Kindleberger nos muestra "una" explicación de la depresión de 1929 y plantea las posibles

causas.

Las razones de la prolongada depresión a nivel mundial se dan, en primera medida, por la falta
de coordinación, liderazgo y responsabilidad internacional. Fue amplia, profunda y larga
debido a que Gran Bretaña y Estados Unidos no quisieron manejar y tomar decisiones por el
bien del sistema económico mundial. Para el autor, se tomaron decisiones equivocadas que
derivaron en un mal manejo del sistema.

El autor sostiene que las crisis son intermitentes al funcionamiento del capitalismo, son
cíclicas. *Se espera que haya problemas a ese nivel que se podría haber evitado.*

Uno de los motivos que plantea el autor fue la falta de liderazgo. Gran Bretaña estaba
debilitada debido a la guerra y Estados Unidos no quería hacerse cargo, sólo le importaba
solucionar la crisis local que estaba atravesando debido a la crisis de Wall Street. Esta generó
una burbuja financiera producto de una especulación y manipulación de las acciones del
mercado por parte de un grupo reducido de la elite norteamericana. *, la falacia de hacer todo
menos la suma de sus partes fue lo que aseguró que la deflación continuase.*

Para Kindlerberger si se hubieran desarrollado algunas de las siguientes medidas el sistema

financiero no hubiese caído en la depresión. Tales medidas, el autor las describe como:

- Mantener un mercado relativamente abierto para los bienes con problemas

- Proporcionar préstamos anticíclicos a largo plazo
- Estructurar un sistema relativamente estable de tipos de cambio
- Asegurar la coordinación de las políticas macroeconómicas
- *y si se hubiera actuado como prestamistas de última instancia, por medio del
descuento o de otras formas, proporcionado liquidez en las crisis financieras,*

En cuanto al escenario argentino, la crisis tuvo un fuerte impacto no solo económico sino
político, social y cultural. Los países centrales tomaron políticas proteccionistas disminuyendo
las compras de materia prima y alimentos. Gran Bretaña decidió acordar con sus colonias la
compra de estas materias primas ocasionando un impacto en el capitalismo agrario argentino,
que volvió dificultoso mantener el alto nivel de inversión y provocó una merma en la
producción.