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TRATADO DE PAZ ENTRE ESPAÑA Y EE.UU.

Este fragmento es una fuente primaria de carácter político-jurídico ya


que se trata de un tratado en el cual aparecen artículos que deben ser
cumplidos. El autor es colectivo ya que está redactado por los principales
representantes de Estados Unidos y España. Su destinatario es público,
va dirigido a la población estadounidense y española pero también a toda
la comunidad internacional. Su finalidad es establecer las concocciones de
la Paz. En cuanto a su contexto, hay que situar este texto en la España de
la Restauración, más concretamente durante la regencia de María
Cristina. En el ámbito internacional España estaba aislada y marginada en
política mientras la mayoría de las potencias estaban inmersas en una
política de expansión territorial y un colonialismo. Frente a eso España
pierde los últimos restos de su imperio y queda fuera del reparto
internacional. Estas pérdidas llevaran a que España se lance a la aventura
africana que tantos problemas le traerá.

Este texto se divide en cuatro artículos que expresan las principales


condiciones del tratado de paz entre España y Estados Unidos. En el
primer artículo España cede Cuba a EEUU quien va a mantener un
protectorado sobre la isla, se supone que temporalmente. En el segundo
artículo se acuerdan la cesión por parte de España de puerto Rico,
Filipinas y la isla de Guam. En el tercer artículo España vende por valor de
veinte millones de dólares Filipinas a Estados Unidos. En el último artículo
se produce el intercambio de prisioneros y presos políticos que se ponen
en libertad como en todo tratado posterior a un conflicto bélico.

Para entender este texto hay que retroceder varios años antes. Los
primeros indicios de guerra entre Cuba y España fueron en el Sexenio
cuando se produce el primer levantamiento de los criollos debido a unas
causas económicas como la crisis, una gran desigualdad en los territorios y
unos impuestos sin reversión; unas causas políticas ya que Cuba era una
colonia sin libertades, partidos políticos y autonomía; y unas causas
sociales debido a la numerosa esclavitud y desigualdad racial.
Como consecuencia de estas causas en 1868 se produce el grito de Yara
que dará lugar a la guerra larga y que finaliza con la Paz de Zanjón en
1878. Esta paz conto con varias promesas como libertades, autonomía y la
aparición de partidos políticos. En 1895 tras el grito de Baire se inicia la
insurrección liderada por José Martí que funda el Partido Revolucionario
Cubano. Por otra parte se produce una revolución en Filipinas liderada por
José Rizal y la intervención de Estados Unidos. Al principio fue solo
diplomática pero más tarde se pasó a la intervención militar tras el
incidente del Maine, un acorazado que estalló del que se acusa a España.
Finalmente la Paz de París en 1898 puso fin a este conflicto.

Las consecuencias de este tratado provocaron la crisis conocida como el


“desastre del 98” con: consecuencias territoriales con la pérdida de Cuba,
Filipinas, Puerto Rico y Guam; consecuencias económicas con una gran
deuda, repatriación de capital y un desastre finisecular. También surge el
regeneracionismo cuyo líder es Joaquín Costa, defensor de la
modernización de España. Su lema es “escuela y despensa” y su teoría se
conoce como el Cirujano de Hierro, se trata de un movimiento ideológico
que tuvo lugar en España a fines del siglo XIX y principios del XX, como
consecuencia de la pérdida de las colonias en 1898, y cuyo fin era la
regeneración total del país mediante la reforma de las estructuras
sociales, políticas y económicas. Finalmente, España inicia una política
expansionista en África que le llevara a una nueva guerra. Es el fin de un
siglo y de una época que entra ahora en una grave crisis.
LA CONSTRUCCION DEL FERROCARRIL
Este fragmento es un texto historiográfico o fuente secundaria de
carácter económico. Su autor es Gabriel Tortella, un economista e
historiador español, especialista en la historia económica de la edad
Contemporánea. El destinatario sería la comunidad científica y el público
interesado específicamente en la historia de España. Su finalidad es
informar a los lectores de la tardía y apresurada construcción del
ferrocarril. Con respecto al contexto histórico habría que situarlo
durante el reinado de Isabel II, en plena construcción del estado liberal
en España.

Este texto se puede dividir en tres partes. La primera parte nos hace una
introducción de lo que después nos va a contar. La segunda parte habla del
apoyo político por parte de los progresistas en la construcción del
ferrocarril. Y finalmente, la tercera parte, dos últimos párrafos, hablan
de los errores y lastres que hubo en la construcción del ferrocarril.

La construcción del ferrocarril en España se enmarca dentro del proceso


de industrialización en el siglo XIX. Gran Bretaña fue el motor de la
revolución industrial y en España se desarrollaron áreas industriales
predominantes como el textil, en Cataluña, y la siderurgia, en Vizcaya. Por
otra parte, los liberales progresistas consideraban que el ferrocarril
podía modernizar la economía española y estaban dispuestos a llevar a
cabo la construcción de una eficaz y rentable red de ferrocarril cuyo
objetivo era articular el mercado interno.

Las primeras líneas de ferrocarril que se construyeron en Europa fueron


una red de mercancías que unió la ciudad minera de Darlington con la
ciudad portuaria de Stockton, en Gran Bretaña, y el primer ferrocarril
para pasajeros que unía Manchester y Liverpool.

En España en 1844 se aprueba un decreto que ordena el trazado y


construcción de la red ferroviaria, y concede a los capitales nacionales su
financiación. Aunque realmente la primera línea férrea española se
construye en Cuba en 1837, en la península es en 1848 cuando se inaugura
la primera línea que unía Barcelona y Mataró.
Tras fracasar el anterior decreto se promulga la Ley General de
ferrocarriles y las Leyes de Sociedades de Crédito, que favorece la
inversión extranjera. Tras un parón por la crisis de 1866, se reactivó la
construcción del ferrocarril en la década de los 70.

Para concluir, hay que fijarse en la aportación al desarrollo que supuso la


construcción del ferrocarril. En primer lugar, consume materias primas,
fuentes de energía y capitales. Por otra parte genera numerosos
problemas como el ancho de la vía que se construye sin planificación y no
se somete al bien común; una escasa inversión nacional que no da rédito al
Estado; un ferrocarril con poca utilidad ya que no hay mercancías para
transportar; y el trazado radial se hace según el interés privado por tanto
no articula el mercado.
LA FEDERACIÓN DE TRABAJADORES DE LA
REGIÓN ESPAÑOLA Y LA “MANO NEGRA”
Este fragmento es una fuente primaria de carácter político-ideológico
escrito en marzo de 1883. Su autor es Anselmo Lorenzo, uno de los
principales representantes de la Comisión Federal de la Federación de
Trabajadores de la Región Española, una asociación anarquista. Además,
fue líder del anarcocolectivismo español y uno de los promotores de la
CNT. Su destinatario es público, al tratarse de un manifiesto. Pero va
dirigido a jueces, prensa o gobierno que intentan desprestigiar al
movimiento anarquista. Su finalidad es la exposición de un manifiesto
ideológico y de desvinculación con la Mano Negra. En cuanto a su
contexto, hay que situar este texto en la España de la Restauración, más
concretamente durante el primer turno del partido liberal en el gobierno,
con Sagasta como presidente.

Este manifiesto puede dividirse en dos partes: en el primer párrafo se


produce una declaración y justificación de sus ideas como organización.
Comienzan diferenciándose de sus principales rivales, los marxistas, y
afirmando que no aspiran a conquistar el poder sino a abolirlo. Se definen
como defensores de la libertad del individuo; como colectivistas ya que
pretenden eliminar la propiedad privada; como federalistas a través de la
libre asociación de comunidades libres autogestionadas. En el segundo
párrafo se exponen sus argumentos para desvincularse de la Mano negra y
defiende que se trata de un intento por parte de las autoridades y de los
terratenientes andaluces para atacar su organización. La Mano Negra era
una sociedad secreta de anarquistas vinculados a secretos y asesinatos.
Los sucesos de la Mano Negra se produjeron entre 1882-1883 en Jerez
de la Frontera (Cádiz).

Para analizar este texto es necesario explicar el movimiento obrero en


general. El origen lo hallamos en la revolución industrial en Europa cuyos
objetivos son las mejoras laborales y la participación política. Además, en
España destacaban tres grandes movimientos: el primero fue el ludismo
que se caracterizó por la oposición a la introducción de maquinaria
moderna en el proceso productivo; también se crearon las sociedades de
ayuda mutua cuyo objetivo era la unión de obreros para conseguir mejoras
laborales y salariales, operando como cajas de resistencia y los Trade
Unions que fueron un movimiento sindical británico; finalmente se creó el
socialismo utópico donde destacan Owen y Fourier y el socialismo
científico del que nace el anarquismo y el marxismo.

En España el movimiento obrero fue tardío y sucedió una primera


manifestación en Bonaplata. Además, en la época del sexenio los obreros
empiezan a tener participación política y esto genera cierta expectativa
además de la garantía del derecho de asociación y reunión. También se
crea el mutualismo y la I Internacional.

Se generan varias corrientes en España. El marxismo liderado por Paul


Lafargue tiene como objetivo la transformación social y se integra en el
sistema liberal. En 1879 Pablo Iglesias funda el PSOE, en 1888 se funda la
UGT y en 1921 surge el PCE, Partido Comunista Español. Su base social son
las clases urbanas y parte del proletariado, sobre todo en Cataluña,
Asturias y País Vasco.

Otra corriente es el anarquismo liderado por Fanelli cuyos objetivos son


poner fin al Estado, la libertad individual y el ateísmo. En 1870 se reúne la
Federación de la Región Española y se crea el primer sindicato anarquista.
En 1881 se transforma en la Federación de Trabajadores de la Región
Española. Su base social son los campesinos fundamentalmente de
Andalucía y Cataluña y se divide en tres ramas: el anarcosindicalismo que
defiende la lucha obrera; el anarquismo puro que defiende la propaganda
por el hecho y justifica la violencia; y el anarcocomunismo que defiende la
propiedad social de los medios de producción. La FTRE desaparece en
1888 y comienza la violencia con el asesinato de Cánovas. Por último, en
1910 se crea la CNT y 1919 la FAI.

La última corriente son los sindicatos católicos que hablan de


horizontalidad, establecen mecanismos de cooperación y defienden que la
desigualdad es un hecho divino que hay que aceptar.

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