas, incluyendo la
diabetes tipo 2, la presión arterial alta y
enfermedades del corazón. El organismo
convierte en grasa el exceso de hidratos
de carbono, lo que puede derivar en un
exceso de peso y obesidad. Los alimentos
con altos índices glucémicos
generalmente no son recomendados para
personas con diabetes (tanto tipo 1 como
tipo 2).[2]
Una revisión de los meta-análisis
publicados hasta 2017 concluyó que
existen algunas evidencias que indican
que consumidos sin refinar (cereales
integrales) podrían ser beneficiosos en la
prevención de la diabetes tipo 2,
enfermedades cardiovasculares y ciertos
tipos de cáncer digestivo, que incluyen el
cáncer colorrectal, el cáncer de páncreas y
el cáncer de estómago. En comparación
con los cereales refinados, en los que la
cáscara, y por tanto la fibra, ha sido
eliminada, los cereales integrales
contienen fibra insoluble. Esta puede
retrasar el tiempo de vaciamiento del
estómago y disminuir la tasa de absorción
de glucosa, lo que explica su menor índice
glucémico.[3]

Un meta-análisis de 2018 concluyó que la


relación entre la ingesta de cereales
integrales y su efecto sobre el cáncer no
está clara, puesto que depende de los
subtipos de cáncer, el estilo de vida y
factores dietéticos que deben ser
investigados en estudios posteriores. Este
meta-análisis demostró un descenso en la
mortalidad por cáncer colorrectal del 16%,
pero no confirmó otros hallazgos de meta-
análisis previos y concluyó que la ingesta
de cereales integrales no tiene ninguna
influencia sobre el riesgo de desarrollar
cáncer de páncreas, de próstata, de
endometrio ni de mama. Los efectos
protectores de los cereales integrales
sobre el cáncer colorrectal se explican por
su contenido en fibra, fitoestrógenos,
vitaminas, antioxidantes y
microelementos. Asimismo, la fibra ejerce
un efecto beneficioso sobre la microbiota
intestinal y el metabolismo, lo que
explicaría su influencia beneficiosa sobre
el riesgo de desarrollar obesidad, diabetes
y enfermedades cardiovasculares.[4]

El contenido de proteínas de los cereales


es bajo en comparación con las
legumbres y las plantas oleaginosas.
Asimismo, son de bajo valor biológico y
nutricional para el hombre por presentar
deficiencias en aminoácidos esenciales,
principalmente la lisina, aunque el arroz, la
avena y la cebada contienen más lisina
que el resto de cereales.[36] El maíz tiene
también bajo contenido de triptófano.[36]
Otros cereales a menudo contienen bajos
niveles de treonina.[36]

Hay diez aminoácidos que se consideran


esenciales, puesto que los animales no
pueden sintetizarlos y deben conseguirlos
a través de la alimentación. Si los niveles
de al menos uno de estos aminoácidos
esenciales es deficiente, los demás son
descompuestos y excretados,[37] [38] [26] lo
cual limita el crecimiento en los niños y
hace que se pierda el nitrógeno de la
dieta.[26] Para compensar esta deficiencia,
es preciso complementar con proteínas
procedentes de otros alimentos, como
pueden ser las legumbres.[36] Otras
posibilidades para mejorar el valor
nutritivo de los cereales incluyen la
fortificación con aminoácidos y otros
nutrientes, la germinación y la
fermentación.[36]
En contraposición, los pseudocereales y
los cereales menores poseen un elevado
índice de valor nutricional y biológico,
superior al del resto de los cereales tanto
por su composición en aminoácidos
esenciales, como por su biodisponibilidad
o digestibilidad,[29] [39] [40] [41] [42] no
contienen gluten[5] y representan una
buena fuente de proteínas, fibra dietética,
hidratos de carbono, vitaminas, minerales
y ácidos grasos poliinsaturados.[29] [30]
Destaca especialmente la quinua, que es
el único alimento de origen vegetal que
provee todos los aminoácidos esenciales,
oligoelementos y vitaminas,
equiparándose su calidad proteica a la de
la leche.[43]

Gluten …

Comparativa de tamaño: virus del SIDA (izda.) versus


gluten (dcha.). Los péptidos tóxicos del gluten son
capaces de atravesar tanto la barrera intestinal como
la barrera hematoencefálica y acceder y dañar a
cualquier órgano o tejido corporal.[44] [15] [45]

Algunos cereales contienen un conjunto


de proteínas de pequeño tamaño, el
gluten, que es apreciado por su capacidad
para proporcionar elasticidad a las masas
empleadas para la elaboración del pan y
otros productos de repostería.[5] El gluten
está presente exclusivamente en los
cereales de secano, fundamentalmente el
trigo, pero también la cebada, el centeno y
la avena,[6] [30] [46] o cualquiera de sus
variedades e híbridos (tales como la
espelta, la escanda, el kamut y el
triticale).[7] [30] [46] [47] [48]

Las proteínas de los cereales con gluten


son deficientes en aminoácido esenciales
como la lisina y el triptófano, por lo que
tienen bajo valor biológico y nutricional.[5]
El gluten representa el 80-90% del total de
las proteínas del trigo.[49] No es
indispensable para el ser humano y desde
el punto de vista de la nutrición, su
exclusión de la alimentación no representa
ningún problema, pudiendo ser fácilmente
sustituido por otras proteínas animales o
vegetales cuando es preciso realizar una
dieta libre de gluten.[23] [50] [51] [52]

El consumo de cereales con gluten puede


provocar el desarrollo de los
denomminados trastornos relacionados
con el gluten. Estos incluyen:[8] [9]
Hipoplasia irreversible del esmalte dental causada por
la enfermedad celíaca no tratada, evitable con un
diagnóstico temprano. Puede ser el único signo, en
ausencia de síntomas digestivos o de otro tipo.
Normalmente es confundida con la fluorosis u otras
causas.[53] [54] [55] [56] [57]

Enfermedades de base genética.


- La enfermedad celíaca. Es una
enfermedad crónica, multiorgánica
autoinmune,[a] que lesiona
primeramente el intestino y puede dañar
cualquier órgano o tejido corporal,
manifestándose con múltiples síntomas
diferentes, frecuentemente sin ningún
síntoma digestivo.[44] [58] [12] Si bien
está producida por una "intolerancia"
permanente al gluten, no se trata de una
simple intolerancia alimentaria ni
mucho menos de una alergia, ni de un
trastorno únicamente digestivo como
tradicionalmente se consideraba.[59] [60]
Sin un tratamiento estricto (la dieta sin
gluten) puede provocar complicaciones
de salud muy graves, entre las que cabe
señalar diversos tipos de cáncer,
enfermedades cardiovasculares,
trastornos neurológicos y psiquiátricos,
otras enfermedades autoinmunes y
osteoporosis.[61] [62] [62] [63] [64] [65] [45]
- La dermatitis herpetiforme. Se
considera “la enfermedad celíaca de la
piel” y se presenta en alrededor del 25%
de los celíacos.[8] [9]
Enfermedades en las que no existe
ninguna predisposición genética.
- La sensibilidad al gluten no celíaca.
Posiblemente inmuno-mediada, con
síntomas indistinguibles de los de la
enfermedad celíaca y en la que todas
las pruebas para buscar la enfermedad
celíaca son negativas pero hay una
mejoría al retirar el gluten de manera
estricta de la dieta.[8] [9]
- La alergia al trigo.[8] [9]
- La ataxia por gluten. Enfermedad
autoinmune que se caracteriza por la
muerte irreversible de ciertas neuronas
del cerebelo y provoca alteración del
equilibrio, torpeza, pérdida de
coordinación o temblores en las manos,
principalmente.[8] [9]
- Trastornos neurológicos relacionados
con el gluten ("neurogluten").[10]
Actualmente, un creciente número de
trastornos neurológicos o psiquiátricos
se está relacionando en algunos casos
con el consumo de gluten, entre los
cuales cabe destacar la neuropatía
periférica,[66] la
epilepsia[67] [68] [69] [70] [7] [71] la
esclerosis múltiple,[72] [73] [74] la
demencia,[75] [76] el Alzheimer,[77] la
encefalopatía,[78] parkinsonismos,[79] la
esquizofrenia,[66] [80] [19] el
autismo,[66] [80] [81] [82] la
hiperactividad,[49] el trastorno obsesivo-
compulsivo,[83] [84] [85] el síndrome de
Tourette,[86] [87] [88] [89] las
alucinaciones, que algunos autores han
denominado "psicosis por
gluten",[90] [91] el trastorno bipolar,[92] la
parálisis cerebral[93] [94] [95] y diversos
trastornos neuromusculares que
provocan movimientos involuntarios,
pérdida de fuerza, atrofia, parálisis o
alteraciones sensoriales.[96] Según el
neurólogo Marios Hadjivassiliou,
pionero a nivel mundial en el estudio de
la ataxia por gluten:

"Que la sensibilidad al
gluten sea considerada
principalmente una
enfermedad del
intestino delgado es un
error histórico (...)
puede ser
principalmente, y a
veces exclusivamente,
una enfermedad
neurológica".[11]
Esquema de la pared del intestino con permeabilidad
aumentada. Los dos factores más potentes que la
provocan son ciertas bacterias intestinales y el
gluten,[13] tanto en celíacos como en no
celíacos.[97] [98] Esto permite el paso sin control de
sustancias al torrente sanguíneo, con el consiguiente
posible desarrollo de enfermedades autoinmunes,
inflamatorias, infecciones, alergias o cánceres, tanto
intestinales como en otros órganos.[13]

Asimismo, el gluten y ciertas bacterias


intestinales son los dos factores más
potentes que provocan un aumento de la
permeabilidad intestinal,[13]
independientemente de la predisposición
genética, es decir, tanto en celíacos como
en no celíacos.[97] [98] [99] [100] Este
aumento de la permeabilidad intestinal
provoca que pasen a la sangre sustancias
que no deberían pasar (toxinas, químicos,
microorganismos y alimentos
incompletamente digeridos) y que,
dependiendo de la predisposición genética
de la persona, puedan desarrollarse
diversos trastornos de salud.[13]
Actualmente, existen evidencias de que la
alteración de la permeabilidad intestinal
está implicada en el desarrollo de
enfermedades autoinmunes, cánceres,
enfermedades del sistema nervioso,
enfermedades inflamatorias, infecciones,
alergias y asma.[13]
El número de personas afectadas por los
trastornos relacionados con el gluten está
aumentando de manera constante.[15] No
obstante, debido al escaso conocimiento
sobre estos trastornos entre los
profesionales de la salud, que tiende a
perpetuarse,[101] [102] y pese a que se ha
incrementado el número de diagnósticos
en comparación con años anteriores, en la
actualidad prácticamente la totalidad de
los casos reales continúa sin reconocer,
sin diagnosticar y sin tratar.[12] La mayor
parte de los afectados solo presenta
síntomas digestivos leves, intermitentes o
incluso ausentes, probablemente debido al
efecto opioide del gluten, que enmascara
el daño intestinal, aunque sí desarrollan
otros trastornos asociados que pueden
afectar prácticamente a cualquier
órgano.[103] Tras un dilatado historial de
variadas molestias de salud y un largo
peregrinaje por multitud de consultas de
diversos especialistas durante años, sin
recibir un apoyo médico adecuado, la
mayoría de las personas afectadas acaba
recurriendo a la dieta sin gluten y al
autodiagnóstico,[104] [105] [106] mientras
que otras muchas son personas que se
han acostumbrado a vivir con un estado
de mala salud crónica como si fuera
normal.[107] [108]

Las harinas de cereales sin gluten solo


son aptas para el consumo de las
personas afectadas cuando están libres
de contaminación cruzada con gluten
(también denominada
"trazas"),[46] [30] [109] [110] [111] que puede
ocurrir durante los diferentes pasos de la
recolección y elaboración, tanto en la
cosecha de los granos, el transporte, la
molienda, el almacenamiento, el
procesamiento, la manipulación o el
cocinado.[111] [112] [113]

"Leches" vegetales …

Con ciertos cereales, como el arroz o la


avena, se elaboran las denominadas
"leches" vegetales, extrayendo el material
vegetal en agua, separando el líquido y
formulando el producto final,
generalmente con adición de ingredientes
para permitir su conservación y mejorar su
sabor y sus propiedades nutricionales.[31]
Aunque se publicitan como saludables y
sanas, a fecha de 2018 no se han
realizado suficientes investigaciones para
comprender las implicaciones
nutricionales de su consumo a corto y
largo plazo.[114]

Los consumidores interpretan


errónamente que las "leches" vegetales
son un sustituto directo de la leche de
vaca, pero la mayoría de estas bebidas
carecen del equilibrio nutricional de la
leche de origen animal, son bajas en
proteínas, grasas, calorías y hierro, y
algunas tienen contenidos de proteínas y
calcio extremadamente bajos.[114] [31] [115]
No son un adecuado sustituto de la leche
materna, de las fórmulas infantiles ni de la
leche de vaca en los primeros dos años de
vida.[115] En el caso de niños mayores de
dos años que por razones médicas no
pueden consumir leche, la recomendación
es elegir bebidas fortificadas y que
contenga al menos 6 gramos de proteína
por cada 250 mililitros.[115]

El empleo de leche de arroz como


alternativa a la leche de vaca, debido a la
gran diferencia de valor nutricional entre
ambas, puede causar desnutrición,
especialmente en niños pequeños.[114] [31]
Se han documentado varios casos de
Kwashiorkor en países occidentales, una
forma de malnutrición proteico-energética
típica de zonas de hambruna, como
consecuencia del uso de leche de arroz
como alimento de destete y en niños a
dieta vegana basada en arroz.[114] [31]

Con el objetivo de no confundir al


consumidor, desde 2013 en los países de
la Unión Europea se ha prohibido el uso de
la palabra "leche" para referirse a las
bebidas de origen vegetal, y solo las
leches de origen animal pueden
denominarse así.[116] [117] [115] La
Administración de Alimentos y
Medicamentos de Estados Unidos (FDA)
denomina las alternativas lácteas basadas
en plantas como "leche de imitación" y
"productos lácteos de imitación" y las
define como «aquellas comidas que tienen
las características físicas, como sabor,
cuerpo, textura o apariencia, de la leche o
productos lácteos, pero no entran dentro
de la definición de "leche" o "productos
lácteos" y son nutricionalmente inferiores
al producto imitado».[115] En los
establecimientos de venta al público, se
exige que estén físicamente separados de
la leche o los productos lácteos.[115]
Otros …

El consumo de arroz blanco (arroz


descascarillado) puede causar una
deficiencia en vitamina B1 o tiamina,
causante, en ausencia de un suplemento
dietético, del beriberi.

El consumo excesivo de maíz, que no ha


pasado por el proceso de nixtamalización,
puede llevar a una deficiencia de vitamina
PP, causa de la pelagra.
Importancia económica
La cosecha mundial de cereales ascendió
a 2,07 miles de millones de toneladas
(2010). Esto representa un promedio bruto
de 345 kg per cápita al año (6 miles de
millones de personas en total), promedio
que se situó en 155 kg de cereales para el
consumo humano.
Producción mundial de cereales
Superficie
Fuente FAO Rendimiento Producción
cultivada

Año 2003 (106 ha) (q/ha) (106 t)

Maíz 141,2 45,0 635,7

Arroz 150,9 38,8 585,0

Trigo 208,1 26,8 557,3

Cebada 55,3 25,2 139,4

Sorgo 43,9 13,4 58,9

Mijo 34,9 8,4 29,4

Avena 13,0 20,1 26,2

Espelta 8,3 19,6 16,2

Triticale 2,9 34,6 10,0

Fonio 0,4 6,5 0,3

Conjunto de cereales 666,5 31,0 2 067,9

Producción de cereales en el
mundo

Los países mayores productores de
cereales (2005)
 Producción 
(en millones
 Puesto  País  Puesto 
de
toneladas)
   1  China    427,613     9  
 Estados
   2 366,516   10
Unidos     A

 Unión
   3 285,227   11  B
Europea   
 
   4  India    239,913   12  
   5 Rusia    76,430   13  A
 

 V
   6  Indonesia  65,998   14
 
 
 Francia 
   7 64,130   15
 

   8  Argentina  55,724   16  T


 
   M
Posibles efectos del Cambio
Global sobre los cereales
Los cereales que se cultivan en España
han adelantado en las tres últimas
décadas etapas de crecimiento que
desarrollan en primavera como
consecuencia de los efectos del cambio
global, que en la Península se han
manifestado con un incremento de la
temperatura media y una ligera
disminución pero mayor intensidad de las
precipitaciones. El avance en sus estados
fenológicos más significativo ha sido
registrado en el trigo y en la avena, cuyas
fases de aparición de la hoja bandera y de
floración se han adelantado una media de
tres y un día por año respectivamente. Las
variaciones fenológicas pueden llegar a
tener un gran impacto sobre la producción
final de cultivo.[118]

Véase también
Fenología
Flora
Nutrición
Pan integral
Pseudocereal

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exist as secalin in rye, hordein in
barley, and avenins in oats and are
collectively referred to as “gluten.”
Derivatives of these grains such as
triticale and malt and other ancient
wheat varieties such as spelt and
kamut also contain gluten. The gluten
found in all of these grains has been
identified as the component capable
of triggering the immune-mediated
disorder, coeliac disease. (Existen
proteínas similares a la gliadina que se
encuentra en el trigo, como las
secalinas en el centeno, las hordeínas
en la cebada y las aveninas en la
avena, y se denominan colectivamente
“gluten.” Derivados de estos granos,
tales como el triticale y la malta, y
otras variedades de trigo antiguas,
tales como la espelta y el kamut,
también contienen gluten. El gluten
encontrado en todos estos granos ha
sido identificado como el componente
capaz de desencadenar el trastorno
mediado por el sistema inmunitario, la
enfermedad celíaca)».
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it’s from fluoride, that the mother took
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these clinical features in children may
signal the need for early investigation
of possible celiac disease, especially
in asymptomatic cases. (...) Pediatric
dentists must recognize typical oral
lesions, especially those associated
with nutritional deficiencies, and
should suspect the presence of celiac
disease, which can change the
disease’s course and patient’s
prognosis.»
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evidence making the correlation
between CD and oral defects
scientifically sustainable. This
recognition should lead dentists to
play more significant roles in
screening for CD, as otherwise, if not
properly diagnosed and not treated
with a gluten-free diet, may eventually
cause some malignancies.»
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obstacle to implementing the
recommendations is poor awareness
of celiac disease by patients and
physicians. Among
gastroenterologists, there is a sense
that celiac disease does not require
follow-up by a specialized physician
after diagnosis and may be considered
a minor condition in comparison with
irritable bowel disease (IBD) and
inflammatory bowel syndrome (IBS).
(...) There is an urgent need to
increase awareness among primary-
care physicians and pediatricians
about the wide diversity of clinical
manifestations. El obstáculo más
importante para implementar las
recomendaciones es el pobre
conocimiento de la enfermedad
celíaca por parte de los pacientes y
los médicos. Entre los
gastroenterólogos, existe la sensación
de que la enfermedad celíaca no
requiere el seguimiento por un médico
especialista después del diagnóstico y
que puede considerarse una condición
menor en comparación con el
síndrome del intestino irritable (SII) y
lA enfermedad inflamatoria
intestinal(EII).(...) Existe una
necesidad urgente de aumentar la
conciencia entre los médicos de
atención primaria y los pediatras
acerca de la gran diversidad de
manifestaciones clínicas».
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«Historically, a GFD was occasionally
used in the management of multiple
sclerosis (MS), because anecdotal
reports indicated a positive effect
(reversal of symptoms) of a GFD in MS
patients. (GFD=gluten-free diet)
TRADUCCIÓN: Históricamente, la DSG
se ha utilizado ocasionalmente en el
tratamiento de la esclerosis múltiple
(EM), porque casos documentados
indican un efecto positivo (reversión
de los síntomas) de una DSG en
pacientes con EM. DSG=dieta sin
gluten».
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«Although most neurologists have
experience diagnosing and treating
typical dementias, such as those due
to neurodegenerative conditions,
including Alzheimer's disease, few
neurologists have as much familiarity
with autoimmune causes of dementia.
Whereas Alzheimer's disease can be
managed at a more leisurely pace, the
immune-mediated dementias typically
require urgent diagnosis and treatment
with immunosuppressants or the
underlying etiology. Increased
awareness of the immune-mediated
dementias and their comorbid
symptoms should lead to prompt
diagnosis and treatment of these
fascinating and mysterious
conditions.»
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«Anecdotal reports have suggested
that children with TS have abnormal
reactions to gluten, and the chemical
manipulation of this protein has been
suggested to result in a substance
that exacerbates tics. [...] A recent
case reported in the literature involved
a 13-year-old female with a 10-year
history of tics and OCD. Despite a
family history for celiac disease, she
failed to show symptoms of the
disease herself, but instead met the
criteria for nonceliac gluten sensitivity.
After 1 week of being placed on a
gluten-free diet, her tics were reported
to diminish, and within a few months
the tics completely disappeared
(Rodrigo et al., 2015). Informes
anecdóticos han sugerido que los
niños con síndrome de Tourette tienen
reacciones anormales frente al gluten
y se ha sugerido que la
transformación química de esta
proteína da como resultado una
sustancia que exacerba los tics. [...]
Un caso reciente documentado en la
literatura involucra a una mujer de 13
años con un historial de 10 años de
tics y trastorno obsesivo-compulsivo.
A pesar de los antecedentes
familiares de enfermedad celíaca, no
mostró síntomas de esta enfermedad
sino que cumplía los criterios de
sensibilidad al gluten no celíaca. Tras
una semana desde el comienzo de
una dieta sin gluten, sus tics
disminuyeron y en unos pocos meses
los tics desaparecieron por completo
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presentations is wide, and currently
extraintestinal manifestations (eg,
anemia or short stature) are more
common than the classic
malabsorption symptoms. A high
degree of awareness among health
care professionals and a liberal use of
serologic CD tests can help to identify
many of the nonclassic cases.41
Therefore, the primary care
pediatrician has a central role in this
process of case finding. (...) It is
important to note that poor awareness
of CD among health professionals
tends to self-perpetuate for several
reasons (...) Traducción: El espectro
de presentaciones clínicas es amplio,
y actualmente las manifestaciones
extraintestinales (por ejemplo, anemia
o talla baja) son más comunes que los
síntomas clásicos de malabsorción.
Un alto grado de conocimiento entre
los profesionales de la salud y un uso
liberal de las pruebas serológicas de
enfermedad celíaca pueden ayudar a
identificar muchos de los casos no
clásicos. Por lo tanto, el pediatra de
atención primaria tiene un papel
central en este proceso de búsqueda
de casos. (...) Es importante tener en
cuenta que el escaso conocimiento
sobre la enfermedad celíaca entre los
profesionales de la salud tiende a
perpetuarse por varias razones».
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octubre de 1988, por la que se
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Notas
1. Un trastorno autoinmunitario ocurre
cuando el sistema inmunitario ataca y
destruye tejido corporal sano por
error.
Sistémico (multiorgánico): Significa
que afecta al cuerpo entero, en lugar
de una sola parte o un solo órgano.

Enlaces externos
Wikimedia Commons alberga una
categoría multimedia sobre Cereales.
Wikcionario tiene definiciones y otra
información sobre cereal.
El Diccionario de la Real Academia
Española tiene una definición para
cereal.
Datos: Q12117
Multimedia: Cereals
Diccionario: cereal

Obtenido de
«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Cereal&oldid=124834617»

Última edición hace 1 mes por SeroBOT

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