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POSPONER

Gracias (mientras toma una taza de café, bien caliente)… ¿un día completo? Mmm, bueno mi día
empezaba con el despertador muy a las 7 am, que digo a las 7 de la mañana sonaba, pero me
levantaba más tarde, a las ocho o diez de la mañana, porque te confieso que colocaba el
despertador a esa hora, desde la noche anterior así lo decidía porque quería que el día me rindiera,
leyendo, estudiando, entrenando, cocinando y demás.

Asi que muy a esa hora que sonaba abría los ojos y me decía pero, ¿qué tan urgente debes hacer
para pararte tan temprano? Y entonces, empezaba la lucha …¡POSPONER! y así a los 10 minutos
volvía a sonar y pensaba, pero, a que me despierto, no tienes que trabajar, ni estudiar, nada… muy
en el fondo me decía pues sí, tienes razón, nada y volvía ¡POSPONER! E inmediatamente volvía a
cerrar los ojos…

Era una pelea todo el tiempo con esos dos pensamientos que se me cruzaban… Primero estaba el:
párate, ponte a leer, fue en lo que quedaste anoche, pero inmediatamente casi que ni terminaba de
procesar ese primero y llega el siguiente con más intensidad, más agresivo, me arrullaba ese sonido,
no tienes que pararte todavía, no tienes ningún compromiso, ni reunión, ni nada que atender
urgente, tranquila, duerme. Tu cuerpo necesita descansar… y eso para mí era un alago. tomaba
nuevamente la cobija y te lo juro con un suspiro fuerte me volteaba del lado contrario y plácidamente
queda dormida, que digo dormida, dopada era lo que quedaba, profunda como si no existiese un
mañana…

Mucho gusto soy Daniela, perdón, de verdad, hable como una loca recién salida, pero… (Analizando
el espacio en donde se encuentra) es mi primer día después de esta larga cuarentena, más de un
mes sin salir a tomarme un café, es raro sabes, ya no sabía, ni recordaba el aroma de este café, la
gente, este lugar. Es magia. Eres esa primera persona con la que hablo mirando a los ojos después
de todo este tiempo. ¿Cómo te llamas? Manuel… ¿También tenías despertador?

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