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SUBASTA VOLUNTARIA

Subasta se deriva de las palabras latinas sub asta que significa bajo la lanza, por
la forma en que se vendía el botín del enemigo. En la actualidad en realidad es la
venta de los bienes, muebles o inmuebles al mejor postor por mandato de juez o
con la intervención de la justicia, de igual manera el arrendamiento de bienes
públicamente al que más ofrezca.

Deduce Nery Muñoz en su libro de jurisdicción voluntaria notarial, refiriéndose a


las subastas, se pueden clasificar como “judiciales y extrajudiciales, las
extrajudiciales son las de mayor garantía o sea las notariales, las hay por causa
determinada las hay voluntarias y forzosas, por los requisitos, ordinarias y
extraordinarias, por la graduación, primeras, segundas o terceras, por las
condiciones de postura, con sujeción a tipo o sin sujeción a él, que también se
llaman con base o sin base”.

Por otro lado, podríamos concluir que la subasta judicial es aquella que promueve
el dueño de los bienes que se ofrecen en venta pública a mejor postor. Mientras
las subastas notariales son aquellas que se realizan a instancia de parte con
derecho para enajenar un bien o

para pedir su enajenación, esta subasta se debe realizar ante un notario. La


regulación de la subasta pública se encuentra en el Código Procesal Civil y
Mercantil a partir del Artículo 447 al Artículo 449.

Artículo 447 de la ley preceptúa “Para que pueda anunciarse subasta judicial
voluntaria, deberá acreditarse por el que la solicite, que le pertenece lo que ha de
ser objeto de la subasta y los gravámenes y anotaciones vigentes, que aparezcan
en el registro, debiéndose a los que tengan interés. Llenados los requisitos
anteriores el juez accederá al anuncio de la subasta, en la forma y bajo las
condiciones que propusiere el que la haya solicitado, pudiendo repetirse cuantas
veces lo pida el interesado.”

El Artículo 448 del código citado, al referirse a la subasta voluntaria regula:


“Condiciones de la subasta. En la subasta voluntaria, el vendedor o quien
legitimante represente sus derechos, es libre para establecer las condiciones que
le convengan y para aceptar las propuestas por el postor.
Sin que conste el consentimiento del vendedor, el juez no podrá apercibir de
remate; y el secretario o testigos de actuación, cuidaran de hacerlo constar en el
acta respectiva y de puntualizar en la misma todas las condiciones del contrato”.

Además, el Artículo 449 del mismo cuerpo legal, al respecto de la subasta ante
notario establece “Las subastas voluntarias a que se refiere este capítulo podrán
llevarse a cabo ante notario, en las condiciones que libremente fijen las partes”.

La subasta voluntaria es cuando no existe una orden Judicial para que se efectúe,
con miras a pagarle a un acreedor, sino que a la persona de manera libre y
autónoma decide vender algún bien inmueble que le pertenece. El supuesto
jurídico de la subasta voluntaria consiste, pues en que el legítimo propietario de un
bien decide sin coacción ni requerimiento de persona o autoridad alguna realizar la
venta de algo (bien o derecho) que le pertenezca.

La subasta voluntaria a su vez tiene dos modalidades: Es judicial si el propietario


del bien que se desea subastar opta por acudir ante un juez, para la realización
del trámite y gestión del procedimiento. La subasta notarial es la que realiza el
propietario de un bien que dispone libremente para venderlo, ante los oficios de un
notario dentro de la Vía de jurisdicción Voluntaria Notarial.

En la práctica tanto judicial como notarial la subasta voluntaria es un


procedimiento poco utilizado, sin embargo su poco uso no significa que se inútil,
se cree que se conoce poco y constituirá una alternativa viable para los
propietarios, si es que contaron con la asesoría legal o notarial adecuada para
evitarles una ejecución forzosa que finalmente puede resultarles más perjudicial.

El trámite a seguir en la subasta pública según la legislación antes expuesta,


infiere que es el siguiente: se inicia con el acta notarial de requerimiento. Debiendo
presentar para la elaboración de dicha acta la acreditación de la propiedad,
declarar las cargas de las subastas y las bases de la misma.

De igual forma el derecho del propietario de aceptar o no las ofertas que se le


planteen.
El siguiente paso consiste en emitir la primera resolución en la cual se señalará
día y hora para la subasta y luego se accede al anuncio de la subasta y bajo qué
condiciones se llevará a cabo.

Después de esto se realizará la publicación de edictos en la forma y condiciones


que se propusieran el propietario (avisos, edictos) y la notificación a los
interesados, lo siguiente sería la redacción del acta notarial de subasta voluntaria.

En el acta notarial relacionada, en la cual el notario declara el remate, se deben


puntualizar las condiciones que se tengan que hacer constar en el contrato
correspondiente; lo que posteriormente procede es faccionar la escritura pública
traslativa de dominio del objeto subastado y efectuar el pago de impuestos
respectivos.

Para finalizar dicho trámite, se debe efectuar la presentación de testimonio


respectivo al Registro de la Propiedad y avisos a donde corresponda y la remisión
del expediente al Archivo Genera de Protocolos.
Acta Notarial Acta
Edictos,
de Resolución Notarial de
Avisos
Requerimiento Subasta

Escritura
Pública

Pago de
Testimonio de la Avisos Remite
Impuestos Escritura al Registro Notariales Expediente al
de la Propiedad AGP

PROCESO SUCESORIO
Existen dos clases de procesos sucesorios siendo estos, el primero cuando existe
testamento o sea que ya existen herederos estipulados en el mismo, llamado
proceso sucesorio testamentario y un segundo cuando no existe testamento
alguno, llamado proceso sucesorio intestado. Por lo que podemos inferir que
dentro de las disposiciones generales especificadas en la legislación encontramos
que el fin de este es determinar lo siguiente: el fallecimiento del causante o su
muerte presunta; los bienes relictos; las deudas que gravan la herencia; los
nombres de los herederos y la partición de la herencia.

Las formas en las que se puede tramitar tanto el proceso sucesorio testamentario
e intestado, según la legislación guatemalteca son: la judicial radicándolo ante juez
competente y la extrajudicial radicándolo ante notario, siempre que todos los
herederos estén de acuerdo con relación a la herencia. A este respecto es
importante mencionar que en cualquier momento que uno de los supuestos
herederos no esté conforme con lo tramitado podrá oponerse a dicho proceso y
derivado de esa conducta el notario deberá remitir las actuaciones a un juzgado
competente; de igual manera podría suceder el caso contrario en el supuesto que
el trámite se esté conociendo con intervención de juez y todos los supuestos
herederos lo remitan a un notario de confianza para que este concluya dicho
trámite.

El trámite notarial referido se inicia realizando como primer paso el acta notarial de
requerimiento, este proceso lo pueden iniciar el cónyuge supérstite, los herederos,
la Procuraduría General de la Nación, los legatarios, los acreedores ó el albacea,
presentando para tal efecto los documentos esenciales para la radicación del
mismo, siendo estos: el certificado de defunción o la certificación de declaratoria
de muerte presunta, los documentos justificativos del parentesco si fuere el caso, y
testamento si fuere proceso testamentario por lo que se debe solicitar al Registro
General de la Propiedad informe del mismo.

Posteriormente procede el faccionar la primera resolución en la que deberá


resolver, declarar promovido el proceso sucesorio, dar aviso al registro de
procesos sucesorios, requerir informes a los registros de la propiedad sobre si el
causante otorgó testamento o donaciones por causa de muerte, fijar el lugar, fecha
y hora para la junta de herederos e interesados, publicar edictos citando a los que
tengan interés en el asunto, nombrar experto valuador y darle intervención a la
Procuraduría General de la Nación. Se continúa con la publicación de los edictos
en el diario oficial, estos deben publicarse por tres veces dentro del término de
quince días, en el diario oficial y deben contener día, hora y lugar, para realizar la
junta de herederos.

A continuación se le dara el aviso al registro de procesos sucesorios, este


procedimiento está establecido en el Decreto 73-75 del Congreso de la República,
el cual crea dicho registro, adscrito a la Secretaria de la Corte Suprema de Justicia
y su objeto es llevar el control de los procesos sucesorios radicados para evitar
duplicidad de un mismo proceso. Debemos considerar que sin el comprobante de
inscripción de este registro no se podrá dictar el auto final, el plazo para enviar
este aviso es de ocho días después de la radicación del proceso, pues el retraso
de dicho aviso hace incurrir al notario en una sanción establecida en multa.

Posteriormente se solicitan informes a los registros de la propiedad, esto se


requiere para determinar si el causante otorgó o no testamento o donaciones por
causa de muerte, pues podría ocurrir que los herederos desconocían si existían
disposiciones de última voluntad; luego se facciona el acta notarial de junta de
herederos, en ella se debe hacer constar que los herederos aceptan o renuncian
de forma expresa a la herencia, por su parte el cónyuge supérstite podrá pedir que
se haga constar lo relativo a los bienes de gananciales, la inasistencia de alguno
de los herederos de forma justificada no impedirá la celebración de dicha junta.

La ley indica que posterior a la celebración de la junta de herederos se debe


expedir el acta notarial de inventario; el notario deberá proceder a realizar
inventario sobre el patrimonio hereditario existente, describiendo los bienes del
causante, los derechos y acciones que constituyen el activo del mismo, así como
la conformación del pasivo compuesto por las obligaciones, gastos y las costas
que graven la herencia, de igual forma lo relativo a bienes gananciales y litigiosos;
al acta adjuntaran los documentos que justifiquen el pasivo.

Después de faccionar el acta de inventario relacionada, se debe correr audiencia a


la Procuraduría General de la Nación, enviando el expediente completo para que
emita su opinión de forma favorable o desfavorable al proceso sucesorio, pues
esta institución es representante de los herederos que se consideran ausentes,
mientras no se presenten o acrediten su representación legítima, de igual forma
que a los menores o incapaces, que no tengan representante, al Estado y a las
universidades en caso de herencia vacante, por lo que la procuraduría puede pedir
los documentos necesarios o los que estime pertinentes, además de solicitar la
enmienda de los ya presentados e impugnar el inventario realizado, si dicha
institución emite un dictamen favorable, podrá dictarse el auto declaratorio de
herederos y si la resolución es desfavorable el notario deberá remitir el expediente
a juez competente. Y el último procedimiento es el de emitir un auto declaratorio
de herederos, en el que el notario dictará la resolución final de forma razonada
reconociendo a los herederos legales a quienes corresponda según el orden de
sucesión intestada preceptuado en los Artículos del 1078 al 1084 del Código
Procesal Civil y Mercantil.

La fase administrativa de este trámite, consiste en la liquidación de la mortual por


parte del departamento de herencias legados y donaciones de la dirección de
catastros y avalúo de bienes inmuebles.

El notario para tales efectos entregará el expediente para que procedan a efectuar
la liquidación fiscal de acuerdo con las disposiciones de la legislación, la
liquidación debe ser aprobada por la Contraloría General de Cuentas, toda vez
aprobada la liquidación se debe proceder a efectuar el pago de los impuestos que
corresponden.

Se continúa con la fase de titulación y registro, en la que el notario debe


compulsar testimonios a las partes conducentes del proceso, debiendo en todo
caso los pasajes que contengan reconocimiento de herederos, la aprobación de
las actuaciones y la liquidación fiscal. Dicho testimonio con duplicado deberá
presentarse en los registros correspondientes en un plazo de quince días
siguientes a su compulsión y dar los avisos que corresponden a las transferencias
de los bienes sujetos en el trámite.

El notario deberá remitir el expediente al Archivo General de Protocolos, una vez


cumplidas todas las diligencias antes descritas, previamente y si es requerido
podrá proceder a efectuar la partición de los bienes de la herencia.
El proceso sucesorio testamentario es el mismo procedimiento al proceso
intestado y al concluirlo dicho proceso el notario deberá de continuar por medio de
la fase administrativa.

Se le denomina, fase administrativa, a la que da inicio, al finalizar en el caso de los


procesos sucesorios judiciales, ya sean estos intestados y/o testamentarios,
posteriormente al dictar el auto judicial de declaratoria de herederos. Con el auto
dictado y firme, se inicia la fase administrativa, con la elaboración de inventario
notarial, para que la certificación del auto judicial de declaración de herederos, sea
traslada al Departamento de Herencias Legados y Donaciones, de la Dirección de
Catastro y Avalúo de Bienes Inmuebles, para el cálculo del impuesto
correspondiente.

Una vez se ha dictado el auto declaratorio de herederos, el expediente es remitido


al Departamento de Herencias Legados y Donaciones del Ministerio de Finanzas
Públicas, que constituye la primera etapa administrativa.

El Artículo 496 del Código Procesal Civil y Mercantil, establece que el notario debe
de entregar el expediente a la Dirección General de Rentas, para que sin otro
trámite y con base en lo actuado se practique la liquidación de los impuestos
respectivos, de acuerdo con las disposiciones de la Ley de Herencias Legados y
Donaciones Decreto 431 y luego el expediente será devuelto al notario con
certificación de lo resuelto.

En este departamento se procede a elaborar la liquidación fiscal, la que consiste


en determinar el monto del impuesto que se debe de satisfacer por motivo de la
herencia, legados y donaciones a los cuales esta afecto el gravamen, el estatuto
legal que regula todas estas etapas en lo que a determinación y pago de
impuestos respecta es el Decreto 431 del Congreso de la República, Ley sobre el
Impuesto de Herencias Legados y Donaciones, el cual data de 1948.

Efectuada la liquidación fiscal el Departamento de Herencias Legados y


Donaciones debe remitir a la Contraloría General de Cuentas, a efecto que ésta
fiscalice y, en su caso apruebe la liquidación y se autorice así el pago de los
impuestos por parte de los interesados de conformidad con lo establecido en el
Artículo 40 y 41 de la Ley de Herencias Legados y Donaciones.
Efectuada la aprobación de la liquidación fiscal los herederos o legatarios, así
como los interesados con legítimo derecho en la masa hereditaria, procederán al
pago del impuesto; conforme lo establecen los Artículos 45 y 46 de la Ley de
Herencias Legados y Donaciones.

La siguiente etapa es la devolución del expediente al notario, para continuar


conforme el último párrafo del Artículo 496 del Código Procesal Civil y Mercantil,
con el fin de dar término al proceso sucesorio intestado.

El notario está obligado a compulsar testimonio de las partes conducentes del


proceso, debiendo insertar en todo caso los pasajes que contengan el
reconocimiento de herederos, a la aprobación de las actuaciones y la liquidación
fiscal.

Si hubiere bienes que inscribir en los registros, los testimonios correspondientes


serán presentados; y a los 15 días siguientes a su compulsación, el notario dará
aviso a las oficinas que proceda para los efectos de los traspasos
correspondientes, como lo establece el Artículo 497 segundo párrafo del Código
Procesal Civil y Mercantil.

Una vez cumplidas todas las diligencias anteriores, el notario remitirá el


expediente al Archivo General de Protocolos. Previamente y si es requerido podrá
proceder a efectuar la partición de los bienes. El expediente finalmente queda en
el Archivo General de Protocolos, de conformidad con lo establecido en el Artículo
498 del Código Procesal Civil y Mercantil Decreto Ley 107.
A. Fase Notarial del Proceso Sucesorio Intestado

AVISOS AL SOLICITUD DE
ACTA NOTARIAL
REGISTO DE INFORME AL
DE RESOLUCION EDICTOS
PROCESOS REGISTRO GENERAL
REQUERIMIENTO
SUCESORIOS DE LA PROPIEDAD

AUTO DE ACTA ACTA NOTARIAL DE


DECLARATORIA AUDIENCIA A P.G.N NOTARIAL JUNTA DE
DE HEREDEROS INVENTARIO HEREDEROS
E INTERESADOS
B. Fase Administrativa del Proceso Sucesorio Intestado

REMISION DEL ELABORA APROBACION DEVUELVE EL


EXPEDIENTE AL POR PAGO DE EXPEDIENTE AL
LIQUIDACION
DEPARTAMENTO DE CONTALORIA DE IMPUESTOS NOTARIO
FISCAL
HERENCIAS, LEGADOS Y CUENTAS
DONACIONES DE LA
DIRECCIÓN DE CATASTRO
Y AVALÚO DE BIENES
INMUEBLES.

REMITE PRESENTACIÓN EMITE


EXPEDIENTE AL TESTIMONIOS A TESTIMONIO
ARCHIVO GENERAL REGISTROS DE PARTES
DE PROTOCOLOS CONDUCENTES
LA IDENTIFICACIÓN DE TERCERO O ACTA DE NOTORIEDAD

Es una diligencia voluntaria que, de conformidad con el Código Procesal Civil y


Mercantil, puede ser tramitada ante un juez de Primera Instancia o un notario,
señalando el mismo cuerpo legal que la solicitud se mandará publicar en el Diario
Oficial en un edicto que contendrá el nombre completo de la persona cuya
identificación se pide, los nombres y apellidos que hubiere usado constante y
públicamente y los que aparezcan en su partida de nacimiento. Sucede
frecuentemente que una persona use incompleto su nombre o use nombre distinto
al que aparece inscrito en su partida de nacimiento y que legalmente le
corresponde. En estos casos, la persona puede acudir ante un notario y declararle
bajo juramento esa circunstancia, el notario lo hace constar en una escritura
pública de identificación de persona, testimonio del cual se inscribe en el Registro
Civil. Para los casos en que la persona voluntariamente no acuda ante notario o
que haya fallecido, se legisló la figura de la Identificación de Tercero o Acta de
Notoriedad.

Se le llama Identificación de Tercero, debido a que no es el propio interesado


quien hace la identificación y acta de notoriedad ya que lo que se declara es un
hecho notorio, público. La identificación de tercero es el trámite de jurisdicción
voluntaria a través del cual una persona, distinta y diferente de la que se trata de
identificar, inicia las gestiones con el propósito de que se reconozca que una
persona, ya fallecido (por lo regular), que en vida utilizó varios y diferentes
nombres, distintos con respecto al que consta en su respectiva inscripción registral
de la partida de nacimiento.

Por tanto, en la identificación de tercero nos encontramos con el hecho de que


quien inicia el trámite no es la persona misma, pues ésta ya falleció o no se le
localiza, sino alguien que tiene un legítimo interés en que se reconozcan esos
diferentes nombres que ella ha utilizado, a efecto de que, con posterioridad,
puedan ejercitarse ciertos derechos u obligaciones en relación a esa persona
fallecida o que no se localiza. Este trámite, según se ha mencionado, también
puede ser realizado en la vía judicial, o bien, en la vía notarial, lo cual queda a
discreción del que lo promueve.

En este tipo de asuntos lo que se pretende es enmendar una situación de hecho


que, bajo otra circunstancia, debió haber quedado resuelta por parte de la persona
a quien se trata de identificar. La persona en cuestión, pudo haber utilizado tanto
de la identificación de persona como del cambio de nombre para regularizar su
situación de identificación. Sin embargo, al no haberlo realizado en su momento,
las personas que le sobreviven pueden recurrir a este procedimiento, y así hacer
efectivos sus derechos en lo que corresponda. Como se puede observar este
proceso se hace necesario en virtud de que alguna persona haya usado
públicamente un nombre distinto con el que fue inscrito en el Registro Civil
correspondiente y no puede o no quiere acudir personalmente a realizar su
identificación de persona, por lo que proviene el problema básicamente del
nombre.

El cambio de nombre de acuerdo a nuestra legislación puede efectuarse ya sea


por autorización judicial de acuerdo al procedimiento establecido en el Libro
Cuarto, Título I, Capítulo II del Código Procesal Civil y Mercantil, Decreto Ley 107
(Artículos 438 y 439), o notarialmente, conforme el Decreto 54-77 del Congreso de
la República.

El procedimiento de cambio de nombre, es rápido y sencillo, bastando que se


prueben las causas que motivan dicho cambio, las que una vez estudiadas por el
Juez o calificadas por el notario y siendo justificadas plenamente, se accede a lo
solicitado. Este es un procedimiento que requiere publicidad, por lo que puede
suceder que el cambio de nombre de una persona, le cause perjuicio a otra, la que
puede perfectamente oponerse a dicho cambio, probando los motivos que tenga
para ello, esto es así, porque teniendo todos el derecho a que sea respetada
nuestra individualidad y a que nuestro nombre sea respetado, la ley nos concede
sobre el mismo, tanto la protección civil, como la protección penal, al imponerse
severas penas a aquel que usurpare nuestro nombre. En el caso del matrimonio
se produce una adquisición del apellido, operando esta adición de manera
automática y por mandato legal, sin que sea necesario declaración judicial al
respecto. Como en la Identificación de Tercero, no es el propio interesado quien
hace la identificación, se hace el Acta de Notoriedad, ya que lo que se declara es
un hecho notorio, público.

El trámite, como sucede con la mayor parte de los asuntos de jurisdicción


voluntaria notarial, comienza con el acta de requerimiento. En esta acta se
procede a identificar legalmente al o la promueve el trámite, así como los nombres
de la persona que lo motiva, para lo cual deben presentarse los documentos
respectivos (cédula de vecindad, certificación de partida de nacimiento y de
defunción de la persona a la que se identificará y otros documentos que pudieran
resultar pertinentes). Asimismo, debe ofrecerse la declaración testimonial,
pudiendo ser parientes las personas que hayan de testificar. Esta acta se
caracteriza porque es la única acta notarial de la cual se extiende un duplicado, lo
cual se debe a que habrá de ser inscrita en el Registro Civil.

TRÁMITE DE LA IDENTIFICACIÓN DE TERCERO

Como se recordará, las actas son documentos únicos, irreproducibles en principio,


debido a que no queda constancia ni registro de ellas, como sucede en el caso de
las escrituras matrices que son preservadas en el Protocolo. Es por ello que esta
acta, desde el punto de vista de su reproducción, es especial.

Cumplidos los requisitos del acta, se procede a dictar la primera resolución, a


través de la cual se da por iniciado el trámite, recibida la documentación que se ha
aportado al proceso y el ofrecimiento de la declaración de testigos. También se
ordena la publicación de un edicto en el Diario Oficial. Inmediatamente, debe
procederse a la notificación de la resolución, para que cumpla con todos sus
efectos legales

Publicación de las diligencias de identificación de tercero

En cuanto al edicto, el Artículo 440 del Código Procesal Civil y Mercantil, prevé
que será solo uno el que se publique en el Diario Oficial, y en él deberá
consignarse el nombre completo de la persona a quien se intenta identificar, así
como los nombres y apellidos que hubiere usado constante y públicamente. Una
vez publicado el edicto, debe esperarse a que transcurra el plazo legal de 10 días,
durante los cuales es factible que pudiera presentarse oposición.

En caso de que la hubiere, el Notario deberá abstenerse de continuar conociendo


y procederá a remitir el expediente al Juez Civil de Primera Instancia de la
circunscripción correspondiente, a efecto de que él conozca y resuelva.

De la oposición y resolución

Siendo que la identificación de un tercero puede perjudicar a otra persona, la ley


previendo esta circunstancia como quedó señalado anteriormente, regula en su
Artículo 441 del Código Procesal Civil y Mercantil lo siguiente: “Si se tratare de la
identificación de un tercero y hubiere oposición dentro de los diez días siguientes a
la fecha de publicación, se seguirá un juicio ordinario ante un juez de primera
instancia, suspendiéndose las diligencias voluntarias. En este caso, el notario que
conociere de ellas, las remitirá al juez correspondiente. Si no hubiere oposición, el
juez dictará resolución declarando si procede o no la identificación y mandará que
se anote en el Registro Civil. La resolución es apelable”.

Efectos de la publicación

Como se puede deducir del párrafo anterior, este trámite puede afectar en sus
derechos a otra persona, por lo que se previó la publicación, siendo entonces que
la misma cumple con la función de notificación personal a cualquiera que pueda
resultar afectada por la identificación de un tercero, inclusive a la misma persona
de quien se pretende declarar la notoriedad de su nombre, toda vez que esta
diligencia se puede practicar de una persona en vida o de alguien que haya
fallecido.

Del acta de notoriedad el Artículo 442 del Código Procesal Civil y Mercantil,
establece la tramitación ante notario regulando: “En el caso, de identificación de
un tercero ante notario, una vez publicado el edicto a que se refiere el artículo 440
y pasado el término para la oposición sin que esta se haya hecho valer, el notario
podrá hacer constar la notoriedad de la identificación en acta que contendrá:
1. Requerimiento de la persona interesada, comprobando la calidad con que
actúa.
2. Declaración jurada del interesado, acerca de los extremos de su solicitud.
3. Declaración de dos testigos, cuando menos, pudiendo se parientes de la
persona de cuya identificación se trate.
4. Relación de los documentos que se han tenido a la vista.
5. Declaratoria de la notoriedad de la identificación, justificada suficientemente
a juicio del notario.

Al finalizar el procedimiento indicado, el Notario debe compulsar certificación del


Acta de Notoriedad en duplicado y enviarla al Registro Civil en donde aparece
registrado el nacimiento de la persona cuya identificación se trate; y
posteriormente remitir el expediente al Archivo General de Protocolos.

En conclusión el trámite de la identificación de tercero o Acta de Notoriedad es a


requerimiento de parte interesada, comprobando la calidad con que actúa; en la
misma se hace declaración Jurada del requirente acerca de los extremos de su
solicitud; debe de darse la declaración de dos testigos, como mínimo, pudiendo
ser parientes de la persona a identificar; relación de los documentos que se han
tenido a la vista y, declaración de la notoriedad de la identificación, justificada
suficientemente a juicio del notario, el trámite es el siguiente:

1. Acta de Requerimiento;
2. Primera Resolución, dando trámite a las diligencias de identificación de
persona o de tercero, según el caso, ordenando la publicación del edicto;
3. Publicación del edicto en el Diario de Centro América;
4. Si existe oposición, el notario suspende la diligencias y remite al Juez de
primera Instancia competente;
5. Si no hubiere oposición, el notario hará constar la notoriedad en Acta
Notarial;
6. Se certifica el acta de marras, en duplicado y se envía al Registro Civil
donde aparece registrado el nacimiento de la persona cuya identificación se
trate.
7. Se remite el expediente al Archivo General de Protocolos.

BASE LEGAL PARA LA IDENTIFICACIÓN DE TERCERO

La base legal para la identificación de tercero también se encuentra en dos


cuerpos legales, a saber, el Código Civil, Decreto Ley 106: Artículos 4,5 y 7; y
el Código Procesal Civil y Mercantil, Decreto Ley 107: Artículos 440, 441, 442.

El trámite, como sucede con la mayor parte de los asuntos de jurisdicción


voluntaria notarial, comienza con el acta de requerimiento. En esta acta se
procede a identificar legalmente al o la promoviente del trámite, así como los
nombres de la persona que lo motiva, para lo cual deben presentarse los
documentos respectivos (cédula de vecindad, certificación de partida de
nacimiento y de defunción de la persona a la que se identificará, y otros
documentos que pudieran resultar pertinentes). Asimismo, debe ofrecerse la
declaración testimonial, pudiendo ser parientes las personas que hayan de
testificar. Esta acta se caracteriza porque es la única acta notarial de la cual se
extiende un duplicado, lo cual se debe a que habrá de ser inscrita en el
Registro Civil. Cumplidos los requisitos del acta, se procede a dictar la primera
resolución, a través de la cual se da por iniciado el trámite, recibida la
documentación que se ha aportado al proceso y el ofrecimiento de la
declaración de testigos. También se ordena la publicación de un edicto en el
Diario Oficial. Inmediatamente, debe procederse a la notificación de la
resolución, para que cumpla con todos sus efectos legales. En cuanto al edicto,
el Artículo 440 del Código Procesal Civil y Mercantil tal y se señala que será
solo uno el que se publique en el Diario Oficial, y en él deberá consignarse el
nombre completo de la persona a quien se intenta identificar, así como los
nombres y apellidos que hubiere usado constante y públicamente. Una vez
publicado el edicto, debe esperarse a que transcurra el plazo legal de 10 días,
durante los cuales es factible que pudiera presentarse oposición; en caso de
que la hubiere, el Notario deberá abstenerse de continuar conociendo y
procederá a remitir el expediente al Juez Civil de Primera Instancia de la
circunscripción correspondiente, a efecto de que él conozca y resuelva. Por el
contrario, si transcurren los 10 días de publicado el edicto sin que hubiere
oposición, el Notario se encuentra facultado legalmente a levantar el acta de
Notoriedad, en la que hará constar la identificación de tercero. Las
formalidades de esta acta están previstas en el Artículo 442 del Código
Procesal Civil y Mercantil, Decreto Ley 107. La certificación del acta notarial de
Notoriedad debe ser remitida por el Notario al Registro Civil respectivo, con su
duplicado, a efecto de que se proceda a realizar la anotación al margen de la
inscripción en que fue inscrito el nombre de la persona que ha sido identificada.
Debe tenerse presente que esta es la única acta notarial de la cual,
forzosamente, debe extenderse duplicado. La última fase del trámite, de la
misma manera como corresponde a todos los asuntos de jurisdicción
voluntaria, consiste en la remisión del expediente fenecido al director del
Archivo General de Protocolos, para lo cual no se establece plazo en la
legislación vigente, lo cual da ocasión a que el Notario no cumpla o lo haga
cuando le plazca. Este vacío legal al no haber determinado un plazo para el
cumplimiento de la obligación puede, a no dudar, afectar al cliente y la certeza
jurídica que busca.
ESQUEMA DEL TRÁMITE DE IDENTIFICACIÓN DE TERCERO
RECTIFICACIÓN DE ÁREA DE BIEN INMUEBLE URBANO

En el presente estudio el Decreto Ley 125-83, no define el significado de la


palabra rectificación, únicamente se limita a considerar que existen bienes
inmuebles de carácter urbano que, por diversas causas, figuran inscritos en el
Registro de la Propiedad con áreas mayores a las que real y físicamente
comprenden, por lo que se hace necesario corregirlas, mediante un procedimiento
más ágil que al mismo tiempo garantice los derechos de terceros y los propios
intereses del Estado. El problema radica en que no se incluyeron a los bienes
inmuebles de naturaleza rústica, por lo que es necesario modificar el indicado
Decreto o bien incluirlo en el Decreto 54-77 del Congreso de la República.

En una ley posterior al Decreto Legislativo 54-77, se facultó al notario para


diligenciar este trámite. Fue emitida el trece de octubre del año de 1983, por el jefe
de Estado, entró en vigencia quince días después de su publicación en el diario
oficial de Centroamérica.

Debe tomarse en cuenta que sólo es aplicable a bienes urbanos con áreas
registradas mayores a los que real y físicamente corresponden (Dto. Ley 125-83),
este decreto tiene importantes regulaciones, entre las que es importante
mencionar:

a) El objeto de la ley es para que los propietarios de bienes inmuebles


urbanos, cuya área física sea menor de la que aparece inscrita en el
Registro de la Propiedad puedan solicitar ante notario la rectificación del
área de tales inmuebles.
b) El consentimiento unánime de todos los interesados. Principio fundamental
de la jurisdicción voluntaria.
c) Las actuaciones se harán constar en actas notariales, las resoluciones
serán de redacción discrecional, debiendo contener la dirección de la
oficina del notario, lugar y fecha, disposición razonada que se dicte y la
firma y sello del notario. Los avisos y publicaciones también deberán de
llevar la dirección de la oficina del notario. Este es también un principio
fundamental de este tipo de procesos.
d) La opción al trámite por parte de los interesados de acogerse desde
el inicio al trámite notarial o al administrativo. Igualmente, al cambio de
procedimiento una vez iniciado del mismo.

La Ley reguladora de la tramitación notarial de asuntos de jurisdicción voluntaria,


Decreto 54-77 del Congreso de la República, puede constituir el principal soporte
legal sobre el cual debería realizarse la tramitación de este tipo de procedimientos
por parte del notario. En el presente caso, se trata de incluir dentro de la llamada
jurisdicción voluntaria en sede notarial, la rectificación de área de bienes
inmuebles de naturaleza rústica en el Registro General de la Propiedad, ya que
actualmente el Decreto Ley 125-83 no contempla a esta última clase bienes
inmuebles; por lo que se busca suplir las deficiencias legales apuntadas en dicho
Decreto, o bien ampliar aún más la función del notario, que tantos beneficios a
producido.

TRÁMITE PARA LA RECTIFICACIÓN DE ÁREA

Para el trámite de rectificación de área de bienes inmuebles urbanos, contenido en


el Decreto Ley 125-83, se procede de la siguiente manera:

1. Acta notarial de requerimiento: en ella el interesado al requerir los servicios


del notario para la iniciación del expediente, lo hace bajo juramento, debiendo
presentar la certificación registral de la finca como prueba documental y aportar la
siguiente información:

a) Nombre exacto de los requirentes y sus datos de identificación personal.


b) Dirección del inmueble cuya rectificación de área se solicita, con indicación
de sus números regístrales.
c) Relación del área que aparece inscrita en el Registro de la Propiedad y la
afirmación de que la superficie real es inferior a la inscrita.
d) Nombre y dirección del ingeniero medidor que se proponga. Este debe ser
Ingeniero civil y colegiado activo.
e) Nombres y direcciones exactos de todos los colindantes del bien objeto de
la rectificación.
2. Primera resolución o de trámite: en ella el notario tiene por iniciadas las
diligencias, por recibida la prueba documental e información, ordena medir el bien
objeto de la rectificación para lo cual nombrará al medidor propuesto.

3. Se notifica al medidor nombrado por medio de razón en el expediente, que


firmarán el medidor y el notario.

4. Discernimiento del cargo al medidor.

5. Informe del medidor de la medida realizada, dentro de los quince días


siguientes a la fecha del discernimiento del cargo, a su informe deberá adjuntar el
plano del inmueble, en el que conste el área real del mismo.

6. Notificación a los colindantes: esta se lleva a cabo entregándoles copias del


acta de requerimiento del expediente y del plano elaborado por el medidor. En
caso de no poderse notificar a los colindantes, se hace constar poniendo razón en
el expediente y dispondrá la publicación de un edicto en el Diario de Centro
América y en otro de los de mayor circulación en el país, el cual deberá contener:

a) Nombre del solicitante.


b) Objeto de las diligencias.
c) Área real y área inscrita en el Registro de la Propiedad.
d) Números regístrales y dirección exacta del inmueble cuya rectificación de
área se solicita.
e) Citación a los posibles colindantes.

7. Audiencia a la Procuraduría: En todos los casos será obligatoria la audiencia


a la Procuraduría, quien tiene tres días para evacuarla.

8. Resolución o auto final: Con la opinión favorable da la Procuraduría, se dicta


la resolución final declarando con lugar la rectificación y haciendo constar la
extensión que efectivamente le corresponde al inmueble, así como las medidas
lineales y los nombres de los colindantes.
9. Testimonio: El notario extenderá testimonio con duplicado, de las partes
conducentes que deberá contener la resolución, el informe del medidor, la opinión
da la Procuraduría y el plano respectivo.

10. Inscripción: Con base en el testimonio indicado anteriormente, el Registro de


la Propiedad efectuará las operaciones correspondientes a la rectificación del área
del inmueble.

11. Remisión del expediente al Archivo General de Protocolos: al extender el


testimonio, el notario pondrá razón en el expediente haciéndolo constar y dentro
de los cuarenta y cinco días siguientes a esa fecha, remitirá el expediente al
Archivo General de Protocolos, si lo omitiere el notario podrá ser sancionado por el
director de dicho archivo, con una multa de veinticinco quetzales.

La ley específica regula que, si se presenta oposición, el notario remitirá lo


actuado a la autoridad administrativa correspondiente, en este caso es la Sección
de Tierras, de la Escribanía de Gobierno. Si la oposición se declara sin lugar, la
Sección de Tierras, devolverá el expediente al notario para que continúe el trámite,
si fuere el caso contrario, la nombrada dependencia administrativa ordenará
archivar el expediente.
ESQUEMA DEL TRÁMITE DE RECTIFICACIÓN DE ÁREA DE BIEN
INMBUEBLE URBANO.

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