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Oración RAYIMAT
Clamo a Ti mi Divina Presencia de Dios,
Bendito Señor del Cielo y de la
Tierra; Para que hoy bendigas mi ser
con Tu Santa Gracia Eterna.
¡Oh Divina Providencia!
Escucha hoy mi voz.
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Gracias Glorioso Padre por el cuerpo que cada día haces más
saludable.
Gracias Bella Alma mía por ser la Dama que está a mí lado dándome
Tu Amor Incondicional.
Gracias Celestial Aurora por llevarme a los pies de Cristo para
encontrar reposo en Salvación que ofrece mi Señor Jesús.
Gracias Amado Chamuel, Caballero Angelical del Amor Divino por
sellar la Llama Rosa en mi corazón.
Gracias Gloriosos Ángeles del Rayo Rosa de la Actividad y Perfecta
Comunión. Gracias Dios por tu inconfundible y cristalino Amor.
Amén. Amén. Amén.
Práctica: Llama Rosa
Cuando creas que no gustas en un lugar y tú sí deseas agradar, busca
combinar un poco más tu ropa con colores claros [los que desees usar,
pero que estén dentro de los Siete Rayos] y cambia un poco tu
presentación personal pidiendo consejo a dos o tres personas.
Esto para cambiar un poco tu radiación. Cuando uno hace un cambio se
renueva la energía en el campo de fuerza y muchas cosas se comienzan a
acomodar como uno desea.
Amado Miguel ven a mí en una esfera protectora de Luz, aquí y ahora. (X3
veces).
Hoz doy las Gracias Poderoso Príncipe Angelical.
Ora con esta persona, realízale una meditación en la cual se vea próspero,
feliz, radiante y dile que mantenga esta imagen, que cada vez que pueda,
repita lo que sintió, la emoción de estar bien y tenga la seguridad de que
así como piense que se le darán las cosas, con firmeza en ese
pensamiento, así se manifestará para su mundo.
Después de todo, no hay sino una Inteligencia que gobierna a los demás y
es su Poderosa Presencia YO SOY .
Con todo mi amor os digo: Vigilad vuestros sentimientos y vuestro
entorno y no manifestéis sino armonía y buena voluntad hacia todos.
Habréis sellado así las puertas de la duda y del temor y habréis entrado en
la Gloria de la Luz de Oro trascendente.
Bendecíos constantemente los unos a los otros.
Si alguien comete un error, tendrá necesidad de vuestras bendiciones para
fortificarse, y si todos son impecables, entonces vuestras bendiciones
intensificarán la gloria que ya poseen.