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LA BIBLIOTECONOMÍA EN MÉXICO
Podemos encontrar antecedentes del uso de bibliotecas en nuestro país, desde la época
prehispánica. Los antiguos mexicanos utilizaban para el registro de su información y
conocimiento los Códices, que eran libros hechos en tiras de cuero de venado raspadas o en
corteza de amate preparada con una capa de carbonato de calcio. Las tiras u hojas se
doblaban a manera de biombo y se cerraban con tapas duras para conservarlas. Los tlacuilos
o escribanos eran quienes pintaban los glifos o signos pictográficos, pues no poseían un
sistema de escritura alfabético. Encontramos cinco tipos de glifos: calendáricos, numerales,
pictográficos, ideográficos y fonéticos.
1
2. Códices Mixtecos: Nutall, Vindobonensis, Bodley, Colombino, Selden, Becker I y II.
3. Códices Mayas: Dresde, París y Tro-Cortesiano.
4. Códices Mixteca-Puebla: Borgia, Vaticano B, Cospi, Férjávary-Mayer y Laúd. (No se sabe
su procedencia exacta y se considera que provienen de esta región).
El 21 de mayo de 1534, se expidió una cédula real por la cual se autorizaba al obispo Fray
Juan de Zumárraga, a formar una biblioteca para la catedral que ayudara en el proceso de
evangelización. En la época colonial, todos los conventos, de acuerdo a su categoría y nivel,
fueron formando bibliotecas, en las que se incluían principalmente obras de teología, filosofía,
misticismo, historia y humanidades en general.
Durante la colonia, las bibliotecas fueron privilegio de los españoles y de los criollos, y
permitiéndoles transmitir al nuevo continente, la cultura europea lo que dio como resultado el
establecimiento de notables bibliotecas como la Palafoxiana, la Turriana, entre otras. No
obstante, también sirvieron para acentuar el dominio de ese grupo sobre indios y mestizos,
generalmente analfabetos.
Organizó la SEP en tres departamentos: Escolar, de Bellas Artes y de Bibliotecas. Este último
establecido en 1921 llegó a crear 1916 bibliotecas durante los tres años que estuvo
2
Vasconcelos, con un promedio de 90 a 100 volúmenes cada una. 1 Se implementaron
campañas en contra del analfabetismo, dotando a estas bibliotecas de los principales textos
de los clásicos universales de la literatura y la filosofía.
Había una gran carencia de personal preparado para atender las bibliotecas, por lo que Juan
B. Iguíniz fue el responsable de impartir cursos para el personal que trabajaba en ellas. Publicó
una obra denominada “Instrucciones para la redacción y formación de los catálogos
bibliográficos según el sistema de Melvil Dewey, adaptadas a las bibliotecas Hispano-
americanas”, que sirvió de base para la organización de las bibliotecas. 2
Más adelante, en la década de los cuarenta se presentan algunos avances importantes como
es la creación de la Escuela Nacional de Bibliotecarios y archivistas en 1945, la cual
revisaremos más adelante. Este hecho fue fundamental en el desarrollo de la profesión en
México porque permitió contar con bibliotecarios formados profesionalmente para realizar su
quehacer adecuadamente.
1
TECUATL QUECHOL, Graciela. Los bibliotecarios del Distrito Federal: un análisis social. México : la autora, 2000.
[Tesis de maestría] p. 9
2
Ibíd., p 10.
3
los norteamericanos, respaldando viajes, conferencias y cursos y el incremento de
colecciones de algunas bibliotecas. En segundo lugar, el 27 de noviembre de 1946 se
inauguró la Biblioteca de México, una de las bibliotecas públicas más importantes del país,
con José Vasconcelos como su director.
4
y adquisición, su organización y representación, así como los medios, procesos y técnicas
utilizados para su almacenamiento, recuperación y distribución a diversos sectores de la
sociedad.”3
3
CUIB. Misión [En línea] [Consultado 03/01/05] Disponible en: http://www.cuib.unam.mx/mision.htm
4
FERNÁNDEZ DE ZAMORA, Rosa María. La Asociación Mexicana de Bibliotecarios: notas para su historia.
México: AMBAC, 1995, 151 p.
5
Iguíniz y Manrique de Lara fueron quienes elaboraron el proyecto de plan de estudios e Iguíniz
fue el director.5
Después de varios años sin actividad, afirma Fernández de Zamora que el 8 de junio de 1933
un grupo de bibliotecarios se reunieron para reconstituir la asociación. En ese año llegaron a
ser 108 socios, pero la asociación desapareció más tarde. Veinte años después, en 1954,
varios de los mismos bibliotecarios se volvieron a reunir el 16 de junio para conformar una
nueva asociación con el nombre de Asociación Mexicana de Bibliotecarios: El primer
presidente electo fue Tobías Chávez. El Estatuto y el Reglamento de la Asociación se
aprobaron en 1954 y se modificaron en 1957.
“La finalidad u objeto de la AMB era: I. Unir a los bibliotecarios de la República mexicana con
finalidades de cultura y procurar la superación intelectual, moral, social, y económica de sus
asociados. II. Laborar por el fomento y el desarrollo de las disciplinas bibliográficas así como
el mejoramiento y el incremento de las bibliotecas, y III. Establecer relaciones de amistad e
intercambio, tanto con asociaciones similares del país y del extranjero, como con personas
interesadas en propósitos bibliotecarios y bibliográficos”.6
Bajo la segunda presidencia, a cargo de María Teresa Chávez, se organizaron las Primeras
Jornadas Mexicanas de Bibliografía, Bibliografía y Canje en diciembre de 1956. Desde
entonces, cada año se celebran las Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía que constituyen
la actividad más importante de la AMBAC, en donde reúne a sus asociados para exponer,
analizar y discutir la problemática de los servicios bibliotecarios. Se han desarrollado en
distintas ciudades de la mayoría de los estados de la República.
Las Jornadas se han constituido en un canal de comunicación muy importante y en “el puente
entre las diversas generaciones de bibliotecarios y han permitido continuar con la
comunicación de experiencias e innovaciones en la profesión”.7 Es el foro más concurrido a
nivel nacional donde los bibliotecarios pueden expresar y compartir sus ideas y sus
5
TECUATL, Op. Cit, p. 11
6
FERNÁNDEZ DE ZAMORA, Op.cit. p. 15
7
FERNÁNDEZ DE ZAMORA, Rosa María. 45 años de jornadas: historia y prospectiva. Jornadas Mexicanas
de Biblioteconomía. [32ª : 2001 : Xalapa ] México : AMBAC, 2002. p. 185
6
experiencias. Los estudiantes de bibliotecología del país tienen también la oportunidad de
participar en el Foro de Estudiantes dentro de las Jornadas, para compartir sus experiencias
en el aprendizaje de la profesión.
De cada una de las Jornadas que se han llevado a cabo, se han publicado, ya sea en formato
impreso o electrónico, las Memorias, en donde se incluyen las ponencias, conferencias,
mesas redondas y demás trabajos que se presentan durante el congreso. Las Memorias
constituyen una de las publicaciones más importantes de la Asociación; otras publicaciones
son el Noticiario de la AMBAC, que es el boletín oficial en donde se informa sobre las
actividades que se llevan a cabo, cuyo primer número apareció en 1966; y Liber: revista de
bibliotecología.
Presidentes Año
Tobías Chávez 1954-1955
María Teresa Chávez 1956-1958
Armando M. Sandoval Caldera 1958-1960
1972-1973
Roberto Antonio Gordillo Gordillo 1960-1961
1964-1965
1987-1989
Leonor Llach Trevoir 1962-1963
Pedro Zamora Rodríguez 1966-1967
Ario Garza Mercado 1968-1969
Elvia Barberena Blásquez 1970-1971
Guadalupe Carrión Rodríguez 1974-1975
Estela Morales Campos 1975-1977
1989-1991
Eduardo Salas Estrada 1977-1979
Ana María Magaloni de Bustamante 1979-1981
Adolfo Rodríguez Gallardo 1981-1983
Álvaro Quijano Solís 1983-1985
Rosa María Fernández de Zamora 1985-1987
Surya Peniche de Sánchez McGregor 1991-1993
José Orozco Tenorio 1993-1995
José Antonio Yañez de la Peña 1995-1996
Elsa Ramírez Leyva 1996-1999
Nahúm Pérez Paz 1999-2001
Filiberto Felipe Martínez Arellano 2001-2003
Saúl Armendáriz Sánchez 2003-2005
7
actividades. La ABIESI tuvo un rol trascendente en la vida bibliotecaria de las instituciones de
educación superior del país; Sus dos más importantes contribuciones son: las Normas para
el Servicio Bibliotecario en Instituciones de Enseñanza Superior y de Investigación, en las
cuales establecen lineamientos y parámetros para ofrecer los servicios en bibliotecas
universitarias; y la difusión en 1976 del Código de Préstamo Interbibliotecario, que norma los
convenios de préstamo entre bibliotecas.
El Colegio Nacional de Bibliotecarios (CNB) surge como una idea de algunos de los miembros
de la AMBAC para formar una asociación de bibliotecarios profesionales titulados: Se
constituye el 13 de diciembre de 1978 y se registró como asociación civil en octubre de1979.
Uno de sus principales aportes es el Código de ética.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
1. Lee “El medio bibliotecario 1940–1999: los logros
bibliotecarios” En: Los bibliotecarios del Distrito Federal: un análisis
social, p.p. 38–73 de Graciela Tecuatl Quechol y elabora una tabla
comparativa por cada década de los principales sucesos bibliotecarios
con los principales sucesos mundiales y nacionales.
8
▪ Roberto Gordillo Gordillo
▪ Agustín Millares Carlo
▪ Guadalupe Carrión Rodríguez
▪ Rosa María Fernández Esquivel
▪ Gloria Escamilla González
▪ Estela Morales Campos
▪ Alicia Perales Mercado
▪ Pedro Zamora Rodríguez
.
Envía a tu asesor
Estela Morales,8 señala que a iniciativa con don Agustín Loera y Chávez, quien en la fecha
era Subdirector de la Biblioteca Nacional, se creó en 1915 la “Academia de Bibliografía” en la
Biblioteca del Pueblo en el puerto de Veracruz, donde estaba establecido el Gobierno
Constitucionalista de Venustiano Carranza. Los cursos constituían de 25 conferencias sobre
clasificación de bibliotecas que se impartían a empleados de archivos y bibliotecas del
gobierno de Veracruz y a maestros de educación pública por Agustín Loera. Lamentablemente
no prosperó debido al conflicto armado que se desarrollaba en el país.
8
MORALES CAMPOS, Estela. La educación bibliotecológica en México 1915–1954. México: UNAM, 1988. 110 p.
9
También por iniciativa de don Agustín Loera, se creó la primera Escuela Nacional de
Bibliotecarios y Archiveros, adscrita a la Biblioteca Nacional, el 24 de junio de 1916. Tenía
como finalidad capacitar al personal encargado de las bibliotecas y archivos públicos. Los
requisitos para ingresar eran contar con más de quince años y menos de cincuenta y haber
completado la educación primaria. Esta escuela contó con algunos maestros sobresalientes
como el Dr. Nicolás León y Don Juan B. Iguíniz. Debido a los problemas económicos
imperantes en el país y a la falta de interés de los empleados de las bibliotecas la escuela
cerró en 1918. De los bibliotecarios formados en esta primera escuela destaca Juana
Manrique de Lara.
Entre 1928, al cierre de la segunda escuela, y 1945 cuando surge la tercera Escuela Nacional
de Bibliotecarios y Archivistas, la actual ENBA, diversas personalidades de las disciplinas, que
habían realizado estudios en el extranjero impartieron cursos y conferencias en diversas
bibliotecas y archivos e incluso por correspondencia.
En 1944, el jefe del Departamento de Bibliotecas Lic. Jorge González Durán, convocó al
Tercer Congreso Nacional de Bibliotecarios y Primero de Archivistas (el Primer y Segundo
Congreso Nacional de Bibliotecarios se habían llevado a cabo en 1927 y 1928,
respectivamente). Este Tercer Congreso se efectuó en octubre de 1944, destacándose la
necesidad de preparar profesionalmente a los bibliotecarios y archivistas que requería el país
para lo cual se presentó el “Proyecto para la creación de la Escuela Nacional de Bibliotecarios
y Archivistas”. Entre los participantes de este congreso podemos resaltar a José Vasconcelos,
Andrés Henestrosa, Antonio Pompa y Pompa, Daniel Rubín de la Borbolla, María Teresa
Chávez Campomanes, Joaquín Díaz Mercado, Juana Manrique de Lara, entre otras
personalidades.
10
1. Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía, ofrece los programas de
Licenciatura en Biblioteconomía y Profesional Asociado en Biblioteconomía. (La revisaremos
más adelante).
En 1958, se organizaron los programas del Colegio en tres niveles: licenciatura, maestría y
doctorado. El plan de estudios de licenciatura contaba con 37 créditos, que se cursaban en
tres o cuatro años; la maestría requería 10 créditos adicionales en un año más. El doctorado
se planeó para que se cursara en otros dos años, y para el cual no era necesario hacer primero
la maestría, pero no se concretó. En 1966 se cambió el nombre del Colegio de Biblioteconomía
y Archivonomía al de Colegio de Bibliotecología y Archivología, y se revisaron los planes de
estudio; también se decidió que para obtener el grado de doctorado era necesario obtener
primero el de maestría En 2002 se renovaron y actualizaron nuevamente los planes de
estudio.
9
TECUATL, Op. Cit. p. 19
11
4. La Universidad Autónoma de Chiapas ofrece la licenciatura en Bibliotecología. Fue
creada en 1992, y tiene una duración de ocho semestres.
12
educativas para adecuarlos a las realidades cambiantes producto de la sociedad del
conocimiento, a los avances tecnológicos y a las necesidades del usuario de la información.
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
Como actividad opcional, para conocer más a fondo sobre la
educación bibliotecológica, lee los siguientes libros:
Surge en el contexto de los años cuarenta, durante el gobierno del Gral. Manuel Ávila
Camacho. Esta década está marcada por los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial,
que, aunque graves, en cierta manera beneficiaron a México ya que le permitieron reafirmar
su soberanía política e iniciar el camino hacia la industrialización y el desarrollo económico, al
estar las potencias internacionales enfocadas en la guerra. Por esto también, es una época
de grandes avances tecnológicos y científicos que añaden una nueva dimensión al valor de
la información y el conocimiento, y a la importancia de su organización.
En el ámbito interno hay una gran estabilización política, que permite dar un fuerte impulso a
la cultura, la ciencia y sobre todo, a la educación, que cobra una enorme importancia como
base fundamental para el desarrollo del país, ya que la industrialización exigía recursos
humanos mejor preparados. Surgen instituciones como el Colegio Nacional, el Instituto
Nacional de Bellas Artes, el Instituto Nacional de Nutrición, el Instituto Tecnológico Autónomo
de México, entre otros. Se dan a conocer destacados artistas como Diego Rivera, José
Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros, Jorge González Camarena, entre muchos otros. En
1942, se promulgó la Ley Orgánica de Educación cuyos preceptos indicaban que la educación
13
debía ser impartida por el Estado en todos los niveles. Debido al problema agudo de
analfabetismo existente, se promulgó un plan de emergencia, para lo cual se establecieron
diversos programas de capacitación a profesores, aunado a la construcción de un mayor
número de escuelas y la creación de bibliotecas públicas.10
Dentro de este momento histórico, se hizo patente la necesidad de contar con una institución
que se dedicara a preparar profesionales para la organización y preservación de documentos
que se requerían para el desarrollo social, cultural, político y económico del país. Siendo
secretario de Educación Pública Jaime Torres Bodet, antiguo colaborador de Vasconcelos,
con quien compartía ideas sobre la educación y las bibliotecas, la Escuela empieza a funcionar
el 5 de abril de 1945.
La inauguración oficial se efectuó a las once de la mañana del viernes 20 de julio de 1945 en
el Palacio de Bellas Artes. En la reseña periodística del acto se destaca la asistencia de
importantes personajes de la vida nacional como Jaime Torres Bodet, Secretario de
Educación Pública, Lic. Genaro Fernández McGregor, rector de la Universidad Nacional, de
lo que puede deducirse la importancia que se le dio al hecho y el respaldo oficial que tuvo la
Escuela en su inicio. El programa contó con los discursos de Andrés Henestrosa, subdirector
de la Biblioteca del Congreso, Agustín Yañez, Jorge González Durán y finalizó el acto con las
palabras del primer director de la Escuela el Dr. Francisco Orozco Muñoz.11
La nueva escuela fue creada con dos objetivos: uno, el de formar al personal en servicio que
atendía las bibliotecas del Departamento de Bibliotecas de la SEP, así como al personal de
los archivos del sector público. El segundo, preparar a los profesionales y técnicos en
biblioteconomía y archivonomía que se requerían para mejorar los servicios que
proporcionaba las bibliotecas del país.
La Escuela inició sus actividades en Biblioteconomía en el cuarto piso del Palacio de Bellas
Artes, con una inscripción de 74 alumnos en tres niveles: Capacitación, Técnico o
10
ESCOBAR BARRIOS, Andrea. Memoria Histórica, México, 1996.
11
Excélsior, México DF. Sábado 21 de julio de 1945 No. 10216, Año XXIX, Tomo IV
14
Subprofesional, y Profesional. La especialidad de Archivonomía inició un año después. El nivel
de Capacitación, requería tener un certificado de primaria o prestar servicios en una biblioteca.
El nivel Técnico o Subprofesional, requería presentar certificado de estudios secundarios o
prevocacionales, y haber prestado servicios durante tres años en una biblioteca oficial o
privada. Para los estudios profesionales, se necesitaba tener título de maestro o certificado
de bachillerato o vocacional.12
Estos tres niveles se mantuvieron hasta 1952 en el que se establecieron los niveles de técnico
y maestría. Este programa de maestría tenía una duración de tres años, era posterior al
bachillerato y equivale a la licenciatura actual.
12
TECUATL, Op. Cit, p. 15
13
CRUZ RIVAS, Op. cit. p. 7
14
TECUATL, Graciela et al. Una visión del quehacer del bibliotecario profesional. México: ENBA, 2000. p.5
15
y Licenciatura.15 Estos programas de estudios se encuentran diseñados de tal forma que, al
término del quinto semestre los estudiantes obtienen el Título de Profesional Asociado en
Biblioteconomía o Archivonomía, lo que les otorga un reconocimiento profesional que les
facilita su incorporación temprana al mercado de trabajo, al mismo tiempo que pueden
continuar con sus estudios hasta alcanzar el Título de Licenciado en Biblioteconomía o en
Archivonomía, al concluir cuatro semestres más. Es así que actualmente la Escuela ofrece
cuatro programas educativos: el Profesional Asociado en Archivonomía, la Licenciatura en
Archivonomía, el Profesional Asociado en Biblioteconomía y la Licenciatura en
Biblioteconomía, en dos modalidades, escolarizada y a distancia.
15
ESCUELA NACIONAL DE BIBLIOTECONOMÍA Y ARCHIVONOMÍA, Subdirección Académica. El programa de
profesional asociado. México, septiembre 2002. [Documento interno]
16
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA. Acuerdo Número 149. Diario Oficial de la Federación, 14 de
diciembre de 1988. p. 111-115
16
El Acuerdo señala también que, para el logro de los mismos, la Escuela deberá efectuar las
siguientes funciones:
Visión
“La Escuela Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía será una opción de educación
superior atractiva en la formación profesional de bibliotecarios y archivistas, por la mejora en
los niveles de calidad de sus programas educativos, lo que estará sustentado en:
• una adecuada formación docente y actualización profesional de sus profesores, que posibilite
la organización de éstos en Cuerpos Académicos;
• una mayor eficiencia terminal de sus estudiantes;
• la evaluación continua de sus planes y programas de estudio;
• la cobertura nacional de su oferta educativa;
• su estrecha vinculación con los diversos sectores sociales; y
• el desarrollo de un sistema de gestión de la calidad que contribuya a la acreditación de sus
programas educativos y a la certificación de sus procesos de gestión.”
17
ESCUELA NACIONAL DE BIBLIOTECONOMÍA Y ARCHIVONOMÍA. Programa integral de fortalecimiento
institucional, 2001 – 2006 versión 3.1. México, 2004. p. 24
17
su quehacer, los aspectos señalados por este organismo en relación a la calidad, a la igualdad
de acceso y oportunidad, a la necesidad de cooperación internacional, de permanencia en el
empleo, de pertinencia, de educación permanente o continua, del desarrollo humano
sustentable y de los cuatro pilares de la educación: aprender a conocer, aprender a ser,
aprender a hacer y aprender a convivir.18
En el contexto nacional, sigue las directrices del Plan Nacional de Desarrollo y del Programa
Nacional de Educación 2001–2006 y comparte la visión de la Asociación Nacional de
Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), de una educación superior en
el contexto de una sociedad del conocimiento en pleno desarrollo, con calidad e innovación,
congruente con su naturaleza académica, pertinente, equitativa, humanista, comprometida
con la mejora social, responsable y con estructuras de gobierno y operación ejemplares. 19
Hoy día, el quehacer de la ENBA ha cobrado especial relevancia ante las transformaciones
derivadas de la introducción de las nuevas tecnologías de comunicación y de información, que
han modificado los flujos de la información y la generación y transferencia del conocimiento.
Una mayor producción documental, mayor explotación de los recursos documentales por un
número mayor de usuarios han originado nuevos enfoques para los campos de aplicación de
estas licenciaturas.
Es hasta 1993, a los 48 años de existencia, que la ENBA tiene instalaciones propias, amplias
y adecuadas, después de haber ocupado casas y edificios poco aptos para sus funciones.
Cuenta para su operación actualmente con tres edificios: un edificio de Aulas, con 14 salones
con capacidad para 400 estudiantes, un edificio Administrativo donde se encuentran las
oficinas para el personal directivo y administrativo, y un edificio de Apoyo Académico en donde
se encuentran la Biblioteca, el Archivo Histórico, el Laboratorio de Cómputo Académico, el
Laboratorio de Restauración, el Centro de Autoacceso de Idiomas, las oficinas de la
Modalidad de Educación a Distancia y los cubículos para profesores de tiempo completo.
18
ESCUELA NACIONAL DE BIBLIOTECONOMÍA Y ARCHIVONOMÍA. Las funciones sustantivas en la Escuela
Nacional de Biblioteconomía y Archivonomía. México, 2002. [Documento interno] p. 8 [Versión a junio de 2002]
19
Ibidem
18
1952 (feb-may) Sr. César Casasús
1952-1959 Lic. Carlos A. Madrazo
1959-1965 Prof. Roberto A. Gordillo Gordillo
1965-1967 Prof. Pedro Zamora Rodríguez
1967-1969 Lic. Carlos A. Madrazo
1969-1971 Mtro. Adolfo Rodríguez Gallardo
1971-1989 Lic. Eduardo Salas Estrada
1989-1992 Lic. Noel Angulo Marcial
1992 a la fecha Prof. Nahúm Pérez Paz
ACTIVIDAD DE APRENDIZAJE
Como actividad final de este curso, lee el capítulo VII “Lo que el
bibliotecario necesita saber” del libro de Jesse Shera Los fundamentos de
la educación bibliotecológica, páginas 201-229. Tomando como base ese
capítulo y lo que has aprendido en el transcurso de esta asignatura,
escribe un ensayo final sobre el quehacer de las bibliotecas y del
bibliotecario, en el cual incluyas los siguientes puntos:
▪ Introducción
▪ Desarrollo:
Objetivo de la profesión
Relación de la teoría de la bibliotecología con los conocimientos
indispensables del bibliotecario.
CCCCCCCC
▪ Conclusiones
▪ Bibliografía
Envía a tu asesor
19