DIRECTOR FUNDADOR: EUSTORGIO COLMENARES BAPTISTA / SAN JOSÉ DE CÚCUTA DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018

Las cartillas de
don Evangelista
Luis Fernando Carrillo

Los 80 desde la
retina de Carlos
Iván Peñaranda
Juan Pabón Hernández

La nueva poesía
imagenes@laopinion.com.co

de la antigua provincia de Ocaña

Oswaldo Carvajalino Duque
Poesía 2 CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018

LA PALABRA
PABLO NERUDA
La palabra es una
luminosa fuente de vida
Nació
la palabra en la sangre,
creció en el cuerpo oscuro, palpitando,
y voló con los labios y la boca.

Más lejos y más cerca

aún, aún venía
de padres muertos y de errantes razas,
de territorios que se hicieron piedra,
que se cansaron de sus pobres tribus,
porque cuando el dolor salió al camino
los pueblos anduvieron y llegaron
y nueva tierra y agua reunieron
para sembrar de nuevo su palabra.
Y así la herencia es ésta:
éste es el aire que nos comunica
con el hombre enterrado y con la aurora
de nuevos seres que aún no amanecieron.
Aún la atmósfera tiembla
con la primera palabra
elaborada
con pánico y gemido.
Salió
de las tinieblas
y hasta ahora no hay trueno
que truene aún con su ferretería
como aquella palabra,
la primera
palabra pronunciada:
tal vez sólo un susurro fue, una gota,
y cae y cae aún su catarata.
Luego el sentido llena la palabra.
Quedó preñada y se llenó de vidas.
Todo fue nacimientos y sonidos:
la afirmación, la claridad, la fuerza,
la negación, la destrucción, la muerte:
el verbo asumió todos los poderes
y se fundió existencia con esencia
en la electricidad de su hermosura.
Palabra humana, sílaba, cadera
de larga luz y dura platería,
hereditaria copa que recibe
las comunicaciones de la sangre:
he aquí que el silencio fue integrado
por el total de la palabra humana
y no hablar es morir entre los seres:
se hace lenguaje hasta la cabellera,
habla la boca sin mover los labios:
los ojos de repente son palabras.
Yo tomo la palabra y la recorro
como si fuera sólo forma humana,
me embelesan sus líneas y navego
en cada resonancia del idioma:
pronuncio y soy y sin hablar me acerca
el fin de las palabras al silencio.
Bebo por la palabra levantando
una palabra o copa cristalina,
en ella bebo
el vino del idioma
o el agua interminable,
manantial maternal de las palabras,
y copa y agua y vino
originan mi canto
porque el verbo es origen
y vierte vida: es sangre,
es la sangre que expresa su substancia
y está dispuesto así su desarrollo:
dan cristal al cristal, sangre a la sangre,
y dan vida a la vida las palabras.
LA POESÍA
OCTAVIO PAZ
Llegas, silenciosa, secreta,
y despiertas los furores, los goces,
y esta angustia
que enciende lo que toca
y engendra en cada cosa
una avidez sombría.
El mundo cede y se desploma
como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto,
solo, desnudo, despojado,
sobre la roca inmensa del silencio,
como un solitario combatiente
Verdad abrasadora,
¿a qué me empujas?
No quiero tu verdad,
tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?
No es el hombre criatura capaz de contenerte,
avidez que sólo en la sed se sacia,
llama que todos los labios consume,
espíritu que no vive en ninguna forma
más hace arder todas las formas
contra invisibles huestes.
Subes desde lo más hondo de mí,
desde el centro innombrable de mi ser,
ejército, marea.
Creces, tu sed me ahoga,
expulsando, tiránica,
aquello que no cede
a tu espada frenética.
Ya sólo tú me habitas,
tú, sin nombre, furiosa substancia,
avidez subterránea, delirante.
Golpean mi pecho tus fantasmas,
despiertas a mi tacto,
hielas mi frente,
abres mis ojos.
Percibo el mundo y te toco,
substancia intocable,
unidad de mi alma y de mi cuerpo,
y contemplo el combate que combato
y mis bodas de tierra.
Nublan mis ojos imágenes opuestas,
y a las mismas imágenes
otras, más profundas, las niegan,
ardiente balbuceo,
aguas que anega un agua más oculta y densa.
En su húmeda tiniebla vida y muerte,
quietud y movimiento, son lo mismo.
Insiste, vencedora,
porque tan sólo existo porque existes,
y mi boca y mi lengua se formaron
para decir tan sólo tu existencia
y tus secretas sílabas, palabra
impalpable y despótica,
substancia de mi alma.
Eres tan sólo un sueño,
pero en ti sueña el mundo
y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho
la eléctrica frontera de la vida,
la tiniebla de sangre
donde pacta la boca cruel y enamorada,
ávida aún de destruir lo que ama
y revivir lo que destruye,
con el mundo, impasible
y siempre idéntico a sí mismo,
porque no se detiene en ninguna forma
ni se demora sobre lo que engendra.
Llévame, solitaria,
llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,
despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con aceite,
para que al conocerte me conozca.

Director Emérito: Eustorgio Colmenares B. Director: José Eustorgio Colmenares Ossa

Editor: Juan Pabón Hernández. Asistente de edición: Óscar Guevara. Diseño y Diagramación: María Carolina Suárez García
IMPRESO EN LA ROTATIVA DE LA OPINIÓN / Tel: 5829999
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CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018
Serafín Bautista
Villamizar
i a la academia de Estocol-
S
mo le diera por crear un nuevo
premio Nobel para exaltar a tanto
buena vida, perezosos y holga-
zanes que deambulan por este
calenturiento planeta, los mismos
que habitan día con noche en la
famosa “Zona de Confort”, de
ofertar la mencionada condecora-
ción la Suiza Capitalista de con-
venciones universales, insisto, de
inventar este galardón, es posible
que ese país también alcanzaría
fama mundial atendiendo a la
infinita cantidad de aspirantes.
Yo, por ejemplo, soy el
primer interesado, me apasiona
la idea y desde ya me inscribiría
para el anhelado reconocimiento
postulando mi nombre puesto
que, mi recorrido existencial, en
un sinfín de ocasiones y por mi
débil manera de proceder, me
he quedado muchas veces nada
más con la intención sin acudir a
la acción, es decir, poco he con-
tribuido en la actualización del
mundo, al contrario, he saltado
de protesta en protesta sin pasar
a la propuesta, fundamento por
lo que sobresalgo como uno de
los máximos exponentes, entre
los atenidos y arrimados.
Este es mi caso y no me
da pena reconocerlo, soy sincero;
en cambio la inmensa mayoría,
espero no estar equivocado, me
da la impresión que no tienen
pudor, niegan la mediocridad y
van como los ciclistas del mon-
tón, chupando rueda, rezagados o
escondidos detrás de quien lidera
Ese inmenso espacio donde
se anida la mediocridad
el pelotón, haciendo el menor
esfuerzo posible pero listos para,
en cualquier momento, como los
oportunistas, tomar la delantera.
Hablando en buen cristiano,
con el lenguaje del común, los
mencionados en esta breve nota
no son cocheros, ni empujan la
carreta pero viajan cómodos en
silla preferencial al interior del ca-
rruaje, sacando la cabeza por en-
cima del poder, vociferando de lo
lindo y dando falsas explicaciones
a las intempestivas circunstancias;
miran el contexto exclusivamente
para hacer el comentario malsano,
mediático y levantan parlamentos
mal intencionados, en fin, objetan
sin escrúpulos el ejercicio o lide-
razgo del sobresaliente.
En toda sociedad, especial-
mente en la nuestra, encontramos
a los que critican hasta un aplauso
y son aquellos profesionales del
inconformismo que la pasan muy
felices juzgando y desacreditando
el sudor de los demás.
La verdad es que esta
familia de zánganos jamás
intenta nada novedoso,
le huyen al experimen-
to, evitan sacrificios
o fracasos y se escon-
den bajo la silueta
del versado, incluso
se aprovechan del
más voluntarioso
y abnegado. Su
aporte es de im-
posibles, si se le
pide su participa-
ción, pero se adhie-
ren socarronamente
al emprendedor para
justificar su ausencia de
entereza, argumentando soluciones
3 Crítica
concluyentes desde la óptica de lo
incomprensible; y es que es más
fácil decir que hacer, destruir que
construir. Les cuesta demasiado
avalar resultados a la excelencia
sin su cuota de indisposición, no
reconocen el error propio y sufren
con las mejoras ajenas, como tam-
poco aceptan aplaudir el esfuerzo
de los triunfadores al instante en
que estos llegan a las cumbres por
obra y gracia de la perseverancia,
individual o colectiva.
Se tornan rancios y amar-
gados con excusas infundadas en
la calumnia cuando a los juiciosos
o visionarios les va bien, entonces
salen con el cuento que sencilla-
mente se le dieron las cosas por tal
o cual razón; obvio, y continúan
estigmatizando: Como no iba
a llegar al éxito si………, en la
síntesis, fue que lo ayudaron y
así quien no, ese sí que es de
buenas, absolutamente todo le
sale de “papayita”.
El objetivo de estas con-
jeturas es afianzar una frecuente
negativa a permitir que alguien
surja sin su respectivo permiso,
participación protagónica que
orienta mi compadre Satanás,
su fiel amigo, el indigno rey de
los sinvergüenzas y egoístas, ese
horripilante engendro del mal
que nos empuja a clavarle el dardo
al contrincante para que nunca,
nunca intente nada por encima de
los montones, es el representante,
abuelo y padre de los tunantes, el
mismo espectro de las tinieblas que
invita a levantarnos pícaros sin la
constancia y dedicación que tienen
los afortunados y estudiosos, (estos
admirados modelos en la disciplina
y la pasión, dueños de las llaves que
abren las compuertas para alcanzar
la cima de la felicidad).
Lamentablemente, los tiem-
pos actuales en que prevalece la
suspicacia, el afán de poder y
los dineros sucios, se viene
imponiendo el típico
fabricante de los caminos
torcidos, un orador de
censura destructiva, el
agazapado que habi-
ta entre los manua-
les del divisionismo,
socio mayoritario
en la disociación
y el que, con su
bajo perfil, con su
lengua de fuego y
con su cháchara,
atiza los problemas.
Los persona-
jes de mi comentario
son aquellos conchudos
habladores que se identifican
con la filosofía del tristemente
célebre, “pájaro negro”, esa ave-
cilla mitológica de mal agüero,
que espera a que sus semejantes
hagan cama y luego, con ínfulas
de brabucón, llega a disfrutar
del servicio que construyeron los
laboriosos. ¡Ah!, se me olvidaba,
también posan de pesimistas
como ellos solos lo suelen hacer.
Son los que, llevándolos en los
brazos rumbo hacia la gloria, a
mitad de recorrido se devuelven
argumentando tedio o que el cielo
dizque está por allá muy lejos y
que no vale la pena pisotear en
exceso la piel de los senderos.
Así, y para ir concluyendo,
una cosa son los sueños, aspiracio-
nes y esperanzas de quienes aran-
do en el mar siembran, al menos
un pez, y otra muy distinta sin
llegar a la utopía, es vivir colgados
de los demás precisamente, aquí,
en este inmenso espacio donde,
como el gorrión en referencia,
se anidan los mediocres, los que
van irremediablemente, (cuando
pasen a la otra orilla del tiempo),
rumbo al fosforescente hotel del
infierno, a excepción claro está, que
se comprometan con el cambio,
aportando, haciendo, trabajando;
que expulsen de su corazón los
oscuros vicios de la difamación que
no les deja ver el sol más allá de sus
mezquinas intenciones; en hacerle
un entierro de tercera a la mala fe
que les viene envenenando el alma;
por último, empeñar la palabra
para seguir, por ahí hasta el punto
del apocalipsis, las huellas del ha-
cedor de voluntades, plasmando
en el lienzo de la existencia
humana su propia inven-
tiva, envidiosos del diablo.
Semblanza
Los 80 desde la retina de
Carlos Iván Peñaranda
Juan Pabón Hernández
demás de ser un notable oftalmó-
A
logo, director de la Clínica Peñaranda,
Carlos Iván tiene una especial afición por
la música. Hace unos días venía con el
interés de conversar con él, quizá porque
va creciendo mi añoranza al ver cómo se
van terminando las cosas, las costumbres,
los afectos y “las gomas”, como dice el
entrevistado, cómo desaparecen los rit-
mos buenos, la salsa, la balada, el bolero,
en fin. De manera que, en estos días, al
recordar las fiestas de los años 80 que
él organizaba en el Club Tenis, para la
Fundación Fahne, de niños con cáncer,
decidí buscarlo para hablar con él acerca
de la música de esos años.
EL CICLO DE SUS GUSTOS
Su afición al rock comenzó a
los 10 u 11 años, cuando en Cúcuta se
escuchaban emisoras de San Cristóbal,
Venezuela, como Radio 860, con mues-
tras de lo que sonaba en los Estados
Unidos y, por supuesto, no se conseguía
acá: “Oíamos rock, de todo un poco,
dice, en esa emisora que era buenísima
4 CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018
porque tenía gran
variedad y nos ac-
tualizaba en temas
gringos, para gente
joven”.
Yo recuerdo
que en los carros
había unos equipos
para poner casetes grandes, con cintas
de música. Ni pensar en lo de ahora
que se reduce a audífonos; se usaban los
pantalones “botacampana” y muchos
se dejaban el cabello largo tratando de
imitar a los cantantes norteamericanos.
Un amigo le regaló un disco
de Deep Purple, un grupo de
rock pesado, y ahí empezó
el gusto (¿delirio?) por
este género. En
ese tiempo, además, estaba en Cúcuta
Tijuana Discos, donde un amable señor
venezolano, José Bohórquez, se preocu-
paba por tener de todo un poco y traía
música que no se conseguía en otro lado:
Ir a Tijuana era casi una tradición y allí
todos buscábamos los temas de nuestros
afectos, atendidos por
don José. A mí me
guardaba boleros y
música romántica;
Carlos Iván, por su-
puesto, iba y com-
praba cosas de Elton
John, o el Concierto
para Bangladesh, el
primer concierto
con fines humani-
tarios organizado por
George Harrison y Erick Clapton, o la
música que lo hacía interesar cada vez
más en sus aficiones.
Lo que comenzó así, en 1971, se
fue agrandando y hoy en día posee mil
acetatos. “Yo era bicho raro, ninguno
de mis amigos era aficionado al rock;
algunos fueron cogiendo el gusto: era
como primero de bachillerato”.
En 1971 y 72 proliferaron los
grupos en la radio. Paralelamente, apren-
dió algo de guitarra y música, de lo cual
le queda algo, dice; formó un conjunto
en el Seminario Menor, con Iván Darío
Caicedo, Carlos Ali Romero y otros, en
Carlos Iván Peñaranda
el cual tocaban de todo un poco, balada
y pop en español.
“A las niñas de esa época les gus-
taban los detalles, cada mes de novios,
tarjetas, esquelas, bobadas. Teníamos
permiso hasta la 9:00 p.m., así estuvié-
ramos a media cuadra de la casa. Los
tiempos eran más románticos, aunque las
peladas lo hacían sufrir a uno, eran más
de lucha por un cine o un beso, la verra-
quera de agarrar la mano, en emociones
que uno disfrutaba gota a o gota; era la
época de aprender a bailar –la mamá y
las hermanas enseñaban– había fiestas
abiertas en las casas y bailes en el Club
del Comercio”.
Siguieron los 80, los 90, los
2000, hasta hoy, cultivando la música,
el rock, el son cubano y la salsa. Tuvo
que esmerarse para sobreponerla como
alternativa a la predominancia de Billos’
y Melódicos en los gustos de los cucute-
ños a seleccionar los mejores intérpretes,
los temas, para llamar la atención.
En los 14 cañonazos de cada año
buscaba los dos o tres temas de salsa. Por
ejemplo, Homenaje a los Embajadores,
Wganda Kenyz, Fruco, con El Preso,
CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018
porque no había mayor difusión y, para
oír esa música, había que ir a La Ínsula,
al Viejo Tango y otras cantinas.
Luego, en Bogotá, conoció
compañeros a quienes les gustaba
el son cubano: como a los 19 años,
empezó a oírlo, se enamoró de su
melodía y de las letras románticas,
divertidas, bonitas, de los diferentes
ritmos y virtuosas interpretaciones del
tres, “que es como una guitarra de tres
cuerdas de a tres”.
La música fue cambiando, como
todo; los computadores llevaban el rit-
mo y las canciones de los 70 y los 80 se
disolvieron en manos de DJs, quienes
imponían las canciones, con un sonido
igual en todo. Iban desapareciendo en
las fauces innovadoras del modernismo
los honores de la música. Incluso los
rockeros decían que la música disco no
era música: ¿Qué diremos ahora?
Destellaban los Bee Gees que,
después de aquellos Beatles del 60, fue
un grupo que promovió lo más destacado
de la música juvenil. Llamaba la atención
el rock pesado de Leonel Richard, de Joe
Cocker, que generaba unas sensaciones
muy placenteras. “Se devuelve uno en
el tiempo y evoca grandes alegrías y sen-
timientos emocionantes, por lo bueno
del ritmo y los excelentes músicos que
tocaban guitarra, batería, en mezclas que
daban ganas de bailar y brincar.
Después de los años uno la escu-
cha y siente las mismas cosas”.
UN POCO DE SOCIOLOGÍA
“Aunque no entendía inglés, me
apasionaba la melodía y, luego, cuando lo
entendí, me di cuenta de que las cancio-
nes narraban la vida americana con todas
esas historias casi legendarias de procesos
de poblamiento, de costumbres, en fin.
Si antes era más impresionante el ritmo
que la letra, ahora comprendí que había
toda una protesta, contra el racismo, en
defensa de los valores americanos, a su
manera, del amor, de la mujer, en medio
de todos los ritmos, del jazz, del blues,
mezclados en la música que evoluciona-
ba. (En California conocí un templo en
5 Semblanza
silencio de jazz,
guardo esa boleta
para acordarme del
hombre negro)”.
La bala-
da era popular y
con ella empezó
su adolescencia:
“cuando uno se
estaba comenzan-
do a enamorar:
Camilo Sexto, Los Tres Tristes Tigres,
Los Pasteles Verdes, Los Ángeles Negros,
Ana y Jaime, el Club del Clan, Harold,
Christopher, Vicki, hasta Claudia de Co-
lombia; era música suave, melódica, pero
no espectacular, pero las letras sí llegaban
al alma. Era un contexto romántico, yo
me acuerdo de mis amigas”.
Ocurrió que se programó una fies-
ta anual para los niños de Fahne. Poncho
Rodríguez, Enrique Camargo y Carlos
Iván, se encargaron de ella y fue muy
exitosa, porque además de compartir
gustos musicales parecidos pudieron pre-
sentar videos láser, revivir grupos viejos,
renacer el rock. Fue muy bien recibida; la
primera la empezaron poniendo el video
del festival de Woodstock, hora y media,
despierta. Y de las evocaciones de
lo viejo, como en la emisora de la
UFPS 95.2 FM, que toca rock de
antes. O de las épocas de gente
famosa, de San Remo, de Gigliola
Cinqueti, Mari Trini, Rocío Durcal
y Marisol, Nino Bravo, canciones
y películas que cantaban al amor.
“Pero ahora las letras se volvieron
vulgares, los niños de 4 años hacen
movimientos sensuales, las niñas
luego rock bailable, tienen un vocabulario grosero, en
salsa, Billo’s y Meló- fin, una pérdida de valores y un empo-
dicos: “la emoción brecimiento de la parte afectiva de la
de la gente era in- música. El sexo es bonito, pero es más
descriptible, como si bonito cuando se hace con sentimiento.
hubiéramos vuelto a Si no, pierde mucho la gracia.
los 16 años. La gen- Me parece que son muy pobres
te cantata, bailaba, espiritualmente; los jóvenes ahora se re-
se abrazaba, había fugian en el hermetismo, porque tienen
emoción en todos poco que hablar, son alejados, metidos
los ambientes, mejor en la tecnología, en las comunicaciones
dicho…Y aprendi- impersonales. No disfrutan lo sencillo,
mos a poner la músi- los juegos, el amor, las novias, llegan de
ca en dosis graduales, para que la gente se una a todo y a los 12 o 13 van conociendo
fuera emocionando poco a poco, Primero todo”.
música balada en inglés y español, co- El mundo personal de los jóvenes
menzaban a tomarse los traguitos y a oír es complicado, es difícil hablar con ellos.
canciones que no escuchaban hace 20 o Siempre contestan: “bien, todo bien”.
30 años, la gente se paraba, comenzaban “A mis hijos le trasmití mi ejemplo, los
a fluir el sentimiento y los recuerdos en valores que aprendí, el deporte, las gomas
la memoria y luego íbamos subiendo las de las cosas sanas y buenas, y ellos em-
revoluciones y nos daban la 6:00 a.m. y piezan a disfrutarlas con sus amigos. Uno
la gente no se quería ir. sería más feliz viéndolos que llevaran una
Otros grupos empezaron a hacer vida como más despacio, que disfrutaran
lo mismo, pero con fines comerciales, sin cada regalo que da la existencia. Defini-
el sentimiento que le poníamos, satura- tivamente cuando uno se va acercando
ron el mercado, para ellos y nosotros, al final y debe sacarle más sabor a cada
hasta que tuvimos que finalizarlas”. cosa que deba disfrutar un valor que haya
Terminamos hablando de los tenido desde pelao”.
jóvenes de hoy, de los hijos, de los
sentimientos distintos que la música EPÍLOGO
Carlos Iván se ha dedicado a
clasificar uno por uno los acetatos, a di-
gitalizar canciones y guardarlas en discos
duros, muy bien seleccionada, organiza-
da, y “me la paso haciendo listas para una
fiesta u otra, sigo interesado, sigo oyendo,
bajando música, me gusta me gusta hacer
fiestas, tomarme unos traguitos en mi
casa, con poquitos amigos… cada
vez quedamos menos”.
Voces
xxxxx
Oswaldo Carvajalino
urge una nueva generación
S
de poetas, en el marco de un legado
con peso específico, dado que hay
una indudable tradición en la acción
creativa, suelen algunos mirar con
cierto desden, esa carga que les llega
del pasado, pero tal valoración es
injusta, porque allí nace la simiente,
aviva el sentido del ojo que ve y la
MELVIN ENRIQUE
RIVERO GUERRA
San Martín, Cesar. 1974. Gestor
cultural. Egresado de la escuela de Danzas
folclóricas del Instituto Popular de Cultura
de Cali. Estudiante de sociología. Promo-
tor de lectura y narrador oral.
6 CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018
La nueva poesía de la
mente que crea. JOSÉ FACUNDO
Esta selección de nuevas vo- QUIROGA
ces, es una respuesta a la necesidad Ocaña, 1994.
de mostrar el quehacer de unos Participante de la Es-
jóvenes poetas, con una posición
cuela Juvenil de Escri-
definida, un sentido de economía tores (EJE) e integran-
de la imagen en favor de la acepcia te del recital de poesía
de la palabra y un juego de artilu- Lied.
gios poéticos que comprometen el
querer decir, diría que hay poesía
para rato y surge con posterioridad
al “Grupo de Cucuta” la vanguardia LA ESPERA HUMUS
de la poesía regional.
Prolongación del vacío, El rostro tasa la culpa
ir hacia adelante en un vaivén
IMAGEN retrocediendo de sangre y tiempo.
en espiral. Justifica el trueno
la naturaleza del tigre
La luna ilumina al pez Sol cansado la barbarie del río.
que a pesar del dolor a punto de romperse. Verdugo de los días,
de su anzuelo encarando miente en cada gesto.
insiste en empujar la botella Las nubes son fuego
que lleva noticias de un naufragio. y llueve fuego;
VUELO la raíz crece y crece,
devora la tierra.
HORMIGA Los ojos arden,
Certeza
de Otra caída. el silencio quema.
Ante la ausencia de fuerza
el cuerpo de la hormiga Los hombres
va al fondo de la gota. nacen sin alas,
pero vuelan.
Mientras cae El olvido
se ve su reflejo multiplicado hace fuerte al espejo.
como un serial de muñecas de Ámsterdam.
En menos de nada es hebra de río
que choca contra una piedra.
Segura de que puede levantar
diez veces su propio cuerpo
sigue en la búsqueda de los momentos
que alimenten su adicción a la asfixia.
POPORO
Bajo la vista del Mamo
la piedra es saliva de río
que se forja
tras una meditación
espacio, tiempo.
 CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018
7 xxxxx
Voces

a antigua provincia de Ocaña

Roce o disolución:
todo camino
prefigura la caída. CAMILO OJEDA A.
*
Ocaña, 1993. Abo-
La lengua transcribe gado de la Universidad
una incierta caligrafía.
Inscripción que permanece Santo Tomás. Precursor del
húmeda y abierta. recital de poesía y música
“Ambigüedad: aproximación”.
No somos dignos Lied. Crítico y líder social
de Arcanos. y cultural.
*

No precedió al génesis
JORGE CARREÑO el aleteo sobre las aguas del inicio ELLAS SON LETRAS y conmigo solo,
y conmigo a oscuras:
sino la convulsión
Ocaña, 1993. Es- de las carnes Recito el padre nuestro.
en incesante unción.
tudiante de literatura en Beso anticipadamente tu cuerpo,
de la raíz al fruto, en beso continuo.
la Universidad Javeriana. * Con la palma de la mano, cierro la fuente
Integrante y fundador del y sobre el desaparecido, miento.
La avidez de las sangres LAPSUS
recital de poesía Lied. se encarna en cuerpos sometidos La carne que rodea la intención está soñando.
a una continua colisión. Al diablo besa, el suelo lame, se enclaustra.
Oprobio y redención: Cuando naufrago en tus ojos
FIAT LUX gotas de semen Sus flores, yacidas en pantano queda aturdida la tragedia,
pendiendo del origen. nacen eternas del espasmo callado el ruido en tu boca,
“Me entraste al fondo de tu noche Lo distante de la aurora, callada toda tú mientras te beso.
ebrio de claridad” Lo cercano del poniente. La catástrofe suspendida hasta el instante
JOSÉ ÁNGEL VALENTE * puro, intenso, en que abro la puerta
La noche emerge eternamente sobre el fruto, y me devuelves al mundo.
* La carne entra en la carne
para recordar el punto de partida;
Los dedos entreabren el abismo, Aunque sea tan sólo un paliativo,
sostienen las orillas Útero y ataúd
donde duda son costra que enfatiza FRAGMENTOS
la materia. una intemperie.

La carne no es un lugar,
sino un camino que se aleja de la propia persona.
Lo que al hombre pertenece
ES ASÍ Y ASÍ ES es el rastro que las cosas van dejando.
La carne es el afuera que entra,
todo adentro es carne,
El poema es todo es afuera.
un momento
que nunca existió. (…)

La primera palabra fue el dios muerto.

JUAN DIEGO El segundo mundo estalló de su carne:

EL DILUVIO VILLAMIZAR SANJUÁN del silencio.

Génesis 7, 11. Ocaña, 1999. Estudiante de (…)

DANIEL CARVAJALINO
Ocaña, 1997. Estudiante de Derecho
y Literatura en la Universidad Javeriana de
Bogotá. Escritor.
medicina.
Esa noche se abrieron las cataratas del cielo sobre la ciudad. El peso del milagro es su silencio.
De repente, se inundaron las calles y el tráfico se ahogó junto a las
direcciones y el ruido. Las aguas sofocaron los edificios. Los náufragos, MELANCOLÍA DE OZYMANDIAS
refugiados en los techos, esperaron la mañana prometida. Despertó el día
y el mar se drenó por las alcantarillas. Aparecieron las calles y de nuevo el para la llama
tráfico, las direcciones y el ruido. Los náufragos volvieron a ser ciudadanos siempre fueron cenizas
que pronto olvidaron el diluvio.
esos paisajes
Análisis
3.1416... y el sentido del mundo
Juan Manuel Torres Moreno
E
l número Pi siempre ha fascinado a la huma-
nidad. Matemáticos de todas las épocas han dedicado
vidas enteras a complicados cálculos para arrancar uno a
uno sus dígitos al infinito. O para encontrar sus propie-
dades fundamentales, tratando de acotar lo inacotable,
y tratando de hallar la cuadratura del círculo. Pi es un
número irracional, trascendente e infinito, como ya
lo han demostrado Pitágoras, Leibniz, Lindemann y
otros tantos. La aproximación de dicho número igual a
3.1415926358979... es sólo eso: una simple aproxima-
ción, pues el valor verdadero se pierde en los meandros
del infinito. El Pi que aprendemos en la escuela primaria
de 3.1416 es sólo una ingenua máscara para encubrir
una verdad espantosa. Pi encierra un secreto terrible,
que ni siquiera una mente torcida en sus sueños de opio
más profundos habría podido imaginar.
Mis investigaciones sobre Pi me llevaron a
descubrir que sus dígitos decimales contienen mucho
más que la relación del área de un círculo unitario
respecto a su perímetro. Mucho más que la ma-
temática abstracta de integrales de superficie o de
la teoría de las probabilidades. Mucho más que eso.
Lo que encontré me ha alterado enormemente, pues
en los dígitos de Pi se inscribe el secreto del sentido del
mundo. Escuche bien: toda suerte de informaciones
(así sean las más secretas, las más importantes, las más
insignificantes o las más insospechadas) se encuentran
en Pi. Absolutamente todas. Y eso no deja de ser inquie-
tante. ¿Quiere ejemplos? tome para empezar, un dato
cualquiera. Su fecha de nacimiento, por decir algo: “El
20 de junio de 1964”. Esto escríbalo como “200664”
como “19640620” o bien como “20664”. Poco importa
la cantidad de dígitos con que codifique la fecha pues
el bug del año 2000 ya es sólo un recuerdo nebuloso:
ahora busque estas cadenas numéricas dentro de los
dígitos de Pi. Ahí las encontrará sin ninguna dificultad.
Incluso repetidas veces en distintas posiciones después
del punto decimal. Las fechas de nacimiento de todos
los seres humanos que viven, que han muerto o que na-
cerán se hallan en pi. También las fechas de su muerte,
desde luego. Ahora tome su número de teléfono, por
ejemplo, el 879-7267 (si quiere incluir el código del
área de larga distancia, hágalo: Pi no tiene restriccio-
8 CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018
nes): lo encontrará sin dificultad también. O el de su
vecino, o el de sus parientes, amigos o enemigos. Su
número de registro civil, del seguro social, su número
de licencia de manejo, su peso o estatura combinados,
alternados o mezclados; el número de su casa o de su
departamento, el de su tarjeta de crédito y también el
NIP correspondiente, su cuenta del banco: el saldo
de su cuenta en el banco; los teléfonos de sus amantes
---si es que las tiene o tendrá---. Todo está ahí. Todo
lo numérico está en Pi. Incluso Pi mismo está dentro
de Pi, demostrando así la perversa recursividad del
infinito. Pero no se detiene ahí la cosa: codifique el
alfabeto en español (inglés, árabe, chino o el idioma que
usted hable) dando un valor numérico convencional
a cada letra: A=1, B=2, C=3,..,Z=27 (o el código que
usted prefiera). De esta manera podrá empezar ahora
a codificar cualquier frase como por ejemplo “Puedo
escribir los versos más tristes...” en la cadena numérica:
“17225416520319929191216235192016201312021
1992021520...”
Y que ha existido siempre, aún antes que Neruda
la pensara. El nombre codificado de su primer amor
se hallará en Pi. Todos los nombres se encuentran
también en Pi. ¿No es sorprendente? Las matrículas
de las placas de todos los automóviles están ahí. Ahora
podría encontrar no sólo el teléfono de sus amantes,
sino también sus nombres, direcciones, pesos o la edad
que siempre le ocultaron. Incluso los nombres de los
amantes de sus amantes (complejidades del quehacer
humano). El directorio telefónico completo se hallaba
disponible aún antes de la invención del teléfono.
Todos los textos pueden ser codificados convenien-
temente y recuperables -eventualmente- a partir de Pi.
El Capital, La Biblia, El Principito, Cien años de soledad,
El Quijote... todos los textos están en pi. Todos estaban
ahí incluso antes que Marx, García Márquez, Cervantes,
Kafka o quien sea los escribiera (o no los escribiera). ¡Hay
una cantidad inimaginable de literatura virgen (si la lite-
ratura puede serlo) dentro de pi que no espera sino a ser
leída! En pi cabe toda la poesía de Neruda, de Borges o
Rimbaud. Todas las bibliotecas del mundo se encuentran
ahí; incluso la biblioteca infinita imaginada por Borges.
Pero además hay también toda la música (cada sonido co-
dificado digitalmente en los discos compactos como largas
cadenas numéricas) que conocemos. Y toda la que nunca
oiremos: toda la que se compondrá en el futuro. Además
de las pinturas, imágenes, filmes, videos y cualquier otro
material codificable. Las direcciones numéricas de todas
las redes de computadoras y de todas las páginas web están
en Pi. Así, la misma Internet acaba siendo devorada por
la boca inmensa de ese monstruo infinito e irracional, Pi.
Pero también están ahí -escúchelo bien-: cosas
tan intrascendentes como este texto que usted lee: el
texto que estoy escribiendo en este preciso momen-
to, que empezó líneas arriba diciendo “El número
Pi siempre ha fascinado a la...” y que traducido
adecuadamente como: “512142213191617920
9513171951612091414161121...” se encuentra,
por supuesto en alguna parte oscura al interior de
las entrañas digitales de Pi. De modo que, dado que
lo que escribo ya existe dentro de Pi, y que si dejo de
escribirlo también lo estará, ¿para qué diablos lo
sigo escribiendo?...
CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018
Las cartillas de don Evangelista
Luis Fernando Carrillo
I cuando adquiere su
e recuerda allá en el lejano
S
tiempo de los años escolares las cartillas
editadas por don Evangelista Quintana.
La alegría de Leer se llamaba e iban de pri-
mero a quinto elemental. El niño año por
año penetraba al mundo en un librito que
daba gusto tener entre las manos. Como
algo exótico para su tiempo, la letra y los
dibujos eran en colores y en esa policromía
se presentía lo fantástico descrito sencilla
y amenamente. En esa aventura de leer
la imaginación jugaba papel importante.
Había que construir con sueños lo que
don Evangelista no podía decir porque
el alcance de la ciencia era limitado. Así
en esos medios toscos, si se quiere, pero
hermosos, se supo que, en cada letra,
en cada palabra y en cada frase se podía
viajar en coche de primera en la expe-
dición del conocimiento. Fue el primer
contacto con el universo maravilloso de los
libros. Después esa decadencia estética, ese
rumor imperceptible que alimentaba la in-
teligencia, el deleite de pasar las hojas, la
ficción que estremecía el conocimiento,
formaron una constante de amor por la
lectura. Era el amor entre el hombre
y la inteligencia. Los días, los
meses y años en el almana-
que de la vida sembraron
ese predio de hermosas
flores de la literatura. Salgari,
9 Libros
Mark Twain, Samaniego, Esopo, Pombo,
en el principio de esa fascinante andanza.
En el camino esa librería, que estremece
los siglos siempre actuales, hizo posible los
caracteres recios y sapientes que forjaron
la vida y su progreso.
Gratitud eterna a ellos y a don
Evangelista Quintana, sin cuyas cartillas
no habría sido posible estar escribiendo
muchos de los que ahora escriben.
II
Este escrutinio es reafirmación y
constancia de la eterna perma-
nencia de los libros.
Mientras el hombre
sea ese ser embarca-
do en la difícil tarea
de vivir y permane-
cer en el planeta tie-
rra, será muy difícil
extinguir sus sueños.
Verterlos en la odi-
sea de un volumen
que al terminarse es
verdadera dimen-
sión al fertilizar la
vida. Por eso, a pesar
de las campañas para
suplantarlo con los
sofismas de una tecnología electrónica,
el libro seguirá vigente. Una nación
que no lee la sabiduría, está llamada a
extinguirse o, por lo menos, a entrar
en decadencia. Solo se penetra en la
esencia de la cultura humana y se forjan
las armas para desarrollarla, viajando
por un libro.
Ahora, años más tarde, se ve que
toda maquinación contra el libro, a pre-
texto de su inoperancia práctica, no es
más que una formalización de ese mun-
do en el que la vulgaridad es el funda-
mento de una filosofía en la que los
valores no cuentan. Deben quedar
inmersos en una producción ince-
sante en la que todos son máqui-
nas. Un libro es una rebelión inerte
y el que lo lee enciende la fogata
de la sabiduría que desencadena el
fuego de la transformación. Eso es
peligroso. Debe ser proscrito
en este infierno de miserias.
Pero a pesar de todo el
hombre no morirá y con él
subsistirá el libro, su obra
máxima, la gran herencia
de los siglos a los siglos.
Región 10 CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018

Las clarisas de Bochalema

Orlando Clavijo Torrado

scogimos a la vecina y sim-

E
pática población de Bochalema
para un descanso de festivo. Pero el
objetivo principal era el convento
de las hermanas Clarisas. Una prima
tiene vínculos con estas siervas de
Dios porque una tía suya murió allí
cargada de años y en olor de santidad.
Está sepultada bajo el altar mayor. La
pariente fue nuestra guía y contacto
con las hermanas.
El monasterio y el santuario,
llamado del Perpetuo Socorro, tienen
una historia apasionante. Estas monjas Bochalema
vienen de Gramalote en donde en di-
ciembre de 2010 la tierra se hundió y
Hoy la clausura no es tan estricta como antes en que Solución del crucigrama anterior
fracturó su convento y su capilla, tan hermosos como este A P O L O C L I P S
que construyeron en Bochalema preparando y vendiendo a las monjas no se les podía ver el rostro sino apenas oír su
V I B O R A M A C E A
masato, arepas y empanadas. La casa pertenecía a la voz. No. Estas hermanas hablan con los visitantes en dos
Arquidiócesis de Pamplona y ellas fueron tenaces en la salas o locutorios, en donde hay amplias ventanas con rejas de C A R C A J P O R T
recolección de limosnas y en ofrecer rifas para reunir separación. Los visitantes esperan pacientemente a que ellas B A N C A U N I R S E
lo suficiente para comprarla; la generosidad de los ca- los reciban; la mayoría les piden oraciones por sus penalida- E D D A P A E Z A L
tólicos alemanes contribuyó en grande para completar des y es fama que varios milagros se han conseguido por ese Z O O L E N A V I
la platica. La remodelación y adaptación de la vieja medio. Pero también les llevan ofrendas para su subsistencia
O R M A R X S E P T
edificación es otra obra meritoria suya, con ingentes pues la congregación –de Santa Clara de Asís– tiene voto de
pobreza; ellas, al no ganar sueldo alguno se mantienen de la S P O R X C R I E
sacrificios de menos de una docena de religiosas. El lote
en donde está la capilla fue donado por particulares. caridad y del producido de sus finas manos de tejedoras C O L P I O D E S
El conjunto, desde la amplia entrada adornada de jar- de ornamentos sagrados y otros artículos religiosos. M O N C H I S M E S
dines, reviste sobriedad y elegancia. El toque delicado, Gentilmente nos dedicaron cerca de una hora. A M E N A I T A S O
femenino y artístico se advierte en todo, en particular En algún momento les comenté que me hubiera gusta- N P E R G O G A D
en la capilla, bien preciosa, por cierto, recinto en donde do oír su coro cantando villancicos en Navidad, y qué
T U S O I L D O T E
la piedad acude al instante. grata sorpresa y cuán feliz culminación del paseo me
La abadesa es María Torcoroma Ramírez. Su solo dieron cuando me dijeron al momento de la despedi- E T E R R E F A C E R
nombre revela que es ocañera, de modo que hasta de la da: “Doctor, lo vamos a complacer. Por favor, pasen a C A S A D A R L R
arepa sin sal hablamos a gusto con ella. Son en total nueve la capilla.”. Y en seguida sonó el órgano y unas voces A D U L A R A E I A
religiosas, una de las cuales yace en lecho de enferma y es celestiales cantaron el villancico prometido. Ello D O D O K E N N E D Y
cuidada por turnos por las demás. quedó grabado en un video.
O R O K R A K A T O A
CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018
11 Crucigrama

Imágenes - Grama
Mariana Tolosa Rico - José Tolosa

Región de
Esa Palanca Cifra Museo de Duque de Terrible
Asia donde Dos- Su capital de brazos tres palos La Ley
floreció pequita Acusado romana armas enferme- Filas de
Babilonia y que tienes de delito cientos en es Salt desigua- que vale antiguas y
con Cofas y
dad mulas de
una inmensa romano Lake City les para Vergas en Mahoma
en la cara uno modernas todos ellos bronquial
cultura pesar
El La
mensajero guerrilla.-
de los Ernesto
Dioses Golindano

El Corto la
resultado cabellera de
medusa.-
de una Anota al
causa margen

Alear con
Catedral mercurio.-
en Soldado
Aragón del Don

Gorro Felina
Desinen- militar.- casera.-
cia Parte del El gran
alcohólica duque desconoci
do
Particula
Herramien Inv. insepara-
ta de Variante ble.- Histórica
canteros de Antonio ciudad de
Egipto
Amables y Naturales
Poemas serviciales de Partia
profundos .- región de
Anuros Asia
verdes antigua
Máquina Antes de Aluminio Ciudad
para Cristo.- de olla.- fenicia, la
fabricar Vencieron Dios del moderna
telas a los Arte Túnez
Centauros
Partícula Canoa Alcohóli- Nombre
insepara- Azteca.- cos portugués.
ble denota Amargo al conocidici Mitologico
privación, gusto mos padre de
negación Europa
Bellas
virgenes Sitio para
del renaci guardar el
miento pienso

Agencia Inv,
de prominen-
Sufijo cia de la
Químico Prensa. oreja ante el
Relativa al conducto
aire auditivo

Parte del No es
Voz mundo.- veloz.-
castrense Ave El
fabulosa cantor de
la Odisea
Nombre de A Oeste y Profundas
letra.- al Sur .
Rey de Caria
con su tumba consonan Número
suntuosa tes. de orden

Parte del Olga Partida de

Medio día cuerpo.- Rodríguez descargo
astronó Natural de Gómez.- en una
mico león Demostra- cuenta
tivo, pl.
Habitantes de la
Artiodác- región más
tilo importante
de la
rumiante Mesopotamia.-
cérvido sonia Omaña

Periódo Nombre
Vocales El primero en de 30
la meta. de conso
en Se pega a días. nante en
hiato las piedras Percibe plural
con el ojo
Resplande Caballos
ce, de piel Pronombr.
después manchada personal.
de la . Altar
oscuridad Santo
Dios Ave
Indigenas del trepadora.
patagone amor.- Tiempos
ses antiguos
azufre
Emble-
mas Muro
comercia- de la
les casa

Se Costado Residen-
atreven de un cia en la
edificio tierra
Tradición
La leyenda del Hilo Rojo
ace mucho, mucho, tiempo, un empera-
“H
dor se enteró de que en una de las provincias de
su reino vivía una bruja muy poderosa, quien
tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del
destino y la mandó traer ante su presencia.
Cuando la bruja llegó, el emperador le
ordenó que buscara el otro extremo del hilo que
llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que
sería su esposa. La bruja accedió a esta petición y
comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda
los llevó hasta un mercado, en donde una pobre
campesina con una bebé en los brazos ofrecía
12
sus productos. Al llegar hasta donde estaba esta
campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a
ponerse de pie. Hizo que el joven emperador se
acercara y le dijo: «Aquí termina tu hilo», pero al
escuchar esto el emperador enfureció, creyendo
que era una burla de la bruja. Este empujó a la
campesina que aún llevaba a su pequeña bebé
en brazos y la hizo caer, haciendo que la bebé
se hiciera una gran herida en la frente. Luego,
ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja
y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llegó el momento
en que este emperador debía casarse y su corte le
recomendó que lo mejor era que desposara a la hija
de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día
de la boda. Y en el momento de ver por primera
vez la cara de su esposa, la cual entró al templo
con un hermoso vestido y un velo que la cubría
totalmente… Al levantárselo, vio que ese hermoso
rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.”
UN HILO ROJO
DIRECTO AL CORAZÓN
La leyenda oriental cuenta que las per-
sonas destinadas a conocerse están conectadas
por un hilo rojo, el cual nunca desaparece y
permanece constantemente atado a sus dedos,
a pesar del tiempo y la distancia.
No importa lo que tardes en conocer a
CÚCUTA, DOMINGO 22 DE ABRIL DE 2018
esa persona, ni importa el tiempo que pases sin
verla, ni siquiera importa si vives en la otra punta
del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito,
pero nunca se romperá. Su dueño es el destino.
Un hilo rojo que nos conecta. Este hilo lleva
contigo desde tu nacimiento y te acompañará,
tensado en mayor o menor medida, más o
menos enredado, a lo largo de toda tu vida. Así
es que, el Abuelo de la Luna, cada noche sale a
conocer a los recién nacidos y a atarles un hilo
rojo a su dedo. Un hilo que decidirá su futuro,
un hilo que guiará estas almas para que nunca
se pierdan…
Un hilo rojo al que no podremos imponer
nuestros caprichos ni nuestra ignorancia, un hilo
rojo que no podremos romper ni deshilachar.
Un hilo rojo directo al corazón, que conecta a
los amores eternos, a los profundos, esos que
simbolizan el antes y por los que no hay después.
El amor de una madre, de un padre, de un her-
mano, de un niño, de un amigo, de un hombre
o de una mujer… Un hilo rojo que simboliza
el amor y el interés común…Almas gemelas se
llaman, corazones entrelazados con una
o varias eternidades por vivir…