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Pues Bill Viola, The Passing. Enrique Martín Infante.

Grupo 5 -creo-

Bill Viola en The Passing hace un “ejercicio de montaje” abordando el tema del nacimiento y la
muerte. No sé si categorizarlo como cine o videoarte porque no domino las diferencias. Me gustaría
tratar la pieza con respeto por el creo que carácter personal e intimista de la obra. Engoblaría como
tema principal también la relación entre la pieza y el duelo del artista. La obra no está dirigida a
explicar una narrativa, o no demasiado. Pone mucho más peso en el aspecto contemplativo que en
desarrollar los personajes, los espacios, colocar un narrador... Utiliza las cámaras, montaje y sonido
ambiental para narrar, sin textos ni nombres. Sintetizaría sus tres temas principales en nacimiento,
muerte y el “hombre durmiente protagonista”, que entiendo que puede ser una referencia al propio
Bill Viola[1].

Según la información que he encontrado esta obra hace referencia a la muerte de su madre y el
nacimiento de su hijo. Esto coincide con lo que plantea la trama, pero aparte de la mención a su
madre al final de la película, no sé cuanto tiene de vídeo con actores, imágenes de su familia e
imágenes de archivo.

Durante los primeros minutos las imágenes son muy oscuras. Suena en off una respiración
constantemente, y lo combina con planos muy cerrados de los ojos y la cara del actor. Las imágenes
de exteriores son nocturas y apenas se distinguen montañas y un camino. Llega a hacer un efecto
que me recuerda al dolly zoom sobre las montañas, acompasado al ritmo de la respiración. Queda
una deformación de la imagen bastante desagradable.

Toda esta tensión que acumula durante largos minutos la suelta con imágenes de un niño corriendo
en una playa. Corta bruscamente, las luces son mucho más claras, la imagen más tranquila. Ha
desaparecido esa respiración agobiante, escuchamos el chapoteo. Parece un vídeo casero, eso le
aporta mucha cercanía, rompe con la oscuridad y la ansiedad anterior.

Sin embargo volvemos a unos arrefices, bajo el agua. Personalmente me angustia. A partir de aquí
comienza a intercalar planos con agua a menudo. Tanto para tratar un nacimiento, como para plantar
la duda si el hombre ahogándose con una manta es una mortaja, la sábana santa o un sueño. Poco
después introduce más iconografía que podría ser religiosa, como una paloma blanca símbolo de
trascendencia[2]. Este animal lo coloca sobre ruinas, después de poner un cuerpo sumergiéndose en
el agua. Las ruinas y los paisajes me da la sensación que los usa para ir desarrollando el estado
anímico del personaje que duerme. Visualmente conecta un tren pasando con el nacimiento de un
niño, y me gustan bastante algunas composiciones como la linterna iluminando la boca del túnel.
Algunos trozos de agua salpicando o el bebé recién nacido los mantiene durante minutos largos,
incluso ralentizando el tiempo, para subrayar mucho esos momentos.

En rasgos generales, en esta primera media hora usa sonidos distorsionados, como si se escuchasen
desde el otro lado de una sala o debajo del agua. Hace contrastes continuamente tanto de tema como
de valor lumínico. Alterna planos medios equilibrados de un niño jugando con planos oscuros y
confusos de agua, y con ángulo de cámara aberrante primeros planos gris oscuro del hombre
durmiente.

A mitad de película coloca imágenes muy lentas de un bosque, un niño jugando con un triciclo y un
plano que me llama bastante la atención.

Es un plano subjetivo, de quien entiendo que es el hombre dormido o el propio Bill Viola. Está en la
cima de una elevación rocosa, y se ve en primera persona como camina y se resbala. Da mucha
sensación de que gran parte del vídeo de la película fue tomado sobre la marcha, y que
posteriormente fue montándolo como quiso. De que no hay storyboard previo. Aporta mucha
organicidad y cercanía al conjunto, al igual que los sonidos ambientales y que la imagen sea en
blanco y negro. Me hace pensar que lo ha grabado por su cuenta, que no se ha permitido grandes
planos ni travellings ni carrete de color.

A partir de esta parte de la película, va metiendo paisajes más agradables, y coloca la primera
imagen de una mujer con un tubo de oxígeno entrándole por el cuello. Su madre supongo. Mete
unas imágenes de un desierto con árboles de Josué y la luna llena. Por motivos muy míos me gusta
el desierto de California. La Yucca recibe ese nombre porque cuando los mormones descubrieron el
árbol en el siglo XIX les recordaba a la historia del patriarca Josué implorando a Dios en el desierto
con los brazos en alto[3]. Si bien no puedo demostrar que Viola tuviese esto en cuenta, sí creo que
estas imágenes del desierto de noche transmiten un aura religiosa por todo el tiempo que pasan en

pantalla. Me llama la atención como tras un rato, rompe esta solemnidad con las luces de un coche.
Los planos subjetivos de coches en marcha creo que responden a cierta sensación de no poder frenar
lo que ha pasado, de impotencia. Otra cosa que me gusta muchísimo es como conecta todo esto
mediante el fundido, haciendo que la luz del coche se transforme en una vela que lleva su madre por
la habitación. Este salto creo que es clave porque a partir de aquí comienza a mostrar muchos más
planos cotidianos.

Esta parte comienza con un paneo larguísimo de la cámara sobre el eje vertical, en un jardín. No me
gusta demasiado, el cine de autor lento abusa de ellos y son facilones. Pero nos ubica
espacialmente. Después coloca muchos planos estáticos de la ciudad donde están, que duran menos
y me gustan mucho más. Es todo mucho menos onírico y más cercano, nos relata un viaje en coche
y el personaje que antes dormía nervioso ahora va más tranquilo en el vehículo.

En esta última parte de la película hay demasiado paneo. Creo que el paneo me irrita tanto porque
se recrea mucho en la impotencia del espectador de elegir a donde mirar. Usa uno para ubicarnos en
una casa llena de retratos familiares, nos hace pensar que los personajes que han aparecido tienen
una relación de ese tipo. El paneo dura muchísimo, y tiene un sonido constante de reloj bastante
molesto. La cámara comienza a recorrer la casa, en penumbra, y nos lleva a una habitación donde
vemos a la mujer que vimos antes que parecía hospitalizada. La cámara hace un movimiento de
derecha a izquierda de la pantalla muy lenta. Pasa por la mujer ingresada, por el cura, por los pies
de la cama y entra un fundido lateral por la izquierda que ciega todo. Da una sensación de “no hay
marcha atrás” bastante buena.

Intercala brevemente un plano de un escritorio con una lámpara, que parece que flota en la nada.
Después volvemos a ver al niño, que contrasta con la escena anterior. Está jugando con cochecitos,
esto nos subraya la interconexión que hay entre los tres personajes. Aparece otra vez el escritorio,
pero cae agua y un cuerpo se alza entre ella. Vemos lo que parecen los últimos minutos de la
persona anciana, y una luz fulgurante. Son aviones en pista. Muchos aviones. Están en tierra. Le
dedica bastante tiempo, hasta que uno despega. Creo que hay una metáfora entre la muerte del
personaje y dado el carácter cuasicatólico de anteriores elementos, la ascensión del alma equiparada
al despegue de un avión.

Para finalizar, la contradicción que lleva planteando toda la obra entre nacimiento y muerte, es
precioso como la “resuelve” con un travelling hacia atrás. El plano empieza sobre la cara de su
madre, colocada en el féretro. La cámara se va alejando poco a poco, y en un corte muy sutil, nos
encuadra la caja a un lado y las niñas a otro. Se va desplazando hacia la izquierda, hasta casi
acompañar a los niños, y el centro de atención de la imagen ya no es la abuela, sino el retrato de la
abuela siendo contemplada por sus -imagino que- nietas.

El protagonista yace tranquilo debajo del agua, parece que piensa en la escena que acabamos de ver,
no es un primer plano asfixiante como los del inicio. Transmite muchísima relajación, tampoco
parece que se esté ahogando. Es extraño. No me resuelve qué significa exactamente el agua. Me
gusta un poco no saberlo. El vídeo termina con la cámara despidiéndose del personaje, alejándose.

Respecto al agua, podría aventurarme pero prefiero no hacerlo demasiado. Puede que tenga que ver
con el río de Heráclito, como metáfora del cambio constante y dialéctico de la realidad, con el
bautizo, con el origen de la vida... Prefiero entenderlo como un recurso poético que repite Viola,
aunque escenas como beber de un vaso de agua al despertarse no creo que sean casuales. No sé, está
decente como película.

NOTAS

Referencias puntuales- No puedo adjuntar páginas porque la información del libro la extraje de una
previsualización de Google Books.

[1] http://catalogo.artium.eus/dossieres/1/bill-viola/obra/sus-obras/passing
[2] Imagen-sintética: Estudios de cine contemporáneo. José M. Santa Cruz. Google Books
[3] https://es.wikipedia.org/wiki/Yucca_brevifolia

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