El mundo está preocupado ante esta situación jamás vivida. Miles de investigadores y especialistas se encuentran trabajando en la búsqueda de soluciones para frenar este virus, que ya se ha convertido en una pandemia afectando en especial a los más vulnerable: personas mayores o con enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión arterial, enfermedades respiratorias crónicas y cáncer, corren mayor riesgo. En China, inicio de este virus, las autoridades indicaron que tenían previsto comenzar en abril a probar en humanos vacunas desarrolladas recientemente para evitar la propagación del virus. Y ya se han registrado grandes avances después de que un grupo de monos infectados desarrollara de forma eficaz “inmunidad” al coronavirus en el marco de una serie de experimentos. En el gran país asiático conocido que dos equipos médicos probaron el tratamiento con células madre mesenquimales en pacientes con infección por coronavirus. Según los médicos, el procedimiento ayudó a reducir el nivel de inflamación incluso en pacientes críticos. Pero la cantidad de células madre involucradas en la reparación del tejido dañado aún no está clara. Este equipo de médicos notó que la muerte de los pacientes a menudo no es causada por el virus en sí sino por la inflamación que se desarrolla en el contexto de la infección. En un primer grupo de médicos, dirigido por Min Hu de la Universidad de Pekín, decidió usar células mesenquimales de cordón umbilical en su ensayo. Su paciente era una mujer china de 65 años que fue tratada durante aproximadamente una semana usando una terapia estándar. Durante este tiempo, la cantidad de glóbulos rojos en su sangre disminuyó y los glóbulos blancos, por el contrario, aumentaron. A pesar de todos los esfuerzos que hicieron los médicos, su condición seguía siendo grave, había signos de insuficiencia respiratoria, daño hepático, anemia, así como hipertensión, diabetes tipo 2 y hemorragia gástrica.
La paciente recibió tres inyecciones de células madre mesenquimales de cordón umbilical con un intervalo de 3 días. Durante 12 días, su condición mejoró significativamente: la cantidad de leucocitos volvió a la normalidad, como la mayoría de los parámetros fisiológicos. En una tomografía los médicos también notaron la desaparición de focos de inflamación en los pulmones, y la paciente fue dada de alta de la unidad de cuidados intensivos.
Los investigadores explican el éxito de la terapia celular por su efecto antiinflamatorio. Se ha demostrado que las células madre mesenquimales poseen una función inmunomoduladora potente y completa. En conclusión, estos hallazgos muestran que las células madre mesenquimales pueden ayudar a hacer frente a una infección que no responde a terapias estándar. A pesar de que no hay evidencia directa de su participación en la regeneración del tejido pulmonar, cambian la proporción de sustancias pro y antiinflamatorias en la sangre, lo que reduce el riesgo de una tormenta de citoquinas. Es de vital importancia que todos los que hacen parte del sistema de salud se capaciten de una forma muy profunda, que estén al tanto de todas las nuevas formas que surgen para combatir este virus y así no tener errores al momento que llegue a nosotros.