LINGÜÍSTICA
BLOQUE 1: La estructura de las lenguas y la comunicación lingüística
TEMA 1: El lenguaje como facultad y como actividad
¿En qué consiste tener lenguaje? Tener Facultad de Lenguaje significa tener la
potencialidad de adquirir al menos una lengua natural humana de manera inesforzada;
es decir, el desarrollo se da por adquisición, es diferente del aprendizaje.
¿Qué es lo que sabemos hacer cuando sabemos hablar una lengua? Ser hablantes
nativos de una lengua nos capacita para atribuir significados a secuencias de sonidos
de manera experta (automática, espontánea). Nos capacita también para emitir juicios
correctos sobre la gramaticalidad de las secuencias lingüísticas, es decir, si una oración
está bien construida.
Sin embargo, para Chomsky el lenguaje es creativo porque los hablantes tienen la
capacidad de producir y entender un número potencialmente infinito de expresiones
nuevas; y porque sus producciones lingüísticas no responden de manera uniforme a
los estímulos, no se da una correlación entre lo dicho y las circunstancias. Por lo tanto,
la mente no es una caja negra, pues ha de funcionar como una potencia activa interna
e innata. Esto implica que existe una especie de órgano del lenguaje en el cerebro, es
decir, un sistema mental que nos ayuda a adquirir el lenguaje.
los hablantes) e innatos (forma parte de nuestra herencia filogenética, es decir, es una
característica de especie que viene especificada en nuestros genes), ya que forman
parte de la dotación biológica del ser humano, y son la base de la facultad del lenguaje
(FL) que exhibe nuestra especie. Actúan a modo de “dispositivo de adquisición del
lenguaje” (LAD), puesto que capacitan al niño para transformar los datos que recibe de
la experiencia lingüística de su entorno en un sistema de conocimiento estable, a
saber: conocimiento sobre la(s) lengua(s) habladas en su comunidad.
Para Chomsky, el Language Acquisition Device (LAD) es una metáfora que él mismo
utiliza para referirse a la facultad del lenguaje, ya que nos capacita para extraer
información de los estímulos lingüísticos del entorno desde el nacimiento,
organizándolos en un sistema de conocimiento estable que nos llevará a ser hablantes
competentes de una o más lenguas. El LAD se adquiere por dotación biológica
(herencia filogenética); contiene los Principios Universales de la Gramática; y sirve para
adquirir cualquier lengua humana.
Esta separación entre competencia y actuación ha sido de algún modo comparada con
el Estructuralismo de Saussure, teoría presentada en 1916 en la que se expone la
dicotomía lengua/habla.
SITUACIÓN
Semántica y pragmática + Gramática
Cuando nos comunicamos por medio del lenguaje podemos utilizar los signos
lingüísticos como índices o como iconos, sin que dejen por ello de ser signos.
La comprensión requiere algo más que el dominio del léxico o de las reglas
gramaticales de una lengua determinada. La interpretación no consiste sólo en
decodificar correctamente el contenido del mensaje, sino también en
completarlo adecuadamente con nuestro conocimiento del mundo. Y en la
producción operan mecanismos similares: en muchas ocasiones no decimos
exacta y literalmente lo que queremos comunicar. Ponemos necesariamente en
funcionamiento conocimiento y capacidades que no pueden describirse en
términos gramaticales. Por tanto, reducir toda la comunicación humana al uso
del código es incorrecto.
4) No todo el uso del lenguaje es comunicativo. Tiene que haber vida sin
lenguaje, los humanos no pueden depender del lenguaje para comunicarse.
La arquitectura de las lenguas. Podemos decir que el lenguaje está formado por la
cognición, la estructura y la sociedad. De lo referente a la estructura se ocupa la
lingüística interna.
La fonética estudia los sonidos como elementos fisiológicos y físicos. En efecto, una
misma unidad distintiva puede realizarse por medio de distintos alófonos, que son las
variantes contextuales de un fonema. Sin embargo, los hablantes no perciben los
alófonos como unidades diferentes, precisamente porque carecen de función
distintiva. Además, de todos los sonidos que podemos producir sólo unos pocos
forman parte del inventario fonológico de cada lengua, pero como la fonética es
universal trata de recoger todos los fonos de todas las lenguas y establecer un alfabeto
fonético internacional.
No debemos confundir los fonemas con las grafías. Los fonemas son representaciones
mentales de sonidos, mientras que las grafías son convenciones gráficas para
representar por escrito esos sonidos. Aunque el sistema ortográfico del español es de
los más transparentes que existen, la correspondencia entre grafía y fonema no es
perfecta, de manera que un mismo fonema puede corresponderse con distintas grafías
(por ejemplo, <b> y <v> para /b/). También puede ocurrir que una misma grafía sirva
para representar distintos fonemas dependiendo del contexto gráfico en que aparezca.
Así, <c> representa el fonema /k/ cuando va seguida de las grafías <a, o, u>, pero
representa el fonema /θ/ cuando va seguida de las grafías <e, i>. Los alógrafos son
cada una de las representaciones de una misma letra (<a>, <A>, <a>, <A>).
Morfología. Tal y como se describía antes, la morfología está formada por el inventario
de morfemas y el inventario de palabras (hechas) del inventario fonológico, y forma
parte del componente creativo (o generativo) de las lenguas.
Igual que los fonemas se pueden manifestar por medio de distintos fonos, los
morfemas pueden hacerlo por medio de distintos morfos, secuencias concretas de
fonemas en que se realizan los morfemas. Diferentes morfos de un mismo morfema
son llamados alomorfos (por ejemplo, en español existen alomorfos de plural [-s, -es],
como en perro-s y pared-es). Se trata de la manifestación fonológica concreta de un
mismo morfema en distintos contextos morfofonológicos.
El componente morfológico consta de una serie de reglas que permiten a los hablantes
combinar los morfemas de su inventario léxico entre sí para formar palabra
(morfología flexiva), o bien para crear palabras nuevas (morfología derivativa). Estas
reglas establecen que no todos los morfemas flexivos sean aplicables a todas las raíces
(por ejemplo, los morfemas de tiempo, aspecto y modo no se aplican a lexemas de
categoría nominal), y también establecen que no todos los sufijos derivativos puedan
aplicarse a todas las bases léxicas (así, por ejemplo, el morfema derivativo –iz- requiere
combinarse con bases adjetivas para poder derivar un lexema verbal, y requiere
además añadir el morfema flexivo verbal correspondiente de manera simultánea,
como en comercial-iz-ar). Los hablantes nativos de una lengua tienen un conocimiento
operativo de estas reglas, y por eso saben que el sustantivo derivado del verbo
comunicar es comunicación y no *comunicancia, a pesar de que el sustantivo derivado
de instar sea instancia. Al igual que el conocimiento de la combinatoria sintáctica, el
conocimiento de la combinatoria morfológica es tácito, latente, implícito, pero
funciona en la práctica. Y por esto la morfología forma parte del componente creativo
de las lenguas.
Seguramente segur-a-mente
Segur- -a -mente
Globalización glob-al-iz-a-ción
Al igual que los procesos sintácticos, los procesos morfológicos presentan propiedades
de contención (si bien limitada) y jerarquía (no podemos añadir cualquier afijo en
cualquier posición ni podemos derivar palabras de cualquier categoría gramatical por
medio de cualquier morfema derivativo).
Sintaxis. Es el siguiente nivel gramatical, pues se ocupa de las reglas gramaticales. Tal y
como se veía en el esquema de la arquitectura de las lenguas, la sintaxis forma parte
del componente creativo (o generativo) de las lenguas, son frase y oraciones formadas
a partir del inventario de construcciones (hechas) del inventario fonológico.
Además, las relaciones sintácticas son jerárquicas, pues unos elementos rigen a otros.
Esto se manifiesta en marcas de concordancia entre los elementos dominantes o
nucleares y los dominados por ellos, lo que nos permite percibir la existencia de
relaciones a distancia en el marco de las oraciones. Por ejemplo, un verbo siempre rige
la concordancia respecto al sintagma sujeto; y en la oración “Si no le devuelves a María
el libro mañana, entonces no podrá entregar el trabajo a tiempo por tu culpa”,
percibimos que el pronombre objetivo le se relaciona a distancia con el sintagma a
María y con el núcleo verbal de la oración principal podrá, mientras que la segunda
persona expresada en el núcleo verbal de la subordinada condicional devuelves lo hace
con el pronombre posesivo tu del último constituyente oracional.
La semántica léxica no llega muy lejos pero intenta analizar estas expresiones en
componentes menores llamados semas, es decir, intenta generar relaciones
semánticas básicas basadas en conceptos. El análisis de una unidad léxica en semas no
pretende lograr una definición exhaustiva de todos los matices de significado,
interesan sólo los semas que establecen oposiciones significativas y permiten organizar
las palabras en microsistemas (paradigmas). Por ejemplo, en el grupo “madre, mujer,
niña, hermana”, los semas en común podrían ser los de ser humano de género
femenino y los de familia.
o Relaciones de identidad
Sinonimia: <concejal, edil>; <perro, can>
o Relaciones de contradicción (no hay grado medio), contrariedad (sí hay grado
medio) e inversión
Antonimia: <vivo, muerto>; <alto, bajo>; <tío, sobrino>
o Relaciones de inclusión
Hiperonimia/hiponimia: el hipónimo incluye a sus hiperónimos, también
llamados coipónimos. Ejemplo: <perro, animal>; <silla, mueble>
Meronimia: representa un todo (holónimo) y sus diferentes partes
(merónimos). Ejemplo: <bicicleta, manillar>
Por ejemplo:
o Juan corre = Ca
o Juan es rubio = Ra
o Juan es un hombre = Ha
o Dar: hacer alguien voluntariamente que una cosa que posee pase a otro.
Funciones temáticas:
Las funciones temáticas NO son lo mismo que las funciones sintácticas, por ejemplo:
Los nombres comunes y adjetivos, puesto que pertenecen al mismo tipo semántico
que los predicados verbales, tienen también estructura argumental. Admiten como
mínimo un argumento (aquel del que se predican). Por ejemplo: Este coche es azul –
AZUL (b).
Disciplinas externas:
Disciplinas aplicadas:
o Traductología
o Lingüística Forense
o Lingüística Clínica
o Lingüística Computacional
Propiedades de la señal:
- Físicas:
o Canal vocal-auditivo: el ser humano es el único ser vivo capaz de
comunicarse por el medio vocal-auditivo, mediante el cual, según
Hockett, “las señales que se emiten consisten íntegramente en pautas
de sonido, producidas mediante movimientos del aparato respiratorio y
del sector superior del digestivo […] Las señales se reciben por medio de
los oídos”. Los animales tienen otros canales de comunicación, como el
cinético-táctil (en el caso de las abejas) o el químico-olfativo (hormigas).
Esta propiedad no es considerada del todo privativa, pues el canal vocal-
auditivo no es la única vía de transmisión y recepción de las lenguas
naturales humanas. En la actualidad, se calcula que hay unas 130
lenguas de signos vivas en el mundo, las cuales utilizan la vía cinético-
visual. Por tanto, el primer rasgo definitorio del lenguaje humano tal y
como lo propuso Hockett debe ser revisado para dar cabida a este
hecho.
o Transmisión irradiada y recepción dirigida: según algunos estudios, el
lenguaje humano tiene una retransmisión irradiada, es decir, la señal de
la emisión circula en todas las direcciones posibles y quien recibe el
mensaje es capaz de saber de dónde viene. De nuevo, esta propiedad
debe ser revisada pues el lenguaje de signos, debido al uso de la vía
cinético-visual se caracterizan por un tipo de transmisión local (no
irradiada, sino dirigida específicamente al receptor) y por una recepción
directa, necesariamente orientada hacia la señal.
o Evanescencia rápida: las señales se desvanecen rápidamente en el
tiempo y, a menos de ser captadas en el momento justo, se pierden. El
aspecto positivo de esta propiedad es que “impide que los mensajes ya
transmitidos cubran desordenadamente el canal de comunicación e
imposibiliten la transmisión de otros nuevos”.
o Carácter discreto: los diferentes sonidos que conforman el lenguaje
deben poder diferenciarse perfectamente unos de otros, no pueden ser
indefinidamente similares. Un sonido lingüísticamente diferenciado es
una unidad discreta. Las lenguas disponen de inventarios fonológicos
constituidos por unidades discretas. Otras especies, como las abejas,
producen señales que varían analógicamente en función de la dirección
y distancia a la que se encuentre el alimento, sin que pueda
- Propiedades simbólicas:
o Semanticidad: lazos asociativos entre elementos de un sistema con
cosas y situaciones, relación entre el significado y la referencia asociada.
Un sistema es semántico cuando su funcionamiento depende de dichos
lazos. Es asemántico cuando la señal no tiene un significado asociado
(pájaro pinzón cebra).
o Arbitrariedad: en un sistema semántico de comunicación hay iconicidad
según el parecido de cada signo a su denotación en términos físicos o
“en la medida en que todo el repertorio de signos del sistema muestra
similitud geométrica con todo el repertorio de significados”. Un ejemplo
de iconicidad es la orientación de la danza de las abejas, ya que con
respecto al eje del panal indica la dirección de la fuente de alimento. Si
un signo no es icónico decimos que es arbitrario, como es el caso de la
ballena o de microorganismos.
o Propiedades estructurales:
Doble articulación (o dualidad de patrón):
1ª articulación: al segmentar los mensajes lingüísticos en
unidades menores, descubrimos que tienen componentes
regulares reutilizables. Las unidades de la primera articulación
son los signos lingüísticos: cadenas fónicas (significantes)
asociadas a significados de manera constante (y por tanto
reutilizables). No hay una denominación universal para las
unidades de la primera articulación, pero para Martinet son
monemas (morfemas léxicos + morfemas gramaticales),
unidades mínimas con significado. No hay que confundirlos con
las palabras, pues por ejemplo la palabra leonera consta de dos
monemas (león- y –era).
2ª articulación: los monemas, a su vez, se componen de
unidades más pequeñas, también reutilizables. Las unidades de
la segunda articulación son las unidades sonoras discretas:
producciones fónicas distintas. Estas unidades se llaman
fonemas, las unidades mínimas con valor distintivo. Su
característica fundamental es que no tienen significado en sí
mismas, pero se combinan entre sí para crear monemas, que sí
lo tienen.
Comparemos ahora las siguientes propiedades del lenguaje humano con el mundo
animal, pues algunos animales comparten propiedades del lenguaje con nosotros.
Los monos vervet comparten muchas de las propiedades del lenguaje humano: la
evanescencia rápida, el carácter discreto, la semanticidad, la arbitrariedad, la
prevaricación y la intercambiabilidad. En cuanto a la transmisión cultural, ellos tienen
transmisión tradicional. Los monos vervet emiten chillidos para avisar a sus
compañeros de posibles ataques de animales, estos chillidos son individualizados, pues
a cada uno de los depredadores les corresponde un sonido diferente.
Las aves pinzón cebra también comparten numerosas propiedades del lenguaje
humano: la evanescencia rápida, el carácter discreto, en cierto modo también la
semanticidad, la especialización y la retroalimentación. Y, al igual que los monos
vervet, la transmisión cultural. El canto del pinzón cebra tiene finalidad de cortejo y
posee propiedades combinatorias, su canto se divide en sílabas y cada pájaro tiene un
tutor asignado para aprender e individualizar su propio canto de cortejo.
Articulación
Fonación
Respiración
El encéfalo es el centro de la creación del lenguaje. Está formado por tres partes: el
tallo cerebral, el cerebelo y el córtex. El córtex está a su vez subdividido en dos
hemisferios: el izquierdo y el derecho. El hemisferio izquierdo es la parte analítica y el
hemisferio derecho es la parte creativa. Ambas partes están unidas por un cuerpo
calloso. En el córtex cerebral existe contralateralidad, es decir, que cada hemisferio se
ocupa del lado opuesto del cuerpo.
El área de Broca y el área de Wernicke son las áreas principales respecto al lenguaje.
Cada zona cerebral tiene una citoarquitectura distinta, es decir, que cada parte del
córtex está formada por diferentes tipos de células. Estas células pueden crecer
aumentando el tamaño de la zona, pero la caja craneana no puede crecer.
El área del giro angular está también conectada al córtex visual posterior, y de esa
unión se crea la relación entre el sonido y la grafía. Esta área tiene la posibilidad de
sufrir un daño específicamente lingüístico, que podría derivar en un trastorno para la
lectura o algún tipo de afasia.
Las afasias son trastornos producidos por la lesión de las áreas corticales perisilvanas
implicadas en el procesamiento y/o la producción del lenguaje. Son por tanto
trastornos del lenguaje que se caracterizan por la incapacidad o la dificultad de
comunicarse mediante el habla, la escritura o la mímica. Sus causas más comunes son:
o ACV: Accidente cerebro-vascular o ictus
o TCE: Traumatismo cráneo-encefálico
o Tumores cerebrales
Síntomas:
o Gran dolor de cabeza
o Problemas para hablar
o Pérdida de sensibilidad u hormigueo
o Asimetría facial
o Pérdida de visión total o parcial
La clave está en la detención. Sólo el 55% de los españoles llega al hospital en las tres
primeras horas, y de éstos sólo el 20% es asistido de manera urgente por un
neurólogo. Una cuarta parte de los pacientes con ictus no ingresa en un servicio de
neurología. La mortalidad por ictus es tres veces menor si el enfermo es atendido en el
hospital por un neurólogo. La atención por un neurólogo duplica las posibilidades de
que una persona con ictus pueda valerse por sí misma tras el alta hospitalaria.
Tipos de afasia. La afasia es diferente según a qué zona cerebral afecte. Existen 5 tipos
principales:
o Afasia de Broca (motora o de producción)
o Afasia de Wernicke (sensitiva o de comprensión)
o Afasia mixta
o Afasia de conducción
o Afasia anatómica (habitualmente se trata de lesiones poco graves)
Las
formas
fónicas
de las
palabr
as dan
acceso
a
concep
tos en
nuestr
a
memor
ia
semántica que, a escala cerebral, son redes neuronales distribuidas entre las áreas
corticales encargadas de procesar los diferentes rasgos sensoriales del estímulo
(forma, color, sabor, olor, movimiento, textura, sonido....etc.).
La neuropsicóloga Karalyn Patterson propone la existencia de un centro amodal para el
procesamiento semántico (semantic hub), situado en los lóbulos temporales anteriores
de ambos hemisferios, en áreas de corteza asociativa de alto nivel, donde convergen
las representaciones de todas las áreas de modalidad específica. En este contexto, las
unidades léxicas se contemplan también como una modalidad de entrada o salida
equiparable a cualquier otra modalidad sensorial.
Los problemas para la producción del habla que sufren los enfermos de Parkinson son:
o Menor función respiratoria, que provoca un menor rango de intensidad
en el habla.
o Mayor tensión laríngea y menor motilidad labial, que provocan una
mayor fonación, pronunciación imprecisa de consonantes y vocales,
intensidad y variabilidad en la prosodia, un ritmo alterado y pausas en el
habla.
¿De qué modo se procesa en lenguaje en el cerebro humano? Uno de los grandes
misterios del cerebro humano es la forma en que comprende el lenguaje y lo produce.
Ha habido grandes avances en la identificación de las regiones cerebrales implicadas
en el habla.
En 1861 Paul Broca descubrió que los sujetos con dificultad para hablar, a pesar de
comprender lo que se les decía, solían tener lesionada cierta zona del hemisferio
cerebral izquierdo, hoy conocida como Área de Broca.
En 1874 Carl Wernicke descubrió que en ciertos pacientes capaces de expresarse con
fluidez, pero que acusaban serias limitaciones de comprensión de lo que oían, era
típica una lesión de otra región del hemisferio izquierdo, hoy el Área de Wernicke.
Se suele decir que el hemisferio izquierdo es verbal y el derecho espacial. Uno de los
principales enigmas sobre el cerebro humano es la razón de que el habla se encuentre
asentada donde lo está. La ubicación de las áreas de Broca y de Wernicke parece
lógica: el área de Wernicke, implicada en la comprensión del habla, se encuentra
próxima a la corteza auditiva, región del cerebro que recibe las señales de los oídos; el
área de Broca, que participa en la producción del habla, está ubicada al lado de una
sección de corteza motora que controla los músculos de la boca y de los labios.
Los signos del lenguaje. Está muy extendida la errónea opinión de que el lenguaje de
señas no es sino una colección deslavazada de gestos y pantomimas, ejecutados para
lograr una forma rudimentaria de comunicación. Sin embargo, la verdad es que los
lenguajes mímicos o gestuales de los sordomudos constituyen sistemas lingüísticos
altamente estructurados, de complejidad gramatical equiparable a la de los hablados.
Estos lenguajes poseen elaboradas reglas para la formación de los signos individuales y
de las frases por ellos expresadas. Además, no existe un lenguaje mímico universal.
Los sordos de países distintos utilizan señas muy diferentes; de hecho, un sordo que
aprenda de adulto un segundo idioma mímico siempre tendrá “acento” al expresarse.
Por otra parte, los lenguajes gestuales no son meras traducciones a signos manuales
de los lenguajes hablados de su comunidad. Los lenguajes por señas norteamericano y
británico son mutuamente incomprensibles.
Aunque los lenguajes hablados y gestuales comparten las propiedades abstractas del
lenguaje, difieren radicalmente en cuanto a su forma externa. Los lenguajes hablados
se codifican mediante cambios acústico-temporales, es decir, variaciones en los
sonidos a lo largo del tiempo. Los lenguajes gestuales, en cambio, se basan en cambios
espaciovisuales para indicar los contrastes lingüísticos.
¿Cómo afecta esta diferencia formal a la organización neuronal del lenguaje? Por
tener los signos un código visual-espacial, cabría conjeturar que el lenguaje mímico
viniera respaldado por sistemas del hemisferio derecho del cerebro. Y,
correspondientemente, podría deducirse que en los sordos que utilizan lenguajes
gestuales el área homóloga del área de Wernicke habría de encontrarse próxima a las
regiones cerebrales asociadas al procesamiento visual, y que la homóloga del área de
Broca se hallaría cerca de la corteza motora que controla los movimientos de manos y
brazos. Se descubrió que el lenguaje mímico de los sordos que sufren lesiones
cerebrales presenta deficiencias, y que éstas se asemejan a la afasia de Wernicke o de
Broca. Además, sorprendentemente se descubrió también que las lesiones cerebrales
responsables de estas afasias en los hablantes de lenguas de signos correspondían a
áreas del hemisferio izquierdo; y que se hallaban situadas justo en donde sería de
esperar en pacientes de audición normal y dificultades parecidas.
La facultad del lenguaje consta de muchos componentes. Una persona con audición es
capaz de percibir y distinguir los sonidos aislados del habla y las palabras que estos
componen, pero puede a veces resultarle difícil distinguir entre “poca” y “boca”. Ha de
lograr, por otra parte, distinguir las desinencias morfológicas, las construcciones
sintácticas, los matices de entonación y demás rasgos suprasegmenales. Por último,
para efectuar un discurso extenso es preciso establecer mantener vínculos coherentes
entre los individuos, los lugares y los acontecimientos a lo largo de un gran número de
oraciones.
Esta imagen más elaborada del cerebro plantea una interesante cuestión: ¿guarda
relación semejante reparto de capacidades espaciovisuales entre los dos hemisferios
con el reparto de capacidades para el lenguaje por señas? Se puede considerar que
tanto las señas individuales como las frases constituyen piezas del lenguaje, mientras
que un discurso extenso puede representar la forma en que tales piezas se ensamblan.
Cabría esperar que el hemisferio dominara en la producción y comprensión de señas y
frases porque estos procesos dependen de capacidades espaciales a nivel local. Y
podría ser que el hemisferio derecho predominara a la hora de establecer y mantener
un discurso coherente en lenguaje de señas porque estos procesos dependieran de
capacidades de nivel global.
La investigación confirmó que muchas de las personas sordas con LHD que se expresan
por señas encuentran difíciles los párrafos prolongados: su narración está llena de
incisos y comentarios tangenciales, e incluso de fabulaciones, dificultades que también
suelen sufrir los pacientes con audición y LHD. Sin embargo, algunos sordos con LHD se
encuentran con otro problema al expresarse por señas. En el lenguaje gestual, el
discurso tiene una organización espacial peculiar: cuando cuenta por señas una
historia que tiene muchos personajes, para identificar a cada uno se le asigna una
determinada ubicación en el espacio. El espacio situado frente al narrador se convierte
en una especie de escenario en el que cada personaje ocupa un puesto propio. Los
estudios descubrieron que algunos de los narradores con LHD conseguían centrarse en
un tema para su discurso, pero no eran capaces de situar un marco espacial para los
personajes de sus narraciones.
Parece ser que estos tipos de dificultades discursivas que sufren los pacientes con LHD
no se encuentran vinculados con deficiencias en sus facultades espaciales no
lingüísticas. Resulta claro que los sistemas cognitivos del hemisferio derecho que son
soporte de las facultades espaciales no lingüísticas difieren de las utilidades para
mantener un discurso prolongado.
En cuanto a los gestoparlantes sordos con LHI, sus afasias del lenguaje mímico no
están provocadas por deficiencias en facultades espaciales del sistema local. No se
encuentra correlación entre la severidad de las deficiencias espaciales de nivel local en
los sujetos con LHI y la severidad de sus afasias. Contra lo esperado, las facultades de
expresión de gestoparlantes de toda la vida parecen ser independientes de sus
destrezas espaciales no lingüísticas.
Para establecer con certeza qué partes del cerebro intervienen en el lenguaje de señas,
los investigadores tendrían que examinar docenas de sordos expertos en el lenguaje
gestual que sufrieran además lesiones en los lugares deseados, y aun así tardarían
décadas en descubrirlas todas. Sin embargo, la introducción de técnicas no invasivas
de obtención de imágenes cerebrales han proporcionado a la ciencia nuevos
instrumentos para sondear en las bases nerviosas del lenguaje.
Los investigadores se han servido de estas técnicas para investigar la función del área
de Broca en la producción del habla y en la expresión por señas. Los resultados
obtenidos con su ayuda han permitido ver que el área de Broca se activa en los
pacientes con audición cuando hablan y en los pacientes sordos cuando se expresan
por señas. Las imágenes cerebrales han confirmado también que las regiones que
intervienen en la comprensión del lenguaje de señas son en gran medida las mismas
que intervienen en la comprensión del lenguaje hablado.
La Hipótesis del Período Crítico (HPC) sostiene que hay un lapso de tiempo durante el
cual es necesario que el individuo esté en contacto con el entorno para que pueda
desarrollar alguna capacidad biológica.
“Neuroscientists find important time factor in second-language acquisition. The study
concludes that the pattern of brain development is similar if you learn one or two
languages from birth. However, learning a second language later on after gaining
proficiency in the first (native) language does in fact modify the brain's structure,
specifically the brain's inferior frontal cortex. The left inferior frontal cortex became
thicker and the right inferior frontal cortex became thinner.” Study by the Montreal
Neurological Institute and Hospital - The Neuro at McGill University and Oxford
University (The Medical News, 30 August 2013)
La HPC dice que si un rasgo (físico o cognitivo) está biológicamente condicionado:
o Presenta un mismo patrón de desarrollo en todos los miembros de la especie
(adquisición en etapas).
o Existe un período crítico para su adquisición.
Ejemplos en otras especies:
o KONRAD LORENZ (1903-1989) La adquisición de la impronta en gansos
presenta un período crítico de entre 9 y 21 horas tras la ovación.
o Para adquirir el trino de apareamiento, el gorrión de cabeza blanca necesita
escuchar el canto de otros machos adultos. Tiene que hacerlo, además, entre 7
y 60 días tras el nacimiento (PERÍODO CRÍTICO). De otro modo: entre los 60 y
100 días, el gorrión sólo adquiere la forma básica; después de 100 días, ya no
cantará de manera normal y tendrá dificultades para encontrar pareja.
En lo que se refiere a humanos, la HPC es una hipótesis no contrastada, lo que nos
lleva al “experimento prohibido”: aislar a un niño recién nacido de la sociedad y
comprobar si desarrolla la facultad del lenguaje por sí mismo.
Los “experimentos naturales”:
o Víctor de Aveyron: niño encontrado en Toulouse en 1790 con 12 años,
habiendo vivido solo durante todo ese tiempo. Fue tratado por el doctor Jean
Itard, y aunque demostraba gran capacidad simbólica, los avances en
morfosintaxis fueron prácticamente nulos. Inspiró la película de François
Truffaut “El Niño Salvaje”. Se duda de la presencia de un retraso cognitivo.
o Isabelle: nacida en Ohio (1938?) y encerrada con su madre sordomuda durante
6 años y medio. Cuando se la encuentra carece de lenguaje oral pero progresa
rápidamente: en 2 meses vocaliza y construye frases cortas; en 18 meses (a los
8 años de edad) alcanza el desarrollo lingüístico propio de los niños de su edad.
o Genie: nacida en California en 1958. Vivió atada a un orinal desde los 18 meses
y fue encontrada en 1972 a los 14 años de edad, sin lenguaje. Poseía una
capacidad simbólica de uso desplazado, pero no llegó a desarrollar una
gramática. También se duda si poseía un retraso cognitivo, aunque mientras se
financió su tratamiento todo indicaba que su ritmo de aprendizaje era
perfectamente normal.
Según Yule, hay etapas de aprendizaje, pero son flexibles y están sujetas a variación en
cada niño. Según Fernández López y Pero Vázquez “examinar producciones
espontáneas de habla infantil significa enfrentarse a un amplio número de fenómenos
que van a mostrarse ante el observador de modo desordenado y solapado”.
Por lo tanto, desde un punto de vista generativista, podemos descartar varios medios
populares de aprendizaje.
atención al modo en que sus hijos dicen las cosas, aunque sí parecen
preocuparse por lo que los niños dicen.
o Un segundo problema que entraña la hipótesis de la corrección de los
errores es que los niños, con frecuencia, no responden
satisfactoriamente a dichas correcciones.
A mediados del siglo XIX la Sociedad Lingüística de París prohibió tratar ciertos temas,
entre ellos el origen del lenguaje, pues lo consideraban pura especulación y tachaban
de pérdida de tiempo la investigación de la “protolengua”. No se sabe a ciencia cierta
cómo se originó el lenguaje, pues no hay fósiles cerebrales válidos. Lo que sí se sabe es
que la teoría del lenguaje como capacidad naturalmente desarrollada de hablar, pero
transcrita, es falsa.
En la especulación sobre los orígenes del lenguaje se encuentran varias hipótesis:
o Hipótesis relacionadas con el sonido natural
Teoría del guau-guau (o ding-dong): sostiene que las protopalabras
podrían haber sido imitaciones de los sonidos naturales de las cosas.
Problemas: “no es fácil ver de dónde vienen los nombres de las cosas de
nuestro mundo que no emiten sonidos, por no mencionar las entidades
abstractas (...). Además, también podría provocarnos un cierto
escepticismo una teoría que parece asumir que una lengua es un
conjunto de palabras utilizadas como “nombres” de entidades” (Yule,
1998:13).
Teoría de los gritos emocionales (o del pooh-pooh): sostiene que los
sonidos originales de las lenguas provienen de la expresión de
emociones como el dolor, la alegría, el enfado...etc. Problemas: “los
ruidos expresivos que la gente hace cuando reacciona emocionalmente
contienen sonidos que no son utilizados para nada más en su lengua y
que, por tanto, difícilmente pueden ser considerados posibles sonidos-
origen” (Yule, 1998:13).
manera tensa, y la reacción al ver a un tigre suelto es salir corriendo. Esto, de manera
no intencional, envía señales comunicativas a quien nos ve.
Ejemplos:
Deducimos tres cosas: de manera intencional, la mujer nos ha comunicado que está
casada, y que por tanto es ama de casa. Sin embargo, de manera no ostensiva, sin
saberlo, también nos comunica que es una mujer anticuada.
Las señales ostensivas son intencionales, pero la intención debe ser manifiesta por el
emisor, es decir, el interlocutor debe conocer el carácter intencional del estímulo. Si la
intencionalidad no es manifiesta, la señal es no ostensiva.
Las señales ostensivas establecen un tipo de comunicación llamado comunicación
ostensiva. La señal se interpreta como la prueba o premisa de la intención del emisor,
que habrá de deducirse de tal prueba. Por eso se llama comunicación ostensivo-
inferencial.
Las señales ostensivas no funcionan sin la Teoría de la Mente, pues si no fuéramos
capaces de atribuir conocimientos y creencias a otra persona, no podríamos
decodificar correctamente muchos mensajes.
parte de los alumnos se quedaron, aunque es posible que ese “algunos” sea parte de
“todos”). Las deducciones pueden no tener nada que ver con la intención del hablante,
aunque el mensaje sea índice de lo que deduzcamos. El sujeto en la comunicación usa
pues:
o Datos. Los tenemos en dos niveles: el entorno cognitivo (una especie de
enciclopedia mental, todo lo que uno puede manejar como verdadero; cuando
llega información nueva se modifica) y el estado cognitivo (datos con cierto
nivel de activación, dependiendo de lo que requiere el momento). El ser
humano piensa con el ESTADO cognitivo, que se activa según la ocasión en la
que el sujeto se encuentre. Somos capaces de leer el entorno y el estado
cognitivo de otra persona, aunque sea una conjetura, como si fuéramos
telépatas. Esto condiciona lo que decimos y lo que callamos. Por ejemplo,
cuando un alumno pregunta al profesor “¿cuándo es el examen?”, el profesor
puede simplemente responder “18 de enero” porque asume que el alumno
sabe que se refiere a que “el examen es el 18 de enero”. El estado cognitivo
utiliza representaciones cognitivas fuertes y débiles. Las representaciones
cognitivas fuertes son contables, secuenciales, atributos lógicos. Es el
pensamiento lógico y estructurado que se ocupa de la actividad intensa. Las
representaciones cognitivas débiles son no contables, pueden ser muchas y
simultáneas (pánico, instinto…). Son las encargadas de emociones, impresiones
y sentimientos, y son utilizadas, por ejemplo, por publicistas que crean
anuncios que nos hacen sentir algo concreto. Se deduce entonces que cuantos
más pensamientos emotivos tenga un sujeto, más desciende su nivel de
racionalidad.
o Razonamiento espontáneo. Es un término paradójico porque, obviamente, en
cuanto lo piensas deja de ser espontáneo. Tiene las siguientes características:
Carácter experto, no reflexivo, movido por la experiencia, que sería
similar a la conducta automática pero no a la conducta refleja, pues el
carácter experto implica una conducta consciente. Las conductas son
motivadas por intereses, expectativas, presunciones…
Accesibilidad. Esto quiere decir que razonamos sólo con los datos más
accesibles que podemos encontrar, entendiendo por accesible aquella
información relacionada con los temas tratados en la conversación,
dejando a un lado la lógica si es necesario. Lo que hace aun dato
accesible es su nivel de activación y una cadena de deducciones breve.
Es decir, que cuanta más larga sea la cadena de relaciones y referencias
más inaccesible será el dato
Reducción de supuestos. Interviene poco en la comunicación porque
tiene poco que ver con el lenguaje; el ser humano desenreda el
lenguaje, no lo enreda.
Mundo cerrado. Significa que el ser humano supone que lo sabe todo,
con consecuencias tales como el razonamiento por defecto y la
categorización por defecto. El razonamiento por defecto asume como
ciertas aquellas cosas de las que no conste su falsedad. La
categorización por defecto está interesada en no confundir conceptos
similares. Por defecto el ser humano asume los rasgos típicos y no los
esenciales de un objeto o un ser, los rasgos típicos son discriminativos
(por ejemplo, al pensar en una vaca lo primero en lo que pensamos es
en sus cuernos, su rasgo típico, y no en sus ojos, un rasgo esencial).
Inferencias.
o Implicación. Su verdad es incompatible con la falsedad de lo dicho, no se
sostiene cambiando el signo de la oración y está ligada al significado de las
palabras. Debe considerarse de hecho como un fenómeno semántico. Por
ejemplo, de la oración “Juan es abuelo de Pedro” se deduce que Pedro es nieto
de Juan, y que Pedro es más joven que Juan. La implicación se daría porque que
Juan es abuelo de Pedro es incompatible con que Pedro sea abuelo de Juan o
con que sea más viejo que Juan.
o Presuposición. Deducción cuya verdad es necesaria, pues si es falsa, lo dicho no
tiene sentido. Se deduce de la verdad y de la falsedad de lo dicho, es defectible
(puede faltar) y se procesa con nivel bajo de atención. La verdad de la
compleja que podemos asociar con una secuencia lingüística. Cualquier frase se
asociará con distintas proposiciones según contextos. El significado de una frase, casos
de ambigüedad aparte, es constante. Si el significado es constante y la proposición
varía, el significado no equivale a la proposición que el receptor representa. El
significado siempre es más vago que una proposición completa. Se trata de una forma
lógica, que es una estructura conceptual con relaciones veritativas, pero sin valor
veritativo. La forma lógica (el significado de la frase) se enriquece con el contexto para
completar una proposición. La proposición (forma lógica + contexto) que el emisor
quiere asociar con sus palabreas se denomina explicatura. La explicatura es una
proposición que resulta del desarrollo de la forma lógica a partir de la información
contextual, es la proposición de cuya verdad depende la relevancia del mensaje. La
implicatura es lo que deducimos para que sean relevantes las palabras que recibimos.
El contexto interviene dos veces: para completar la forma lógica, y para deducir las
implicaturas.
Por lo tanto:
es parte de la información que se comunica. La metáfora y la ironía son dos ejes del
sentido figurado. Se recurre al sentido figurado para bajar el coste de procesamiento
que requiere la información comunicada. El receptor abandona el sentido literal
cuando percibe la imposibilidad de alcanzar información relevante a partir de él.
La comunicación y el sentido. Entre los índices que sirven para comunicarse están los
índices lingüísticos. Un enunciado es un índice del sentido deseado por el emisor, no
una codificación de lo que se quiere decir. El destinatario infiere el sentido deseado a
partir del índice proporcionado y del contexto. Si el emisor deja gran parte del trabajo
inferencial al destinatario no es que se abstenga de codificar todo. Los códigos
humanos, que son incomparablemente más ricos que los de otros animales, no tienen
ni la exhaustividad ni la univocidad. Los códigos humanos son siempre ambiguos e
incompletos, y no permiten codificar completamente lo que se quiere decir. Esto dice
la hipótesis del modelo inferencial de la comunicación humana, que se puede resumir
en tres tesis:
o El emisor produce un índice del sentido deseado.
o El destinatario, en todos los casos, infiere ese sentido deseado a partir del
índice proporcionado y del contexto.
o Un enunciado lingüístico es un índice complejo del sentido deseado por el
emisor, no es una codificación de ese sentido deseado.
¿Cómo logra el destinatario de un acto de comunicación reconstruir lo que quiere decir
el emisor a partir de los índices que éste le proporciona y del contexto? ¿Qué aptitud
psicológica se pone en marcha? La hipótesis siguiente explica que la comprensión
inferencial es posible gracias a una capacidad psicológica característica de los
humanos, la capacidad para representar mentalmente las representaciones mentales
de los demás, conocida como capacidad metarrepresentacional o Teoría de la Mente.
Los seres humanos siempre son psicólogos espontáneos más o menos atentos a los
estados mentales de los demás. Es posible que los grandes simios tengan un mínimo
de capacidad metarrepresentacional, y aunque la tuvieran sería radicalmente
rudimentaria. En cambio, para los seres humanos nada es más automático, más
espontáneo y más constante que el hecho de vernos los unos a los otros movidos por
los estados mentales.
En ausencia de una capacidad metarrepresentacional, las otras especies animales ven
el comportamiento de otros animales como movimientos de un cuerpo. La capacidad
metarrepresentacional permite entender que tales movimientos se rigen por
intenciones y son guiados por un conocimiento, y así entender mejor y predecir el
comportamiento de los demás. Este poder predictivo enriquece las posibilidades de
cooperar con los otros, protegerse de ellos o incluso sacar provecho de ellos. La
capacidad metarrepresentacional tiene por función principal permitir una mayor
riqueza de interacciones entre los miembros de la especie. Sin embargo, la capacidad
Azar y casualidad en el cambio. Las tres fases del proceso evolutivo son las siguientes:
- Variedad, que se desarrolla en los genes.
- Selección, que se desarrolla en los individuos.
- Evolución, que se desarrolla en la población.
La primera fase, la variedad, aparece a través del azar. En cambio, la segunda fase, la
selección, ya se basa en la casualidad. Por tanto un idioma histórico es simplemente
una sucesión de momentos sincrónicos.
Variedad azarosa. Las lenguas cambian porque son internamente variables. Las
diferentes variedades de la homogeneidad y la heterogeneidad idiomática son:
o Variedad espacial (variedades diatópicas). Variantes en la forma de hablar de
una misma lengua debidas a la distancia geográfica que separa a los hablantes.
Lo único que diferencia un idioma de un dialecto es el tratamiento legal. Para
conseguir ese tratamiento deben cumplirse dos factores: la inteligibilidad
intrínseca y poseer una tradición literaria e identidad etnolingüística.
o Variedad social (variedades diastráticas). Variantes en la forma de hablar del
hablante que dependen de la clase social de éste.
o Variedad discursiva (variedades diafásicas). Variantes en la forma de hablar
del hablante dependiendo de la situación lingüística y su grado de formalidad
requerida.
Grupos sociales. Son un conjunto de personas con alguna interacción social con
conciencia y aceptación de tal interacción. Los grupos sociales muestran un alto nivel
de altruismo interno y hostilidad potencial externa, así como un comportamiento
parcialmente compulsivo. Este comportamiento suele intensificarse cuando se trata de
un grupo social relacionado con la nación o la familia. Los grupos sociales utilizan
elementos de cohesión como el idioma y su estatus.
Norma culta. La norma culta está regida por los ejes diastrático y diafásico de la
lengua, es decir, por las variantes del lenguaje que dependen de la clase social y de la
situación en el momento del habla. La norma supralocal está regida por el eje
diatópico, es decir, por las variantes de un mismo idioma en sus diferentes
localizaciones geográficas. Ambas normas crean el modelo que desemboca en un
patrón de estabilidad y un posible rechazo de variedades dialectales.