Está en la página 1de 1

Las tres cosas que usa el enemigo para tentarnos:

1- Los deseos de los ojos


2- Los deseos de la carne
3- La vanagloria de la vida

El enemigo nos tentará cuando haya alguna de estas tres cosas en


nuestro interior. La tentación siempre corresponde a un deseo que
hay por dentro; si no hay ninguna de estas cosas la tentación no
tendrá ocasión en nosotros.

Debemos estar seguros de hacer morir los deseos de la carne, cada


día, de negarnos a nosotros mismos para hacer la voluntad de Dios y
de renunciar a todo orgullo, tomando la decisión de humillarnos
delante de Él, y pidiéndole que nos dé la gracia para vivir santamente
en este mundo.

Si estás siendo tentado, te recuerdo que esto no es pecado. Ser tentado


no es pecado. El pecado viene cuando cedemos a la tentación y caemos
en la complacencia de alguno de estos deseos. Por eso en este
momento reprende y resiste al enemigo de tu vida, y decide agradar a
Dios.

Apóstol Guillermo Maldonado

También podría gustarte