Tratar de establecer una idea del hombre que actúa y piensa
dentro del mundo de su vida cotidiana con los entornos establecidos (En el título) nos puede ofrecer criterios o pautas homogéneas, de pronto incoherentes, o tal vez parcialmente claras, y en modo alguno ubicándolas como exentas de contradicciones.
Para abordar los aspectos o tópicos planteados, tomaré
interrogantes con los cuáles trataré de hallar acercamientos más o menos próximos sobre cada aspecto, Por ejemplo, como sujeto se es verdaderamente original, la realidad es la qué percibimos? Diría necesariamente que hay una aprehensión incoherente porque los intereses de cada individuo que determinen significativamente no están integrados en un sistema coherente, sólo se hallan parcialmente organizados en algún tipo de plan, tales como los planes de vida, de trabajo y descanso, y de cada rol social asumido, o bien de la jerarquización que le haya dado a los planes y aún así dependería del desarrollo propio de la personalidad. Es más depende de la cultura donde se desarrolle, de los prejuicios concebidos, del cambio en las elecciones que se hagan e incluso las aspiraciones de conocimientos que tenga
En la vida cotidiana, al sujeto no le interesa más que
parcialmente la claridad de su conocimiento, la plena percepción de las relaciones entre los elementos de su mundo y los principios generales que gobiernan sus relaciones. La realidad es que se compran cosas sin saber cómo se elaboraron, paga con dinero, aunque se tenga una vaga idea
“Me he arrepentido muchas veces de haber hablado; de haber callado, nunca…”
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de qué es realmente el dinero. Da por sentado que su
semejante comprenderá su pensamiento si lo expresa en lenguaje llano, y responderá de manera correspondiente, sin preguntarse cómo se puede explicar este milagroso suceso. Además, no investiga la verdad ni busca la certeza. Todo lo que desea es información sobre posibilidades y comprensión de las probabilidades o riesgos que la situación inmediata determina para el resultado de sus acciones.
No se tiene un conocimiento congruente, puede plantear
como igualmente válidos enunciados que, de hecho, son incompatibles entre sí. Como padre, ciudadano, empleado y feligrés, puede tener las opiniones más diversas y contradictorias sobre cuestiones morales, políticas o económicas. Esta incongruencia no se origina necesariamente en una falacia lógica. Los hombres distribuyen su pensamiento sobre asuntos ubicados en niveles diferentes y de diferente relevancia.
Ahora bien el comportamiento respecto de éste conocimiento
incoherente, incongruente y sólo parcialmente claro, adquiere relevancia cuando se comienza a referir al grupo y es allí donde todo ese desenvolvimiento, todas esa ideas preconcebidas,, todas esas actitudes que considerábamos originales se encuadran dentro del grupo social, llámese hogar, centro educativo, lugar de trabajo
Esto es medianamente aceptable porque tenemos una
memoria genética por decirlo así, donde el acunductamiento es palpable, es así como “la educación impartida en la escuela, en los colegios y en planteles de educación superior, tiene un marcado carácter social, ya que nace y se desarrolla con el claro propósito de que la persona se integre dentro de la estructura social donde ha nacido. El niño se integra dentro de una serie de subsistemas sociales (familia, escuela, grupo de iguales, etc) cuya misión es generar valores ligados a los
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respectivos grupos, en las que se van transmitiendo pautas de
conducta, normas, actitudes y roles, que facilitan la integración del nuevo miembro y las relaciones con los demás.
Éste proceso educativo se desarrolla en un medio social
determinado, independientemente de la amplitud del mismo, y se concreta en un contexto social de interacción entre dos, tres o más individuos. -La adaptación del individuo a los requisitos y exigencias de los distintos ámbitos de la sociedad en los que progresivamente se va integrando es una función de la educación.- 1
La familia se debe encargar no sólo de la llamada
socialización primaria sino también de algo bien importante: generar en los hijos la autonomía funcional, concebida como la capacidad para actuar por sí mismo en la vida cotidiana. Ésta autonomía se fundamentará en el desarrollo de las capacidades afectivas, motrices, cognitivas, de relación interpersonal e inserción social, para la acción autónoma en el medio; dicho de otra forma capacitarlo para la libertad”(Cfr. Introducción, Talleres sobre los temas No. 3 y No.4 La Escuela: Su Función social, y La Familia y la Educación, Sociología General, abril 13-2007, Uceva).
Claro es pues que la influencia social es algo supremamente
trascendental en la actitud y en el pensamiento del sujeto todo miembro nacido o educado dentro del grupo acepta el esquema estandarizado ya elaborado de la pauta cultural recibida de sus antepasados, maestros y autoridades como una guía indiscutida e indiscutible en todas las situaciones que se dan normalmente dentro del mundo social.
Se da entonces un pensamiento habitual, no hay mortificación
intelectual es algo automático y se mantendrá si se dan 1 MARTÍNEZ MUT, 1989, cit. Lic. Rodolfo Núñez, “El Trabajo Social y su Rol”.
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algunos presupuestos generales, como lo puede ser la vida
social, la cual seguirá siendo la misma que hasta ahora; es decir, que volverán a presentarse los mismos problemas, que exigirán las mismas soluciones, y que, por lo tanto, nuestras experiencias anteriores bastarán para dominar las situaciones futuras, mejor dicho esa experiencia ambiental de objetos sociales no es congruente con el nivel de las meras creencias acerca de objetos no abordados.
Y si nos cuestionamos lo que significa realmente pensar, qué
conclusión sacaríamos? Que pesar es realmente hacer una labor autónoma de preguntarnos de cuestionarnos y no repetir o manifestar que lo que el grupo social o familiar establece como forma de pensar, no es tampoco la forma de evadir problemas, se debe compenetrar toda la problemática pero unificada, mejor dicho emplear la canción de Tony Vega –Uno mismo-, por que el no pensar se vuelve una constante pues refiere el auto cuestionamiento al colectivo y no a la labor individual.
Muy diciente es que nuestro comportamiento no sea
homogéneo, esto es, que no exterioricemos nuestra comportamental de igual manera en diversidad de escenarios, que la influencia social sea tan grande, tan absorbente que nos haga cambiar nuestra esencia .
Dentro de su sistema conceptual, el hábitus es otra presencia
constante. Dentro de la sociedad no existe una vivencia independiente de la sociedad misma y sus reglas; las experiencias están mediatizadas por las configuraciones de los diferentes campos. Si el campo es el marco, el hábitus es el efecto del marco, su interiorización:
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“El hábitus cumple una función que, en otra filosofía, se confía
a la conciencia trascendente: es un cuerpo socializado, un cuerpo estructurado, un cuerpo que se ha incorporado a las estructuras inmanentes de un mundo o de un sector particular de este mundo, de un campo, y que estructura la percepción de este mundo y también la acción en este mundo” (Bourdieu: ¿Es posible un acto desinteresado, p. 146) La teoría de la acción que propongo (con la noción de hábitus) equivale a decir que la mayor parte de las acciones humanas tienen como principio algo absolutamente distinto de la intención, es decir disposiciones adquiridas que hacen que la acción pueda y tenga que ser interpretada como orientada hacia tal o cual fin sin que quepa plantear por ello que como principio tenía el propósito consciente de ese fin (Bourdieu: La economía de los bienes simbólicos, p. 166) Bourdieu propone el ejemplo del "juego", en el que los jugadores, una vez que han interiorizado sus reglas, actúan conforme a ellas sin reflexionar sobre las mismas ni cuestionárselas. De alguna forma, se ponen al servicio del propio juego en sí. Esa interiorización y automatismo de las reglas de juego, que son las que determinan la capacidad de acción de los jugadores, se corresponden con ese "cuerpo socializado", con el hábitus generado en los diversos campos sociales. El propósito final de la sociología de Pierre Bourdieu sería la deducción de las reglas del juego partiendo de las acciones observables de los jugadores. El sociólogo tendría primero que determinar que tras ciertas acciones se esconde algún tipo de juego; tendría que establecer quiénes son los que están jugando; cuál es el espacio en el que se desarrolla ese posible juego (campo) y, una vez establecidas todas estas cosas, deducir de las acciones qué tipo de juego es el que practican. El juego es el conjunto de todo: acciones posibles, reglas, jugadores, beneficios que obtienen, estrategias para conseguirlos, terreno, etc. • Hábitus: internalización de reglas, valores y disposiciones; el principio generativo estable
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internalizado que regula la improvisación que produce
las prácticas (Bourdieu, 1991b: 78). • Estos valores y disposiciones permiten responder a las reglas y contextos culturales en una variedad de formas (permiten improvisación), pero estas respuestas son siempre determinadas (o reguladas) por la socialización. • El conocimiento (la forma de entender el mundo, nuestras creencias y valores) está construido a través del hábitus, y se adquiere activamente. • Tenemos disposiciones hacia ciertas actitudes y valores, y comportamientos por la influencia ejercida por nuestra trayectoria cultural. • El hábitus está siempre constituido a través de la práctica; mostrado cuando un conjunto de disposiciones se encuentran delante de un problema, decisión o contexto particular. • El hábitus opera en un nivel parcialmente inconsciente. Para que un hábitus particular funcione efectivamente, cada miembro del campo cultural tiene que pensar que las posibilidades de entre las que escoge son necesidades, sentido común, naturales o inevitables. • Las reglas y estructuras de percepción que pertenecen a un cierto hábitus están inscritas en los individuos como si fueran ‘natura humana' o comportamiento ‘civilizado'. Todo lo que queda fuera de estas reglas y estructuras es comprendido como una presión hacia la persona. Ejemplo: a) los modos de comer que en unas culturas se consideran ‘normales' y en otros ‘inaceptables'. b) Historia de Gord (canadiense). c) ¿diferencia entre comer carne y vegetales? • Sistemas, reglas, leyes, estructuras y categorías de significado y percepción sólo funcionan efectivamente como hábitus si no pensamos sobre las condiciones socioculturales de su producción y existencia. • Las clasificaciones se producen dentro de un marco cultural concreto.
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Ejemplo: clasificación entre científicas–primitivas (denigrar
otros sistemas de conocimiento), civilizados–bárbaros (justificar violencia en términos de la barbarie ajena). Ejemplo: Talibanes, mujeres y estatuas. • Hábitus. Se naturaliza a sí mismo y las reglas culturales y valores que lo hacen posible. Características a destacar del hábitus: • El hábitus se produce en los condicionamientos dentro de un particular tipo de existencia basada en trayectorias culturales compartidas. • El hábitus regula el conjunto de posibilidades que una persona puede tomar y negociar. Regula qué significados, valores y narrativas son pensables. • El hábitus se puede transposar, de forma que personas de diferentes culturas pueden ajustar sus prácticas para adecuarse a diferentes contextos. • Hábitus está siempre orientado hacia la practicidad. Las disposiciones, conocimientos y valores están construidos por personas que los usan como medio para mejorar su posición social y adquirir mayor capital dentro de un campo determinado. Al mismo tiempo, lo que constituye el interés de los participantes se constituye a través del hábitus. • “Las prácticas más improbables son excluidas como impensables, por un tipo de sumisión inmediata al orden que inclina a los agentes a hacer una virtud de la necesidad, es decir, refutar lo que es siempre negado y desear lo inevitable” (Bourdieu 1990b:54). Reproducción Cultural (Bourdieu: ‘Reproducción Cultural y Reproducción Social') • La tradición Marxista hace referencia a la reproducción ‘social' como la condición necesaria para la renovación de la mano de obra (vivienda, educación, salud,...). La reproducción ‘cultural' sería el proceso por el que la cultura (y el poder político) de la clase dominante es
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mantenido de una generación a la otra a través del
sistema educativo. [editar] Prácticas culturales y poder: Foucault Foucault, Michel (1926-1984), filósofo francés que intentó mostrar que las ideas básicas que la gente considera verdades permanentes sobre la naturaleza humana y la sociedad cambian a lo largo de la historia. Sus estudios pusieron en tela de juicio la influencia del filósofo político alemán Karl Marx y del psicoanalista austriaco Sigmund Freud. Foucault aportó nuevos conceptos que desafiaron las convicciones de la gente sobre la cárcel, la policía, la seguridad, el cuidado de los enfermos mentales, los derechos de los homosexuales y el bienestar. Nacido en Poitiers, Foucault estudió filosofía occidental y psicología en la École Normale Supérieure de París. Durante la década de 1960, encabezó los departamentos de filosofía de las Universidades de Clermont-Ferrand y Vincennes (conocida de forma oficial como Centro Universitario Experimental de Vincennes). En 1970 fue elegido para el puesto académico más prestigioso en Francia, en el Collège de France, con el título de profesor de Historia de los Sistemas de Pensamiento. Durante las décadas de 1970 y 1980, su reputación internacional creció gracias a las numerosas conferencias y cursos que impartió por todo el mundo. Las principales influencias en el pensamiento de Foucault fueron los filósofos alemanes Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger. Nietzsche mantenía que la conducta humana está motivada por una voluntad de poder y que los valores tradicionales habían perdido su antiguo dominio opresivo sobre la sociedad. Heidegger criticó lo que llamó "nuestro actual entendimiento de ser tecnológico". El pensamiento de Foucault exploró los modelos cambiantes de poder dentro de la sociedad y cómo el poder se relaciona con la persona. Investigó las reglas cambiantes que gobiernan las afirmaciones que pueden ser tomadas de forma seria como verdaderas o falsas en distintos momentos de la historia. Estudió también cómo las prácticas
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diarias permiten a la gente definir sus identidades y
sistematizar el conocimiento; los hechos pueden ser entendidos como productos de la naturaleza, del esfuerzo humano o de Dios. Foucault afirmaba que la concepción de las cosas tiene sus ventajas y sus peligros. El pensamiento de Foucault se desarrolló en tres etapas. La primera, en Locura y civilización (1960), que escribió mientras era lector en la Universidad de Uppsala, en Suecia, reflejó cómo en el mundo occidental la locura —que alguna vez se pensó infundida por inspiración divina— llegó a ser considerada como enfermedad mental. En esta obra intentó exponer la fuerza creativa de la locura que había sido reprimida tradicionalmente por las sociedades occidentales. En su segunda etapa escribió Las palabras y las cosas (1966), una de sus obras más importantes. La última etapa de Foucault empezó con la publicación de Vigilar y castigar, en 1975. Se preguntaba en este ensayo si el encarcelamiento es un castigo más humano que la tortura, pero se ocupa más de la forma en que la sociedad ordena y controla a los individuos adiestrando sus cuerpos; por ejemplo, un entrenamiento básico puede disciplinar y preparar a una persona para ser un soldado. Los últimos tres libros de Foucault —Historia de la sexualidad, Volumen I: Introducción (1976), El uso del placer (1984) y La preocupación de sí mismo (1984) son parte de una truncada historia de la sexualidad. En estos libros, Foucault rastrea las etapas por las que la gente ha llegado a comprenderse a sí misma en las sociedades occidentales como seres sexuales, y relaciona el concepto sexual que cada uno tiene de sí mismo con la vida moral y ética del individuo. En todos los libros de este último periodo, Foucault intenta mostrar que la sociedad occidental ha desarrollado un nuevo tipo de poder, al que llamó biopoder, es decir, un nuevo sistema de control que los conceptos tradicionales de autoridad son incapaces de entender y criticar.
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En vez de ser represivo, este nuevo poder realza la vida.
Foucault anima a la gente a resistir ante el Estado del bienestar desarrollando una ética individual en la que cada uno lleve su vida de tal forma que los demás puedan respetarla y admirarla. http://www.filosofía.limpio/materiales/reguera/sxx.htm • Campo cultural, capital y hábitus. Nos permitió entender como prácticas culturales son simultáneamente libres y reguladas, conscientes e inconscientes. FOUCAULT y poder: • El poder, en las sociedades disciplinarias, no es algo que sea tenido o pertenezca a alguien. Funciona en términos de relaciones entre diferentes campos, instituciones, burocracias y otros grupos dentro del estado. • El poder no ‘perteneze a la gente'. La gente [el pueblo] es una entidad producida y sujeto por las fuerzas del biopoder. El bio-poder son el conjunto de tecnologías, conocimientos y discursos que se usan para regular las poblaciones. El bio-poder analiza, controla y define al sujeto humano, su cuerpo y su comportamiento. • Cada institución (educación, religión, trabajo, prisión,...) deja su marca en la gente, da forma a su ‘gusto'. • El poder es productivo. El bio-poder genera una variedad de categorías de gente y de comportamientos, diferencia entre la gente ‘normal' y la 'desviada'. “[...] el trabajo de Foucault nos permite reconocer la naturaleza biopolítica de este nuevo paradigma del poder. El biopoder es una forma de poder que rige y reglamenta la vida social por dentro, persiguiéndola, interpretándola, asimilándola y reformulándola. El poder no puede obtener un dominio efectivo sobre la vida entera de la población más que convirtiéndose en una función integrante y vital que todo individuo adopta y aviva de manera totalmente voluntaria. Como dice Foucault, " la vida se ha convertido ahora [...] en un objeto de poder". La más alta función de este poder es la de investir la vida de parte a parte, y su primera tarea la de
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administrarla. El biopoder se refiere así a una situación en la
cual lo que está directamente en juego en el poder es la producción y la reproducción de la vida misma”. (Michael Hardt y Toni Negri, Imperio, capítulo I.2). [editar] Resumen En este tema se presentan formas en que las prácticas comunicativas están producidas dentro de una cultura. Se ha especificado que: • La práctica es algo decidido y negociado ‘al momento', y no quizás reducido al nivel de la simple reproducción de leyes, reglas y sistemas de una cultura. • Las prácticas no se producen en un ocho: hay fuertes conexiones entre la trayectoria cultural de una persona, su forma de ver el mundo y sus actividades y comportamientos. Las nociones de hábitus, capital cultural y simbólico, y campo cultural de Pierre Bourdieu nos permiten comprender como las formas de conocimiento que dan forma y determinan prácticas, necesitan ser naturalizadas antes de ser efectivas. Las ideas de Bourdieu son complementadas con la noción de biopoder de Foucault. Las diferentes autoridades y discursos generan un sentido de escepticismo que los ayuda a distanciarse del control del biopoder. Por otra parte, el biopoder, al generar subjetividades anormales produce sujetos inclinados ‘naturalmente' a pensar y actuar en contra del biopoder.
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