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Abba, la oración y el sufrimiento

Marcos 14 32 Vinieron, pues, a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus


discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. 
 Pensemos cuantas veces el Señor realiza la misma acción ante un gran problema,
¿qué acción? Orar, el Señor les dice a sus discípulos “Sentaos aquí, entre tanto que
yo oro”. Todo vez el Señor tiene que tomar decisiones importantes “ora”
 Por ejemplo. Después de un día agitado donde tiene que liberar a un endemoniado
en la sinagoga, luego visitar la casa de Pedro y sanar a su suegra de fiebre, después
sanar y liberar a los que se agolparon en esa casa aquel día, relata Marcos que Jesús
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar
desierto, y allí oraba” Mr.1:35
 Cuando Jesús tiene que escoger a los doce el evangelista Lucas recoge el siguiente
hecho “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y
cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos” Lc.6:12-13
 Otra situación. Después de la muerte de Juan el Bautista primo de Jesús él se aparta
al desierto y luego de alimentar a los cinco mil “Y después que los hubo despedido,
se fue al monte a orar” Mr.6:46
 Reflexión. Parece ser que todas estas escapadas de Jesús para orar y estar solo eran
para estar en comunión con su Padre. Imagínese el cansancio y el stress de toda la
actividad de Jesús cada día, Jesús no solo asistía a la sinagoga los sábados, sino que
parece que durante la semana eran de bastantes actividades.
 Hermanos ¿Como estamos para enfrentar este año? ¿preocupados? ¿hemos podido
dormir estas ultimas noches en tranquilidad? ¿la preocupación por tomar decisiones
importantes este año le abruman? Quiero decirles que ¡hay decisiones y situaciones
que tendremos que tomarlas delante del Señor en oración! Antes de ir al medico o al
psicólogo para que le recomiende algún relajante, tome como terapia ir a Dios en
oración, si por las noches no puede dormir, busque a Dios en oración, si no descasa
en sus pensamientos por las noches, lea la Biblia hasta que se quede dormido, no va
a encontrar respuestas en Dios viendo las series de Netflix. La búsqueda de Dios
también requiriere esfuerzo, sabe, la oración es terapéutica ¿en que sentido? En que
en la oración les llevamos todas nuestras cargas al Señor, le confesamos los que nos
pasa, lo que nos preocupa, le contamos de nuestras situaciones, lo que nos aqueja y
le aseguro que en el momento que deje sus cargas al Señor lo terminara alabando.
 Me preocupan dos cosas, primero, que cuando alguien esta estresado y cansado no
le recomendemos la oración como fin terapéutico, la oración es estar a solas con
Dios, ya lo hemos dicho, el Señor se iba a lugares desiertos a orar, buscaba la
quietud. Le recomiendo que busque esos lugares desiertos para estar con Dios.
Lejos del ruido y de distracciones y allí aprenda a escuchar a Dios tocante a su
situación. Lo segundo es no aprender a reconocer lo que nos pasa, hay algo que nos
pasa a los cristianos y es que nos cuesta reconocer la frustración, el fracaso, el
sufrimiento, nos cuesta decir “estoy triste”, mas aun nos cuesta aceptar que pueden
venir días difíciles, dice el texto que Jesús:
33 
Y tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, y comenzó a entristecerse y a
angustiarse. 34 Y les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí y
velad. 35 Yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible,
pasase de él aquella hora. 
 El Señor reconoce la situación que esta viviendo, esta triste y angustiado, incluso
muy triste, hasta la muerte. Alguien diría esta en una profunda depresión, ¿qué
hace? Se postra en tierra a orar. No quiere pasar por ese trago amargo, en su
humanidad no quiere beber esa copa. Quiere pasar aquella hora. Hay dolores que no
podemos evitar.
 El Señor esta reconociendo que ante él viene una ola tremenda (un tsunami) y que
no puede hacerle el quite. Sabe que no pasara ese momento si no esta aferrado a su
Padre. Los evangelistas nos decían que Jesús se apartaba y oraba, pero no nos dicen
que oraba, aquí Marcos nos abre la intimidad de la oración de Jesús, él oraba así:
36 
Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son posibles para ti; aparta de mí esta copa;
mas no lo que yo quiero, sino lo que tú. 
 Marcos recoge la expresión aramea “Abba” y griega “Pater” o Padre, no es que
Jesús esta ocasión orase en arameo y griego, sino que Marcos nos esta abriendo ese
momento de oración que servirá luego a todos los seguidores de Jesús.
 ¿Qué podemos decir acerca de esta expresión Abba con la cual Jesús se dirige a
Dios? Un recorrido histórico nos dirá que el antiguo Oriente considera a la
divinidad como padre de los hombres o por lo menos de alguno de ellos, pero esta
es una concepción mítica.
 Si avanzamos, el A.T. utiliza pocas veces este término, solo 15 para designa a Dios
como Padre y casi siempre la noción de Dios como Padre esta en estrecha relación
con el pueblo mas que en el individuo. En el judaísmo hay una expresión que
comienza a aparecer es la de “padre celestial” ¿cómo se entiende este término? En
que el que llama padre celestial a Dios se siente obligado a la obediencia, y hay
evidencia de esto cuando se le pregunta a un judío en la persecución ¿por qué te
azotan con varas? Responde: estos golpes son la causa de que me ame mi Padre
celestial, en este sentido se es hijo en la medida que se este dispuesto a semejante
obediencia, en esencia, en el judaísmo Dios es Padre solo del justo y esta noción
esta envuelta puramente en el mérito, en otras palabras mas coloquiales, Dios es mi
padre celestial solo si me porto bien.
 Poco a poco en Palestina el término “padre mío” abí, en su tono formal, fue
suplantado por abba “mi padre” mas de relación filial.
 En cambio en los Evangelios ¿Cuantas veces creen que aparece el término Padre
para referirse a Dios? Aparece más de 170 veces en labios de Jesús (ipsissima vox)
en relación con Dios. Antes que se escribieran los evangelios este término para
referirse a Dios ya se había divulgado ampliamente, pero ¿como llego a imponerse
como una designación para referirse a Dios? Hay varios factores pero el esencial y
el principal hay que buscarlo en la oración de Jesús. Es tan grande la vida de
oración de Jesús que en un momento llega a decir “Nadie conoce al Hijo sino el
Padre, tampoco conoce nadie al Padre sino el Hijo”, es decir, nadie mas puede
revelar al Padre en su plenitud sino solo el Hijo.
 Pero nuestro tema es este texto cuando Jesús ora Abba Padre, esa es su oración, le
dice “todas las cosas so posibles para ti” Jesús es un innovador a la hora de orar de
esta manera “Abba” que es un simple balbuceo, que no se declina ni recibe sufijos
sino que simplemente es Abba, es una palabra que nace del lenguaje infantil, y es
solo en la vida familiar de cada día donde se puede llamar abba al padre. En los
labios de Jesús expresa una relación única con Dios.
 Entonces en el momento de máxima tensión emocional Jesús se dirige a su Padre
con la confianza, el cariño y la sencillez de un hijo diciendo Abba aparta de mí
esta copa; mas no lo que yo quiero, sino lo que tú. 
 Reflexión: Les pregunto ¿Cuanta confianza tenemos en Dios como nuestro Padre?
Permítame aclarar aún más este tema mediante una ilustración. Los maestros
bíblicos a menudo citan la historia del Gran Blondin para ilustrar lo que significa
tener fe. Blondin era un caminante de cuerda floja cuyo mayor truco fue caminar en
una cuerda floja a través de las furiosas Cataratas del Niágara empujando una
carretilla. Antes de que comenzara su truco de carretilla, cuando le preguntó a la
multitud que miraba si creían que podía hacerlo, todos rugieron ‘Sí’. Después del
truco cuando les preguntó si alguien se sentaría en la carretilla mientras lo empujaba
por la cuerda floja, nadie dijo una palabra. Tener fe es entregarse en las manos de
Dios sabiendo que él hará lo mejor, es subirse a la carretilla.
 Entregarse al Señor es acércanos a él con la confianza de un niño, ¿le estamos
diciendo esta copa que estoy bebiendo es amarga y no la quiero beber, pero tu eres
mi Padre y tu sabes lo que es mejor?
 Quisiéramos muchas veces que Dios nos evitara el dolor y el sufrimiento o las
situaciones difíciles, tal vez sea este año en que enfrentaremos aquello que tanto
tememos. El Señor decía en su oración “aparta de mi esta copa” pero usted sabe que
esa copa de amargura y dolor no se apartó, tuvo que beberla porque era la voluntad
de su Padre. Podría decirles como hacen los predicadores de la prosperidad, declarar
sobre usted todas las bendiciones del cielo, pero si seguimos los pasos del Señor es
inevitable no beber la amarga copa.
 Permitamos que sea el doctor Conway quien relate su historia, según fue escuchada
en el programa radial de Enfoque a la Familia:
 Cuando nuestra hija tenía quince años de edad, comenzó a tener problemas con una
de sus rodillas. Durante año y medio, la vieron varios doctores, tuvo distintos
análisis y exámenes de tomografía axial computarizada. También le hicieron dos
extensas biopsias del tumor que encontraron. Esperamos dos semanas para poder
saber los resultados de muchos laboratorios patológicos de todo el país, que estaban
estudiando su misteriosa protuberancia. Finalmente, una noche, nuestro médico vino
a nuestra casa, y nos dio noticias muy angustiosas. Dijo que Becki tenía un tumor
maligno, y que era necesario amputarle la pierna. Usted puede imaginarse cuán
abatidos nos dejó eso a Sally y a mí. Me negué a creerlo. Decidí impedir esa cirugía,
orando hasta que Dios prometiera sanarla. "No te van a amputar la pierna", le dije a
Becki. "Creo que Dios va a hacer un milagro. El nos dijo que podemos venir a él
cuando tenemos problemas. Estoy absolutamente convencido de que no será
necesario que te hagan esta cirugía".
 Entonces, nuestra iglesia comenzó a tener una vigilia de veinticuatro horas de
ayuno y oración. Miles de personas en todos los Estados Unidos y en otros países
estaban orando por la curación de Becki. La mañana en que se iba a realizar la
cirugía, le dije a nuestro médico: "Scott, cuando entre a la sala de operaciones, por
favor compruebe que el cáncer ha sido sanado. Dios no nos va a fallar. Estoy
seguro". El se fue y no regreso inmediatamente. Pasaron cuarenta y cinco minutos,
y aún Sally, mis otras dos hijas y yo, permanecíamos sentados en la sala de espera.
Pasó una hora, y luego pasaron dos. Empecé a darme cuenta de que algún extenso
procedimiento médico debía estar llevándose a cabo. Entonces, salió el doctor y me
dijo que le habían amputado la pierna a Becki. Me quedé hecho añicos. Estaba
totalmente destruido. ¡Había perdido a Dios! Lleno de ira, me puse a golpear las
paredes del hospital y a decir: "¿Dónde estás Dios? ¿Dónde estás?" Me encontraba
en estado de conmoción, y me puse a recorrer de un lado a otro el depósito de
cadáveres, que estaba en el sótano del hospital. Aquel era el lugar donde pensaba
que yo debía estar, rodeado por la muerte. Estaba enfrentándome con algo más
importante que la muerte de Becki, a pesar de todo lo terrible que ésta era.
 Estaba luchando por entender las consecuencias teológicas de lo que había
sucedido. Verá usted, si yo hubiera sido un plomero en vez de un pastor, el día
siguiente habría podido ir a arreglar cañerías y mi confusión espiritual no habría
afectado mi trabajo. Pero mi empleo exigía que me pusiera de pie delante de las
personas y les enseñara los principios de la Biblia. ¿Qué podría decirles ahora? Si
yo hubiera sido un pastor liberal, que no creía que literalmente la Biblia era la
verdad, habría podido sobrevivir haciendo la reseña de algún libro y hablando de
asuntos sin importancia. Pero era el pastor de una iglesia en donde creíamos que la
Biblia es la Palabra de Dios. Mi estilo de enseñar era expositivo, analizando los
versículos uno por uno, y extrayendo su significado. ¿Cómo podía regresar a mi
congregación y decirles que Dios había permitido que mi hija perdiera una pierna?
Ese fue un momento terrible en mi vida. Ese día, mientras estaba sentado afuera del
depósito de cadáveres, un amigo mío me encontró encerrado en las profundidades
del hospital, y vino a rescatarme. ¡Dios me lo había enviado! Yo no soy parte del
movimiento carismático, pero se trataba de Dick Foth, pastor de una iglesia de las
Asambleas de Dios, quien estuvo a mi lado llorando y orando por mí. El me dijo:
"No estoy preocupado por Becki. Estoy preocupado por ti. Hay unas dos mil
personas en tu iglesia, y miles más en otros lugares, que están orando fielmente por
ti. Vas a salir bien de esta prueba". Entonces, él y otros dos amigos tomaron turnos
para estar conmigo ayudándome. Uno se iba a tomar café y los otros se quedaban
conmigo. Sólo me mantenían hablando, dejándome desahogar la frustración y el
enojo que sentía. No me censuraron, aunque estaba tan enojado con Dios.
 En una ocasión, dije: "Creo que Dios estaba tan ocupado buscándole a una anciana
un lugar donde estacionar su auto, que no tuvo tiempo para evitar que le amputaran
la pierna a Becki". Dick me escuchaba, y luego decía: "¿Hay algo más que necesitas
decir?" No tenía que preocuparme de que si yo decía algo inquietante, ellos
dudarían de Dios. No me preocupaba que ellos fueran a alejarse de Dios por mi
culpa. No necesitaba reprimirme y decir: "Tengo que mantener la apariencia
profesional, porque soy un predicador. Tengo que comportarme bien". Ellos me
permitieron que le hiciera frente a mi dolor.
 Algunos creyentes no saben cómo reaccionar cuando una persona está
experimentando esta clase terrible de depresión. Dicen: "Oraré por usted", lo cual
puede significar: "Realmente, ya no estoy escuchando lo que usted dice". Esa puede
ser una manera de ponerle fin a la responsabilidad de ayudar a alguien a llevar su
carga. En realidad, cuando se trata de sobrellevar los unos las cargas de los otros, a
veces los que no son creyentes lo hacen mejor que nosotros. Ellos saben que es
importante desahogar el resentimiento y la ira, mientras que los cristianos pueden
pensar que tienen que reprimirlos. La Biblia nos dice: "Claman los justos, y Jehová
oye, y los libra de todas sus angustias" (Salmo 34:17). También, después me
molestaba que las personas me dieran explicaciones simplistas y comentarios poco
serios, con el fin de "animarme". Me irritaba el que citaran Romanos 8:28: "todas
las cosas cooperan para bien" [LBLA), sin haberse ganado el derecho de tratar de
restarle importancia a mi dolor. Sentía deseos de decir: "Hábleme de eso en otra
ocasión. Hábleme cuando le hayan amputado una pierna a su hija de dieciséis años.
Venga a verme cuando usted haya tenido una experiencia como ésta, y entonces
hablaremos otra vez". A veces los cristianos nos acostumbramos tanto al estilo de
vida de "tenemos que estar animados" que nos volvemos unos farsantes.
 Durante esos días, casi escuché a la gente decirme: "No diga esas cosas. ¿Qué
pasaría si le oyera Dios?" ¡Cómo si Dios no supiera lo que yo estaba pensando y
con lo que estaba luchando! Dios sabía lo que yo estaba experimentando, y él
comprendía mi ira. Mi amor por Becki tenía su origen en él. Así que, ¿a quién
trataría yo de engañar ocultando el dolor que sentía en mi alma? Me acuerdo de un
hombre que vi en un restaurante, unos días después que Becki tuvo la cirugía.
Estaba sentado a una mesa, y cuando pasé caminando por su lado, extendió la mano
y me agarró por mi abrigo. Dijo: "Jim, creo que Dios ha permitido que esto
ocurriera porque ha traído un avivamiento en nuestra iglesia". Le dije: "¿Y qué va a
hacer Dios para traer otro avivamiento después que este haya pasado, cortarle la otra
pierna a Becki? ¿Y más tarde un brazo y luego el otro? No habría suficiente Becki
para mantener avivada a cualquier iglesia, si eso fuera lo necesario". Cuando uno
comienza a buscar respuestas insignificantes como ésas, se deshumaniza a las
personas que sufren, y se insulta a nuestro grandioso Dios, que ama a los oprimidos
y los cuida. No podía encontrar una explicación del por qué Becki tuvo que perder
su pierna, pero sabía que las respuestas que me habían dado no eran correctas.
 Probablemente, lo más importante que aprendí durante todo este proceso, es lo
siguiente: Me di cuenta, por completo, de que sólo tenía dos opciones. Una era
continuar enojado con Dios y seguir el camino de la desesperación en que me
encontraba. La otra era dejar que Dios fuera Dios, y de alguna manera decir: "No sé
cuál es el significado de todo esto. No comprendo por qué ha ocurrido. No voy ni
siquiera a pedir una explicación. He decidido aceptar el hecho de que tú eres Dios, y
yo soy tu siervo, y no al contrario" y dejé todo en las manos del Señor. Fue cuando
decidí hacer eso, que pude hacerle frente a mi situación. Reconozco francamente
que después de todos los años que han pasado, aún tengo luchas con algunas cosas.
Todavía el ver a mi hija saltando con una pierna, me revuelve el estómago.
 Pero he llegado a darme cuenta de que Dios tiene un propósito supremo, y
sencillamente yo no entiendo ese propósito. Estoy preparado a esperar hasta la
eternidad, si fuera necesario, para recibir respuestas a mis preguntas. Como Job,
ahora puedo decir: "Aunque él me matare, en él esperaré" (Job 13:15). La
desesperación, o la aceptación de la soberanía de Dios. Esas son las alternativas.
Permítame decirlo otra vez. Las alternativas son la desesperación, o Dios. No hay
ninguna otra opción. Y nuestra familia ha escogido aferrarnos a Dios.1
 El mensaje de Abba y la oración de Jesús es para darnos confianza, seguridad, es
para darnos cercanía, es para venir rendidos ante Dios. Es para venir aun sin

1
James Dobson, Cuando lo que Dios hace no tiene sentido, 1993: 96
palabras y tal vez solo balbuceando como un niño que necesita la atención de su
Padre. Es para demostrarnos que este Padre sí nos quiere recibir.
37 
Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido
velar una hora? 38 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la
verdad está dispuesto, pero la carne es débil. 39 Otra vez fue y oró, diciendo las mismas
palabras. 40 Al volver, otra vez los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban
cargados de sueño; y no sabían qué responderle. 41 Vino la tercera vez, y les dijo:
Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es
entregado en manos de los pecadores. 42 Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que
me entrega.
 Es conocido por todos que los judíos tenían la costumbre de orar tres veces al día y
sabemos que sus oraciones eran acompañadas por la recitación de la Shemá (Dt.6) y
de plegarias hímnicas formadas por dieciocho bendiciones. Tal vez el Señor oró
estas plegarais, pero también enseño una nueva manera de orar (Padre Nuestro) que
no eran parte de la formación judía. Entre las tres horas (mañana, tarde y noche) es
la oración de la tarde la que mas se conoce ya que era el momento en que se ofrecía
el sacrificio de la tarde, entonces mientras algunos subían al sacrifico de la tarde el
pueblo fuera de Jerusalén se unía en oración a la comunidad reunida en el Templo a
esa hora.
 Hemos de rescatar como cristianos 1) la manera que nos enseñó a orar Jesús, es
decir, una manera de orar que abarca todas las situaciones de la vida y 2) ver la
oración como un momento que vamos a tener una conversación con nuestro Padre.
 Jesús hallo a los discípulos durmiendo y les dice, velen y oren aunque la debilidad
de la carne, el cansancio, el sueño se opondrán. En la oración y su petición el Señor
insiste hasta tres veces.
 Reflexión. Esta manera de insistir ante la crisis que se viene o/y que esta viviendo
debe enseñarnos a que hay momentos en que debemos esforzarnos mas en la
oración, hay momentos y situaciones que no solo requieren una oración en la iglesia
o con los hermanos también se necesitara venir una y otra vez ante nuestro Padre,
insistimos no porque no nos escuche sino porque la carga debemos ir dejándola
poco a poco. Por ejemplo: Cuando hermanos tienen suficiente problemas o están
muy molestos hay que dejarles hablar, esto permitirá que se vayan desahogando,
agotando sus argumentos y si les escuchamos aliviaremos bastante la carga que
llevan, así también, que podamos venir al Señor una y otra vez hasta que ya no haya
mas carga sobre nosotros, el Señor dijo “vengan a mi los trabajados y cargados que
yo les hare descansar” no se cuantas veces ha venido ante Dios, pero si es necesario
hay que venir una vez mas. Que Dios Nuestro Padre les bendiga. Oremos

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