La opinión que me merece la publicación de Diego Alberto Sánchez Moreno respecto a la obra de

Eduardo Galeano, Las Venas Abiertas de América Latina, es que a pesar de que han pasado
más de 50 años, la realidad que presenta sigue siendo una realidad en nuestros países, sobre
todo teniendo en cuenta que seguimos siendo víctimas de lo que ocurra en ese mercado salvaje
y la inconcebible práctica comercial de la bolsa de Nueva York, como termómetro para la vida
económica de nuestros pueblo.

Es por ello que a finales del año 2019 se vieron múltiples protestas en su mayoría en contra de
las circunstancias apremiantes que viven nuestros pueblos.

En síntesis es una buena reflexión sobre el qué hacer para que los países desarrollados piensen
más en una economía que no castigue a los países pobres, sino que propicie su crecimiento y
por ende su desarrollo.