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María del Carmen Pérez Chicué &

Jorge Alberto Carmona Kalero


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ENSAYO SEGUNDO PARCIAL

EL SUJETO DESDE SU CONDICIÓN PERSONAL, FAMILIAR Y


SOCIAL; SU ACTUAR ACCTITUDINAL Y SU PENSAMIENTO

Tratar de establecer una idea del hombre que actúa y piensa


dentro del mundo de su vida cotidiana con los entornos
establecidos (En el título) nos puede ofrecer criterios o pautas
homogéneas, de pronto incoherentes, o tal vez parcialmente
claras, y en modo alguno ubicándolas como exentas de
contradicciones.

Para abordar los aspectos o tópicos planteados, tomaré


interrogantes con los cuáles trataré de hallar acercamientos
más o menos próximos sobre cada aspecto, Por ejemplo,
como sujeto se es verdaderamente original, la realidad es la
qué percibimos? Diría necesariamente que hay una
aprehensión incoherente porque los intereses de cada
individuo que determinen significativamente no están
integrados en un sistema coherente, sólo se hallan
parcialmente organizados en algún tipo de plan, tales como
los planes de vida, de trabajo y descanso, y de cada rol social
asumido, o bien de la jerarquización que le haya dado a los
planes y aún así dependería del desarrollo propio de la
personalidad. Es más depende de la cultura donde se
desarrolle, de los prejuicios concebidos, del cambio en las
elecciones que se hagan e incluso las aspiraciones de
conocimientos que tenga

En la vida cotidiana, al sujeto no le interesa más que


parcialmente la claridad de su conocimiento, la plena
percepción de las relaciones entre los elementos de su mundo
y los principios generales que gobiernan sus relaciones. La
realidad es que se compran cosas sin saber cómo se
elaboraron, paga con dinero, aunque se tenga una vaga idea

“Me he arrepentido muchas veces de haber hablado; de haber callado, nunca…”


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de qué es realmente el dinero. Da por sentado que su


semejante comprenderá su pensamiento si lo expresa en
lenguaje llano, y responderá de manera correspondiente, sin
preguntarse cómo se puede explicar este milagroso suceso.
Además, no investiga la verdad ni busca la certeza. Todo lo
que desea es información sobre posibilidades y comprensión
de las probabilidades o riesgos que la situación inmediata
determina para el resultado de sus acciones.

No se tiene un conocimiento congruente, puede plantear


como igualmente válidos enunciados que, de hecho, son
incompatibles entre sí. Como padre, ciudadano, empleado y
feligrés, puede tener las opiniones más diversas y
contradictorias sobre cuestiones morales, políticas o
económicas. Esta incongruencia no se origina necesariamente
en una falacia lógica. Los hombres distribuyen su
pensamiento sobre asuntos ubicados en niveles diferentes y
de diferente relevancia.

Ahora bien el comportamiento respecto de éste conocimiento


incoherente, incongruente y sólo parcialmente claro, adquiere
relevancia cuando se comienza a referir al grupo y es allí
donde todo ese desenvolvimiento, todas esa ideas
preconcebidas,, todas esas actitudes que considerábamos
originales se encuadran dentro del grupo social, llámese
hogar, centro educativo, lugar de trabajo

Esto es medianamente aceptable porque tenemos una


memoria genética por decirlo así, donde el acunductamiento
es palpable, es así como “la educación impartida en la
escuela, en los colegios y en planteles de educación superior,
tiene un marcado carácter social, ya que nace y se desarrolla
con el claro propósito de que la persona se integre dentro de
la estructura social donde ha nacido. El niño se integra dentro
de una serie de subsistemas sociales (familia, escuela, grupo
de iguales, etc) cuya misión es generar valores ligados a los

“Me he arrepentido muchas veces de haber hablado; de haber callado, nunca…”


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respectivos grupos, en las que se van transmitiendo pautas de


conducta, normas, actitudes y roles, que facilitan la
integración del nuevo miembro y las relaciones con los
demás.

Éste proceso educativo se desarrolla en un medio social


determinado, independientemente de la amplitud del mismo,
y se concreta en un contexto social de interacción entre dos,
tres o más individuos. -La adaptación del individuo a los
requisitos y exigencias de los distintos ámbitos de la sociedad
en los que progresivamente se va integrando es una función
de la educación.- 1

La familia se debe encargar no sólo de la llamada


socialización primaria sino también de algo bien importante:
generar en los hijos la autonomía funcional, concebida como
la capacidad para actuar por sí mismo en la vida cotidiana.
Ésta autonomía se fundamentará en el desarrollo de las
capacidades afectivas, motrices, cognitivas, de relación
interpersonal e inserción social, para la acción autónoma en el
medio; dicho de otra forma capacitarlo para la libertad”(Cfr.
Introducción, Talleres sobre los temas No. 3 y No.4 La
Escuela: Su Función social, y La Familia y la Educación,
Sociología General, abril 13-2007, Uceva).

Claro es pues que la influencia social es algo supremamente


trascendental en la actitud y en el pensamiento del sujeto
todo miembro nacido o educado dentro del grupo acepta el
esquema estandarizado ya elaborado de la pauta cultural
recibida de sus antepasados, maestros y autoridades como
una guía indiscutida e indiscutible en todas las situaciones
que se dan normalmente dentro del mundo social.

Se da entonces un pensamiento habitual, no hay mortificación


intelectual es algo automático y se mantendrá si se dan
1
MARTÍNEZ MUT, 1989, cit. Lic. Rodolfo Núñez, “El Trabajo Social y su Rol”.

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algunos presupuestos generales, como lo puede ser la vida


social, la cual seguirá siendo la misma que hasta ahora; es
decir, que volverán a presentarse los mismos problemas, que
exigirán las mismas soluciones, y que, por lo tanto, nuestras
experiencias anteriores bastarán para dominar las situaciones
futuras, mejor dicho esa experiencia ambiental de objetos
sociales no es congruente con el nivel de las meras creencias
acerca de objetos no abordados.

Y si nos cuestionamos lo que significa realmente pensar, qué


conclusión sacaríamos? Que pesar es realmente hacer una
labor autónoma de preguntarnos de cuestionarnos y no
repetir o manifestar que lo que el grupo social o familiar
establece como forma de pensar, no es tampoco la forma de
evadir problemas, se debe compenetrar toda la problemática
pero unificada, mejor dicho emplear la canción de Tony Vega
–Uno mismo-, por que el no pensar se vuelve una constante
pues refiere el auto cuestionamiento al colectivo y no a la
labor individual.

Muy diciente es que nuestro comportamiento no sea


homogéneo, esto es, que no exterioricemos nuestra
comportamental de igual manera en diversidad de escenarios,
que la influencia social sea tan grande, tan absorbente que
nos haga cambiar nuestra esencia .

Dentro de su sistema conceptual, el hábitus es otra presencia


constante. Dentro de la sociedad no existe una vivencia
independiente de la sociedad misma y sus reglas; las
experiencias están mediatizadas por las configuraciones de
los diferentes campos. Si el campo es el marco, el hábitus es
el efecto del marco, su interiorización:

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“El hábitus cumple una función que, en otra filosofía, se confía


a la conciencia trascendente: es un cuerpo socializado, un
cuerpo estructurado, un cuerpo que se ha incorporado a las
estructuras inmanentes de un mundo o de un sector particular
de este mundo, de un campo, y que estructura la percepción
de este mundo y también la acción en este mundo” (Bourdieu:
¿Es posible un acto desinteresado, p. 146)
La teoría de la acción que propongo (con la noción de hábitus)
equivale a decir que la mayor parte de las acciones humanas
tienen como principio algo absolutamente distinto de la
intención, es decir disposiciones adquiridas que hacen que la
acción pueda y tenga que ser interpretada como orientada
hacia tal o cual fin sin que quepa plantear por ello que como
principio tenía el propósito consciente de ese fin (Bourdieu: La
economía de los bienes simbólicos, p. 166)
Bourdieu propone el ejemplo del "juego", en el que los
jugadores, una vez que han interiorizado sus reglas, actúan
conforme a ellas sin reflexionar sobre las mismas ni
cuestionárselas. De alguna forma, se ponen al servicio del
propio juego en sí. Esa interiorización y automatismo de las
reglas de juego, que son las que determinan la capacidad de
acción de los jugadores, se corresponden con ese "cuerpo
socializado", con el hábitus generado en los diversos campos
sociales. El propósito final de la sociología de Pierre Bourdieu
sería la deducción de las reglas del juego partiendo de las
acciones observables de los jugadores. El sociólogo tendría
primero que determinar que tras ciertas acciones se esconde
algún tipo de juego; tendría que establecer quiénes son los
que están jugando; cuál es el espacio en el que se desarrolla
ese posible juego (campo) y, una vez establecidas todas estas
cosas, deducir de las acciones qué tipo de juego es el que
practican. El juego es el conjunto de todo: acciones posibles,
reglas, jugadores, beneficios que obtienen, estrategias para
conseguirlos, terreno, etc.
• Hábitus: internalización de reglas, valores y
disposiciones; el principio generativo estable

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internalizado que regula la improvisación que produce


las prácticas (Bourdieu, 1991b: 78).
• Estos valores y disposiciones permiten responder a las
reglas y contextos culturales en una variedad de formas
(permiten improvisación), pero estas respuestas son
siempre determinadas (o reguladas) por la socialización.
• El conocimiento (la forma de entender el mundo,
nuestras creencias y valores) está construido a través
del hábitus, y se adquiere activamente.
• Tenemos disposiciones hacia ciertas actitudes y valores,
y comportamientos por la influencia ejercida por nuestra
trayectoria cultural.
• El hábitus está siempre constituido a través de la
práctica; mostrado cuando un conjunto de disposiciones
se encuentran delante de un problema, decisión o
contexto particular.
• El hábitus opera en un nivel parcialmente inconsciente.
Para que un hábitus particular funcione efectivamente,
cada miembro del campo cultural tiene que pensar que
las posibilidades de entre las que escoge son
necesidades, sentido común, naturales o inevitables.
• Las reglas y estructuras de percepción que pertenecen a
un cierto hábitus están inscritas en los individuos como si
fueran ‘natura humana' o comportamiento ‘civilizado'.
Todo lo que queda fuera de estas reglas y estructuras es
comprendido como una presión hacia la persona.
Ejemplo: a) los modos de comer que en unas culturas se
consideran ‘normales' y en otros ‘inaceptables'. b) Historia de
Gord (canadiense). c) ¿diferencia entre comer carne y
vegetales?
• Sistemas, reglas, leyes, estructuras y categorías de
significado y percepción sólo funcionan efectivamente
como hábitus si no pensamos sobre las condiciones
socioculturales de su producción y existencia.
• Las clasificaciones se producen dentro de un marco
cultural concreto.

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Ejemplo: clasificación entre científicas–primitivas (denigrar


otros sistemas de conocimiento), civilizados–bárbaros
(justificar violencia en términos de la barbarie ajena). Ejemplo:
Talibanes, mujeres y estatuas.
• Hábitus. Se naturaliza a sí mismo y las reglas culturales y
valores que lo hacen posible.
Características a destacar del hábitus:
• El hábitus se produce en los condicionamientos dentro
de un particular tipo de existencia basada en
trayectorias culturales compartidas.
• El hábitus regula el conjunto de posibilidades que una
persona puede tomar y negociar. Regula qué
significados, valores y narrativas son pensables.
• El hábitus se puede transposar, de forma que personas
de diferentes culturas pueden ajustar sus prácticas para
adecuarse a diferentes contextos.
• Hábitus está siempre orientado hacia la practicidad. Las
disposiciones, conocimientos y valores están construidos
por personas que los usan como medio para mejorar su
posición social y adquirir mayor capital dentro de un
campo determinado. Al mismo tiempo, lo que constituye
el interés de los participantes se constituye a través del
hábitus.
• “Las prácticas más improbables son excluidas como
impensables, por un tipo de sumisión inmediata al orden
que inclina a los agentes a hacer una virtud de la
necesidad, es decir, refutar lo que es siempre negado y
desear lo inevitable” (Bourdieu 1990b:54).
Reproducción Cultural (Bourdieu: ‘Reproducción Cultural y
Reproducción Social')
• La tradición Marxista hace referencia a la reproducción
‘social' como la condición necesaria para la renovación
de la mano de obra (vivienda, educación, salud,...). La
reproducción ‘cultural' sería el proceso por el que la
cultura (y el poder político) de la clase dominante es

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mantenido de una generación a la otra a través del


sistema educativo.
[editar] Prácticas culturales y poder: Foucault
Foucault, Michel (1926-1984), filósofo francés que intentó
mostrar que las ideas básicas que la gente considera
verdades permanentes sobre la naturaleza humana y la
sociedad cambian a lo largo de la historia. Sus estudios
pusieron en tela de juicio la influencia del filósofo político
alemán Karl Marx y del psicoanalista austriaco Sigmund
Freud. Foucault aportó nuevos conceptos que desafiaron las
convicciones de la gente sobre la cárcel, la policía, la
seguridad, el cuidado de los enfermos mentales, los derechos
de los homosexuales y el bienestar.
Nacido en Poitiers, Foucault estudió filosofía occidental y
psicología en la École Normale Supérieure de París. Durante la
década de 1960, encabezó los departamentos de filosofía de
las Universidades de Clermont-Ferrand y Vincennes (conocida
de forma oficial como Centro Universitario Experimental de
Vincennes). En 1970 fue elegido para el puesto académico
más prestigioso en Francia, en el Collège de France, con el
título de profesor de Historia de los Sistemas de Pensamiento.
Durante las décadas de 1970 y 1980, su reputación
internacional creció gracias a las numerosas conferencias y
cursos que impartió por todo el mundo. Las principales
influencias en el pensamiento de Foucault fueron los filósofos
alemanes Friedrich Nietzsche y Martin Heidegger.
Nietzsche mantenía que la conducta humana está motivada
por una voluntad de poder y que los valores tradicionales
habían perdido su antiguo dominio opresivo sobre la sociedad.
Heidegger criticó lo que llamó "nuestro actual entendimiento
de ser tecnológico". El pensamiento de Foucault exploró los
modelos cambiantes de poder dentro de la sociedad y cómo el
poder se relaciona con la persona. Investigó las reglas
cambiantes que gobiernan las afirmaciones que pueden ser
tomadas de forma seria como verdaderas o falsas en distintos
momentos de la historia. Estudió también cómo las prácticas

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diarias permiten a la gente definir sus identidades y


sistematizar el conocimiento; los hechos pueden ser
entendidos como productos de la naturaleza, del esfuerzo
humano o de Dios. Foucault afirmaba que la concepción de las
cosas tiene sus ventajas y sus peligros.
El pensamiento de Foucault se desarrolló en tres etapas. La
primera, en Locura y civilización (1960), que escribió mientras
era lector en la Universidad de Uppsala, en Suecia, reflejó
cómo en el mundo occidental la locura —que alguna vez se
pensó infundida por inspiración divina— llegó a ser
considerada como enfermedad mental. En esta obra intentó
exponer la fuerza creativa de la locura que había sido
reprimida tradicionalmente por las sociedades occidentales.
En su segunda etapa escribió Las palabras y las cosas (1966),
una de sus obras más importantes. La última etapa de
Foucault empezó con la publicación de Vigilar y castigar, en
1975. Se preguntaba en este ensayo si el encarcelamiento es
un castigo más humano que la tortura, pero se ocupa más de
la forma en que la sociedad ordena y controla a los individuos
adiestrando sus cuerpos; por ejemplo, un entrenamiento
básico puede disciplinar y preparar a una persona para ser un
soldado.
Los últimos tres libros de Foucault —Historia de la sexualidad,
Volumen I: Introducción (1976), El uso del placer (1984) y La
preocupación de sí mismo (1984) son parte de una truncada
historia de la sexualidad. En estos libros, Foucault rastrea las
etapas por las que la gente ha llegado a comprenderse a sí
misma en las sociedades occidentales como seres sexuales, y
relaciona el concepto sexual que cada uno tiene de sí mismo
con la vida moral y ética del individuo. En todos los libros de
este último periodo, Foucault intenta mostrar que la sociedad
occidental ha desarrollado un nuevo tipo de poder, al que
llamó biopoder, es decir, un nuevo sistema de control que los
conceptos tradicionales de autoridad son incapaces de
entender y criticar.

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En vez de ser represivo, este nuevo poder realza la vida.


Foucault anima a la gente a resistir ante el Estado del
bienestar desarrollando una ética individual en la que cada
uno lleve su vida de tal forma que los demás puedan
respetarla y admirarla.
http://www.filosofía.limpio/materiales/reguera/sxx.htm
• Campo cultural, capital y hábitus. Nos permitió entender
como prácticas culturales son simultáneamente libres y
reguladas, conscientes e inconscientes.
FOUCAULT y poder:
• El poder, en las sociedades disciplinarias, no es algo que
sea tenido o pertenezca a alguien. Funciona en términos
de relaciones entre diferentes campos, instituciones,
burocracias y otros grupos dentro del estado.
• El poder no ‘perteneze a la gente'. La gente [el pueblo]
es una entidad producida y sujeto por las fuerzas del
biopoder. El bio-poder son el conjunto de tecnologías,
conocimientos y discursos que se usan para regular las
poblaciones. El bio-poder analiza, controla y define al
sujeto humano, su cuerpo y su comportamiento.
• Cada institución (educación, religión, trabajo, prisión,...)
deja su marca en la gente, da forma a su ‘gusto'.
• El poder es productivo. El bio-poder genera una variedad
de categorías de gente y de comportamientos, diferencia
entre la gente ‘normal' y la 'desviada'.
“[...] el trabajo de Foucault nos permite reconocer la
naturaleza biopolítica de este nuevo paradigma del poder. El
biopoder es una forma de poder que rige y reglamenta la vida
social por dentro, persiguiéndola, interpretándola,
asimilándola y reformulándola. El poder no puede obtener un
dominio efectivo sobre la vida entera de la población más que
convirtiéndose en una función integrante y vital que todo
individuo adopta y aviva de manera totalmente voluntaria.
Como dice Foucault, " la vida se ha convertido ahora [...] en
un objeto de poder". La más alta función de este poder es la
de investir la vida de parte a parte, y su primera tarea la de

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administrarla. El biopoder se refiere así a una situación en la


cual lo que está directamente en juego en el poder es la
producción y la reproducción de la vida misma”. (Michael
Hardt y Toni Negri, Imperio, capítulo I.2).
[editar] Resumen
En este tema se presentan formas en que las prácticas
comunicativas están producidas dentro de una cultura. Se ha
especificado que:
• La práctica es algo decidido y negociado ‘al momento', y
no quizás reducido al nivel de la simple reproducción de
leyes, reglas y sistemas de una cultura.
• Las prácticas no se producen en un ocho: hay fuertes
conexiones entre la trayectoria cultural de una persona,
su forma de ver el mundo y sus actividades y
comportamientos.
Las nociones de hábitus, capital cultural y simbólico, y campo
cultural de Pierre Bourdieu nos permiten comprender como
las formas de conocimiento que dan forma y determinan
prácticas, necesitan ser naturalizadas antes de ser efectivas.
Las ideas de Bourdieu son complementadas con la noción de
biopoder de Foucault. Las diferentes autoridades y discursos
generan un sentido de escepticismo que los ayuda a
distanciarse del control del biopoder. Por otra parte, el
biopoder, al generar subjetividades anormales produce
sujetos inclinados ‘naturalmente' a pensar y actuar en contra
del biopoder.

“Me he arrepentido muchas veces de haber hablado; de haber callado, nunca…”

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