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GIANNI RODARI 9 maneras de ensefiar a los ninos a odiar la lectura Gianni Rodari* En La escuela de la fantasia hay reunidos una serie de escritos de Rodari, una serie de reflexiones sobre la escuela y la educacién que representan lo mas significativo de la ideas del escritor. Uno de los textos que tuvo mas difusion y éxito de entre todos los incluidos en el libro fue «Nueve maneras para enseitar a los nifios 4 odiar la lectura», fechado en 1966. En él, con mucha ironia, Rodari hace un repaso a las estrategias mds utilizadas por los adultos para conseguir que los nifios aborrezcan para siempre la lectura y los libros. 28 = Clune? ay muchas formas de ensefiar a leer, después del ocaso (tardio) del antiguo y cruel: By A, Ba; CyA, Ca... Pero también hay muchas ma- neras de hacer que los nifios odien los li- bros. No todos conocen las mejores y més modemas técnicas para alfabetizar 3 los nifios répidamente y sin demasiado es- fuerzo. Casi todos, pore contrari, cono- ccemos y practicamos con fidelidad y co- dignas de causas mas sagradas, Jos variados sistemas para hacer que apa rezca en los nflos una néusea inextingui- bie hacia el papel impreso. Permitidme indicaros algunas, con cierto aire de im- provisacién, pero no sin conviccién. Presentar el libro como una alternativa a la television vcLee. en lugar de mirar la televisions: «Sino te veo leer, vendo el televisor: Agarrael libro de la escuela, en lugar de perder el tiempo con esas estupide- ees, No pretendo conocer todas las expre- siones particulares que usan quienes sostienen este sistema casi infalible. Los niflos saben que la television no es una westupidez»: la encuentran divertida, agradable y itil. Puede ocurrir que les crifiquen un poco de tiempo mas del ne- cesario, puede suceder que en ocasiones queden reducidos a ese estado de se- miinconsciencia cn el que cae el teles- i i pectador habitual, nifio © adulto, des- pués de cierto tiempo, y del que es sin- toma la total pasividad con la que acep- ta cualquier programa de la pantalla, sin elegiry sin reaccionar. Esto no quita que en su conjunto los méritos educativos de Ia television superen sus deméritos. La television enriquece el punto de vista, nutre el vocabulario, pone en cir culacién una cantidad inverosimil de in- formaciones, inserta a nuestros peque- ios analfabetos en un circulo mas amplio que el familiar, que no siempre estd animado por las informaciones, por Ja cultura y por la ideas. Casi se podria decir que Ia televisién disminuye las di- fieultades de Ia ectura. Al mismo tiem- PO, porque crea (aunque sea a un nivel diseretamente bajo) una especie de uni- dad nacional de la Fengua y ayuda a a= fo de! nits superar profundas diferencias entre e: viaiceww nativo y materno y la lengua escolar. Después, porque hace familiares. a tra- vés del sonido y la imagen. un cierto m= mero de «palabras dificiles», de esas con las que los pequefos lectores tropiezan inevitablemente: y quizas en la actuali- dad tropiezan menos que antes. Psicologicamente. ademés. no me pa- rece que negar una diversion. una ocu pacién placentera (0 sentida como tal. ue es lo mismo) sea el modo ideal dé hacer que amen otra: serd mis bien la manera de lanzar sobre esta otra una sombra de fastdio y de castigo. 29 seer CLiJ187 ‘bates de bag, Presentar el libro como una alternativa a la historieta La técnica de aplcacin de este siste- ma recalea la senalada para la opinion precedente. «Te voy a quemar todas las historietas sino te veo leet» «Suspenso en Lengua, coh? Desde mana, se aca. baron las historietas» Etcetera, Prohibir, incluso en este caso, no sirve para nada’; acaso vale la pena prohi- Bir? Se ha discutido tanto sobre las histo- fietas, que ahora quebrar una media lan za.a su favor equivaldria a arar en el mar Citarésélo un caso, Hace teintaafos, ‘meses més, meses menos, said en Italia el primer periédico genuino de historie~ tas, el hoy histrico Avventuroso, descar- gando enel tranquilo mundo provinciano ie nuwsits leeturas infants 90s Flash Gorden Mandrake ycompania- TOulet sia tule envonces ne puode hee ber olvidado el efecto de aquilla apart cian imprevista. En aquellos tempos en ia Iteratare infantil el papel del hebreo. de aguel aquien todos perseguian, esta: ba entonces representado (increible, pe- ro-certo) por el inacuo Salgar y por Sus nobles rats, personajes de hstonctas dimectiteram: Nuestra provincia pedagogica, sofo- cada ya por el pedantismo tradicional, estaba enteramente ocupada, dentro ) fuera de la escuela. por el fascismo a lilaceo.* por su reterica nacionalista fuerte. y por sus impulsosregresivos Y con las historieta. sin previo aviso. caian entre nosotros los personajes es paciales. Una ventana se abria de gol- pe, no ya al mundo —que era imposi- ble— pero sial menos. al cosmos dela fantasia Guiados por un Verne menos poeta y menos responsable. pero indudablemen temas moderno, haciamos contacto con el mundo del futuro, Ciencia-fiee‘on magia y brujeria oftecian una via de evasion que —dadas las circunstan- cias— aparecia casi como una via de beracion. Quienes tienen hoy 40 afos, mirando atras y aceptando su respons bilidad. deben reconoccr que Flash Gor don fue la lectura mis estimulante, mas instructiva. probablemente también la rmis educativa de su infancia Hoy las cosas son distintas; la historie- taha conservado sé la funeién de nutrir Yyalimentar la necesided de aventuras de comicidaa para consumirdeprisa pa racambiars sveruuo, 25 mangjaie. €oo- mica inlercambiable:sustituye uns cr nematografia para nifios que no exist, y 4que la television no offece todavia; no te- ne nada que ver con la lectura, es ota co- sa, pero los niios no necesitan slo bue- mas obras. Por lo dems, leer ls historietas es di- ficlisimo. Si no se tene una buena prac tica, se arruina la vista. Comenzar con Iashistorietas es como empezar saltando tun meito para aprender a saltar veinte centimetras Conozco filésofos que, por lo menos tuna vez ala semana, len un libro polie ciaco. Sin embargo, no se puede poncr en duda que la pasion dominante en ellos sea la filosofia. Conozco jovenes ue len mucho y cultvan, por la i2- , ‘mientras que me he planteado como ta: rea hacer la relacion de algunos méto- dos negativs (si bien con Ia esperanza de que la propia relacién sugiera algin antidoto). Srdtenar bee i meollo de este sistema ya esti pre sente en otros a los que me he referido GIANNI RODARI antes. Sin embargo. es tan importante {que merece ser tratado aparte. Sin duda alguna, es el sistema mas eficaz silo que se persigue es que los nifios aprendan a odiar Ios libros. Es seguro al ciento por ciento y facilisimo de aplicar. Se toma un nifio, se coge un libro. se pone a ambos a la mesa y se prohibe que trio (nifio. libro, mesa) se divida antes de determinada hora. Para una mayor arantia de que la operacion tendré éxi- to, se Te anuneia al nif que al término del tiempo prescrito deberd hacer un re- sumen oral de las partes leidas. Las aplicaciones escolares son incluso mas simples. No hay mas que deci: «Leed desde aqui hasta aquip, yla orden sera cumplida sin falta, y ademés con la ‘complicidad de los padres. Tanto de uno como dei otro experi- ‘mento, el nifio recibird, a su vez, una lee- ign que no olvidard: es decir. que leer > tensas que hay que hacer porque los adultos lo mandan, uno de 0s males inevitables. vinculados por el ejercicio de la autoridad por parte de los adultes. Pero en cuanto también noso- ros seamos grandes, en cuanto nosotros seamos los adultos. en cuanto seamos li- bes. Juzgando a posteriori —es decir, por el numero de adults legalmentealfabe- tizados que. una vez alcanzada la mayo- ria de edad. no leen ni una linea— este debe de ser, de todos. el sistema mas di- fundido. Desde hace cientos de afios los peda- _gogos vienen repitiende que de la misma forma en que no se puede ordenar a un Arbol que florezca sino es su estacin, si no estin creadas las condiciones ade- cuadas. tampoco se puede obtener nada de los niios por el largo camino de la bligacién, sino que por fuerza hay que buscar vias menos ficiles, senderos me- nos eémodos. Los pedagogos predican, pero el mundo sigue su camino. El des- precio por la teoria estan antiguo como el proverbio que dice: «Vale mas la prc tica que la gramatica» Palabras como disciplina, severidad (que es la caricatra dela firmeza) y si- milares circulan todavia como moneda buena, a pesar de su progresiva devalus- cin. En la practca, todavia esté dando sus primeros pasos la ciencia del «crear las condiciones» para que la planta hu- mana quiera lo que deba querer, y acep- te, més bien anhele, el injerto de la cul- tura, y tenga necesidad de lo mejor, y d&, en suima, todas las flores y frutos que pueda dar. Una técnica se puede aprender a pes- cozones: igual se aprende la técnica de Ja lectura, Pero el amor ala lectura no es una técnica, es algo mucho mas interior vinculado a'a vids, a pescazones(rea- les 0 metaforicos) no se aprende. m “attest de Gianni Rodat forma prt des i- tro ia crcuelae aftr (Ea Poulan 900) on radcttn de Mabel Santor Rigo Notas 1. Balla; apodo del eroico muchacho Juan B Perazo que (1746) tiando una peda contra os soldadosausriacos,iieo la revalucion popular Ge eh de Genoa al iat En a docs ce bscismo, cada uno delat muchachos de entre 8 4 18 af erganizados en formaciones de earsc- {er paramiitar (dela) 2. Compuesto de Gisn (ni) y burrasca (borrsca), ‘nombre del protagonist de un iro para iio, ornaling di Giamrresea (1920), del exert ‘Bere conetdo bajo el Seudénimo de Tam ba(N DelaT)

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