Calisto se enamora profundamente de Melibea; una joven de alta posición social,
pero ella lo rechaza. Calisto sufre por su desamor. Su criado Sempronio le
propone pedirle ayuda a Celestina, una vieja que usaba la brujería para así lograr el amor de su amada. Este desesperado acepta. Sempronio va a ver a Celestina, y le propone aprovecharse de su amo para sacarle dinero. Ella acepta. Le promete a Calisto que Melibea caerá rendida a él. Anima a Pármeno, un criado, a unirse a ellos y le ofrece a Areúsa, una de sus prostitutas. Celestina prepara una poción de aceites y habla con Melibea, hasta despertar amor por su pretendiente. Le informa a Calisto, y éste le paga con una cadena de oro. Su primera cita termina rápido, pero al otro día se dejan llevar por sus pasiones. Los criados van donde Celestina por sud ganancias, pero esta los evita y ellos la matan. Huyen, pero son capturados y decapitados por la justicia. Areúsa y Elicia contratan a Centurio para matar a Calisto, pero no lo logran y arman un alboroto. Calisto decide ir a ver qué es lo que pasa y al bajar por la escalera se resbala y muere. Melibea al percatarse de lo sucedido, decide ir a la cima de una torre, y se suicida.