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CAPITULO II

PERCEPCIÓN SOCIAL, COGNICIÓN SOCIAL Y CULTURA SUBJETIVA


DESARROLLO CONTEMPORÁNEO DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL HASTA
LOS AÑOS 70

1. LA GESTALT Y LA PERCEPCIÓN SOCIAL

1.1. La influencia de la Gestalt


1.2. La Percepción Social
1.3. Análisis psicosocial del proceso :¿Cómo se percibe?
1.4. Relaciones de la percepción con otros procesos básicos

1.4.1. Atención: Selectividad Perceptiva


1.4.1.1. Defensa
1.4.1.2. Acentuación

1.4.2. Aprendizaje
1.4.2.1. Constancia de Tamaño
1.4.2.2. Constancia de Forma
1.4.2.3. Constancia de Color

1.4.3. Pensamiento - Lenguaje


1.4.3.1. Relativismo Lingüístico. Benjamín Lee - Whorf
& Edward Sapir
1.4.3.1. Universales Lingüísticos. Noam Chomsky
1.4.3.2. Simbolismo Fonético. Wolfgang Köhler
1.4.3.3. La Semiótica y el Triángulo de Ogden-Richards

2. LA PSICOLOGÍA SOCIAL COGNITIVA: LA COGNICIÓN SOCIAL Y LA TEORÍA


DE LAS REPRESENTACIONES SOCIALES

2.1. La Psicología Social con enfoque psicológico e individual: la


cognición social.

2.2. La Psicología Social con enfoque sociológico: las


representaciones sociales.

2.3. El concepto de representación social

2.4. La formación de impresiones


2.4.1. Proceso de formación de impresiones: Modelo de
Secord y Backman
2.4.2. Proceso de formación de impresiones: Modelo de Peter
Warr y Christopher Knapper
2.4.3. El Efecto Pigmaleón de Robert Rosenthal y Leonore Jacobson
(experimento de 1968)
2.4.4. Experimento de David Rosenhan: “ Los pseudo pacientes”
(experimento de 1973).

3. CULTURA SUBJETIVA

3.1. Antecedentes
3.2. Percepción de ambientes
3.2.1. Ambiente Ecológico
3.2.2. Ambiente Organizacional
3.2.3. Características Personales
3.2.4. Características Conductuales
3.2.5. Propiedades Reforzadoras
3.2.6. Clima Psicosocial - Percepción del futuro

3.3. Harry C. Triandis 1974 - Leslie F. Malpass –


Davis : C = F (Af, Es, Np, Pp, Cs, Op)

4. LA INFLUENCIA SOCIAL, DESARROLLO DE NORMAS SOCIALES Y


OBEDIENCIA A LA AUTORIDAD: EXPERIMENTOS DESDE LA
PERCEPCIÓN SOCIAL

4.1. El efecto autokinetico o autocinetico de Sheriff & Sheriff.


4.2. El conformismo grupal de Salomón Asch.
4.3. El efecto de la ortosonoridad: Villegas y Capello.
4.4. Experimento de Estanley Milgram: “La ilusión de poder y la
obediencia a la autoridad”
4.5. Experimento de Philip Zimbardo

5. VARIABLES QUE AUMENTAN O DISMINUYEN EL EFECTO DEL GRUPO


SOBRE LA PERCEPCIÓN.

5.1. Tamaño.
5.2. Ambiente de la estimulación.
5.3. Características grupales (cohesión, elite, etc.).
6. LA CONSISTENCIA COGNITIVA

6.1. Teoría del equilibrio de Fritz Heider


6.2. Teoría de Comparación Social de León Festinger
6.3. Teoría de la Disonancia Cognitiva de León Festinger y Elliot Aronson

7. LA INFLUENCIA DEL NEOCONDUCTISMO EN LA PSICOLOGÍA SOCIAL

7.1. La Comunicación Persuasiva. Carl Hovland y el programa de


investigación de la Universidad de Yale.
7.2. La Teoría de Facilitación Social de Robert Zajonc
7.3. La Teoría del Intercambio Social de John Thibaut y Harold Kelley
7.4. El Aprendizaje Social
1. LA GESTALT Y LA PERCEPCIÓN SOCIAL

1.1. La influencia de la Gestalt

En una primera etapa, la psicología de la Gestalt, se convirtió en el principal


enfoque de la Psicología Social psicológica, donde sus principales aportes
teóricos se desarrollaron principalmente, en torno a tres grandes líneas
temáticas: la Percepción Social, la Influencia Social y la Consistencia Cognitiva.
De esta forma, los fuertes vínculos que se establecieron con la Escuela de la
Gestalt hicieron que la Psicología Social se mantuviera relativamente ajena a la
influencia del neoconductismo. Durante todo el período en que esta corriente
dominó el escenario de la psicología, los psicólogos sociales siguieron
utilizando conceptos mentalistas y mantuvieron, como un objetivo central de
sus investigaciones, el estudio de procesos internos de carácter cognitivo.

De esta manera, la atención, en esta etapa, se orienta a identificar aquellos


factores sociales que inciden o influyen en procesos psicológicos como la
atención, el aprendizaje, la motivación, el lenguaje, el pensamiento y la
emoción entre otros importantes aspectos. Dicho de otra manera y más
específicamente, el objetivo de los trabajos es demostrar e identificar qué
factores sociales o socioculturales influyen, afectan o modifican la percepción,
como generadora de cambios en los procesos psicológicos, que hasta ese
momento era analizada por la Psicología como un fenómeno estrictamente
individual o psicofisiológico.

1.2. La Percepción Social

El estudio de la Percepción Social fue una de las grandes líneas de investigación a las
que dio lugar la introducción de los principios de la Escuela de la Gestalt en Psicología
Social durante los años 50. De esta forma, el estudio de la Percepción Social por parte
de los psicólogos sociales encuadrados bajo esta orientación, descansó sobre el
supuesto de que las leyes que los psicólogos de la Gestalt habían enunciado para
explicar la percepción de los objetos físicos eran aplicables igualmente a la percepción
de las personas y del comportamiento social.

Una de las contribuciones más importantes al desarrollo de esta línea de investigación


fue la de Fritz Heider (1944, 1958), cuyo objetivo general fue analizar la forma en que
las personas perciben las relaciones interpersonales. Siguiendo los principios de la
Gestalt, Heider sostiene que la persona tiende a percibir su medio de forma
organizada, como un todo estructurado y coherente. Al igual que ocurre en el caso de
la percepción de los objetos físicos, la persona busca la consistencia y tiende a
percibir determinadas características como si fueran propiedades permanentes de los
objetos. Los estudios sobre percepción de la Escuela de la Gestalt habían mostrado
que determinadas características de los objetos, como el color o el tamaño, se
perciben como propiedades estables de éstos, aunque cambien las condiciones de
iluminación y la distancia. Según Heider, en el caso de la percepción de personas, no
sólo percibimos como invariables sus características físicas sino también otro tipo de
rasgos, como las creencias, las capacidades, la personalidad, etc. Pero, para Heider,
la diferencia fundamental entre la percepción de los objetos físicos y la percepción de
las personas es que a éstas se las percibe como causa de sus propias acciones. La
causalidad es, por tanto, una forma de organización cognitiva que surge cuando se
percibe el medio social, compuesto por las personas y sus acciones. La persona y sus
acciones constituyen una unidad perceptiva, en la que la primera es la causa y las
segundas son el efecto. Una de las principales aportaciones de Heider (1958) es el
haber subrayado que la persona, al percibir el medio social, va más allá de los datos
conductuales e intenta encontrar relaciones que puedan ayudar a explicar los
acontecimientos cambiantes. Según Heider, la forma en que per cibimos el mundo
social es el reflejo de una psicología ingenua, que nos orienta en nuestras relaciones
con los demás, permitiéndonos predecir las acciones de otras personas e influir en las
mismas. Para Heider -y, en general, para los psicólogos de la Gestalt-, el ser humano
se encuentra motivado por la necesidad de ordenar y dar sentido al mundo físico y
social en el que se encuentra inmerso. De ahí la tendencia de la persona a buscar las
causas de las propias acciones y del comportamiento de los demás.

En este intento de explicar el comportamiento de los demás, la persona puede atribuir


la conducta a factores internos (la personalidad, la capacidad, las actitudes, etc.) o a
factores externos (la situación, el azar, etc.). Un ejemplo utilizado por Heider (1958)
para ilustrar la diferencia entre ambos tipos de atribución son las explicaciones sobre
el fracaso:

El fracaso, por ejemplo, puede ser atribuido a la falta de habilidad, una


característica personal, o a la suposición de que la tarea a realizar implica una
gran dificultad, una condición del medio. El que la atribución se realice sobre
una u otra causa dependerá de otros factores como, por ejemplo, la
información sobre el éxito o fracaso de otras personas y la tendencia a atribuir
las consecuencias de las acciones a la persona.

Un aspecto central de su teoría de la atribución es la noción de intencionalidad. Para


que exista una atribución personal de causalidad tiene que haber intención por parte
de una persona p de causar x. Las atribuciones de causalidad personal incluyen, por
tanto, sólo aquellas acciones de carácter propositivo.

Esta forma de representarse al ser humano es la antítesis de la imagen que tienen en


mente los conductistas, para quienes la persona es un ser pasivo, moldeado por las
fuerzas del ambiente; para la Escuela de la Gestalt, por el contrario, es la persona
quien se antepone al ambiente para categorizarlo, ordenarlo y hacerlo consistente y
predecible.

1.3. Análisis psicosocial del proceso: ¿Cómo se percibe?

El proceso se inicia con una serie de cambios físicos, químicos o


socioculturales que los psicólogos llamaran ESTIMULOS (tres tipos de
estímulos). Sabemos que sólo alguno de estos estímulos adquieren una
capacidad que cosiste en irritar a los receptores. Los receptores son
estructuras morfológicas, anatómicas que la gente identifica como los órganos
de los sentidos, (ojo, oído, tacto, gusto, olfato). Estos receptores al ser irritados
por la energía que proveniente de los estímulos (energía química, física o
sociocultural) pierden su homeostasis (equilibrio o la regulación de su
funcionamiento), provocando por tanto una alteración que implica cambios
fisiológicos, bioquímicos en estas estructuras anatómicas. Esto provoca una
gran actividad eléctrica psicofisiológica que es transmitida, por vía aferente, por
un conjunto de terminales nerviosos (táctil, auditivo, gustativo, olfativo y visual)
y por la médula espinal hacia los campos de procesamiento, constituidos por
las estructuras del sistema nervioso superior (cerebelo, cerebro, hipotálamo,
cuerpo calloso), donde ocurre lo que denominamos sensación. Ahora bien, el
proceso de identificar esta sensación con un código lingüístico que nos permite
nominar el efecto fisiológico (en forma verbalizada o reflexionada), recibe el
nombre de Percepción. No obstante, éste código lingüístico, al ser una
convención para homogenizar la comunicación de lo que nos sucede, no esta
exento subjetividades. En efecto, si en nuestro campo auditivo ingresa a los
receptores un estímulo sonoro de tal magnitud física capaz de irritar a este
receptor, probablemente lo denominaremos en función de los códigos
lingüísticos convencionales, dispuestos en nuestros recuerdos, por ejemplo un
sonido persistente y ondulatorio que asociaremos como la sirena de un carro
de bomberos (ello, por asociación subjetiva de estímulos con la información
dispuesta en nuestro campo de experiencias y recuerdos inmediatos). Sin
embargo, si este mismo estímulo no solo irrita nuestros sentidos desde una
connotación física, sino también psicológica, podemos estar en presencia de
una nueva percepción subjetiva, es decir, siguiendo el mismo ejemplo anterior,
si la misma persona ha vivido una experiencia traumática en la segunda guerra
mundial donde las sirenas alertaban a la población de un inminente ataque
aéreo (en cuyo caso se produce un condicionamiento clásico), entonces la
sirena que en un momento identifico como proveniente de un carro bomba,
simultáneamente le provoca una sensación de ansiedad, al revivir el
condicionamiento, donde el rugir de los motores de los aviones (estímulo
incondicional), que a su vez provocaron ansiedad, se unieron a las sirena
(estimulo condicionado), para alertar a la población y protegerse de la
inminente destrucción. Entonces lo que sucede es que su juicio de realidad le
advierte que es un carro bomba, pero sus emociones, producto de sus
recuerdos traumáticos le informan paralelamente de una realidad que ya no
existe en la actualidad.

Esto es importante porque procesar información implica la ejecución de cuatro


operaciones: distintas, específicas y sucesivas, es decir, una se realiza
después de la otra, incluso, con un cierto grado de superposición. Finalmente
son sistemáticas por cuanto ninguna de ellas puede realizarse en un orden
distinto. Por lo tanto, para que efectivamente se pueda realizar una genuina
percepción tienen que ejecutarse estas operaciones .

Es aquí donde realmente ésta energía, que puede ser eléctrica,


psicofisiológica, biológica, bioquímica o sociocultural, se traduce, se transforma
en energía o información psicológica y por eso decimos que aquí se produce lo
que podemos llamar percepción. En consecuencia, la operaciones son las
siguientes:

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