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Anales de la Facultad de Medicina Medicina alternativa ISSN 1025 - 5583

Universidad Nacional Mayor de San Marcos Págs. 87 - 96

Medicina alternativa: intento de análisis


Adolfo Peña 1, Ofelia Paco 2

“We should forever keep an open mind, but, not so open that our brain falls out”
Petr Skrabanek.

Resumen Por medicina alternativa se considera al conjunto de disciplinas terapéuticas y diagnósticas que
existen fuera de las instituciones del sistema de salud convencional. El uso actual de esta 'clase'
de medicina está muy extendido, tanto en el mundo industrial como el preindustrial. Parte del
creciente uso de las terapias alternativas se debe a su reciente validación profesional; muchos
textos de divulgación general claman y justifican su uso, basándose en información académica
no necesariamente de rigor científico. En este ensayo, se analizará la evidencia científica disponible,
así como también se analizará las bases lógicas y filosóficas de la medicina en cuestión.
Palabras clave Medicina alternativa; terapias alternativas; acupuntura.

Alternative medicine: Intent of analysis luego la posta y, a mediados de nuestra era,


Abstract los vitalistas la dominaron ( 1). La medicina,
Alternative medicine is considered a set of therapeutic and como la conocemos hoy, es pues de apari-
diagnostic disciplines that exist outside the conventional health ción reciente, quizá de apenas dos siglos.
system. Current use of this 'class' of medicine is amply extended in
both developed and undeveloped world. One of the causes of La revolución científica liderada por
increasing use of alternative medicine is recent professional Galileo, en el siglo XVII, introdujo cam-
validation. Many general divulgation texts claim and justify its bios inconmensurables, tanto en la esfera
use based on academic information without scientific quality. In intelectual como social. La medicina pron-
this essay we will analyze the available scientific evidence as well to sufrió los embates del pensamiento cien-
as logical and philosophical bases of this so called medicine. tífico y poco a poco reconfiguró sus postu-
Key words: Alternative medicine; alternative therapies; lados y sus métodos de conocimiento. Así,
acupuncture. en uno de los eventos considerado clave en
la reforma de la profesión médica, la publi-
cación del informe Flexner ( 2), en 1910, se
estableció como objetivo clave hacer de la
Introducción
medicina una profesión científica ( 3 ).
La ‘medicina occidental’ ha padecido di-
Sin embargo, en el curso de las últimas
ferentes cambios a través de los tiempos.
décadas, han reaparecido en el sistema de
En sus primeros años, la filosofía naturalis-
salud ‘nuevas’ terapias. En aras de la aper-
ta de los jonios presocráticos fue su rectora;
tura mental y la tolerancia, la mal llamada
la influencia teleológica aristotélica tomó
‘medicina occidental’ está tratando de ser
‘integrada’ con disciplinas antes llamadas
alternativas y hoy complementarias.
1
Residente Senior de Medicina Interna, Good Samaritan Hospital.
Cincinnati, Ohio, USA. El uso de la medicina alternativa hoy en
2
Servicio y Manejo de Datos, PPD Global Central Labs. Highland Heights, día está muy extendido; ya no es patrimo-
Kentucky, USA. nio de sociedades con historia cultural tra-

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dicional, como la nuestra. Por ejemplo, en determinar la veracidad de un asunto, de-


una encuesta realizada en los Estados Uni- bemos abordarlo con una apertura mental
dos, un tercio de los encuestados refirió tan grande como sea posible, pero también
haber usado al menos una terapia no con- debemos hacerlo con la bondad ofrecida por
vencional en un periodo de doce meses ( 4). la crítica. Si tras un análisis cuidadoso re-
Asimismo, se ha calculado que el número chazamos una proposición determinada, no
de visitas a establecimientos de medicina incurriríamos en prejuicio; sino tal vez en
alternativa, en los Estados Unidos, ascien- ‘posjuicio’ (juicio a posteriori).
de a 425 millones, cifra que supera al nú-
mero de visitas a los consultorios médicos
convencionales (388 millones) ( 4 ). ¿Medicina alternativa, complementaria o
tradicional?
Es de señalar que la investigación cien-
tífica también está dedicando recursos a la Uno de los primeros problemas que nos
medicina alternativa; y algunos resultados enfrentamos al analizar la medicina alterna-
le son favorables; por ejemplo, dos tiva es el cómo definirla. Así lo demuestra
metaanálisis recientes refieren que algunos la variedad de propuestas aparecidas en pres-
efectos terapéuticos de la homeopatía pare- tigiosas publicaciones. Según autores inde-
cen no ser atribuibles al efecto placebo ( 5). pendientes, la medicina complementaria se
la define como el grupo de disciplinas tera-
El lugar de la medicina alternativa en el péuticas y diagnósticas que existen fuera de
sistema de salud no es, pues, marginal; por las instituciones donde el sistema de salud
ello, es imperativo su estudio y análisis. convencional es brindado o enseñado ( 4,7).
Varias opiniones han sido vertidas frente al
desarrollo creciente de la medicina alterna- La colaboración Cochrane, insigne
tiva. Algunos opinan que no debemos con- propulsora del ‘movimiento’ medicina ba-
fundir la charlatanería con la genuina me- sada en evidencias, ha adoptado una defi-
dicina tradicional y alternativa, la cual val- nición semejante: se entiende por medicina
dría por sí misma sin necesidad de clamar a complementaria a todas aquellas prácticas
la ciencia ( 6 ). Otros son de opinión que el y recursos de curación acompañadas de sus
perjuicio científico positivista no debe respectivas teorías y creencias, que no son
ocluir nuestra tolerancia, negando ‘genui- intrínsecas al sistema de salud políticamen-
nas’ posibilidades terapéuticas. Hay quie- te dominante de una sociedad o cultura en
nes creen que la medicina alternativa pue- un periodo histórico determinado ( 8).
de ser la solución frente al creciente enca-
recimiento de la medicina occidental, he- Para la Organización Mundial de Salud,
cho más crítico en los países pobres, como el uso de términos como ‘medicina alterna-
el nuestro. En fin, el debate está abierto y, tiva’ y ‘medicina complementaria’ respon-
al juzgar por el volumen de publicaciones, de a una clasificación otorgada en países
la tolerancia parece ser la vencedora. donde no existe integración entre medicina
tradicional y medicina occidental ( pp. 1) ( 9 ).
En la actualidad, se suele invocar pues a Por ello, la OMS prefiere hablar en ‘térmi-
la tolerancia y a la ‘mentalidad abierta’ a nos’ de medicina tradicional. Según la OMS,
fin de no caer preso de la ciencia y así in- aquel vocablo debe referirse tanto a los sis-
currir en el prejuicio. Empero, creo que el temas de medicina tradicional -por ejem-
prejuicio es resultado de una postura emo- plo, la medicina tradicional china, el
cional; equivale al rechazo apriorístico an- ayurveda hindú, y la medicina unani ára-
tes de haber examinado las pruebas que pre- be-, así como a las diversas formas de me-
tenden sustentar una opinión. Si debemos dicina indígena no sistémicas ( pp. 1) (9).

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Algunos se han sentido disconformes con encuentra bastante difundido. Estudios re-
estas propuestas, señalando que no es cier- cientes han determinado que los norteame-
to que la medicina alternativa se encuentre ricanos gastan, por año, aproximadamente
totalmente fuera del sistema convencional 13 700 millones de dólares, en servicios de
( 10). En efecto, algunas escuelas de medici- medicina alternativa ( 4). En lo que respecta
na, hospitales y otros servicios de salud nor- a suplementos vitamínicos, se consume al-
teamericanos ofrecen medicina no conven- rededor de 2 000 millones de dólares. La
cional como alternativa terapéutica y de suma de las cifras anteriores representa casi
enseñanza ( 11,12 ); inclusive, algunos estados la mitad de los gastos anuales en servicios
norteamericanos ofrecen, en sus cobertu- médicos de los Estados Unidos ( 4).
ras de seguro, coberturas para terapias no
convencionales ( 13). En el Perú, algunas es- El uso de terapias alternativas en otros
cuelas de medicina han sido anfitrionas de países desarrollados también es elevado.
congresos de medicina tradicional ( 14 ); el Informes indican que un 46% de los aus-
seguro social (EsSalud) posee un programa tralianos, así como 49% de franceses y 70%
completo de medicina alternativa ( 15). de canadienses han utilizado alguna de esas
terapias ( pp.11) (9). En Alemania, uno de cada
Empero, las propuestas de definición que tres alemanes ha utilizado alguna terapia
acabamos de ver entienden por medicina solo alternativa, siendo la acupuntura y la ho-
un ‘constructo’ social; su definición es con- meopatía las más empleadas ( 18).
vencional y relativa, determinada por el con-
texto histórico, tornándose en membrete, no En los países eufemísticamente llamados
en definición que dé cuenta de la naturaleza en ‘vías de desarrollo’, el uso de la medici-
ontológica (real) y lógica de lo que ‘es’ me- na alternativa se considera aún mayor. La
dicina alternativa. Leibovici ( 16) ha señalado OMS parece celebrar que, en estos países,
que, usar un rótulo social por definición nos la mayoría de la población siga utilizando
expone a la manipulación y el malentendi- la medicina tradicional para satisfacer sus
do; por ejemplo, los medios de comunica- necesidades sanitarias primarias. En uno de
ción pueden crear un gran impacto si difun- sus informes del año 2000 se indica que,
den la opinión de que la medicina alternati- en promedio, 80% de la población africana
va es aquella que no pertenece al sistema de usó tal medicina; Etiopía es el país con
salud ‘políticamente’ dominante. mayor consumo (90%) ( pp. 9) (9).

Se ha señalado, también que, a ‘diferen- En Sudamérica, se sabe que aproxima-


cia’ de la medicina clásica occidental, mu- damente 70% de la población chilena y 40%
chas de estas disciplinas complementarias no de la población colombiana consumen me-
solo claman el alivio de síntomas sino la res- dicina tradicional ( 19). En el caso peruano,
tauración del bienestar, en un proceso de un estudio ejecutado en un hospital de Lima
autocuración enmarcado en una perspectiva de cuarto nivel encontró que cerca de 70%
‘holística’ ( 17 ). Algunos han reclamado con de pacientes utilizó alguna medicina tradi-
cierta razón que tal ‘visión holística’ no es cional ( 20 ). Una investigación realizada en
propiedad de la medicina complementaria, los años 1980, en barrios marginales de
sino propiedad de todo buen clínico ( 16). Lima, encontró que 57% de los encuestados
manifestaba una disposición favorable ha-
cia la medicina tradicional ( 21).
Situación actual de la medicina alternativa
Por otro lado, los gastos en investiga-
Como adelantáramos en la introducción, ción también son importantes. Hace pocos
el uso de la medicina complementaria se años, el Instituto Nacional de Salud Norte-

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americano (NIH) ( 22) creó una oficina dedi- ¿Medicina complementaria basada
cada a la investigación de la llamada medi- en evidencias?
cina complementaria; su finalidad, explo-
rar sus prácticas curativas en el contexto La investigación biomédica en medicina
riguroso de la ciencia, además de educar y complementaria está creciendo. El número
entrenar a sus investigadores ( 23 ). Aunque de ensayos aleatorizados se duplica cada
su creación produjo cierto malestar entre la quinquenio ( 28). La conocida base de datos
comunidad científica norteamericana ( 24), la Cochrane Library le ha dedicado hasta la
oficina ha continuado con sus investigacio- actualidad cerca de cincuenta revisiones sis-
nes; sus gastos ascendieron de dos millo- temáticas ( 8).
nes de dólares, en el año 1993, a sesenta y
En el caso de la homeopatía, uno de los
ocho mil setecientos millones de dólares,
metaanálisis más recientes analizó 186 es-
en el 2000 ( 25 ). En los países de Europa,
tudios, la mayoría de ellos, estudios
también se le dedica dinero a la medicina
aleatorios a doble ciego, controlados por
alternativa; en el Reino Unido, por ejem-
placebo ( 29). La revisión más reciente sobre
plo, se invierte aproximadamente 0,08% del
presupuesto nacional de investigación ( 26 ). tratamientos naturales (herbales) cita más
de 100 publicaciones ( 30), entre ellas varios
La herbal medicine ha crecido de forma metaanálisis, uno de ellos sobre la famosa
impresionante. Una encuesta realizada en St. John’s Wort (Hypericum perforatum)
los EE UU, en 1997, mostró que aproxi- (31,32), otros dos sobre el uso del extracto de
madamente 12,1% de los norteamericanos Ginkgo biloba (33,34). Adicionalmente, se cita
consumió algún producto ‘natural’. Esto decenas de revisiones sistemáticas. La me-
contrasta con el escaso 2,5%, de 1990 ( 27). dicina tradicional china también cuenta con
El mercado mundial de medicinas elabora- estudios clínicos aleatorizados; una recien-
das con hierbas basadas en el conocimien- te revisión sistemática contabilizó más de
to tradicional se estima en la actualidad (se- 7 000 ( 35).
gún la OMS) en 60 mil millones de dólares
( 9 ). Respecto a los productos naturales ‘na-
cionales’, su notoriedad parece ser solo en
De acuerdo a las cifras referidas previa- el ámbito peruano y regional. La uncaria
mente, la medicina complementaria, sobre- tomentosa, por ejemplo, no es nombrada
todo en los países industrializados, parece en la revisión sobre productos herbales re-
estar lejos de representar una medicina tra- ferida anteriormente ( 30). Por otro lado, en
dicional. Perteneciente a la cultura popu- la base de datos Medline ( 36) solo se puede
lar, la medicina tradicional se aprendía, ‘ubicar’ cuatro revisiones sobre uña de gato;
cultivaba y difundía en el hogar y en la tres están publicadas en revistas de medici-
comunidad. Rara vez era registrada de ma- na alternativa; son revisiones acerca de los
nera permanente, de modo que su transmi- efectos inmunomoduladores del uncaria
sión quedaba librada a la tradición oral; con tomentosa ( 37-39 ). Una cuarta revisión hace
pocas excepciones, era anónima. La medi- referencia a la existencia de variantes
cina alternativa actual no es anónima sino, quimotípicas de la planta ( 40). Hasta la ac-
por el contrario, muy publicitada; sus pro- tualidad, no se ha publicado algún estudio
ductos son fabricados en masa para el gran clínico aleatorio, hecho reconocido por una
público; su afán no parece ser solo el de de la revisiones ( 37).
curar, aliviar y prevenir. La medicina al-
ternativa parece ser producto de una fusión Otra hierba nacional con considerable in-
con la cultura industrial-mercantilista, cul- formación, que sin embargo no llega a
tura dominante en este ‘mundo global’. traducirse en publicaciones internacionales,

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es la Croton lechleri, la popular ‘sangre de hipótesis queda verificada cuando encon-


grado’. Su resina, ampliamente utilizada, tramos pruebas en la experiencia a favor de
ha sido estudiada clínicamente solo en dos ella. Se propone que, cuanto más verifica-
ensayos aleatorios controlados ( 41,42 ); hasta da es una hipótesis, es decir, cuanto mayor
la actualidad, solo existe una revisión ( 43). número de sucesos de verificación sucedan
a favor de ella, la hipótesis es más válida.
Respecto a otras hierbas, los estudios na- Sin embargo, como no podemos realizar
cionales -aunque se cuentan por decenas- todas las verificaciones posibles, ya que
no son publicados a texto completo en re- nuestro mundo es infinito al menos en un
vistas científicas nacionales o extranjeras. sentido (el tiempo), se propone que la hi-
Solo se ha publicado resúmenes, muchos pótesis verificada o confirmada solo puede
de ellos en los congresos locales que anual- ser ‘probable’.
mente se realizan ( 44 ). No existen estudios
registrados en Medline. Aunque eso parezca intuitivamente lógi-
co y cierto, el filósofo Karl Popper se en-
La recientemente muy publicitada
cargó de demostrarnos que tal razonamien-
Morinda citrifolia, comercializada como el
to está en realidad errado. Aunque parezca
jugo Noni®, cuenta con más de cien traba-
paradójico decirlo, los científicos no bus-
jos publicados; sin embargo, en dos revi-
carían las hipótesis más probables. Karl
siones ( 45-46 ) (una con más de 130 referen-
Popper se da cuenta que el intento de ‘de-
cias y otra con 37) no se cita algún estudio
mostrar’ una hipótesis en función de la con-
clínico o aleatorio .
firmación por casos y explicar esta demos-
Por último, la base de datos Cochrane tración en términos probabilísticos, no es
registra en total casi 4 000 estudios referi- posible. Afirma que, al aceptar el plantea-
dos a la medicina alternativa ( 8). miento del problema en forma probabilística,
tendríamos primero que satisfacer los axio-
mas y el concepto mismo de probabilidad.
Razones teóricas de la incompatibilidad
Si aceptáramos la probabilidad de un he-
entre la medicina occidental y la alternativa
cho, como el número de veces que ocurra
Tradicionalmente, se considera a la in- sobre el total de sucesos o elementos en
ducción como aquella inferencia que, par- una secuencia determinada, aceptaríamos la
tiendo de premisas que describen hechos demostración de una teoría (T) dependien-
singulares o particulares, obtiene una con- do del número de confirmaciones (E); esto
clusión de carácter universal. Se dice que es: P (T/E) = n(t)/ n (E). Dado que E pue-
la inducción nos permite generalizar una de ser infinito o al menos medido en eones,
serie de observaciones para obtener una re- el número de secuencias posibles para E es
gla general, una ley. A primera vista, pare- semejante al infinito. Por tanto, si reem-
ce claro; sin embargo, el problema surge plazáramos, tendríamos: P (T/E) = 0 ( 47 ).
cuando preguntamos por qué debemos de Mostrándose que la probabilidad de confir-
aceptar que solo investigando unos pocos mar la teoría T por medio del número de
elementos podemos suponer conocer los confirmaciones empíricas puede ser cero o
demás elementos del universo. al menos cercano a cero, lo cual seria para-
dójico, ya que nos llevaría a concluir que
Una manera de plantear solución al pro- no es posible generar leyes o enunciados
blema consistió en apelar a conceptos universales.
probabilísticos, según lo cual la inducción
sería una inferencia no conclusiva ni defi- Popper concluye que la confirmación de
nitiva, sino probable. Aparentemente, una una teoría desde el punto de vista de pro-

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babilidades no es posible, ya que esta con- además, haciendo uso de la ‘contrastación’


firmación no es una función regular de aque- teórica.
lla. Las leyes universales y las teorías cien-
tíficas simplemente no son verificables o Esto nos lleva a comparar el fondo teóri-
confirmables, “es demasiado lo que afir- co de las medicinas alternativas, fondo teó-
man acerca del mundo, más de lo que po- rico que es muy distinto al que acepta la
dríamos ‘verificar’ o ‘confirmar’” ( 47). ciencia. En el caso específico de las cien-
cias biológicas, y por extensión de toda téc-
Lo anterior nos lleva a descubrir que es nica que se fundamenta en ellas, su fondo
fácil obtener confirmaciones o verificacio- teórico asume una ontología francamente
nes para casi cualquier teoría, proposición naturalista, naturalista porque se ocupa de
o hipótesis, si son confirmaciones las que organismos, no de entes etéreos sin mate-
buscamos. En contraposición a ello, Popper ria conocida. Otro componente es su meto-
propone que las teorías científicas, para dología; la ‘medicina occidental’ asume el
considerarlas como tales, deben ser método científico al realizar sus investiga-
refutables. La solución propuesta por ciones; este método ayuda en su cometido
Popper es, entonces, la de introducir el cri- de encontrar leyes, hechos comunes, gene-
terio de ‘refutabilidad’: “Las confirmacio- rales, claramente extrapolables; por ello,
nes solo cuentan si son el resultado de pre- desconfiamos de la anécdota, el relato o el
dicciones riesgosas que, de no basarnos en ‘testimonio’ (muy usado en la medicina tra-
la teoría en cuestión, habríamos esperado dicional).
que se produjera un suceso que es incom-
patible con la teoría, un suceso que refuta- Si asumimos todo lo anterior, debemos
ra la teoría” (47). inferir, entonces, que las medicinas alter-
nativas (desde las medicinas tradicionales,
Así, toda ‘buena’ teoría debería implicar folklóricas, hasta la homeopatía) no son en
una prohibición. Esta prohibición debería su conjunto compatibles con el pensamien-
estar expresada en las hipótesis de más bajo to científico.
nivel observacional, a través de las cuales
ponemos a prueba -o mejor dicho a Por ejemplo, la homeopatía tiene entre
constrastación- una teoría. Si la teoría aprue- sus principios terapéuticos el de la simili-
ba con éxito, todo prueba genuina que bus- tud y el uso de las diluciones llamadas ‘po-
que refutarla o desmentirla, creemos más en tencias’ ( 48). Según el primero, los pacien-
ella. Pero, si la observación muestra que el tes con una característica particular de sín-
efecto o hecho predicho por la hipótesis (o tomas y signos pueden ser curados si se les
las hipótesis) de más bajo nivel observacional proporciona una terapia que produzca los
se encuentran ausentes, entonces la teoría mismos síntomas en un individuo saluda-
queda simplemente refutada. ble. El segundo principio propone que, los
remedios homeopáticos retienen actividad
En añadidura, la ciencia se sirve de da- biológica si aquellos son repetidamente di-
tos teóricos y de otras teorías para propo- luidos y agitados; se dice, inclusive, que el
ner una explicación, una descripción, o una líquido debe ser diluido más allá del núme-
solución a las observaciones iniciales; pro- ro de avogrado (algo similar a diluir cual-
puesta que tiene carácter de verdad, siem- quier tableta conocida en el océano Pacífi-
pre y cuando resista a la refutación. Aquí co o Atlántico). La homeopatía dice que
debemos de agregar la aclaración que hace esta solución ‘retendría’ la información de
Mario Bunge: no solo contrastamos nues- la sustancia originalmente diluida; gracias
tras hipótesis o teorías haciendo uso de la a ese recuerdo; esta solución posee ‘pro-
refutación o ‘contrastación’ empírica, sino, piedades’ terapéuticas ( 49 ).

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Si preguntamos a cualquier farmacólogo de una sustancia, cualquiera sea ésta, es un


o bioquímico aplicado, éste nos dirá que al hecho universal que esta sustancia debe ade-
cabo de las numerosas diluciones sucesivas más de existir ser capaz de interactuar con
involucradas en la fabricación de un fárma- la materia (ya sea a nivel molecular, eléctri-
co, no existirán suficientes moléculas, diga- co, electromagnético o cualquier otra
mos por centímetro cúbico de diluyente, interacción fisicoquímica); si no aceptamos
como para que esta molécula tenga posibili- esto, estamos negando los millares de estu-
dades de ejercer alguna interacción, peor aún dios realizados para conocer y demostrar la
algún efecto. El agua, en estado líquido, no eficacia de los fármacos que usamos.
tiene estructura suficiente para recordar lo
que contuvo en el pasado. Pero, entonces ¿qué pasa con los estu-
dios sobre tratamientos homeopáticos que,
Otro ejemplo, es el caso de la acupuntura. como vimos anteriormente, muestran ma-
De acuerdo con la tradicional medicina chi- yor efecto que placebo? ( 29). La explicación
na (50), el funcionamiento del cuerpo humano estaria en la tesis de Popper, sobre la in-
está controlado por una fuerza o energía vi- ducción. La confirmación no basta; al pa-
tal, llamada ‘Qi’; esta energía circularía en- recer esto no es muy consciente en algunos
tre los órganos a lo largo de canales de ener- empiristas ingenuos, quienes piensan que
gía, llamados meridianos. Según esta doctri- basta con realizar estudios de investigación
na ‘existen’ doce meridianos principales, los sobre los tratamientos alternativos para ve-
cuales corresponden a ‘las doce funciones rificar su eficacia. Lo más importante es
principales’ del cuerpo humano. La energía refutarlos, en el caso más sencillo ejecutar
‘Qi’ debe fluir siempre en cantidad y calidad los mismos estudios, bajo las mismas con-
adecuadas a través de los meridianos, para diciones que han obtenido mayor efecto que
asegurar buena salud. Los puntos de placebo, hecho que no existe. Por ejemplo
acupuntura estarían localizados a lo largo de en el metaanálisis referido anteriormente no
los meridianos, convirtiéndose en medios fí- existe en caso alguno un estudio
sicos para alterar el flujo del ‘Qi’. El trata- homeopático que haya sido repetido por al
miento, colocando agujas o administrando menos tres investigadores independientes.
presión sobre tales puntos, tendría como mi-
sión regular el flujo de energía. Un dato cu- En el caso de la acupuntura, dos revisio-
rioso adicional es que los puntos de nes sistemáticas recientes ( 50 ) indican que
acupuntura pueden variar según las técnicas. existirían solo dos aplicaciones terapéuti-
Existirían diferencias de localización de los cas, donde los estudios confirman mayor
puntos entre las técnicas chinas, japonesas y eficacia terapéutica de la acupuntura con-
occidentales. La técnica coreana reporta, por tra el placebo; estos son, el dolor dental
ejemplo, hasta 150 puntos ( 51 ). En ningún postoperatorio y las náuseas y vómitos
caso, se ha podido ‘ubicar’ físicamente (ya posquimioterapia. En otras indicaciones,
sea a nivel molecular, eléctrico o electromag- clamadas por los acupunturitas, los estu-
nético) las relaciones de energía entre los dios son contradictorios, mostrando algu-
puntos de acupuntura, los meridianos y los nos estudios mayor efecto contra placebo y
órganos o ‘las funciones vitales’. otros iguales o incluso menor efecto que el
placebo. Otro aspecto a señalar es que la
Si consideramos a la verdad como la rela- mayoría de las condiciones que los
ción biunívoca entre lo que se dice y lo que acunpunturistas tratan y donde existen al-
‘es’, no podemos aceptar ‘diferentes verda- gunos estudios a su favor son patologías
des’; de las diferentes interpretaciones a un autolimitadas, de cursos remitentes y don-
hecho solo una puede ser cierta; en el caso de siempre existe involucrado un compo-
de la terapéutica mediante la administración nente subjetivo ( 50-52).

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Además de las fallas técnicas, los estu- a pesar de aventajar en miles de años a la
dios en medicina alternativa no han sido medicina científica, la medicina tradicional
refutados en el sentido popperiano. se ha mantenido casi estática, sin cambios.
Esto prueba que la herramienta cognoscitiva
En el campo de la etnofarmacología, que utilicemos, así como el andamiaje teóri-
específicamente la medicina herbal, algu- co que asumamos, es lo que verdaderamen-
nos claman que validar científicamente el te nos posibilita el conocer. Como dijéra-
uso de ciertos productos derivados de plan- mos en la parte introductoria, la medicina
tas significa validar el ‘constructo’ medici- occidental no posee ni dos siglos; sin em-
na tradicional; es decir, significaría validar bargo, nuestro conocimiento -aunque aún
el conjunto de creencias populares respec- limitado- ha avanzado extraordinariamente.
to a las plantas medicinales. Sin embargo, La razón: aceptar y utilizar la ciencia.
se debe mencionar que al comprobar cien-
tíficamente la eficacia de algunos compo- Algunos reclaman que esto no debe inte-
nentes de las plantas medicinales y luego resarnos, ya que, al ser la ciencia una cons-
de ello usarlas, no estamos haciendo medi- trucción social, la verdad (el conocimien-
cina tradicional ni folclórica; todo lo con- to) sería relativa y por ello dos teorías pro-
trario, estamos entregándonos a la ‘medici- venientes de ‘sociedades’ distintas pueden
na occidental’. El uso tradicional ser válidas. Por tanto, a la medicina china
(etnofarmacológico) de estas plantas sirve no le debe importar ser ‘coherente’ con el
como un indicio de eficacia; nos sugiere supuesto conocimiento occidental. Quienes
una posibilidad terapéutica, mas no la re- abrazan esta posición aceptan el relativismo
frenda. Se debe recordar que las pruebas epistemológico, doctrina según la cual toda
de eficacia no son solo de nivel bioquímico verdad es relativa al sujeto, grupo social o
o fisiológico (es decir, de explicación cau- periodo histórico. En otras palabras, no
sal), sino fundamentalmente de orden clí- habría verdades objetivas universales. Em-
nico. A la medicina científica no le basta pero, el conocimiento científico es diferen-
que un determinado fármaco cause algún te. La ciencia es universal; la ciencia no
efecto bioquímico en las células o en las solo se vale de opiniones sino de hechos
moléculas de probeta, sino fundamentalmen- contrastables. Si una opinión solo vale para
te que el efecto se traduzca en el humano los miembros de algún grupo social, enton-
vivo y enfermo. Por ello, son los estudios ces es ideológica o estética, no científica
aleatorizados a doble ciego los que mejor ( 53). Por último, si el relativismo fuera ver-
‘demuestran’ la eficacia de un fármaco; este dadero, sería entonces falso, ya que no es
debe vencer muchas variables para que sea sino un producto efímero de un grupo so-
clínicamente efectivo. cial transitorio. Quizás entonces todavía
podemos confiar en la posibilidad de al-
Las explicaciones mágicas y míticas de
canzar la verdad y gracias a ella aliviar a
las medicinas tradicionales tienen menos
aún más sanar.
oportunidad de ser verdaderas, ya que su
andamiaje no comprende una ontología na-
turalista (puesto que acude a entes
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